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Los maravillosos veranos de Kathy ( cuento en favor de la naturaleza)

Tema en 'Prosa: Infantiles' comenzado por libelula, 12 de Abril de 2015. Respuestas: 8 | Visitas: 798

  1. libelula

    libelula Moderadora del foro Nuestro espacio. Miembro del Equipo Moderadores

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    Kathy salió corriendo del coche de su padre; había estudiado duramente todo el curso y conseguido notas brillantes para obtener de sus padres como premio, un verano más en casa de su abuela. Para tal fin se había tenido que trasladar en barco hasta la isla vecina con su padre; mientras su madre había quedado en casa al cuidado de sus hermanos gemelos; "un regalo inesperado" (según decía su padre) que les vino después de muchos años.
    corrió hacia la casa gritando: -Abuela abuelita…soy yo, Kathy…-
    Lola salió corriendo al oírla, ladrando y saltando de alegría; era una esbelta perra de caza que su abuela había encontrado gravemente herida, en los puros huesos, cautiva de un mal hombre que la maltrataba y que muy bien podía merecer la cárcel por su conducta; aún así la abuela prefirió pagar para rescatarla de inmediato, de las crueles manos de su dueño. Costó mucho sacarla adelante, gracias a los cuidados de la abuela y la amiga de esta, Marta, una prestigiosa veterinaria jubilada que al igual que su abuela, había elegido esta bellísima y pacifica isla para disfrutar de su jubilación; allí vivían ambas desde hacía años, en unas sencillas casitas rústicas que habían comprado y restaurado con gran ilusión. Ambas lucían pletóricas, vivían inmersas en mil actividades sociales y estaban totalmente integradas con los habitantes del pueblo. Su abuela había sido maestra y desde su retiro pintaba y de vez en cuando exponía en el salón de la asociación de vecino, también daba clases gratuitas a los niños con retraso escolar; Kathy había aprendido mucho de ella y compartía su afición artística y su amor por la naturaleza.
    -¡Lola!-. Dijo Kathy –Cogiendo a la perrita de las patitas delanteras y bailando con ella…
    Lola estaba feliz, movía la colita con alegría y ladraba sin parar.
    La abuela María salió corriendo a su encuentro, Kathy soltó a Lola y abrazó fuertemente a su abuela mientras Lola saltaba y ladrando alborozada, alrededor de ellas…
    -Pequeña ¡que ganas tenía de verte!..¡qué alta estás hija, estas enorme!…-decía feliz María
    -¡Ay abuelita que contenta estoy de estar aquí!- y era cierto, Kathy soñaba todo el año con las vacaciones que pasaba con su abuela en aquella preciosa isla.
    -Bueno ahora cámbiate, les tengo preparada la merienda. Y tu hijo mío cuéntame: ¿Cómo está tu esposa? ¿ y los gemelitos?...tengo tantas ganas de verles.
    -Pues Lucía muy bien mamá, atareada pero radiante y los niños ganando peso, son muy tranquilos, se pasan el día, comiendo y
    durmiendo, están preciosos, ya los verás. Pronto me darán las vacaciones y vendremos todos.
    -Estoy impaciente hijo,-dijo María- vivo todo el año esperando estas fechas. Anda siéntate y merienda.
    -¡Qué rico abuela, que ganas tenía de comer tus rosquetes y tu chocolate!
    -Tiene razón Kathy mamá, ¡nadie hace estos rosquetes como tú!.
    -¡Anda zalamero!... sigues siendo el mismo zalamero.
    Tras merendar Kathy, se cambió apresuradamente de ropa, cogió su bicicleta y salió despidiéndose de la abuela y de su padre con una sonrisa;

