Mi perro y el ladrón.

Mi perro blanco no ladra
a nadie que venga a casa,
como es de fiereza escasa
con todo el mundo encompadra.
Con eso a mi me descuadra,
porque si viene un ladrón
con muy buena educación
le dirá con señorío:
“Señor, su whisky está frío,
su merienda en el salón”.

 

No te fíes amigo mío.
La mirada que me echó ,
antes de ayer tu perrazo,
te aseguro recorrió,
de arriba abajo el sentío.

Un abrazo

Alfonso Espinosa

 

jjajaja no sería tan grave compañero,
adviértele que no le diga a ese ladrón dónde está la caja fuerte con el dinero
ni por supuesto la clave para abrirla jajajaj
¿Que se toma un whisky y se come tu comida?
Con dinero puedes volver a comprar más jajajaj

 

Se parece a mi perrita, ladra mucho... pero nada. Muy jocoso el poema, me gusto ,muchisimo.

 

Pues tendré que replantear la cosa, amigo Alfonso.
De verdad la mirada impone.
Con mi abrazo.

 

No hay problema amigo, aquí tanto en la caja del dinero como, a veces en el frigorífico, cae un ratón y se estrella. Familia numerosa.
Muy agradecido por la consideración.
Con mi saludo muy cordial.

 

Muchísimas gracias por el generoso comentario.
Con mi saludo va mi gran consideración, estimada ycnan.

 

A veces la buena educación desarma al violento. Felicidades. Un abrazo.

 

Ya que así lo dices, amigo Babel, tienes toda la razón. Muchas gracias por la lectura y el generoso comentario. Con mi abrazo fuerte.

 

Maravilla de animal, solo le hace falta hablar entonces

 

Pues eso, amigo Alfredo, no ladra pero parece entenderme, sin embargo asusta su mirada, pero luego nada.
Con mi abrazo muy fuerte.
Salva.