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El Eclipse Melancolía

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Love Craft, 26 de Febrero de 2015. Respuestas: 0 | Visitas: 473

  1. Love Craft

    Love Craft Poeta asiduo al portal

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    ¿Con qué culpa tan grave,
    sueño blando y suave,
    pude en largo destierro merecerte
    que se aparte de mí tu olvido manso?
    Pues no te busco yo por ser descanso,
    sino por muda imagen de la muerte.
    Al sueño
    , Francisco de Quevedo


    Hay un lejano goteo de conciencia en su afán de suprimir la corporeidad del cántaro y volcarse sobre las zonas que desea aprehender. Hay una extraña fosforescencia en la cerradura, en la puerta entreabierta, que simula ser el ojo vidente de toda la espesura, por donde estuvieran todas las llaves equivocadas, todas las combinaciones erradas. Si el insomnio tuviese voz, sería ésta.

    El río del dolor se interna en los islotes y fragmenta nuestras certezas en diversas máscaras. O tal vez sea la vigilia que se deja vencer por la creciente, la habitación que se compadece y comparte del temblor los juncales.

    Mi memoria lidia contra la avaricia de este farol, contra su propia luz. No logro reunir los fragmentos. Un espejo no recompone nuestra identidad, una sombra no es testigo del glauco de un campo o del rojo de un alazán.

    La anatomía cuelga inerte desde los bordes del camastro, la llovizna desde los tejados, o tal vez el sueño convulsivo se desborde de su crisálida como de un fogón.

    Niéguenme el cielo sus azules ojos el eclipse de un ensueño, que mi errante estrella no consigue conciliar. Niéguenme el consuelo sus oraciones que desvían a un ídolo muerto, mientras sus rodillas inscriben una plegaria de misericordia sobre la infinita arena. Mas el mar no entiende nuestra agonía y la borra con lengua de plata.

    - La Virgen está muerta y tus plegarias son inútiles.
    Aurelia
    , Gérard de Nerval

    Niéguenme el cielo mientras duerman para siempre. La tierra cargará nuestros sueños de esmeralda, como la hierba nos oscurece.

    Los dientes en sus bocas maldicientes parecen espuma de una enferma corriente.

    La luz de Dios es un perfume cuya arborescencia quisiera extinguir de un solo rezo. Allí están los inciensos cuyos destellos quisiera desenhebrar de un largo sopor. Mas la mente abierta en loto húmedo alberga a la más amarga flor del pensamiento, del remordimiento.

    Los caballos salvajes son exhalaciones de las praderas. Llevado por este aliento, un mensajero llegaría a mi encuentro. La figura de un azulado caballero palpitaba sobre la jadeante llanura.

    -Tengo sed, y deseo dormir todo el instante de desolación. Mas este lago está enmascarado de constelación, y no puedo abrevar de él sin sentir la amargura del Ajenjo.

    -No temas, estas aguas no están contaminadas por el eclipse; de ellas podrás beber el reposo del que estás sediento- respondió.

    Sentía vértigos del aljibe, de la hambruna, de la epidemia, de la música que emergía lúgubre de su garganta. Aunque una estrella durmiera engarzada en medio de la líquida partitura, ajena al abismo en que estaba confinada, el mundo giró miles de veces en sus ojos y no podría asomarme a ellos sin sentirme desvanecer.

    La limpidez de esa Luna extranjera, copiada en el bautismo, parecía imagen de eucaristía. El nenúfar la mecía como si fuese una emanación de las mismas ondulaciones. El corazón de anillos se desangra en el agua. Pero hay un disco plateado como un cántico espectral que aún no logra en sus ondas respirar.

    Un eclipse de sueño, un eclipse de muerte le dibujan a la Tierra un párpado para dormir, una expresión para llorar.

    Se trataba de un planeta cuya inmaterialidad tenía conciencia de sí misma, que retornaba a tomar posesión sobre nuestro ser de belleza, sobre el astro de alabastro. Es como arrojar una piedra al valle cósmico: la cadena de acero en espiral, la sucesión decreciente de vibraciones de sonido es una analogía ilustradora de la condición del Caos. El Universo no reconoce sus propias galaxias, ¿o puede un misal apreciar la excelsitud de las oraciones que sus páginas llevan impresas? Pero a veces es más una serpiente que se consume a sí misma, y es entonces cuando nuestras versiones anteriores nos encaminan irremediablemente a la perdición a través de los recuerdos que implantan en nuestro inconsciente en forma de falsas revelaciones. ¿Cómo es posible que estos esbozos guarden influencia sobre nosotros, sobre los eslabones más evolucionados, cuando habría de darse el efecto contrario? Debido a que fuimos creados con materiales que también los componen, junto a otros que ya nos son pertenecientes, y debido a que guardan potestad sobre estos elementos primigenios que los conforman, por lógica, cualquier acción que ordenen a sus miembros, éstas se extenderán en el estrado del componente que, de manera imperceptible, conllevamos Pero estas simetrías solo suceden cuando el círculo se deja trazar por un demiurgo que le asemeja a actitudes regresivas. Porque el mayor error humano es considerar la adquisición de la presencia física como un grado de superioridad. Por eso la investidura material solo es superficie, y quienes no dominen sus profundidades serán inmolados ante dioses inferiores.

    Sus miradas siguen privándome del perdón, ¿están rezando, están dormidos? Ellos se perfuman con sus ruegos antes de acostarse, una ribera arbolada a la orilla del sueño; es el bálsamo sagrado quien desmiente la muerte.

    Miren: hay un tercer ojo que aún resplandece sobre sus fuentes. La frente en azur abierta despunta un amanecer que púrpura será sobre las gradas de la humanidad. En el cielo ilusorio de este ojo impuro, la negra cabellera de Melancolía se desvanece como un cometa, tan efímero como el azul que le envuelve, tan eterno como el perdón que nunca concedimos.

    Miren cómo la conjunción de las esferas celestes desgarra el entramado dorado de mis sueños, cómo la unión de los extremos de esa tijera dejará una estela de durmientes.

    Todo fue un ir y devenir, un ser y no ser, el Bien y el Mal, luz y oscuridad, ¿dónde estaba nuestra penumbra, dónde estaban nuestras cenizas, aquel lugar donde nadie debe decantarse por ningún destino, aquel lugar donde nadie nace o muere? La voluntad homicida de elegir cualquier distinción palidece el encumbrado razonamiento y limita la existencia a un planteamiento lineal. Solo la Muerte es inocente, porque ninguna encrucijada ofrece y debemos resignarnos a morir. Fuimos esclavos de un lenguaje binario. Pero ahora la verdad será revelada por medio del fuego, y en el vientre gris de la ceniza, seremos puros.

    El mundo se estremece, sus guardianes mueren, los estanques enrojecen, los mares se retuercen como raíz sedienta en la aridez, como un embrión abortándose. El fruto de la Tierra ha madurado y se desprende del árbol universal. Todo será putrefacción, todos morirán. El último pétalo resplandeciente de su aureola se contorsiona entre las ramas de la devastación, como gusano en un cadáver. Ya la Luna se deshace en jirones de diente de león, ya despliega sus cuernos para otro infierno.

    Pero el hilo de mis anhelos se devanea en la rueca de otros planetas, en la órbita de otras promesas. Este lugar no me pertenece.
     
    #1
    Última modificación: 26 de Febrero de 2015

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