    Tomó la vereda que bordeaba el mar; se sentía feliz, libre, con sus cabellos al viento; a su lado, Lola corría con increíble velocidad a la par que Kathy, Lola llevaba un bonito pañuelo con flores rojo y blanco al cuello, se lo había colocado Kathy, siempre lo hacía cuando Iban a salir. Lola se sentaba a esperar junto al cajón donde lo guardaba hasta que Kathy se lo ataba, pues sabía que entonces iría a ese paseo que tan esperado con su amiga.
    Llegaron, compitiendo, hasta el faro, donde solían reunirse la pandilla todas las tardes a contemplar la puesta de sol…Allí estaban todos, como siempre, entre los charcos buscando los tesoros que deja la marea baja.
    Al verla corrieron a su encuentro…-Kathy, Kathy…-gritaron al unísono, mientras Lola ladraba corriendo por la playa, esto provocó que las gaviotas que picoteaban en los alrededores, asustadas, salieran volando, contribuyendo de esta forma a crear más belleza al paisaje.
    Kathy se quedó tan fascinada como si lo viera por primera vez, posiblemente era su alma de artista, la que le hacía sentir que todo era nuevo y a la vez conocido en aquél paisaje tan entrañable.
    -¡Kathy…Kathy…que bien, ya llegaste! …¡Lo vamos a pasar pipa!- gritó, Nadia.-.
    Nadia era alemana, había venido con dos añitos, sus padres se establecieron allí…eran biólogos marinos que habían sido destinados a las islas, con una beca de investigación, para estudiar las ballenas; querían que su hija disfrutara del clima, de la vida de pueblo, del mar…y de todo lo bueno que ellos consideraban que tenía aquél paraíso, para el bienestar y la educación de su hija…Habían pasado seis años desde que vinieron y no se arrepentían en absoluto.
    Darío era otro de los integrantes de la pandilla, este había nacido en la isla, al igual que su hermana Sara, un año mayor, que también formaba parte del grupo- Sus padres y sus abuelos y todos sus antepasados eran isleños.
    Darío era especialmente ingenuo, alegre y divertido,…-corrió al encuentro de Kathy abrazándola-
    -¡Por fin Kathy, ya estamos todos juntos de nuevo!…
    -¡Suéltala bruto!- dijo Sara- ¿no ves que le haces daño?-¡Hola Kathy, bienvenida amiga!
    -Vale, vale...que delicaditas que son las chicas... –dijo soltándola, algo molesto.
    -Kathy estoy muy contento, de que estés aquí tenemos muchas cosas que contarte, hay mucho que investigar…-insistió Darío-
    Kathy, echó el brazo por encima de Darío con ternura, para nada le resultaba bruto, al revés era tierno, generoso y entrañable.
    –Yo también estoy muy contenta Darío, me lo contarás todo…eso espero…ja…ja…
    -¡Pues claro! Contestó entusiasmado- estaba ansioso por que llegara Kathy, ella lo escuchaba siempre con atención…
    Apareció entonces, Claudia también con su bici Gritando:-Kathy, Kathy… ¡Que chévere! ¡¡Llegaste al fin!…-Claudia era nieta de emigrantes retornados canarios había nacido en Venezuela, y sus padres habían regresado a la isla porque añoraban su infancia y deseaban ese ambiente para sus hijos; al igual que Nadia, ella también había venido con dos años.
    Claudia y Kathy se abrazaron dando saltos de alegría.
    De pronto, como si de un bólido se tratara, a toda velocidad, apareció el intrépido Jorge.
    Este, al igual que Darío, era nativo de la isla, como sus padres y abuelos, era un muchacho sano; en sus diez años jamás se había puesto enfermo, esbelto, de cabellos rubios trigueños y grandes ojos verdes, tenía en contraste, la piel morena curtida por el sol al que cada día se exponía en la playa cogiendo olas con su tabla de surf; era un deportista nato, pletórico y enérgico; parecía desprender vida por todos los poros de su piel; su sonrisa era parte de su innegable encanto personal.
    -¡eh, que ya estoy aquí!-dijo soltando el manillar y levantando ambas manos por encima de su cabeza peligrosamente…
    -¡Hombre, como para que no se note Chamo!¡te vas a matar un día de estos!-dijo Claudia
    -¡Jorge…Jorge!-…Gritó Darío aplaudiendo, impresionado por las arriesgadas piruetas de su amigo.
    -¡Hombre Jorge!,…no seas loco, afloja un poco…- dijo apaciblemente Kathy, que admiraba la vitalidad de su amigo, su naturalidad y desparpajo, parecía no temer a nada…- este frenó con su habitual maestría, aparcó junto a la de los demás su bicicleta y descendió a la playa corriendo hasta Kathy abrazándola fuertemente, ella era para él alguien muy valioso.
    -¡Kathy al fin con nosotros! ¡Cómo te he echado de menos!... –dijo emocionado-
    -Y ahora que? ¿es que nadie protesta por lo brutos que son los abrazos de Jorge?...¡no es justo!... Y eso que le has dicho, perdona que te lo diga, yo se lo dije primero, ¿verdad Kathy?-
    -¡Ven acá enano!- Dijo Jorge, soltando a Kathy y echando el brazo sobre su amigo, lo apretó con fuerza-
    -¡Ay bruto, que me estrujas!-se quejó Darío, feliz de sentir el fraternal y protector abrazo de su amigo.-Jajaja –rieron todos.
    Juntos se sentaron frente al mar y a los pies de viejo faro a contemplar la despedida del sol; éste les brindó una espectacular explosión de color.
    Se quedaron en silencio, absortos ante tanto esplendor; para ellos era como un ritual desde hacía años. Experimentaron una enorme paz y hasta Lola dejó de perseguir gaviotas y se recostó junto a Kathy.
    Poco a poco el sol se zambulló en el mar. Sin palabras se recostaron en la arena y cerrando los ojos se abandonaron al susurro de las olas; el tiempo se les pasó sin notarlo, como les sucedía siempre.. Las primeras estrellas comenzaron a aparecer y la luna menguante brilló en el firmamento, lentamente empezó a anochecer.
    -Bueno amigos,-dijo Kathy levantándose- tengo que volver a casa de la abuela, deshacer la maleta y cenar con papá que mañana regresa a casa, con mamá y los gemelos. Nos vemos mañana ¿vale?; bajaré mi tabla para coger olas, ¿a que hora les viene bien?..-
    -¡A las diez!, para no coger tanto sol, ¡mi madre me va a matar, si sigo quemándome así!-dijo Jorge.
