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LA MUDA

Tema en 'Temas ya corregidos' comenzado por luz stella, 6 de Octubre de 2015. Respuestas: 8 | Visitas: 1317

  1. luz stella

    luz stella Poeta recién llegado

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    3 de Febrero de 2014
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    Era una tarde luminosa y cálida de diciembre cuando Aileen se acercó lentamente hasta la habitación de sus padres quienes hablaban en voz baja y escuchó:

    —Usted sabe que no queríamos tener más de cuatro hijos— dijo su padre.

    —Yo no tuve la culpa de lo ocurrido—, respondió entre lágrimas Sara, su madre.

    —Bueno, bueno, ya deje de llorar que va a inundar la cama—, sabemos que Aileen es producto de un error médico, ¡Semejante error!, pero después de todo es una estrella en nuestras vidas.

    Al escucharlos salió corriendo llorando, con un profundo dolor y miles de interrogantes en su mente, pero no fue capaz de confrontarlos; decidió llorar en silencio, un silencio que se prolongó por meses y que con los años se convertiría en pura dinamita. Esas palabras quedaron grabadas en su inconsciente.

    Aileen era la consentida de la casa, —la niña mimada—, tenía “una chispa” de alegría que contagiaba al resto de la familia, habló perfectamente desde los diez y ocho meses
    y a medida que pasaron los años empezó a sacarle provecho a cada situación haciendo visible sus capacidades; en los almuerzos familiares por ejemplo, intercambiaba la carne por monedas que guardaba en su —alcancía mágica—. Le escribía cartas a Pablo el hijo “lindo” de la vecina, jugaba a darle números a su mamá para apostar en el chance hasta que un día acertó con el número 226 de la lotería del valle y con el dinero ganado le compraron una lechera que disfrutó como nunca antes.

    Desde pequeña le gustó relacionarse con personas mayores que ella, al punto que siempre estaba presente en las fiestas que organizaba su padre con amigos de trabajo. En una de las celebraciones se puso a bailar con don Manuel un señor bajito, encorvado, un tanto mal encarado pero con un baile excepcional, cuando de repente empezó a brincar como un resorte y a gritar:

    — ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!, me pica, me pica, me pica, —exclamó—.

    Al instante quedó descalza y salió un alacrán de su zapato izquierdo, de inmediato alguien apagó la música y mató el alacrán, ¡Pobrecita! No le quedaron ganas de volver a bailar en mucho tiempo.

    Si existía alguien impulsivo y terco en la familia Pérez, esa era Aileen, en la escuela de monjas donde estudió la apodaban “fosforito” porque se prendía con nada

    La última “prendida” ocurrió una mañana en la que estando jugando con Caro, su mejor amiga, ésta la golpeó en la cara entonces le dijo:

    ¿Por qué hiciste eso?

    —Caro respondió con una carcajada—

    Ella bajó la mirada, se agachó y cogiendo una piedra se la tiró con tantas ganas que empezó a salir chorros de sangre de la oreja derecha de caro. ¡Qué susto tan verraco se llevó!

    Por su reacción fue citada a rectoría en compañía de sus padres. Llegó asustadita, se notaba el temblor en sus manos y tartamudeaba al hablar, pero tuvo que firmar el compromiso de mejorar su comportamiento para no ser expulsada. Jamás volvió a golpear a nadie.

    “¡Contrólate! mide tus acciones

    No sea que se arrugue el alma indefinidamente”


    Al cumplir los trece años empezó a asistir a las fiestas escolares y por primera vez sintió atracción por una persona muchísimo mayor que ella, a quien admiraba por su inteligencia y porque a pesar de mostrar ser “una piedra”, percibía que en él había un gran ser humano y así lo pudo comprobar años más tarde cuando sostuvo una profunda relación con él.

    Seis meses después conoció a Mauro un joven 8 años mayor que ella. Con quien empezó un noviazgo sin el permiso de sus padres y con la complicidad de la prima Nancy. Por su amor recibió varios castigos físicos en público, convirtiéndose en el centro de burlas y comentarios mal intencionados, pero no le importó. Lo verdaderamente importante para ella eran sus sentimientos.

    Después de varios meses sus padres le permitieron recibir visitas en la casa con una cantidad de reglas que de nada sirvieron. Su madre le dijo:

    Mija Cuidado con un resbalón

    ¿Mamá, como así que un resbalón?

    ¡Ay mija!, ya sabes… ¡pues lo que pasa entre las parejas!

    Esa era su forma de expresarle que no tuviera relaciones sexuales con Mauro puesto que podría quedar embarazada. Por pena de su madre, Jamás tuvieron una conversación abierta sobre éste asunto, lo cual tuvo sus consecuencias rápidamente.

    Las visitas eran los viernes y sábados. Todos los sábados Mauricio llegaba perfumado, impecablemente vestido, con la gomina en el pelo sus infaltables tenis rojos, con la cajita de chicles, una credencial —alcanzó a contar cuarenta y ocho credenciales— y el bocato para la suegra

    En una de esas visitas de efervescencia y calor, Mauro le dijo a Aileen:

    —Quiero “Una prueba de tu amor” —

    ¿Cómo así?, ¿Qué más prueba de amor quieres?

    —No señorita— Falta algo que es muy importante en una relación y que nos unirá mucho más.

    ¿Pero, qué es? Déjate de rodeos.

    ¡Quiero hacer el amor contigo!

    ¿Qué? ¡No, ni lo creas!, no hemos cumplido el primer año de noviazgo.

    Mejor vete, relájate, toma mucha agua fría y hablamos mañana.

    No habían transcurrido dos semanas después de esa conversación cuando Aileen le dijo: ¡Sí, quiero estar contigo!

    Eran las 2:00 de la tarde del domingo siguiente cuando la recogió en un taxi con destino al triángulo de las bermudas e ingresaron a “Rebeca” —el motel—, lo que allí vivió lo guardó en lo profundo de su corazón, no quería volver a hacerlo pero estaba feliz porque su relación con Mauro sería mucho mejor. Sin embargo, ocurrió lo contrario.

    Poco a poco se enteró de los cachos que Mauro le montaba después de hacerle la visita. Típico ¡Dio papaya y se la comieron todita!, pero ella se negaba a creerlo hasta que lo pilló.

    Mauro la había invitado a “un agua lulo” donde ojos de carro —un amigo en común— y ella le dijo que no podía ir porque no le habían dado el permiso, pero ¡mentiras! allá llegó y al primero que vio fue a Mauro bailando lambada y besándose apasionadamente con caro.

    A pesar de lo que vio, continuó con El por un pensamiento un tanto absurdo y estúpido: “le había entregado su mayor tesoro y tenía que estar con él por el resto de su vida”. Fueron muchas las humillaciones que soportó hasta que decidió poner final a la relación y le terminó pero comenzó una nueva relación con Dios, la cual fue muy importante para continuar una adolescencia bien direccionada.

    Transcurrieron algunos meses y por fin Llegó el añorado día de la graduación, allí logró alcanzar una de sus metas más importantes: “Ser la mejor”. Aquel día su rostro resplandecía, se maquilló por primera vez, encrespó su cabello, estaba impecable de pies a cabeza y vestía su toga con orgullo. Muchas miradas siguieron sus pasos hasta recibir la medalla como reconocimiento a la mejor bachiller académica, luego la medalla de conducta y posteriormente medalla de compañerismo.

    Como cosa rara en la gente comentaron: —esa muchachita se llevó todos los reconocimientos y regalos— ¡Claro, fue cierto! Pues además de las medallas le regalaron toallas, un lapicero y reloj finísimos, y una beca para estudiar en el único instituto de educación superior del pueblo donde vivía. Esperó hasta el último momento la beca para estudiar periodismo, pero nunca llegó.

    Unas semanas después y ante la imposibilidad de estudiar lo que deseaba en otra ciudad decidió aceptarlo nuevamente a Mauro quien no se cansaba de buscarla. Vivieron el mejor reencuentro que pudieran imaginar, hasta que por su ignorancia en los métodos de planificación quedó embarazada y se casaron.

    La fiesta del matrimonio fue toda una verbena, ¡hubo gente hasta más no poder! y se prolongó hasta las 9:00 de la mañana del siguiente día cuando se despidieron los últimos invitados. La luna de miel no duró mucho, después de nacer la niña llegaron las infidelidades y otras situaciones desagradables que jamás contó pero que fueron la razón de su separación.

