1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

CESAR VALLEJO

Tema en 'Poetas famosos, recomendaciones de poemarios' comenzado por 1jcarlos1, 30 de Noviembre de 2005. Respuestas: 5 | Visitas: 7465

  1. 1jcarlos1

    1jcarlos1 Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    3 de Octubre de 2005
    Mensajes:
    191
    Me gusta recibidos:
    1
    César Vallejo (1892-1938), sin discusión, el poeta peruano más grande de todos los tiempos, una figura capital de la poesía hispanoamericana del siglo XX —al lado de Neruda y Huidobro— y una de las voces más originales de la lengua española. Su complejo mundo poético se distingue por un profundo arraigo al ámbito familiar; las experiencias del dolor cotidiano y la muerte; la visión del mundo como un lugar penitencial sin certeza de salvación; la solidaridad con los pobres y desamparados del sistema capitalista; y la fe en la utopía revolucionaria prometida a los hombres por el marxismo. En diversas etapas de su obra se notan los influjos del modernismo, la vanguardia, el indigenismo, la poesía social y el impacto de acontecimientos históricos, como la Guerra Civil española.

    Nació en Santiago de Chuco, en la zona andina norte del Perú, en el seno de una familia con raíces españolas e indígenas. Desde niño conoció la miseria, pero también el calor del hogar, lejos del cual sentía una incurable orfandad. Estudió en la Universidad de Trujillo, ciudad donde recibió el estímulo de "la bohemia" local formada por periodistas, escritores y políticos rebeldes. Allí publicó sus primeros poemas antes de llegar a Lima a fines de 1917. En esta ciudad aparece su primer libro, Los heraldos negros (impreso en 1918, circula en 1919), uno de los más representativos ejemplos del posmodernismo, tras las huellas de Leopoldo Lugones y Julio Herrera y Reissig. En 1920 hace una visita a su pueblo natal, donde se ve envuelto en unos disturbios que lo llevarán a la cárcel por unos tres meses; esta experiencia tendrá una crítica y permanente influencia en su vida y obra, y se refleja de modo muy directo en varios poemas de su siguiente libro, Trilce (1922). Se considera esta obra como un momento fundamental en la renovación del lenguaje poético hispanoamericano, pues en ella vemos a Vallejo apartándose de los modelos tradicionales que hasta entonces había seguido, incorporando algunas novedades de la vanguardia y realizando una angustiosa y desconcertante inmersión en los abismos de la condición humana que nunca antes habían sido explorados.

    Al año siguiente parte para París, donde permanecerá (con algunos viajes a la Unión Soviética, España y otros países europeos) hasta el fin de sus días. Los años parisinos fueron de extrema pobreza y de intenso sufrimiento físico y moral. Participa con amigos como Huidobro, Gerardo Diego, Juan Larrea y Juan Gris en actividades de sesgo vanguardista, pero pronto abjura de su propio Trilce y hacia 1927 aparece firmemente comprometido con el marxismo y su activismo intelectual y político. Escribe artículos para periódicos y revistas, piezas teatrales, relatos y ensayos de intención propagandística, como Rusia en 1931. Reflexiones al pie del Kremlin (1931). Inscrito en el Partido Comunista de España (1931) y nombrado corresponsal, sigue de cerca las acciones de la Guerra Civil y escribe su poema más político: España, aparta de mí este cáliz, que aparece en 1939 impreso por soldados del ejército republicano. Toda la obra poética escrita en París, y que Vallejo publicó parcamente en diversas revistas, aparecería póstumamente en esa ciudad con el título Poemas humanos (1939). En esta producción es visible su esfuerzo por superar el vacío y el nihilismo de Trilce y por incorporar elementos históricos y de la realidad concreta (peruana, europea, universal) con los que pretende manifestar una apasionada fe en la lucha de los hombres por la justicia y la solidaridad social.


    *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-**-*-*-*-*-*-**-

    [center:2ded024a6b]LOS DADOS ETERNOS [/center:2ded024a6b]



    (Para Manuel Gonzales Prada, esta
    emoción bravía y selecta, una de las
    que, con más entusiasmo, me ha aplau-
    dido el gran maestro.)