    -¡Por supuesto, es malísimo coger el sol como lo haces tú Jorge!!...y yo menos con esta dichosa piel lechosa, ja…ja...ja…-dijo Nadia riendo-
    -¡que tontería, pues a mi el sol no me hace nada de nada!-dijo Darío
    -Mamá te va a decir a ti lo que te hace el sol,..¡Anda, anda, que la tienes contenta!- dijo Sara
    -Yo desde luego estaré solo hasta las doce, lo siento chamitos, ordenes de mami-Dijo Claudia.
    -Bueno y además luego iremos a la biblioteca como siempre ¿no?-dijo Kathy
    -Pues claro Kathy, mañana te contaré las cosas que he descubierto…-acercándose al oído de Kathy, le susurró- Julián y sus hermanos traman algo, los he visto anoche escondiéndose entre las barcas …ya sabes como son estos Kathy…
    Ya lo hablamos mañana Darío, no te preocupes ¿vale?-dijo Katky
    -Anda, anda, anda…ha descubierto algo ¡vamos ya!…ja…ja...ja – rió divertido Jorge.-..y por cierto Darío, tú y yo vendremos como siempre temprano a retirar la basura de la playa…
    -Yo también- dijo Kathy- después de desayunar como siempre lo hemos hecho.
    Esta era una costumbre que los niños habían iniciado desde muy temprana edad, recogiendo tablas, papeles plásticos etc.…que la marea traía, o abandonadas por los bañistas y restos de embarcaciones marinas; aunque el Ayuntamiento enviaba, de vez en cuando, a funcionarios para limpiar la playa, ellos lo hacían voluntariamente. Habían creado el grupo: “Greenpeace junior”, se bautizaron ellos mismos
    Iniciaron la vuelta a casa pedaleando lentamente, sin ganas de separarse. Se fueron despidiendo, tomando cada uno veredas diferentes hasta sus hogares.
    Cuando Kathy y Lola llegaron, su padre y la abuela charlaban animadamente fuera de la casa, en unos asientos que eran típicos del lugar, construidos con cemento y adherido al frente de la misma, era algo común en las casas rústicas del pueblo; aparcó la bici y se unió a ellos, Lola lamió primero a su ama y luego al padre de Kathy moviendo la cola.
    Kathy, anda dúchate y deshaz tu maleta que vamos a cenar- dijo abuela acariciándola-
    Espera abuela –dijo Kathy sentándose entre ellos-déjame descansar un ratito.
    -de eso nada, ¡hazlo ya!, has regresado muy tarde-ordenó su padre enérgicamente.
    -Vale papá- obedeció sin rechistar Cathy, coocía bien el tono de voz de su padre cuando era rotundo; les dio un beso a ambos y corrió a su cuarto.
    -Mamá, no vayas a caer en la tentación de dejarla hacer lo que quiera-dijo el padre de Kathy a la abuela.
    -Hijo ya me conoces, sabes que no soy así, salvo excepciones, además Kathy tampoco lo necesita, es una niña sensata, y tú lo sabes. ¡Anda, vamos a cenar! , y luego estaremos aquí un rato antes de ir a dormir, esta noche tenemos un festival de estrellas, el cielo está totalmente despejado.
    -Recuerdo que me sentaba aquí de niño con el abuelo a descubrir las constelaciones que él tan bien conocía por su vida de marino ¡qué tiempos aquellos!...
    Después de cenar, estuvieron entretenidos los tres señalando constelaciones, mientras Lola descansaba a los pies de la abuela. Kathy se dejó dormir, su padre la llevó en brazos a la cama arropándola. Durmió de un tirón y se despertó pletórica, con un enorme apetito; corrió a la cocina y tras ella, como su sombra corría Lola. Allí estaban su padre y su abuela desayunando, se sentó con ellos ¡que bien olía en la cocina de la abuela!
    El padre de Kathy tenía prisa, se le hacía tarde, así que se despidió de ambas abrazándolas con fuerza y salió corriendo, cogió su coche dirigiéndose al muelle y embarcó rumbo a su casa.
    Kathy salió con su bicicleta y junto a Lola emprendieron el camino a la playa, desde allí, vio partir al barco donde iba su padre.
    Sus amigos ya estaban atareados recogiendo restos depositados por la marea en la playa durante la noche.
    Después de esta labor, sacaron sus tablas y se lanzaron al agua en busca de olas, Darío era lanzado una y otra vez fuera de su tabla y las olas lo revolcaban, el se enfadaba, los demás reían divertidos…
    Estaban descansando extenuados sobre la arena, cuando Jorge se percató de cómo una concentración de gaviotas se lanzaba en picado en la misma dirección, entre unas barcas fondeadas a cierta distancia de la orilla…
    -Miren…. ¿no notan algo extraño? Las gaviotas están como atacando a algo-dijo Jorge
    -¡Venga ya Jorge que imaginación!- dijo Nadia-
    -Es verdad, ya las veo… ¡que fuerte!…¡pobre pescaditos, menudo banquete!-dijo Darío-
    -No creo que estén pescando precisamente-dijo Kathy- ¡Vamos allá! no están tan lejos.
    Se lanzaron todos al agua y nadaron sin descanso hasta las barcas, zambulléndose para ver que encontraban y quedaron asombrados al ver una tortuga gigante, que se debatía herida, atrapada por una de sus patas…salieron a la superficie a tomas aliento…
    -La han dejado ahí aprisionada, atada por la pata- Es la barca de Julián y sus hermanos, los mismos de siempre, ¡que desalmados! -Dijo Nadia-
    -¡Tipejos! Escupió- con ira Jorge- Siempre saltándose las leyes con su crueldad habitual.
    -Venga, venga, vamos a desatarla antes de que vengan-dijo Darío angustiado, respirando con dificultad-como estos vuelvan la matan seguro…
    -Tranquilo Darío- no te agobies, tu asma te va a jugar una mala pasada y estamos lejos de la orilla-dijo su hermana Sara preocupada, mientras lo sostenía.
    Claudia salió a la superficie y advirtió a sus amigos-la tortuga está fatal, está sangrando, y cuanto mas se mueve, más daño se hace, pobrecilla.
    Lola, que había nadado junto a ellos, daba vueltas alrededor de la tortuga ladrando y había conseguido espantar a las gaviotas, pero la tortuga estaba asustada y se movía inquieta provocándose mas daño, al intentar escapar de todo ese bullicio.
    Darío cada vez más ansioso respiraba con gran dificultad. Entonces Jorge, sin pensarlo ni un minuto, se dirigió a Darío y le dijo
    -Rápido Darío cógete a mi cuello y déjate llevar, llegaremos en un minuto, ¡tranquilízate Sara!.-