    Habló con sus padres quienes la recibieron en la casa junto con su hija hasta que llegó a su vida un amor oculto y con él revelarse a las conductas que Dios le había enseñado, pero estaba decepcionada, sentía que cualquier cosa en el amor era válida porque al fin y al cabo su matrimonio había fracasado. El amor oculto Era la persona que años atrás había sido su amor platónico y quien sería su apoyo y motivación para ingresar a la Universidad. Se abrieron para ella un mar de oportunidades y experiencias que no había vivido tras terminar con la relación tormentosa de 7 años. Pero como todo lo que empieza mal, termina mal, esta relación llegó a su final no sin antes dejar huellas imborrables y convertirse en un amor inolvidable e incondicional.



    AMOR OCULTO


    Te conocí en la primavera,

    tus manos me hicieron sentir

    y volvió a vibrar mi cuerpo,

    ese cuerpo que estuvo dormido por meses.


    Tu aliento fue como la brisa del mar,


    tus labios un dulce manjar,

    y la profundidad de tu mirada

    me derritieron por completo,

    aquella noche que nuestros cuerpos desnudos

    se encontraron por primera vez.


    Después de una larga espera,


    estamos amándonos nuevamente

    entre ondas de mares

    destellos de luz

    y exóticas plantas,

    en la lejanía de ésta selva.


    Ingresó a la universidad y poco después obtuvo su primer empleo como asistente contable en una muy buena empresa y con unos excelentes ingresos que le permitieron darse algunos gustos y en el cual conoció un hombre excepcional con quien compartió cinco años de noviazgo y fue su inspiración para la poesía.


    A MI GRAN AMOR

    Anoche me paralizó tu recuerdo,

    ese cuerpo que fue mío tantas veces,

    esos labios, labios inquietos,

    generadores de placer,

    un placer desconocido por años,

    y tus manos, manos de seda

    que recorrieron montañas,

    paisajes y un mar de profundidades

    sedientas de amor.


    Quedaste tatuado en mi alma

    como el máximo amor de mi existencia

    despertando pasiones desde la distancia.


    Como era de esperarse su desempeño académico en la universidad fue muy bueno, estuvo becada durante toda la carrera. Sin embargo, era poco el tiempo que permanecía en su casa porque trabajaba en el día y estudiaba en la noche; por lo tanto, no tuvo una relación cercana con su hija. En muchas ocasiones por llamar la atención su niña inventó dolencias para que ella estuviera todo el día en casa, fue así como la llamó “pastorcita mentirosa”

    Aileen le decía a su hija:

    Cuando termine de estudiar todo será diferente… tendremos más tiempo para compartir— pero no fue así porque las decisiones que Angie, tomó serían determinantes para sus vidas.


    Por esas cosas que pasan y la búsqueda constante de su felicidad, Aileen fracasó una y otra vez sentimentalmente hablando. De hecho fueron relaciones tan pobres, insatisfechas y vacías que la conducían a alejarse cada día más de Dios, pero que en su momento no eran percibidas de esa forma. Claramente sobre esos amores no vale la pena ni siquiera escribir.

    Después de ir escalando laboralmente a través de empresas importantes y siempre con el deseo fehaciente de proyectarse como una asesora de impuestos —que era su objetivo profesional—, recibió la propuesta de una mejor oportunidad laboral en la ciudad de Medellín y la aceptó con mucha felicidad. Fue un trabajo como contadora en una cadena de supermercados, en el desempeño de sus múltiples funciones encontró debilidades de control interno que evidenciaban alteraciones financieras, generando problemas con quien era su jefe y pareja actual. Sin embargo, su ética profesional estaba por encima de cualquier situación anómala y terminó renunciando al trabajo y con su pareja.

    A pesar de renunciar continuó viviendo provisionalmente en la casa de Clarita —una conocida de su hermana—, con quien tenía una bonita relación, como de madre-hija a quien agradecía por preocuparse por sus necesidades y proporcionarle ayuda cuando lo requería. Pero necesitaba emplearse nuevamente, por eso todos los días se sentaba a leer los clasificados del periódico local en una silla vieja de guadua, cerca de la puerta que daba con un parque donde divisaba un árbol guayacán bellísimo, hasta que después de cuatro meses encontró un clasificado que decía:

    Empresa Multinacional requiere analista de cartera con experiencia

    Entonces tomó el teléfono y llamó a averiguar todos los requisitos para obtener el empleo. Le informaron que debía presentarse con hoja de vida a los tres días en las oficinas de la compañía para presentar las pruebas psicotécnicas. Con toda la actitud madrugó para ir a la empresa a presentar las pruebas, poco antes de llegar observó una fila de 38 personas, que estaban postulándose para el empleo sólo durante ese día, pero a pesar de esto se dijo mentalmente: “Este empleo es para mí”. Al llegar le entregaron una ficha para dirigirse a uno de los salones dispuesto para presentar la prueba y sin mayores contratiempos, las presentó. Ese día comprobó la importancia de saber las tablas de multiplicar y la matemática básica, puesto que eran parte de las pruebas.

    Pasaron los días y nada que la llamaban, hasta que a los 20 días recibió una llamada:

    — ¿Hablo con la señora Luz Stella? — preguntó una voz femenina.

    —Sí, claro con ella habla—


    —Me complace informarle que Usted ha sido preseleccionada entre 145 personas para obtener el empleo como analista de cartera y debe presentarse mañana a las 8:00 a.m. para la entrevista con la psicóloga—

    —Muchas gracias señorita, allí estaré—

    De inmediato colgó el teléfono y lloró, ¡lloró de la felicidad!, ¡Qué felicidad tan grande!, ¡Clarita, ya hago parte de Prins S.A. y lo obtuve por mérito propio!

    Efectivamente fue contratada por la multinacional Prins S.A. Desde el primer día de trabajo sintió el ambiente pesado y como no, si la mayoría de trabajadores eran mujeres, las envidias no se hicieron esperar. A varias les molestaba mucho la empatía que ella tenía con los jefes e ingenieros que llegaban de la casa matriz, pero definitivamente quien superó cualquier envidia fue Sandra, porque no soportaba que estuviese haciendo un trabajo eficiente sin dejar a un lado la simpatía y amabilidad, cosas que ella desconocía ¡Qué mujer tan amargada esa!. Sin embargo, para ella lo más importante era su trabajo guardaba en su corazón todas esas cosas porque no quería entrar en discusión con nadie. ¡No valía la pena!

    Dedicada al trabajo exclusivamente, llevaba trabajo para su casa en la mente y resolvía los problemas en la madrugada, cuando su potencial estaba en el punto más alto. Dormía en promedio cuatro horas diarias y no se alimentaba muy bien. Su perfeccionismo y exigencia personal era cada vez más evidente. Las jornadas laborales se extendían hasta altas horas de la noche en compañía de su jefe, para quien era normal esa rutina.

    Parecía una maquinita haciendo millones de cosas a la vez y asumiendo retos que le exigían cada día mucho más y en los cuales no existía lugar para la diversión. Dos meses después empezó a exaltarse fácilmente con sus compañeras de trabajo y su estado de ánimo cambiaba súbitamente: “era una alegría salida de lo normal, cuando de repente se quedaba seria sin pronunciar palabra”. Su energía se desbordó y un día con la mirada fija en su jefe, cogió un lapicero y con la mano empuñada como simulando un micrófono empezó a gritarle:

    — ¡Usted me quiere matar! — ¡Usted me quiere matar!

    — ¿Qué?, ¿Cómo así?, ¿se enloqueció o qué?, le respondió la jefe.

    Sí, sí, Usted me quiere matar porque yo me voy a quedar con su puesto.

    De un momento a otro empezó a llorar y a decirle desesperadamente:

    — ¡Estoy alucinando!, ¡Perdóneme, perdóneme por favor! no sé qué me pasa, pero yo no soy así.

    Ante esta situación una compañera se la llevó para donde una psiquiatra. Cuando llegaron al consultorio su mente estaba trastornada y empezó a hablar con la doctora con tal elocuencia como si estuviese presentando una entrevista laboral ante una funcionaria de la DIAN, fue tan clara y concisa que la doctora dijo:

    — ¡Todo está bien!, sólo necesita reposo por hoy—, esta muchacha tiene unas capacidades increíbles.

    Al día siguiente llegó a laborar “sin mayores inconvenientes aparentes” pero sí mostrando comportamientos de los cuales murmuraban y se burlaban sus compañeras, al momento de realizar la pausa activa por ejemplo, empezaba a bailar sin control y unos minutos después reaccionaba con un silencio rotundo, hasta que no pudo más con sus cargas y llegó lo que sería su mayor prueba en la vida.