    [center:2ded024a6b]Dios mío, estoy llorando el sér que vivo;
    me pesa haber tomádote tu pan;
    pero este pobre barro pensativo
    no es costra fermentada en tu costado:
    ¡tú no tienes Marías que se van!


    Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
    hoy supieras ser Dios;
    pero tú, que estuviste siempre bien,
    no sientes nada de tu creación.
    ¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!


    Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
    como en un condenado,
    Dios mío, prenderás todas tus velas,
    y jugaremos con el viejo dado.
    Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
    del universo todo,
    surgirán las ojeras de la Muerte,
    como dos ases fúnebres de lodo.


    Dios míos, y esta noche sorda, obscura,
    ya no podrás jugar, porque la Tierra
    es un dado roído y ya redondo
    a fuerza de rodar a la aventura,
    que no puede parar sino en un hueco,
    en el hueco de inmensa sepultura. [/center:2ded024a6b]
     
    #1
    A Abrahám Emilio le gusta esto.
  2. nangel.geo

    nangel.geo Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    30 de Octubre de 2005
    Mensajes:
    345
    Me gusta recibidos:
    2
    Murió en Paris, en 1938.

    antes habia escrito:


    Me moriré en París con aguacero,
    un día del cual tengo ya el recuerdo.
    Me moriré en París y no me corro
    tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

    Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
    estos versos, los húmeros me he puesto
    a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
    con todo mi camino, a verme solo.

    César Vallejo ha muerto, le pegaban
    todos sin que él les haga nada;
    le daban duro con un palo y duro

    también con una soga; son testigos
    los días jueves y los huesos húmeros,
    la soledad, la lluvia, los caminos...



    [​IMG]

    Es uno de los grandes poetas de todos los tiempos,aunque hubo quien no entendia nada:


    Incomprendido y mancillado por sus propios paisanos, encerrado en una inmunda cárcel y tratado de burro por los críticos encasillados de la burguesía, Vallejo logra sobreponerse frente a la vida marchando, con su infortunio bajo el brazo.

    Clemente Palma, el hijo engreído de Don Ricardo, el tradicionista, en su oficio de crítico literario de la revista Variedades, en su sección Correo Franco (22 de setiembre de 1917), dijo del poeta lo siguiente, a raíz del envío de su a intitulado El Poeta a su Amada, escribió por Vallejo el 2 de setiembre de 1917: El trabajo recibido es un adefesio literario. Resultaría mejor que el autor se dedique al acordeón o la ocarina más que a la poesía. Y sin siquiera morderse la lengua en su insolencia, Palma agregó que eran burradas más o menos infectas y que hasta el momento de largar al canasto su mamarracho no tenemos de usted otra idea sino la de deshonra de la colectividad trujillana, y que si descubrieran su nombre, el vecindario le echaría lazo y lo amarraría en calidad de durmiente en la línea del ferrocarril a Malabrigo.

    Este poema que a continuación expondré en su versión definitiva, ya había sido publicado por La Reforma de Trujillo el 8 de setiembre de 1917:

    AMADA: ¡En esta noche tú te has crucificado
    sobre los dos maderos curvados de mi beso!
    ¡y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,
    y que hay un viernesanto más dulce que ese beso.
    En esta noche rara que tanto me has mirado,
    la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso.
    En esta noche de setiembre se ha oficiado
    mi segunda caída y el más humano beso.

    Amada, moriremos los dos juntos;
    se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;
    y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos.

    Y ya no habrán reproches en tus ojos benditos;
    ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura
    los dos dormiremos, como dos hermanitos.

    No solamente esta gente como Palma criticó duramente a Vallejo, sino que también otros personajes, como Luis Alberto Sánchez, quien posteriormente surge como admirador del poeta. Pues el año 1922, al poco tiempo de aparecer Trilce, Sánchez arremete calificando de incomprensibles y desconcertantes los poemas publicados y se pregunta entonces: ¿Qué ha pasado con Vallejo? Para, posteriormente, cuando la gloria del poeta era innegable, acomodarse en el carro de la crítica elogiosa con su trabajo: Vallejo, hombre y poeta libre, publicado por Cuadernos nº 30 de 1958.
     