    Con Darío a sus espalda nadó increíble fuerza hasta la orilla y en pocos minutos, consiguió su objetivo. Una vez allí, depositó a Darío en el suelo y corrió a la mochila de este donde sabía que guardaba el inhalador.
    Darío inhálalo y se recuperó con facilidad, su hermana lo abrigó y decidió marchar a casa con él.
    De eso nada- dijo Darío- tenemos que salvar a la tortuga, yo no me muevo de aquí, hasta que la saquemos.
    Tranquilo Darío – dijo Kathy abrazándolo- ahora vamos a decírselo a mi abuela y a su amiga Marta, sabes que es veterinaria, ella sabrá lo que hay que hacer, no te preocupes, vete a casa y descansa, luego iré a verte y te informaré.
    -Vale Kathy, si viene tu abuela estaré tranquilo- Darío marchó a su casa acompañado por su hermana Sara

    Kathy- recogió sus cosas rápidamente y se subió a la bicicleta, los demás la siguieron, Lola se sacudió el agua y corrió a toda velocidad junto a Kathy y sus amigos.
    Llegó a casa de su abuela, soltó la bicicleta y casi sin poder hablar abrazó a su abuela llorando y le contó su experiencia. Esta les invitó a sentarse y mientras preparaba una tisana de tila trató de tranquilizarlos. Inmediatamente llamo a su amiga Marta, explicándole, por encima, la situación y rogándole que viniera enseguida y trajese con ella el botiquín
    Insistió también que llamara a Manolo, porque necesitaban de su lancha, era veloz y bastante más grande que la suya.
    Preguntó a los chicos:- ¿Qué era lo que ataba a la tortuga?...Kathy y Jorge explicaron con detalle la brutalidad de los alambres que la ataban. María cogió sus herramientas, un botiquín y se dirigió a la calle, subió a su todo terreno y abrió la puerta a los chicos que subieron a tropel.
    Una vez en la playa María cogió su falúa, e invitó a subir a los niños, Lola que no paraba de ladrar nerviosa, se coló entre ellos.


