Doña Cleta y sus pollitos

Doña Cleta y sus pollitos
A la mañana temprano
Doña Cleta y sus pollitos
Se acercaron a una chacra
Para vender sus huevitos.
Los recibieron los perros
Para avisar a sus dueños
Que había productos nuevos
Que la chacra no tenía
Le dieron la bienvenida
La dueña con su marido
Trajo un balde con semillas
Que pronto les ofreció.
Los pollitos muy contentos
Las semillas se comieron
La gallina muy contenta
Sus huevitos les ofreció.
Eso es la vecindad.
Ayudarse unos a otros
Sin ninguna mezquindad

Dar a un vecino que no tiene ciertas cosas es un acto de amor que a veces los humanos no tenemos
Mary Mura​

 

Es lo que debemos practicar, el intercambio.
Tierno poema, una cotidianidad, del campo.

 

Seria un mundo perfecto si nos ayuda ramas unos a otros cuando hay necesidad pero no siempre es así. Bello poema. Saludos cordiales.

 

Si amiga asi lo pienso yo tambien .

 

Ramipoeta si nos unieramos viviriamos mucho

 

Ya me gustaría querida amiga
tener una vecina como tú porque la verdad es que soy un verdadero desastre
y cada vez que me propongo hacer algo de comer, pues eso,
que me faltan las mitad de los ingredientes jajajaj
Un abrazo.

 

Doña Cleta y sus pollitos

A la mañana tempano (temprano)
Doña cleta (Cleta) y sus pollitos
Se acercaron a una chacra
Para vender sus huevitos.
Los recibieron los perros
Para avisar a sus dueños
Que había productos nuevos
Que la chacra no tenía
Le dieron la bienvenida
La dueña con su marido
Trajo un balde con semillas
Que pronto les ofreció.
Los pollitos muy contentos
Las semillas se comieron
La gallina muy contenta
Sus huevitos le ofrecieron (les ofreció/ Sé que no respeta la rima en “ieron”, pero se comprende mejor)
Eso es la vecindad
Ayudarse unos a otros
Sin ninguna mezquindad

...

Bello y tierno poema en el que rescato su moraleja al enseñar a los más chiquitos: compartir con una sonrisa es un gesto de amor y humanidad entre todos.


Un abrazo, poetisa.

 

Sí Mary, dicen que tu hermano es el vecino más cercano y este bello y musical poema enseña a los niños a amar y respetar a sus vecinos. Me ha encantado la ternura que destilan estos dulces versos infantiles. Besazos con cariño y admiración...muáááááá..

 

Doña Cleta es muy buena madre como todas las gallinas, las quieren tanto los niños que algunos no se las comen, son unos animalitos ejemplares
Un saludo Poeta

 

Amigo Maldonado tienes toda la razón