    Esa tarde llegó directo a dormir al apartamento donde estaba viviendo sola desde había algunos días, porque sentía que tenía que recuperarse, el agotamiento mental era mucho. Sin embargo, sólo pudo conciliar el sueño durante tres horas y como se sentía mal fue casi que volando a la casa de clarita yal llegar la encontró en un mar de lágrimas y demasiado angustiada, pero pensó que eran los problemas propios de la soledad que ella vivía, lejos de imaginarse las verdaderas razones de su desesperación. Un silencio frio como de funeral, se sintió en toda la casa, hasta que Clarita le pidió el favor que se llevara para su casa un paquete, ella sin vacilar accedió a hacerlo.

    Iba subiendo rápidamente para su casa con el paquete pesado en la mano, cuando vio 6 hombres con audífonos y en actitud sospechosa, sintió que la estaban vigilando pero no le prestó importancia.

    Al llegar al apartamento tuvo curiosidad sobre el contenido del paquete y lo destapó. Al descubrir el contenido se desesperó tanto que salió como una loca para el terminal de transportes con la intención de viajar a la casa de su madre en busca de ayuda, pero no pudo hacerlo al ver el despliegue de policías y ejército que estaban buscando a los responsables del secuestro y asesinato de una mujer importantísima de la ciudad. A pesar de estar tan desconectada, en ese momento su chip funcionó perfectamente y pudo devolverse a casa sin complicaciones. Esta fue una de las manifestaciones de la Misericordia de Dios en Aileen, después de semejante abuso de confianza y las consecuencias que pude tener si la policía la hubiese requisado aprendió a desconfiar rotundamente de las personas.

    Una vez más esa noche no pudo controlar sus emociones y estalló. Se transformó completamente, era como si otra persona habitara en su cuerpo. Llamó ciento de veces al 123 de la policía porque según ella querían asesinarla y sentía que la estaban vigilando. Los insultaba y después los felicitaba por su labor. ¡Qué locura la cantidad de estupideces que dijo e hizo!, todo en medio de ese descontrol mental por el cual estaba pasando. Hasta que sintió un fuerte dolor en el pecho, mucha más angustia, desesperación y vio hojas escritas regaladas en el suelo con todas las “revelaciones del más allá” y apareció como un muro de contención a la realidad en forma de llanto desmedido y por eso tomó un taxi sin rumbo.

    Durante el recorrido su pensamiento fluctuó sin sentido por eso le hablaba y hablaba al conductor de mil cosas sin una continuidad coherente. ¡Hasta la noción del tiempo perdió! fue cuando soltó en llanto por la muerte del Papa Juan Pablo II, que había ocurrido el año anterior. Pobre taxista no tuvo de otra que llevarla a un hospital. Cuando llegaron al hospital se dio cuenta que no tenía dinero con qué pagarle y en un acto de desprendimiento para ella normal entregó la tarjeta de crédito y una chaqueta. En ese momento, su mente ya estaba absolutamente perdida… — ¡Se Enloqueció!—

    Varias horas después llegaron dos de sus hermanos, porque su madre estaba en los Estados Unidos. Pero la escena que encontraron fue triste, ¡Muy triste! Aileen estaba sentada con la mirada perdida, como un zombi, hablando y hablando sin descanso, temerosa y pasaba del llanto a la risa con mucha facilidad. Por momentos parecía lúcida, pero definitivamente algo no estaba bien en ella. Se veía muy distinta, era otra persona, hasta su voz cambió. De repente empezaba saludar a las personas como si las conociera y les preguntaba por sus familiares. Es que su mente desfiguraba los rostros y las hacía ver como amistades que realmente existían en su vida.

    Después de varios exámenes el médico informó a sus hermanos que era una crisis nerviosa; por lo tanto debía ser hospitalizada y así ocurrió. Fue hospitalizada en una clínica de reposo a las 11:00 de la mañana del 6 de mayo y despertó al día siguiente a la 1:00 de la tarde. Al despertar se encontró con la presencia de su padre y hermano quienes fueron a visitarla. Después de un sueño tan reparador su memoria demostró estar intacta y empezó a contarles detalladamentelo ocurrido, con tal naturalidad que se sorprendieron y pensaron que ya todo estaba superado.

    Estuvo hospitalizada durante 12 días, en los cuales compartió con personas que tenían diferentes patologías. Conoció esquizofrénicos, adictos a las drogas que habían intentado suicidarse, personas depresivas, compulsivas, le robaron su ropa porque las habitaciones no podían cerrarse en ningún momento. Vivió situaciones desesperantes, asfixiantes y dolorosas, que por poco y se enloquece de verdad.

    Una de las consecuencias de su primera crisis fue ser despedida del trabajo. Aunque recibió la indemnización correspondiente sería el inicio de varias pérdidas que marcarían su vida.

    Fue necesario regresar a vivir a la casa de sus padres, puesto que el estrés sería el detonante de una enfermedad silenciosa, de la que se enteraron un mes después. Aileen cambió rotundamente dejó de ser aquella mujer alegre, sociable y emprendedora que todos conocían.

    Permaneció encerrada en su habitación durante varios días, la depresión se convirtió en una constante. ¡Se volvió impenetrable!, desatando turbulencias en su interior.

    Sentirse rechazada, inclusive por su familia la consumía cada día más. Una noche se despertó sobresaltada y salió corriente escapando de un ave negra que la atacaba y que tenía el rostro de su padre. Todos en la casa se despertaron asustados con su comportamiento, mientras ella repetía con insistencia.

    ¡Déjame, déjame en paz, Déjame papá! , ¿Nunca me quisiste y ahora te preocupas por mí?

    Allí comprendieron que debían ser sanadas heridas provocadas en su niñez. Logró controlarse cuando su padre salió de la casa.

    A pesar de los fármacos que consumía por prescripción del psiquiatra aparecieron nuevamente los picos de “locura” inexplicables. Al día siguiente repentinamente comenzó a decir que tenía que “contar cositas, cositas, muchas cositas”, Inés su hermana mayor, — y quien más paciencia le tenía—, le dijo

    — ¡Tranquila!, cuénteme con confianza. Dime que te pasa— pero al instante Aileen perdió conexión con la realidad y se quedó tendida en la cama mirando fijamente al techo. Finalmente se quedó dormida y cuando Inés regresó encontró un cuaderno en el cual ella había escrito situaciones desconocidas hasta el momento sobre su infancia y de una empresa en particular en la cual había laborado.

    En tal estado, todos sus sentidos se alteraban: escuchaba voces que otros no, confundía personas extrañas con algunos conocidos suyos, se enojaba cuando le daban su bebida favorita — que era la coca cola—, porque para ella era otra bebida. Ni hablar de los personajes que asumía, todos existían en la realidad pero los interiorizaba que hasta la voz le cambiaba. Un día amanecía diciendo que tenía “poderes divinos” y que todos debían obedecerla. Otro que era una famosísima vidente asumiendo “posturas psíquicas” rarísimas. Otro, asumiendo el comportamiento de una niña y así muchos otros comportamientos salidos de la realidad pues fueron diez y seis días de nuevas locuras, que están intactas en sus recuerdos, todas asociadas a hechos reales pero desvirtuados por ella totalmente.

    Fueron muchas noches de insomnio que nadie conoció para evitar ser internada nuevamente. Ella decía: ¡Jamás estaré de nuevo en una clínica de reposo!. Una de esas noches se realizó una “auto regresión”, fue algo así como devolverse año tras año y cuando decidía “volver” llegaba a su mente una nueva vivencia que no quería dejar por fuera, hasta llegar al momento del nacimiento de su hija y allí despertó en una posición fetal, cantando y gritando goooooool, ¡Ganamos! ¡Ganamos! ¡Quiso devorar todo a su paso!, pero por fortuna Inés logró calmarla.

    Sin lugar a dudas el tiempo se convirtió en su mejor aliado. Después de tratamiento médico, espiritual y sicológico pudo estabilizarse y volver a laborar. Sin embargo, tuvo varias subidas y bajadas… —su vida era algo así como una montaña rusa emocional que le impedía volver a ser igual que antes

    Superada la crisis empezó un proceso de catarsis a través de la escritura. Como desde niña parecía una lora hablando, tomó la decisión de silenciarse y a la vez como una forma de evitar aquella frase que tanto le molestaba “¿cómo está?, ¿Está tranquilita?”, pues ser elocuente era sinónimo de locura para algunas personas y esto ya la tenía cansada.