    -Abuela no podemos llevar a Lola, la tortuga se asusta y se hace mas daño.-dijo Kathy-

    -¡Baja Lola!- increpó con autoridad María; Lola obedeció de inmediato, pero protestó, aullando desde la orilla, al ver alejarse la barca.

    Cuando llegaron a las barcas, María se lanzó al agua y dijo- que me acompañe solo Jorge, el tiene más fuerza, los demás la asustaran, cuantos menos seamos mejor… Ustedes mientras, entre todos, inflen la piscina portátil y llénenla de agua del mar con el cubo que hemos traído. ¡Vamos Jorge!..-dijo
    Ambos se zambulleron, María comprobó que las heridas aunque profundas eran de buen pronóstico, pero la tortuga estaba débil, agotada, salieron a la superficie y pidió a su nieta, un corta- cables, se volvió a sumergir seguida de Jorge, le hizo señas para que la aguantara con fuerza, mientras ella intentaba liberarla. El obedeció sus órdenes y agarró a la tortuga fuertemente por el caparazón y le sostuvo la patita herida, esta se revolvía cada vez con menos fuerza.
    María cortó con paciencia los cables uno a uno hasta conseguir soltarla, hizo señas a Jorge para sacarla a la superficie.
    -Y bien, ahora tenemos que subirla,-dijo María- ¡vamos jorge! Niñas ayudad,..
    A la de una... dos... y tres, ¡arriba!-gritó


    La colocaron en la piscina improvisada. María observó sus heridas mientras maldecía enfada-¡Malditos desaprensivos, crueles, mamarrachos!...-se percató de la profundad de las mismas pero, le pareció que ninguna era grave.

    Oyeron acercarse la lancha de Manolo que se colocó junto a la barca de María; Marta saltó con gran habilidad a la misma y observó las heridas de la tortuga, estuvo de acuerdo con María sobre el diagnóstico, aunque eran aparatosas, sus heridas no eran tan graves como pensaban, le administró un calmante y antibióticos para evitar la infección ayudó a María a curar las heridas y dijo que debían trasladarla a su casa y tener una vigilancia de, al menos, unas 48 horas. Así lo hicieron entre todos la llevaron primero al todoterreno y luego a la casa de María. Una vez allí la dejaron en el patio dentro de la improvisada piscina.
    Jorge, Claudia, Nadia, regresen a casa es muy tarde ya. Gracias Jorge, has hecho un gran trabajo. Tienes temple muchacho, te felicito.-dijo María
    Kathy acompañó a sus amigos a la puerta y se despidió con un abrazo. Luego llamó a Darío por teléfono para interesarse por su salud, y explicarle los acontecimientos, como habían convenido.
    Después se reunión con su abuela y su amiga Marta que tomaban café en la cocina y le prepararon algo de comer, pero no tenía apetito, estaba agotada y conmocionada.
    -Querida, ahora dúchate y métete en la cama,¡ ya está bien por hoy!...dijo María
    -Vale abuela estoy rendida, la verdad…-
    Una vez duchada y en pijama, Kathy fue al patio y quedó impresionada por el cuadro que vio…
    Lola dormía junto a la piscina con una patita puesta cerca del el borde, como protegiendo a la tortuga, que descansaba placidamente medio dormida. Kathy se acercó y la acarició compasiva…y también a Lola, que despertó e intentó ir tras ella a su cuarto.
    -No Lola, quédate aquí vigilando- le dijo señalando a la tortuga.
    Como si entendiera, volvió a echarse junto a la piscina. -¡Increíble!- susurró Kathy. Fue hasta la cocina y se despidió de su abuela y de Marta con un beso.
    Marta durmió en casa de la abuela esa noche, ambas cuidaron y vigilaron a la tortuga, pero casi no hizo falta, pues esta durmió placidamente. A la madrugada Marta le inyectó otra dosis de antibiótico, ésta, asombrosamente, se dejaba hacer..
    Kathy se despertó sobresaltada y corrió al patio, la tortuga nadaba aunque con algo de dificultad. La abuela y Marta desayunaban tranquilamente y sonrieron al verla entrar.
    -¿Qué? ...¿contenta? ¿la has visto?, está estupenda- dijo Marta- ya pronto podremos echarla al mar y dejarla libre.
    -No Marta es muy pronto, esperemos un poco más…

