El amor nunca llega tarde

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Llegaste a mi vida relativamente tarde,

Como el sol cuando se coloca allá…, en el poniente.

Y aunque siempre aparentaste ser indiferente,

Mi corazón nunca creyó en ese falso alarde.


Llegaste tal como una mariposa a una rosa,

Cuando ésta languidece débil y marchitada,

Pero aunque llegaste así, casi de madrugada,

Mi alma se sintió muy feliz y muy victoriosa.


Mi amor siempre supuso, que tu amor llegaría,

Y mi corazón también, supo ser muy paciente,

Por eso al recibirte, lo hizo con alegría.


Hoy, tu amor y el mío, conviven en armonía,

Como cuando un radiante astro, en el alba naciente,

Alumbra como siempre supo que alumbraría.​

 

Nunca es tarde. El otoño también tiene su belleza. Buen soneto.

Saludos desde Madrid.

 

Gracias Antonio del Olmo, un fuerte abrazo...

 

Una belleza de soneto. Manejado magistralmente con un contenido muy exquisito. Aplausos. Un placer dejar mi firma. Saludos.

 

Gracias amigo joblam por tu valioso comentario. Un abraso fraterno.

 

hermoso soneto, me gusto mucho pasar y leer; recibe un abrazo fraterno.

 

Nunca es tarde para el amor, lo importante es tenerlo y si inspira bellos versos como estos mucho mejor

 

Pues entonces valió la pena esperar, sabia decisión, saber cuando seguir y cuando no,
bello poema, un abrazo.

 

Gracias MARLEN RH por tu valioso comentario. Te quiero, un fuerte abrazo…

 

Muchas gracias jorgeluis, valoro mucho tu comentario... un abrazo, amigo.

 

Gracias JoaquinAlone por tu valioso comentario. Un abrazo fraterno...