    "Dios te habla en el silencio

    Dedica un instante a la oración en silencio

    Y descubrirás las maravillas que hace el Señor"


    Durante esos días de silencio estuvo reflexionando sobre la importancia de un amor honesto, transparente, incondicional y sobre todo sin perder la individualidad, que le ayudara a salir adelante y poner el freno cuando fuese necesario, ese ¡Muro de contención!, para no volver a decir: ¡Me equivoqué en la elección! La unión familiar fue la que inyectó esa dosis de solidaridad que tanto necesitaba y convirtió la canción “Amor y Control” de Rubén Blades en su himno.

    Nuevamente llegó una nueva oportunidad laboral, esta vez en la ciudad de Mitú la cual aceptó sin dudarlo, porque sus proyectos eran muy claros y sabía que tenía las capacidades intelectuales para ejercer. Pero algo pasó, era como si la estuviesen alumbrando, como si las malas energías inundaran su espíritu hasta que seis meses después se presentó una nueva crisis, pero ahora depresiva obligándola a renunciar. ¡Sintió ese fracaso como una patada en el estómago!.

    Ahora no sabía que era peor si aquellos episodios de euforia donde a pesar de todo se apropiaba de la irrealidad de las cosas con firmeza y su genialidad se despertaba, o estos momentos depresivos devastadores que la hacían enmudecer por largo tiempo y nada, nada, nada absolutamente lograba motivarla y como consecuencia llegó una nueva hospitalización.

    A pesar de todo esto se negaba a dejar de lado sus metas profesionales fue muy perseverante y una vez más, obtuvo empleo como contadora cerca de su familia, con la expectativa de aportar su conocimiento a la empresa, la cual requería urgentemente actualización contable y financiera. Pero las cosas no funcionaron como supuso. La universidad le enseñó valores, ética y claro la formación académica requerida, pero la vida laboral era distinta donde en muchos casos la ética no tenía cabida, ocasionándole dilemas y frustraciones.

    "Si las cosas no salen como quieres. No importa.
    Insiste, ¡Persevera! Lo mejor está por llegar"


    Laborando para ésta compañía tuvo varias alteraciones de su estado de ánimo provocadas en ocasiones por las diferencias con el gerente, aunque siempre recibió de él un gran apoyo en esos momentos.

    Aileen se resistía a dejar de trabajar, fueron muchas sus luchas internas para conservar el empleo y empezó a generar ingresos adicionales como la comercialización de waipes y distribución de recargas, con el fin de lograr su independencia económica. Con todo y dificultades fueron cuatro años los que trabajó para esa empresa.

    Empezó a buscar su equilibrio emocional como madre, como hija, como persona y como mujer asumiendo compromisos que le permitieron mejorar cada rol. Inclusive, conoció un hombre atractivo físicamente con quien tuvo una relación de pareja y alcanzó a convivir con El durante tres años. La relación no funcionó por las diferencias en la personalidad y los proyectos de vida que cada uno tenía definidos. La formación académica influyó de manera marcada en la convivencia. Esta fue su última relación sentimental.

    Cuatro años más tarde “ocurrió algo dramático en su vida”, era viernes trece cuando su hija aún menor de edad y con un niño recién nacido salió de su casa sin decir para dónde ni con quién. Al anochecer la llamó a su celular pero lo tenía apagado, pasaron un par de horas y la preocupación aumentaba porque el niño estaba enfermo y lo estaba exponiendo al frio de la noche. En vista de que no aparecía ni se reportaba, decidió ir a la casa de Laura, su mejor amiga, pero — ¡Vaya sorpresa! — Ese día no había ido a su casa, como se suponía. Entonces al regresar a la casa, revisó su habitación y encontró una carta en la cual manifestaba “su necesidad de alejarse para ser feliz”. El “baldado de piedras” que recibió fue contundente. Tanto que causó una crisis maniaco-depresiva teniendo cuadros psicóticos agudos y la peor vivida hasta el momento. Tuvo una desconexión total de la realidad, su mente quedó en blanco, nunca recordó nada de esa crisis, de no ser por la ayuda de su madre “había quedado en el limbo”, como lo recalcó el psiquiatra.

    Según le contó su madre, la obsesión por saber dónde estaba su hija la llevó a extremos inimaginables. Fue con ella al hospital pero el médico sugirió tratamiento en casa, no quiso remitirla al especialista y como los fármacos no tenían los resultados esperados, su madre decidió acudir donde “Una bruja” y —vaya que sí lo era— quien lo único que hizo fue sacarle dinero con el cuento que estaba poseída por un mal espíritu que la llevaría a la muerte si no actuaban con prontitud. ¿Saben dónde le sacaron el espíritu?...en la clínica de reposo donde estuvo internada, esta vez durante 15 días. Ese dicho de que: “la ignorancia es atrevida” es muy cierto, por eso ¡Cuidado! Mucho cuidado a dónde se acude en los momentos de dificultad, puede ser peor el remedio que la enfermedad.

    Al Regresar a casa su estado era lamentable, perdió el brillo de sus ojos, dejó de sonreír, mantenía cara de limón como una barrera hacia las personas que querían saber sobre su salud y detalles sobre su hija, sabía que más allá de interesarles su salud lo que pretendían era chismosear. Cuando alguien le preguntada: ¿Cómo estás? Respondía: “Aquí penando y sin morir” porque así se sentía y no quería dar ninguna explicación… ¿Para qué? Hacerlo no cambiaría las cosas. Esta crisis prendió sus alarmas, pues no recordaba hasta qué punto había llegado en ésta ocasión.

    Tomar conciencia de que la enfermedad no tenía cura, que las crisis eran cíclicas y podían repetirse progresivamente sin conocer límites la impactó demasiado y demoró mucho, mucho tiempo en aceptarlo. Pero la Misericordia de Dios fue tan grande y precisamente cuando pensó que todo estaba perdido y deseaba morirse, recibió el mejor de sus regalos: “Un encuentro personal con Jesús y con éste la posibilidad de empezar su sanación interior.

    Para obtener la sanación interior tuvo que desnudar su alma y revelar cosas ocultas que nunca se había atrevido a afrontar, pero con la ayuda de un sacerdote comenzó el proceso.

    Ahora la vida estaba presentándole posibilidades de crecimiento espiritual y personal. Por lo tanto, decidió ser parte de un grupo religioso donde pudiera practicar la caridad y la misericordia pero nunca imaginó que le haría tanto daño emocional su decisión.

    Durante más de un año tuvo una vida normal, sin excesos y como parte de su proceso de sanación asistió al Foro para la Reconciliación, organizado por el espectador. Escuchar el testimonio de Immaculee Ilibagiza autora de "Sobrevivir para contarlo: descubriendo a Dios en medio del holocausto de Ruanda", le permitió comprender la grandeza de perdonar y perdonarse. Ese día se tocaron muchas fibras, pero ¡valió la pena!, valió la pena asistir al evento.


    “¡Perdónate!

    ¡Reconcíliate con Dios!

    Recibe ese regalo maravilloso de Dios

    Que es El PERDON para que sanes tu alma y tu corazón”



    Cada día se concientizaba de la importancia de sacar “aquellos demonios” de su vida y alivianarla, pero para obtenerlo, tenía que superar muchas más pruebas, —si ya conocía el sufrimiento— ahora tenía que superarlo verdaderamente y hacer de su enfermedad un estilo de vida.

    Sin una razón aparente, empezaron a presentarse situaciones que alertaban sobre la posibilidad de una nueva crisis, pero fue tan difícil identificarlas a tiempo, porque eran muy diferentes a las anteriores.

    Sus días transcurrían entre el trabajo y los compromisos adquiridos en el grupo religioso, participando en actividades para recoger fondos y contribuir con una población marginada socialmente. Económicamente estaba solvente, lo que le permitía hacer aportes voluntarios y compartir con los que consideró sus nuevos amigos.

    Ahora sí estaba entregada totalmente a la oración, asistía sin falta a las novenas del Señor de las Misericordias los lunes, y a la Eucaristía diariamente. Pero en su afán por demostrar a los demás y a ella misma que estaba perfectamente bien aparecieron los excesos, según ella todo lo tenía bajo control y formaba parte de la recuperación de su autoestima.

    Sus capacidades creativas se despertaron dando rienda a potenciar sus aptitudes. A través de la escritura encontró una alternativa de descarga impresionante y aprovechó la oportunidad de participar en un Encuentro Nacional de Poetas, donde tuvo sus primeros pinos en la poesía. De poeta a lo mejor no tuvo nada, pero se dejó llevar de su sensibilidad al momento de escribir. Hizo de la escritura su mejor aliado, aunque intermitente llegó a conservar tres cuadernos con poesía y relatos cortos de sus vivencias.

