Mi principio, mi madre.

Te dibujas en mi arena
amando mi frágil manera
de emprender la tarea
de romper mi alma de poeta.

Desgarro los lexemas
por tu boca que no reverbera
aguas de magnánima ribera.
Eres apego a la tierra.

Mi primigenia naturaleza.
Me amarras a tu descendencia
y te enredas en tu telar
de Penélope, de espera.

Hija de voces extranjeras
versada de histórica leyenda.
A la par Isis y Julio César
navegan también por mitología griega.

Soy semilla de tu semanera
órgano solapado a tu existencia.
No olvido tu favor de abeja
de espejo, de voluntad férrea.

Más a veces, me tornas madeja
y en los entresijos de la contienda
no logro enlazarme a la enmienda
en inundarme de azul tibieza.

 

He disfrutado tu poema , por el tema, por la hermosa cadencia de tus versos. Felicitaciones y espero que sea más comentado este hermoso poema. Un beso y un abrazo Anabel.

 

Muchas gracias por comentar mi poema. Las madres son una gran inspiración. Saludos

 

Querida compañera
las madres son el comienzo
de todos nosotros.
El padre están en segundo plano,
siendo imprescindibles su importancia
es un poco menos.
Un abrazo, excelente tu poema.