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García

Tema en 'Prosa: Cómicos' comenzado por MARINA BARNES, 31 de Julio de 2015. Respuestas: 3 | Visitas: 964

  1. MARINA BARNES

    MARINA BARNES Poeta recién llegado

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    ¿”Para qué lo pateé”?!

    Emmanuel Gigliotti


    “Bueno, la figura del fútbol para ustedes es Palermo, y erró tres penales en un partido”

    José Luis Chilavert



    GARCIA


    El flaco García jamás había errado un penal. Ya estaba en ese mundo cuasi sagrado de los elegidos para la eternidad y la veneración.

    El flaco García era una leyenda.

    La leyenda corresponde a la más arraigada evocación de un pueblo y por eso pertenece al folklore.

    Esa palabra viene de folk (pueblo) y lore(sabiduría), del idioma inglés.

    En este caso la sabiduría era patrimonio de la hinchada de Villa Esencia, que participaba en el torneo de la B.

    Y la instauración de la adoración mítica residía en el caso de que se trata en los penales de García.

    Cuando se cobraba un penal a favor el grupo entraba a un estado de profundo y misterioso recogimiento que lo transportaba al universo iniciático y hermético de su mesías, vedado para todos los demás mortales.

    Y el flaco García era ese mesías que venía con sus propias redenciones.

    Los penales eran lo más esperado de la liturgia de Villa Esencia.

    El flaco enfrentaba al arquero como lo haría un domador en el circo con un zafio león. Pero sin látigo. Más canchero y con los brazos en jarra.

    Se detenía unos instantes frente a la pelota como un penitente ante su Dios.

    Ensimismado, abstraído, como un creyente espiritista frente a la inminencia del más allá.


    Miraba la pelota como Newton a la manzana, reconcentrado como Hamlet ante la perpetua duda, o como el propio Einstein sumergido en el torbellino de las ecuaciones que metodizaban las abstrusas dimensiones del Universo.

    El único que lo tenía bien calado al flaco era el viejito utilero.

    A este muchacho jamás se le ha caído una idea, pensaba, y cuando patea tiene más culo que cabeza.

    García no era de pie delicado; simplemente pateaba los penales haciendo como que miraba y hasta ahora invariablemente la pelota se había metido.

    A veces a la izquierda, a veces a la derecha, un poco más abajo o un poco más alto, pero siempre adentro.

    En derredor del número seis se había formado una aureola de inexorable infalibilidad.

    Y el marcador izquierdo se había hecho un creyente ferviente de su propio mito.

    Algo divino manejaba los hilos de la realidad y el flaco pateaba con displicencia porque de todas maneras iba a entrar. Así se lo indicaba la intuición, su supersticiosa mentalidad y todos los mensajes que recibía de su entorno que lo endiosaba.

    Estaba absorto y maravillado por los delirios de su propia fantasía y por las manifestaciones de adoración de sus adeptos.

    En los mitos por lo general hay un personaje principal y muy importante que sostiene la historia.

    Y qué personaje más importante que el marcador izquierdo de Villa Esencia?, con todas las ceremonias de adoración y de encendido de velas para el número seis, antes, durante y después de los partidos.

    ¡Al fin llegó el día!

    Menudeaban parrillas y asadores.

    Viudas, casadas y solteras venían con cestos cubiertos con servilletas blancas y de colores que traian pasteles, mates y botellas.

    Los barriletes con flecos exhibían los colores de Villa Esencia y se mostraban banderines y gorros con inocultable optimismo.

    En las remeras latían como palomas prisioneras los pechos turgentes de las muchachas desde donde se lucia con indulgencia la sonrisa del flaco García.

    ¡Ya empezaba el partido!

    Era el último y definía el ascenso a primera A.

    El primer tiempo no fue bueno para los ansiosos, 0-0.

    Aunque todos lo sabían, el técnico volvió a insistir en el vestuario. Necesitamos ganar, dijo, el empate de nada nos sirve.

    El seis estaba un poco inquieto, pero confiado, muy confiado.

    Segundo tiempo. 10 minutos.

    20, 30, la hora pasaba.

    44 del segundo tiempo,0-0.

    El juez mira la hora. Habían pasado 3 de los 4 minutos para recuperar.

    El brazo señala el área.

    ¡Penal! Para nosotros.

    ¡Que lo patee el flaco!

    La sonrisa más suficiente iluminaba la expresión de Dardo García.

    El seis tomo carrera para definir.

    ,,,los diablos tiraron la pelota por arriba del travesaño…

    ¡ Lo erré! ¡Carajo!, La tiro al bulto y siempre entra.

    Esta vez para que se me habrá ocurrido pensarlo.

    El viejito utilero miraba cruzado de brazos y pensó.

    ¡Sin culo y sin cabeza la leyenda se acabó!

    …………………………………………………………………..
     
    #1
    A GEORTRIZIA y Emp les gusta esto.
  2. Emp

    Emp aww

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    Los marcadores centrales patean fuerte, menos el ratón Ayala en una final. Es para morirse. ¿Mira si a esto lo lee Alejandro Appo, como a uno de los cuentos de Fontanarrosa? Muy bueno....
     
    #2
  3. MARINA BARNES

    MARINA BARNES Poeta recién llegado

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  4. GEORTRIZIA

    GEORTRIZIA ♥Niña de los besos rosas♥

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    jjajaja estupendo...
     
    #4
    A Rodrigo del Río le gusta esto.

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