    Para complementar su rutina diaria, empezó a salir en bicicleta todas las noches y en esos recorridos nocturnos tuvo la oportunidad de observar la cantidad de envases plásticos, desechos y basura que arrojaba las personas principalmente en el “barrio los tramposos”, evidentemente había mucha falta de conciencia ecológica. Por eso una mañana se despertó entusiasmada y decidió empezar la campaña “CONCIENCIA ECOLÓGICA”, con la cual logró sembrar la semilla de la importancia de generar conciencia ambiental a través de la aplicación de las 3R (Reducir, Reciclar y Reutilizar) puestos en práctica en casa. Realizaba charlas pedagógicas en las cuales entregó kits ecológicos los cuales contenían bolsas reutilizables para hacer mercado como las que usaban las abuelas, manual con tips para reciclar y reutilizar. El lema que utilizó en la campaña fue: “Lo que es bueno para el medio ambiente, lo es también para su bolsillo” porque llegó a enseñar a fabricar artículos con botellas plásticas. Toda la campaña la documentó con registro fotográfico y a pesar de que su propuesta no tuvo eco en la administración municipal logró cumplir su objetivo principal con la comunidad.


    El realizar sola y con recursos propios la campaña durante un mes, fueron suficientes para que pensaran que se estaba enloqueciendo, cuando en realidad no era así. Esto le sirvió para reconocer que las “ideas no convencionales” hacían parte de su creatividad y no de momentos locos.


    “Deja volar tu imaginación, sé creativo

    No te reprimas. ¡Aprovecha ese maravilloso don!”



    Al terminar la campaña ecológica, descubrió en el baile un estímulo a su creatividad, a la vez que le ayudaba a quemar energías y alejarse de la depresión, pero por temor a despertar “Su sentir” sólo bailaba durante la noche en la privacidad de su habitación. En varias ocasiones bailaba por largas horas, y al escuchar en la emisora: ¡Oxígeno que me muero!, era cuando reaccionaba, hacía la pausa y se acostaba. El trasnocho empezó a hacer efecto hasta cobrarle factura.


    No canalizar correctamente sus ansiedades, hizo que la irritabilidad regresara a su vida con consecuencias en el trabajo, en las relaciones sociales y familiares.


    Ya su mente empezaba a inquietarse y sucedieron situaciones coincidenciales que equivocadamente asoció con “dones extraordinarios” los cuales supuestamente tenían algunos miembros que pertenecían al grupo religioso y que ella también había recibido fruto de la oración.


    Una noche quedó profunda, iba caminando por la “calle muerta” y sintió un fuerte dolor en todo su cuerpo, ¡Se paralizó!, ¡No podía caminar! Gritaba ¿Quién es? ¿Qué quiere de mí? ¿Aléjate de mí?, pero nadie salía, sólo se escuchaba el rechinar de las ventanas. Cuando despertó supo que todo había sido un mal sueño. ¡Claro! estaba somatizando las injusticias sociales que tanto le afectaba, lo que no comprendió fueron los moretones que aparecieron en su cuerpo. En busca de las explicaciones que necesitaba le comentó todo lo sucedido a Pablo un “falso guía espiritual” quien le dijo que en esa calle habían muerto muchas personas y que ella se había convertido en un “imán para las alma necesitadas de oración” y que si se lo proponía podría llevar a evitar muertes porque hasta allí llegaría su poder.

    ¡Qué susto tan verraco! Pero hasta se lo creyó. Por fortuna un amigo verdadero la hizo caer en la cuenta de lo equivocados que estaban y le ayudó a manejar su fragilidad.


    Sin embargo, Sucedieron hechos trágicos en aquel grupo, como la muerte violenta de Francisco, el atentado a María, los accidentes en el rancho y las enfermedades repentinas que la inquietaron mucho y recordó lo que Pablo le había dicho:


    — “Pasarán muchas tragedias entre nosotros, pero ¡Cuídate! Porque todo termina con la muerte de una mujer”


    Fue tal su indignación al enterarse que ellos participaban en cadenas de oración, en las cuales presuntamente recibían revelaciones, que acudió a las “personas idóneas” para informarlo, pero no le prestaron atención. Hasta que no pudo más y “le cantó la tabla a todos” sin importar quién era. Es que estar con la mente acelerada, hacía que ella pudiese exteriorizar con facilidad actitudes no muy correctas de otros que nadie se atrevía a decir y como a nadie le gusta que le digan la verdad en la cara y mucho menos que otro le abra los ojos, recibió el rechazo colectivo incluso de personas que se suponen estaban llamados a practicar la misericordia.




    Sentirse sin el derecho a dar explicación a sus actitudes, saber de las mentiras que inventaron, como que quería golpearlos, —cosa que jamás pasó en alguna crisis—, no recibir el apoyo espiritual que realmente necesitaba y la indiferencia generalizada ante su situación la llevaron a un estado depresivo pero silencioso que la hizo derramar lágrimas, lágrimas de sangre y decepcionarse totalmente de ellos.


    Fueron varios meses en crisis sin asistencia médica, pues en medio de la “grandeza que sintió días atrás” había renunciado al empleo para dedicarse a trabajar como independiente, pero tampoco lo hizo.


    Con el dinero de la liquidación empezó a comprar compulsivamente, a regalar mercados, dinero, las alhajas de oro y adquirir cosas que no necesitaba, sin pensar si podía financiarlos o no. Su generosidad superó todos los límites. Cuando llegaban las cuentas de las tarjetas de crédito y los préstamos, aparecía también la etapa depresiva pues no tenía dinero con qué pagar —siendo ella tan correcta en sus pagos—

    Hundiéndose cada día más. Al enterarse su familia de tal situación empezaron los reproches y cuestionamientos, buscando que ella cayera en la cuenta de sus errores. Un día su hermana le dijo:


    —Mientras Usted practica la caridad con su propio dinero, aquellos que bien conoces lo hacen con el dinero de otros… ¿qué fácil es hacer caridad con la plata de otros, No?— Este comentario la llevó a cuestionamientos serios con respecto a su generosidad.



    "Ser generoso no es solamente regalar bienes materiales,

    Sino también Tiempo, escuchar y dar consejo a quien lo necesite y muchas otras cosas de un valor incalculable,

    Entregadas por un acto de amor”



    Por el rotundo silencio en el que estaba sumergida empezaron a llamarla “La muda”, a lo que ella respondía: “tranquilos, tranquilos El león está dormido pero pronto despertará” cuando en realidad no sentía el más mínimo deseo frente a la vida, pero sentía que tenía que ser fuerte y que podía salir sola de toda esta situación.

    Aileen estaba joven, pero su alma oscura y arrugada por la impotencia de ver todos sus sueños estancados y su vida desmoronada. Todas las puertas se cerraban para ella. Su vida se convirtió en un infierno por las pérdidas laborales, financieras y personales que había ocasionado su enfermedad.

    ¿Sus amigos?... ¿cuáles amigos? Si con cada crisis se quedaba más sola y cada vez caía en un abismo mucho mayor y más profundo. Muchas veces su madre le había dicho, que esas no eran amistades verdaderas y le daba ánimo diciéndole:

    “Tranquila, Dios no se ha muerto ni está enfermo” —, confía en Él. Seguido del abrazo del oso que tanto le gustaba.

    Aileen llegó a un aislamiento total en el que los malos recuerdos no se hicieron esperar y descubrió que no todo estaba sanado y perdonado. Le pedía a Dios incansablemente Misericordia, ya su cuerpo estaba mostrando signos de deterioro, hasta que Dios escuchó sus ruegos y fue cuando su padre, una vez más sintió compasión de ella y le brindó el apoyo económico para cubrir los gastos de salud que necesitaba.

    Como ya su depresión afectaba a tantas personas y estaba desesperada por ver su “miseria”, le pidió a Inés que la acompañara donde el psiquiatra, quien después de una valoración decidió internarla en la clínica de reposo. Esta fue su séptima y última hospitalización.

    Quince días fue tratada con fármacos más fuerte porque no podía reaccionar a los utilizados tradicionalmente y salió de allí con un relativo equilibrio, los médicos habían hecho todo lo posible durante esos días. Ya era su responsabilidad continuar el tratamiento para mejorar su calidad de vida.

    Después de “tenerlo todo, perderlo todo” no era fácil, pero también es cierto que la vida como tal, no es fácil. La constante soledad y falta de dinero fueron transformadas por ella en oportunidades para crecer en otros aspectos y sacarle provecho a su recursividad y creatividad que le permitieron obtener algunos ingresos. Cada día fue una lucha por motivarse y encontrar el sentido de su vida.