    -Siéntate Kathy, desayuna anda, no podemos mantenerla aquí por mucho tiempo, ella necesita estar en su medio.¿entiendes pequeña?...dijo la abuela acariciándole los cabellos.


    -Si abuela, eso ya lo sé, pero no quiero que le pase nada por estar herida.

    -Eso no va a pasar ¿no ves como se mueve ya? y ha dejado de sangrar con lo que le ha puesto Marta, lo demás lo hará la naturaleza -¡así es!- dijo Marta-
    Tocaron a la puerta, eran sus amigos, ¡todos estaban allí!.

    Kathy los invitó a pasar y los llevó hasta el patio, se quedaron sorprendidos de la mejoría de la tortuga. Sentados alrededor de la piscina la observaron atentamente, ella dejo de chapotear y los miró sus ojos parecían alegres, lucían brillantes,

    Llenos de vida, era preciosa, repararon en su caparazón tenía colores como un arco-iris.
    -¡Que bonita es! - Dijo Darío
    -Es una tortuga boba me lo han dicho mis padres, vendrán luego a verla, dijo Nadia.
    Las tortugas bobas viven en esta zona y están protegidas, así que los que la cogieron pueden ser multados, los vamos a denunciar me han dicho mis padres que hemos de hacerlo... ¡que se lleven un escarmiento! por crueles.
    -¡Bien!-dijo Sara, merecen un castigo, por maltratar animales.
    Jorge se acercó y la acarició.
    Anoche busqué en Internet, leí sobre ellas, aunque pueden sumergirse a gran profundidad, se les llama bobas, porque como ahora, les gusta tomar el sol en la superficie y se adormecen bajo sus efectos, siendo muy peligroso para ellas pues esto hace que las embarcaciones las maten, o las mutilen al tropezar con ellas. También he leído que mueren muchas por los materiales que ingieren, deshechos que se tiran al mar, trozos de cables de barcos, plásticos etc.…que les destrozan el aparato digestivo., por otra parte desovan en las playas y éstas en la actualidad están masificadas de construcciones, lo que les hace imposible la supervivencia…-dijo tristemente Jorge.

    -Pobrecilla-dijo Darío emocionado- ¿Han visto?.. ella se está quietecita y hasta parece reconocerte Jorge-
    -No es por mí Darío-dijo Jorge-, como te he dicho ella está adormecida por los rayos del sol, ignorando el peligro, por eso reciben el nombre de bobas.

    -¡No es así!, ella no es boba para nada, a mi también me gusta hacer el muerto en el agua, y tomar el solito, y por eso no me considero bobo.-dijo Darío con su habitual candidez.
    Ese día la abuela de Kathy los invitó a comer y lo pasaron todos juntos en el patio, haciendo compañía a la tortuga que bautizaron: arco- iris. Estaba encantada, unas veces chapoteaba en el agua moviéndose con soltura, otras reposaba flotando tomando los rayos de sol que caían sobre el patio. Marta le había puesto el último antibiótico, y suprimido el calmante, y aún así ella no mostraba signos de dolor.

    Vinieron los padres de los amigos de Kathy, todos estuvieron allí, haciendo compañía a Arco-Iris. Mas tarde todos juntos ayudaron a trasladarla al mar.
    Los padres de Nadia ofrecieron la embarcación oficial desde donde hacían su observación de las ballenas, la parte baja del barco tenía una cristalera desde donde se podía contemplar lo maravillosos fondos marinos de las islas. Habían colocado a Arco Iris en una piscina que el barco tenía para las ocasiones en que encontraban algún ballenato herido.
    Al llegar al sitio adecuado, según los biólogos Jur Gens y su esposa Helen, (los padres de Nadia), la colocaron en una cesta y la bajaron al mar, los niños vistieron sus trajes de buceo y bajaron con ella…al sentirse en el mar, libre, Arco-Iris nadó con agilidad; de pronto se zambulló y desapareció en la profundidad; los chicos quedaron desconsolados, poco después reapareció con otros ejemplares, así como una familia de delfines que saltaban haciendo piruetas ante los ojos maravillados de los chicos. De pronto a una distancia de unos 30 metros, una ballena emergió majestuosamente, soltando un fuerte chorro de agua,…como un saludo.
    Fue algo realmente impresionante, una verdadera fiesta en el mar. Subieron al barco, desde la cubierta el panorama era fascinante…la luz del ocaso del sol lo iluminaba todo y un camino de plata parecía recorrer el mar, fue un momento mágico.