    #2
  3. cicuta

    cicuta Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    20 de Agosto de 2005
    Mensajes:
    128
    Me gusta recibidos:
    0
    [center]LOS HERALDOS NEGROS
    Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
    Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
    la resaca de todo lo sufrido
    se empozara en el alma… Yo no sé!

    Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
    en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
    Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
    o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

    Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
    de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
    Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
    de algún pan que en la puerta del horno se nos quema

    Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
    cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
    vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
    se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

    Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!


    LOS PASOS LEJANOS

    Mi padre duerme. Su semblante augusto
    figura un apacible corazón;
    está ahora tan dulce...
    si hay algo en él de amargo, seré yo.

    Hay soledad en el hogar; se reza;
    y no hay noticias de los hijos hoy.
    Mi padre se despierta, ausculta
    la huida a Egipto, el restañante adiós.

    Está ahora tan cerca;
    si hay algo en él de lejos, seré yo.
    Y mi madre pasea allá en los huertos,
    saboreando un sabor ya sin sabor.
    Está ahora tan suave,
    tan ala, tan salida, tan amor.

    Hay soledad en el hogar sin bulla,
    sin noticias, sin verde, sin niñez.
    Y si hay algo quebrado en esta tarde,
    y que baja y que cruje,
    son dos viejos caminos blancos, curvos.
    Por ellos va mi corazón a pie.



    Espergesia

    Yo nací un día
    que Dios estuvo enfermo.

    Todos saben que vivo,
    que soy malo; y no saben
    del diciembre de ese enero.
    Pues yo nací un día
    que Dios estuvo enfermo.

    Hay un vacío
    en mi aire metafísico
    que nadie ha de palpar:
    el claustro de un silencio
    que habló a flor de fuego.

    Yo nací un día
    que Díos estuvo enfermo.

    Hermano, escucha, escucha...
    Bueno. Y que no me vaya
    sin llevar diciembres,
    sin dejar eneros.

    Pues yo nací un día
    que Díos estuvo enfermo.

    Todos saben que vivo,
    que mastico... Y no saben
    por qué en mi verso chirrían,
    oscuro sinsabor de féretro,
    luyidos vientos
    desenroscados de la Esfinge
    preguntona del Desierto.
    Todos saben... Y no saben
    que la luz es tísica,
    y la Sombra gorda...
    Y no saben que el Misterio sintetiza...
    que él es la joroba
    musical y triste que a distancia denuncia
    el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

    Yo nací un día
    que Dios estuvo enfermo,
    grave.



    El poeta a su amada

    Amada, en esta noche tú te has crucificado
    sobre los dos maderos curvados de mi beso;
    y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,
    y que hay un viernes santo más dulce que ese beso.

    En esta noche clara que tanto me has mirado,
    la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso.
    En esta noche de setiembre se ha oficiado
    mi segunda caída y el más humano beso.

    Amada, moriremos los dos juntos, muy juntos;
    se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;
    y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos.

    Y ya no habrá reproches en tus ojos benditos;
    ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura
    los dos nos dormiremos, como dos hermanitos. [/center]
     
    #3
  4. admirdora de cesar vallejo y su obra inmortal
     
    #4
  5. ME RECUERDQA EN MI EPOCA DE DOCENTE YO RECITANDO EN EL PATIO DE MEMORIA ESTOS EXQUISITOS POEMAS Y LOS ALUMNOS ESCENIFICÁNDOLOS,gracias por compartirlo,el es mi POETA favorito tengo su antologia compltea siemptre cerca a mi cama,.GRACIAS AMIGO.
     
    #5
  6. Abrahám Emilio

    Abrahám Emilio Emilio.

    Se incorporó:
    22 de Junio de 2015
    Mensajes:
    12.283
    Me gusta recibidos:
    11.262
    Género:
    Hombre
    Para mí no ha existido un mejor poeta peruano que Vallejo, sus poemas y toda su creación va más allá de un verso, es imposible no dejarse maravillado por sus poemas, y aparte tratar de darle un significado al libro Trilce
     
    #6

Comparte esta página