    Se le acabaron los viajes, las salidas a cine, a cenar, las compras que tanto disfrutaba, pero alejarse de la sociedad materialista y consumista le generó cambios muy positivos. Al fin ¡Logró adaptarse al cambio sin resentimientos!

    A pesar de tantas vivencias nada gratas, tenía que enfrentar y asumir su realidad. Ser consciente de lo que ya no podía ser y tener. Gracias a Dios con mucha fuerza de voluntad y oración, pudo aceptarlo. No fue cuestión de días… ¡no!… nada de eso… fueron meses de reflexión, de compromisos, de aprender a vivir y mucha espiritualidad, hasta convertirse en una orante permanente.

    La absoluta confianza en Dios fue su impulso para perseverar y no resignarse al fracaso, sino transformar las cosas de acuerdo a sus posibilidades. Por gracia de Dios sus fracasos dejaron de pesarle, su mente empezó a ocuparse de planes y metas para el futuro, logró sanar las cicatrices que tenía en su corazón por la inclemencia de una sociedad que la estigmatizó. Con el apoyo económico de su familia las cosas fueron menos traumáticas

    Dios empezó a mostrarle el camino, a poner los medios, los recursos y las personas para lograr sus nuevos planes. Muchas veces pensó que su exceso al sentir era nocivo… hasta que aprendió a manejarlo y sacarle provecho.


    Como por arte de magia fueron llegando a su vida personas que inundaría su vida de felicidad… gratitud… y a palpar el amor de Dios que siempre le ha tenido por ser la niña de sus ojos.

    Comprendió que sentirse rechazada desde su nacimiento generaba en ella la necesidad de aceptación social, pero era necesario dejarlo atrás y resolver esos conflictos internos que llegaron a actuar como un imán al fracaso. Tomó la decisión de no dejarse afectar por el que dirán y por el rechazo. Cuando vivía algo así, se decía mentalmente: “para lo que me dan y lo que les doy… nada importa”

    Poco a poco la vida empezó a sonreírle de nuevo. Con la ayuda de profesionales, empezó a materializarse lo inimaginable que le permitiría asegurar su futuro y tener la tranquilidad que tanto necesitaba. Obtuvo UNA GRAN BENDICION, gracias a la Misericordia de Dios y el apoyo incondicional de sus padres.

    Ahora los días de Aileen son de colores, disfruta al máximo de las cosas, por pequeñas que sean, reconoce el valor de la vida, y está en constante búsqueda de oportunidades pero sobre todo decidida a ser feliz... y… ¡lo es! Cuando alguna persona le hace ver que no posee nada material, a lo mejor sin intención de ofender, responde: “Se acaba uno, ¿cómo no se van a acabar las cosas?” pues para ella los bienes materiales no han representado apego en su vida.

    Después de la tormenta y oscuridad llegó la luz a su para iluminar el camino de otros que podrían estar viviendo situaciones similares a las de ella y que necesitan ayuda. ¡No se puede luchar, si no se confía plenamente en el éxito! El llamado es a seguir adelante, jamás declararse vencidos a pesar de las debilidades. ¡Con seguridad la vida será mejor! ¡Es cuestión de decisión!

    Cada experiencia vivida dejó una enseñanza para ella que indiscutiblemente le ha permitido Ser Mejor y el proceso continúa, pero ahora con la tranquilidad que le genera controlar sus emociones a partir de un trabajo diario y constante de la mano de Dios.

    ¿Pero, qué aprendió Aileen?


    APRENDIO A:

    . Ser más fuerte, amarse y valorarse como persona.
    . Poner límites.

    . Manejar correctamente sus recursos

    . Identificar los síntomas de una crisis y tomar acciones a tiempo

    . Ser más práctica y menos perfeccionista.

    . No esperar nada de nadie.

    . Perseverar por sus sueños.

    . Hacer de la soledad, su compañía y disfrutarla

    . Ser creativa en la solución de problemas

    . Sacar provecho a la genialidad cuando se potencia y frenar a tiempo.

    Sólo resta decirles a quienes pasan por momentos difíciles y sienten que no hay otra oportunidad… que Sí la hay. Que Dios está siempre dispuesto a ayudarnos, sólo falta tener FE y depositar toda la confianza en El para ser testigos de su infinito amor. No olviden:

    Nunca dejes de soñar, porque algún día tus sueños se harán realidad”


     
    #1
  2. lluvia de enero

    lluvia de enero Simplemente mujer

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    Hola, Luz. No noto en una rápida lectura grandes fallos a corregir, no obstante siempre en una lectura más detenida se suelen hallar detales que se podrían pulir. Por razones de tiempo y para facilitar la tarea, voy dividir la corrección de tu obra en varios mensajes, iré señalando los fallos concretos que deberían corregirse y aquello que solo sea sugerencia por entrar dentro del terreno de la subjetividad. Por supuesto que tú eres quien definitivamente decidirá lo que quieres aplicar en tu obra de lo que pueda señalarte.
     
    #2
  3. luz stella

    luz stella Poeta recién llegado

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    Muchas gracias. Estaré atenta a las sugerencias, esa es la idea.
     
    #3
  4. lluvia de enero

    lluvia de enero Simplemente mujer

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    Era una tarde luminosa y cálida de diciembre cuando Aileen se acercó lentamente hasta la habitación de sus padres quienes hablaban en voz baja y escuchó:

    —Usted sabe que no queríamos tener más de cuatro hijos dijo su padre. (1)

    —Yo no tuve la culpa de lo ocurrido, respondió entre lágrimas Sara, su madre. (2)

    —Bueno, bueno, ya deje de llorar que va a inundar la cama(3), sabemos que Aileen es producto de un error médico, ¡Semejante error! (4), pero después de todo es una estrella en nuestras vidas.

    Al escucharlos salió corriendo llorando, con un profundo dolor y miles de interrogantes en su mente, pero no fue capaz de confrontarlos; decidió llorar en silencio, un silencio que se prolongó por meses y que con los años se convertiría en pura dinamita. Esas palabras quedaron grabadas en su inconsciente.

    Aileen era la consentida de la casa, —la niña mimada—, tenía “una chispa” de alegría que contagiaba al resto de la familia, habló perfectamente desde los diez y ocho meses y a medida que pasaron los años empezó a sacarle provecho a cada situación, haciendo visible sus capacidades; en los almuerzos familiares, por ejemplo, intercambiaba la carne por monedas que guardaba en su alcancía mágica(5). Le escribía cartas a Pablo el hijo “lindo” de la vecina, jugaba a darle números a su mamá para apostar en el chance hasta que un día acertó con el número 226 de la lotería del valle y con el dinero ganado le compraron una lechera que disfrutó como nunca antes.

    Desde pequeña le gustó relacionarse con personas mayores que ella, al punto que siempre estaba presente en las fiestas que organizaba su padre con amigos de trabajo. En una de las celebraciones se puso a bailar con don Manuel, un señor bajito, encorvado, un tanto mal encarado pero con un baile excepcional, cuando de repente empezó a brincar como un resorte y a gritar:

    — ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!, me pica, me pica, me pica, —exclamó. (6)

    Al instante quedó descalza y salió un alacrán de su zapato izquierdo, de inmediato alguien apagó la música y mató el alacrán, ¡Pobrecita! No le quedaron ganas de volver a bailar en mucho tiempo.

    Si existía alguien impulsivo y terco en la familia Pérez, esa era Aileen, en la escuela de monjas donde estudió la apodaban “fosforito” porque se prendía con nada(7)

    La última “prendida” ocurrió una mañana en la que estando jugando (8)con Caro, su mejor amiga, ésta la golpeó en la cara, entonces le dijo:

    ¿Por qué hiciste eso? (9)

    Caro respondió con una carcajada. (9)

    Ella bajó la mirada, se agachó, y cogiendo una piedra se la tiró con tantas ganas que empezó (10) a salir chorros de sangre de la oreja derecha de caro. ¡Qué susto tan verraco se llevó!

    Por su reacción fue citada a rectoría en compañía de sus padres. Llegó asustadita, se notaba el temblor en sus manos y tartamudeaba al hablar, pero tuvo que firmar el compromiso de mejorar su comportamiento para no ser expulsada. Jamás volvió a golpear a nadie.

    “¡Contrólate! mide tus acciones

    No sea que se arrugue el alma indefinidamente”


    Al cumplir los trece años empezó a asistir a las fiestas escolares y por primera vez sintió atracción por una persona muchísimo mayor que ella, a quien admiraba por su inteligencia y porque, a pesar de mostrar ser “una piedra” (11), percibía que en él había un gran ser humano y así lo pudo comprobar años más tarde cuando sostuvo una profunda relación con él.