    Diez minutos mas tarde todos desaparecieron como por arte de magia. Todos menos ella, Arco-Iris, que permaneció allí flotando tomando los rayos de sol hasta que estos desaparecieron, entonces se volvió mirando hacia ellos y acto seguido se zambulló definitivamente. Permanecieron allí esperando pero, ya no la volvieron a ver.
    Regresaron a tierra conmovidos por la visión, y con la convicción de que les quedaba mucho trabajo por hacer para mejorar el futuro.
    Esa noche durmieron de un tirón, estaban realmente agotados de las emociones vividas.
    Al día siguiente reunidos en la playa, contemplaban una vez más, la puesta de sol…
    Les pareció ver a lo lejos los colores del arco-iris… pero, aquello era imposible, la tarde estaba totalmente despejada… Lola se levantó desperezándose y corrió por la playa… ladraba sin cesar jugueteando con los cangrejos entre las rocas…metiéndose en los charcos.
    Darío se levantó e imitando a Lola, estiró los brazos; acto seguido corrió hasta ella, ambos se revolcaron en la arena, Lola saltaba sobre él; jugaban corriendo por toda la playa… Esa tarde Darío decidió que “pasaba de la puesta de sol",…que prefería jugar con Lola,..

    Al momento le rodearon sus amigos, juntos corrieron por la arena, saltando, haciendo piruetas…jugando a la “piola” y riendo sin parar. Hoy todos preferían jugar antes que contemplar la despedida del sol; sabían que..., "el sol también estaría ahí mañana."


    FIN
     
    #1
    Última modificación: 12 de Abril de 2015
    A Antonio del Olmo y nube blanca les gusta esto.
  2. nube blanca

    nube blanca Poeta que no puede vivir sin el portal

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    Como siempre querida amiga Isabel nos dejas una envolvente lectura de
    principio a fin en esta historia que gracias a la magia de tu pluma nos hace
    disfrutar de unas bonitas letras. Te felicito por tu buen que hacer.
    Ha sido un placer pasar a leerte. Besos y un abrazo para ti. Tere

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    #2
    A libelula le gusta esto.
  3. libelula

    libelula Moderadora del foro Nuestro espacio. Miembro del Equipo Moderadores

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    Querida Nube blanca ¡qué bien que estas aquí! ¡qué soledad en este foro! jajaja. Gracias por tu leer los maravillosos veranos de Katthy. Como me alegro que hayas divisado a Arco iris sana, vital, nadando alegremente; hace tiempo que no teníamos noticias de de ella...jaja
    Un fuerte abrazo amiga.
     
    #3
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  4. musador

    musador esperando...

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    Un lindo cuento, estimada, con cierta ingenuidad que le viene bien a sus fines didácticos. Nos pintas un ambiente paradisíaco con personajes buenísmos (salvo los niños malos que ni aparecen, prudentemente). Por algún detalle sospecho que has conocido a alguien parecido a esta Kathy.
    Leía el otro día acerca del desastre que está provocando el plástico que, roto en pequeñas partículas, flota mezclado con el plancton natural: una gran cantidad de especies se alimenta de este placton, comen plástico... Además son los vegetales del plancton los que proveen buena parte del oxígeno a la atmósfera (más del 50%) con lo que el deterioro del plancton puede tener monstruosas consecuencias para la vida en el planeta. Lamentables sucesos que has puesto en evidencia con este simpático cuento protagonizado por niños buenos, que los hay.

    ¡Ay, tus comas!

    abrazo salado
    Jorge
     
    #4
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  5. Antonio del Olmo

    Antonio del Olmo Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Es muy bonita la historia de la tortuga Arco Iris. Me gusta más este nombre que el de "boba". Tiene razón Darío: los que toman el sol no son bobos. Me gusta también la escena final, cundo salen los delfines y la ballena. Este cuento es muy adecuado para aprender a defender el medio ambiente, te lo dice un activista de Greenpeace.

    Salud y ventura.
     
