Viajaré

Despliego andando un hórrido cuarzo cristalino, llevado insólitamente a esta espesa melaza trivial, que me induce sigilosa, a los estados de ánimo disimiles con apogeos imprácticos. En los que me dirijo inmoderado, como un trozo de muérdago rudimentario y hostil. Agasajando hosquedades y presagiando el lastimado silicio de la niebla.

Presumiblemente corra el vestigial pavor entre las sombras, que desprotegidas y con movimiento esclerosado, fundirán su desconcertado miedo a lo desconocido.

Pues son parte de mi cuerpo, al igual que mis palabras pensadas y mis ruidos, y mis angustias y mis pocas risas.

Ojalá el acorde lúdico engendrado por mis manos, medre en la expurgación.

Será entonces, un buen momento para saltar hacia la nada y caer en el espacio sísmico de las ideas escondidas.

Y en las parcas noches de lluvia.

Cada simulación sufrirá el ocaso de su realidad.

Y el silencio de la incertidumbre, omitirá el soporte de una caída mórbida e inminente.

La muerte de la muerte se dará cita allí, en el sentido más crónico del fin.

Allí donde las lógicas no existan, allí tras el velo absurdo de la inconsciencia.

Viajaré sin el curioso pensamiento de mi sombra.