    Seis meses después conoció a Mauro un joven 8 años mayor que ella. Con quien empezó un noviazgo sin el permiso de sus padres y con la complicidad de la prima Nancy. Por su amor recibió varios castigos físicos en público, convirtiéndose en el centro de burlas y comentarios mal intencionados, pero no le importó. Lo verdaderamente importante para ella eran sus sentimientos.

    Después de varios meses sus padres le permitieron recibir visitas en la casa con una cantidad de reglas que de nada sirvieron. Su madre le dijo:

    Mija Cuidado con un resbalón(12)

    ¿Mamá, como así que un resbalón? (13)

    ¡Ay mija!, ya sabes… ¡pues lo que pasa entre las parejas!(13)

    Esa era su forma de expresarle que no tuviera relaciones sexuales con Mauro puesto que podría quedar embarazada. Por pena de su madre, Jamás (14) tuvieron una conversación abierta sobre éste asunto, lo cual tuvo sus consecuencias rápidamente.

    Las visitas eran los viernes y sábados. Todos los sábados Mauricio llegaba perfumado, impecablemente vestido, con la gomina en el pelo sus infaltables tenis rojos, con la cajita de chicles, una credencial —alcanzó a contar cuarenta y ocho credenciales— y el bocato para la suegra

    En una de esas visitas de efervescencia y calor, Mauro le dijo a Aileen:

    —Quiero “Una prueba de tu amor” (15)

    ¿Cómo así?, ¿Qué más prueba de amor quieres? (13)

    —No señorita Falta algo que es muy importante en una relación y que nos unirá mucho más. (16)

    ¿Pero, qué es? Déjate de rodeos. (13)

    ¡Quiero hacer el amor contigo! (13)

    ¿Qué? ¡No, ni lo creas!, no hemos cumplido el primer año de noviazgo. Mejor vete, relájate, toma mucha agua fría y hablamos mañana. (13)

    No habían transcurrido dos semanas después de esa conversación cuando Aileen le dijo: ¡Sí, quiero estar contigo!

    Eran las 2:00 de la tarde del domingo siguiente cuando la recogió en un taxi con destino al triángulo de las bermudas e ingresaron a “Rebeca” —el motel—, lo que allí vivió lo guardó en lo profundo de su corazón, no quería volver a hacerlo pero estaba feliz porque su relación con Mauro sería mucho mejor. Sin embargo, ocurrió lo contrario.

    Poco a poco se enteró de los cachos que Mauro le montaba después de hacerle la visita. Típico: ¡dio (17) papaya y se la comieron todita!, pero ella se negaba a creerlo hasta que lo pilló.

    Mauro la había invitado a “un agua lulo” donde ojos de carro —un amigo en común— y ella le dijo que no podía ir porque no le habían dado el permiso, pero ¡mentiras! allá llegó y al primero que vio fue a Mauro bailando lambada y besándose apasionadamente con caro. (18)

    A pesar de lo que vio, continuó con El (19) por un pensamiento un tanto absurdo y estúpido: “le había entregado su mayor tesoro y tenía que estar con él por el resto de su vida”. Fueron muchas las humillaciones que soportó hasta que decidió poner final a la relación y le (20)terminó pero comenzó una nueva relación con Dios, la cual fue muy importante para continuar una adolescencia bien direccionada.

    Transcurrieron algunos meses y por fin Llegó (21)el añorado día de la graduación, allí logró alcanzar una de sus metas más importantes: “Ser la mejor”. Aquel día su rostro resplandecía, se maquilló por primera vez, encrespó su cabello, estaba impecable de pies a cabeza y vestía su toga con orgullo. Muchas miradas siguieron sus pasos hasta recibir la medalla como reconocimiento a la mejor bachiller académica, luego la medalla de conducta y posteriormente medalla de compañerismo.

    Como cosa rara en la gente, comentaron: esa muchachita se llevó todos los reconocimientos y regalos(22) ¡Claro, fue cierto! Pues además de las medallas le regalaron toallas, un lapicero y reloj finísimos, y una beca para estudiar en el único instituto de educación superior del pueblo donde vivía. Esperó hasta el último momento la beca para estudiar periodismo, pero nunca llegó.

    Unas semanas después y ante la imposibilidad de estudiar lo que deseaba en otra ciudad decidió aceptarlo nuevamente a Mauro, quien no se cansaba de buscarla. Vivieron el mejor reencuentro que pudieran imaginar, hasta que por su ignorancia en los métodos de planificación quedó embarazada y se casaron.

    La fiesta del matrimonio fue toda una verbena, ¡hubo gente hasta más no poder! y se prolongó hasta las 9:00 de la mañana del siguiente día cuando se despidieron los últimos invitados. La luna de miel no duró mucho, después de nacer la niña llegaron las infidelidades y otras situaciones desagradables que jamás contó pero que fueron la razón de su separación.

    Habló con sus padres quienes la recibieron en la casa junto con su hija hasta que llegó a su vida un amor oculto y con él revelarse a (23) las conductas que Dios le había enseñado, pero estaba decepcionada, sentía que cualquier cosa en el amor era válida porque al fin y al cabo su matrimonio había fracasado. El (24)amor oculto Era (21) la persona que años atrás había sido su amor platónico y quien sería su apoyo y motivación para ingresar a la Universidad. Se abrieron para ella un mar de oportunidades y experiencias que no había vivido tras terminar con la relación tormentosa de 7 años. Pero como todo lo que empieza mal, termina mal, esta relación llegó a su final, no sin antes dejar huellas imborrables y convertirse en un amor inolvidable e incondicional.



    Señalé en el texto en color rojo aquello que es concretamente incorrecto y deberías corregir, en azul dejé algunas sugerencias de puntuación, y en verde ciertas construcciones que podrían mejorarse.

    1) La raya debe ir pegada a la intervención del narrador, el espacio debe ser anterior a la raya:

    —Usted sabe que no queríamos tener más de cuatro hijos dijo su padre.


    2) Igual que en el punto anterior la raya va pegada a la interveción del narrador, la coma en este caso resulta incorrecta:


    —Yo no tuve la culpa de lo ocurrido respondió entre lágrimas Sara, su madre.


    3) La raya señalada en rojo no corresponde ya que continúa hablando el mismo personaje:


    —Bueno, bueno, ya deje de llorar que va a inundar la cama, sabemos que Aileen es producto de un error médico


    4) No corresponde el uso de mayúscula tras signo de exclamación por estar precedido por una coma y continuar el enunciado:


    ...sabemos que Aileen es producto de un error médico, ¡semejante error!


    5) No corresponde uso de rayas ya que no hay diálogo, ni se señala un inciso, si se quisiera remarcar como llamaba a su alcancía, alcancía mágica podría ir entre comillas:


    ...por ejemplo, intercambiaba la carne por monedas que guardaba en su «alcancía mágica».

    6) La intervención del personaje va pegada a la raya sin espacio que la separe. No corresponde raya de cierre tras la intervención del narrador si no continúa hablando el personaje, no corresponde la coma anterior a la raya que abre la intervención del narrador.

    —¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!, me pica, me pica, me pica —exclamó.



    7) El uso de raya me parece innecesario, bastaría con comas para introducir la aclaración o ,en caso de utilizar rayas para señalar el inciso, suprimiría el porque:


    la apodaban «fosforito», porque se prendía con nada. // la apodaban «fosforito» se prendía con nada—.


    8) No estoy segura de que la construcción sea incorrecta, debería buscar información al respecto, pero realmente la construcción me hace ruido, podría mejorarse haciendo un leve cambio:

    ....ocurrió una mañana en la que mientras jugaba con Caro, su mejor amiga,....



    9) Corresponde entrecomillar la cita de lo expresado por el personaje, el uso de raya me resulta innecesario, simplificaría la construcción:


    ...entonces le dijo:«¿Por qué hiciste eso?», y Caro respondió con una carcajada.



    10) No hay concordancia verbal (empezó -chorros)


    ...que empezaron a salir chorros de sangre de la oreja derecha

    11)
    La contrucción me genera cierta confusión, tal como está expresada se diría que quien mostraba ser una piedra era Ayleen, creo que se podría facilitar la interpretación con un leve cambio en el orden de la oración, doy dos opciones orientativas que tú puedes cambiar a gusto:

    ...a quien admiraba por su inteligencia y porque percibía que en él, a pesar de mostrar ser “una piedra", había un gran ser humano. //...a quien admiraba por su inteligencia y porque percibía que en él, a pesar de mostrarse como “una piedra", había un gran ser humano.