    #5
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  6. libelula

    libelula Moderadora del foro Nuestro espacio. Miembro del Equipo Moderadores

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    jajaja...¡Las mismas quejas de Juan!, "un cuento de niños buenos" ¿y por qué no?, aunque también están los que apresan a la pobre Arcoiris sin la mínima compasión y a saber con que oscuras intenciones, quizás solo por el placer de hacer sufrir a los animales. Pero ¿sabes que? que decidí que en este cuento, al menos, no les iba a dar protagonismo,porque los niños necesitan volver al amor por lo que les rodea y al compromiso, aunque sean fantasías,te aseguro que en este caso no del todo,Creo que para maldades ya están los vídeo juegos agresivos que desgraciadamente imitan algunos.
    Siiii, es cierto, hay alguien que se parece a Kathi y a la abuela jaja. Te aseguro que ese ambiente es real, lo he visto en vacaciones y también como la gente se sienta a orillas de la playa, cada tarde, a contemplar la puesta de sol, es algo maravilloso e inolvidable el ambiente que se crea.
    De lo de que me cuentas es un horror, para colmo no sé si te has enterado de el barco ruso que se ha hundido con toneladas de fuel, frente a las playas canarias, dice que el fuel ya ha llegado a una playa protegida de La Palmas de Gran canaria, donde habitan las tortugas "boba" del cuento, una especie protegida, así como una especie protegida de delfines. Terrible ¿verdad?



    ¿qué voy a hacer con mis comas? pero algo me he enmendado ¿no?...

    Un abrazo salado y cálido.
     
    #6
    Última modificación: 23 de Abril de 2015
  7. libelula

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    Estimado Antonio, me alegra mucho saber que eres un activista de Greenpeace.
    Ya le contaba a Jorge,(Musador) que en as islas en esto días se quemó un barco ruso y lo sacaron a alta mar, allí se hundió y el fuel está saliendo e invadiendo playas,en una de ellas vive esta especie protegida de la que hable en mi cuento, la tortuga "boba" y un tipo de delfines que también están protegidos...Hoy he visto la dramática imagen de aves impregnadas de fuel, y he sentido verdadera angustia. ¡Que impotencia!
    Gracias por tu lectura y por tu amable comentario.
    Salud y ventura también para ti.
     
    #7
  8. musador

    musador esperando...

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    En nuestra costa atlántica vemos salir el sol desde el mar. En la adolescencia era todo un programa ir hasta el mar a la noche con los mates y las guitarras, hacer una hoguera en la playa y esperar el amanecer. Las hermosas tardes de crepúsculo las he visto en Uruguay, un país que aprovecha bien sus costas con lindas costaneras. Algún crepúsculo entrando con poco viento (lentamente, en consecuencia) al puerto de Colonia del Sacramento está entre mis recuerdos más cálidos.

    Nuestros pingüinos tienen ese problema del petróleo, mueren de a miles.
    abrazo
     
    #8
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  9. libelula

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    Creo que es una pena que no escribas relatos y cuentos Jorge, muchos de tus comentarios son relatos de paisajes, de emociones, de aventuras, cuentan cosas y dejan siempre una sensación parecida a la que siente un niño cuando espera impaciente la próxima entrega. Te diré que en esa isla "la Gomera", en Valle Gran Rey, que fue la que me inspiró el cuento en mis vacaciones, la despedida del sol sobre el mar la animan familias de jóvenes parejas de aspecto hippies, de melenas entrenzadas, con sus tambores y flautas y sus niños revoloteando con sus ropas coloridas como alegres mariposas; una estampa de gran belleza; te recorto y pego un trozo de artículo periodístico que te ayudará a comprender el ambiente que se crea...
    "Uno de los últimos refugios hippies de Europa sigue siendo en la actualidad La Gomera y sobre todo el núcleo de Valle Gran Rey. Desde finales de la década de los años sesenta hasta la Isla fue llegando una serie de jóvenes. Primero eran de origen estadounidense y canadiense que se negaban a ser reclutados para luchar en la guerra de Vietnam. Luego arribó un grupo de ciudadanos, especialmente ingleses y alemanes, que huían pero esta vez del frío y de un sistema de vida en el que no se sentían a gusto. Sin embargo se trataba de personas con un importante poder adquisitivo, y más en aquella época, que impulsó el desarrollo turístico de Valle Gran Rey. Este espíritu aún está vivo y renace cada noche tras las asombrosas puestas de sol en Casa María o en Playa del Inglés, con los tambores como banda sonora.
     
    #9
    Última modificación: 24 de Abril de 2015

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