    12) La intervención del personaje se inicia pegada a la raya sin espacio de por medio. No corresponde raya de cierre si no se trata de un inciso, o no interviene el relator a continuación.

    Mija Cuidado con un resbalón.

    13) Falta raya de inicio en todas las intervenciones del diálogo entre los personajes señalados con este número.


    14) No corresponde el uso señalado de mayúcula por no estar precedido de un punto.

    15) No corresponde raya de cierre.

    16) La raya señalada en rojo es incorrecta, corresponde coma por continuar hablando el mismo personaje sin intervención del narrador.

    17) Falta un punto antes de la apertura de la exclamación para justificar el uso de mayúscula. Dejo también otra sugerencia de puntuación. Puedes colocar el punto faltante, o una coma e iniciar la exclamación con minúscula, o utilizar los dos puntos que sugiero, cualquiera de las formas resultaría correcta.

    18) Corresponde uso de mayúscula.

    19) Corresponde «él», con acento y en minúscula.

    20) A mi criterio corresponde «la» en lugar de le.

    ...decidió poner final a la relación y la terminó.

    21) Corresponde minúscula.

    22) Corresponden comillas en lugar de raya.

    ...comentaron: «esa muchachita se llevó todos los reconocimientos y regalos». ¡Claro, fue cierto!...

    23) Creo que corresponde rebelarse (de rebeldía), por otro lado la construcción me hace ruido, podría mejorarse, dejo solo un ejemplo:

    ...llegó a su vida un amor oculto y con él se rebeló a las conductas...

    24) Solo como sugerencia: yo usaría «su amor» en lugar de «el amor», pero esto es totalmente subjetivo.




    Hasta aquí la primera parte de la corrección de tu relato, como puedes observar los fallos más significativos están en el uso de rayas, te dejo el enlace a lo que señala la RAE al respecto y otro enlace al tema sobre uso de rayas que inició Musador aquí mismo, en el foro de ortografía y gramatica, que quizás resulte más sencillo de leer. En cuanto al relato propiamente dicho yo lo encuentro muy bien llevado, con mucha coherencia y claridad de expresión que, en definitiva, es lo más importante a la hora de escribir un relato, el resto son detalles que se pulen accediendo a la información necesaria y con la práctica.

    http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=kyRrDVgsOD6Xup8Dpt
    http://www.mundopoesia.com/foros/temas/rayas.560401/

    Dentro de lo que me den los tiempos continúo mañana. Ojalá llegue alguien más a dar su opinión por si me equivoqué en alguna apreciación.

    Hasta lueguito.
     
    #4
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  5. luz stella

    luz stella Poeta recién llegado

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    Lluvia de Enero... Dios te pague por tus valiosos aportes. Encontrar personas que como Usted se tomen el tiempo de hacer aportes tan importantes , no es fácil.

    Con toda seguridad en un próximo relato el manejo de la rayas será muchísimo mejor.
     
    #5
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  6. lluvia de enero

    lluvia de enero Simplemente mujer

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    Como era de esperarse su desempeño académico en la universidad fue muy bueno, estuvo becada durante toda la carrera. Sin embargo, era poco el tiempo que permanecía en su casa porque trabajaba en el día y estudiaba en la noche; por lo tanto, no tuvo una relación cercana con su hija. En muchas ocasiones por llamar la atención su niña inventó dolencias para que ella estuviera todo el día en casa, fue así como la llamó “pastorcita mentirosa”

    Aileen le decía a su hija:

    Cuando termine de estudiar todo será diferente… tendremos más tiempo para compartir pero no fue así porque las decisiones que Angie, tomó serían determinantes para sus vidas.


    Por esas cosas que pasan y la búsqueda constante de su felicidad, Aileen, fracasó una y otra vez sentimentalmente hablando. De hecho fueron relaciones tan pobres, insatisfechas y vacías que la conducían a alejarse cada día más de Dios, pero que en su momento no eran percibidas de esa forma. Claramente sobre esos amores no vale la pena ni siquiera escribir.

    Después de ir escalando laboralmente a través de empresas importantes y siempre con el deseo fehaciente de proyectarse como una asesora de impuestos —que era su objetivo profesional—, recibió la propuesta de una mejor oportunidad laboral en la ciudad de Medellín y la aceptó con mucha felicidad. Fue un trabajo como contadora en una cadena de supermercados, en el desempeño de sus múltiples funciones encontró debilidades de control interno que evidenciaban alteraciones financieras, generando problemas con quien era su jefe y pareja actual. Sin embargo, su ética profesional estaba por encima de cualquier situación anómala y terminó renunciando al trabajo y con su pareja.

    A pesar de renunciar continuó viviendo provisionalmente en la casa de Clarita —una conocida de su hermana—, con quien tenía una bonita relación, como de madre-hija, a quien agradecía por preocuparse por sus necesidades y proporcionarle ayuda cuando lo requería. Pero necesitaba emplearse nuevamente, por eso todos los días se sentaba a leer los clasificados del periódico local en una silla vieja de guadua, cerca de la puerta que daba con un parque donde divisaba un árbol guayacán bellísimo, hasta que después de cuatro meses encontró un clasificado que decía:

    Empresa Multinacional requiere analista de cartera con experiencia

    Entonces tomó el teléfono y llamó a averiguar todos los requisitos para obtener el empleo. Le informaron que debía presentarse con hoja de vida a los tres días en las oficinas de la compañía para presentar las pruebas psicotécnicas. Con toda la actitud madrugó para ir a la empresa a presentar las pruebas, poco antes de llegar observó una fila de 38 personas, que estaban postulándose para el empleo sólo durante ese día, pero a pesar de esto se dijo mentalmente: “Este empleo es para mí”. Al llegar le entregaron una ficha para dirigirse a uno de los salones dispuesto para presentar la prueba y sin mayores contratiempos, las presentó. Ese día comprobó la importancia de saber las tablas de multiplicar y la matemática básica, puesto que eran parte de las pruebas.

    Pasaron los días y nada que la llamaban, hasta que a los 20 días recibió una llamada:

    ¿Hablo con la señora Luz Stella? preguntó una voz femenina. (1)

    —Sí, claro con ella habla— (2)


    —Me complace informarle que Usted ha sido preseleccionada entre 145 personas para obtener el empleo como analista de cartera y debe presentarse mañana a las 8:00 a.m. para la entrevista con la psicóloga— (2)

    —Muchas gracias señorita, allí estaré— (2)

    De inmediato colgó el teléfono y lloró, ¡lloró de la felicidad!, ¡Qué felicidad tan grande!, ¡Clarita, ya hago parte de Prins S.A. y lo obtuve por mérito propio! (3)

    Efectivamente fue contratada por la multinacional Prins S.A. Desde el primer día de trabajo sintió el ambiente pesado y como no, si la mayoría de trabajadores eran mujeres, las envidias no se hicieron esperar. A varias les molestaba mucho la empatía que ella tenía con los jefes e ingenieros que llegaban de la casa matriz, pero definitivamente quien superó cualquier envidia fue Sandra, porque no soportaba que estuviese haciendo un trabajo eficiente sin dejar a un lado la simpatía y amabilidad, cosas que ella desconocía(.) ¡Qué mujer tan amargada esa!(.) Sin embargo, para ella lo más importante era su trabajo, guardaba en su corazón todas esas cosas porque no quería entrar en discusión con nadie. ¡No valía la pena!

    Dedicada al trabajo exclusivamente, llevaba trabajo para su casa en la mente y resolvía los problemas en la madrugada, cuando su potencial estaba en el punto más alto. Dormía en promedio cuatro horas diarias y no se alimentaba muy bien. Su perfeccionismo y exigencia personal era cada vez más evidente. Las jornadas laborales se extendían hasta altas horas de la noche en compañía de su jefe, para quien era normal esa rutina.

    Parecía una maquinita haciendo millones de cosas a la vez y asumiendo retos que le exigían cada día mucho más y en los cuales no existía lugar para la diversión. Dos meses después empezó a exaltarse fácilmente con sus compañeras de trabajo y su estado de ánimo cambiaba súbitamente: era una alegría salida de lo normal, cuando de repente se quedaba seria sin pronunciar palabra. Su energía se desbordó y un día con la mirada fija en su jefe, cogió un lapicero y con la mano empuñada como simulando un micrófono empezó a gritarle:

    — ¡Usted me quiere matar! — ¡Usted me quiere matar! (2)

    — ¿Qué?, ¿Cómo así?, ¿se enloqueció o qué?, le respondió la jefe. (3)

    Sí, sí, Usted me quiere matar porque yo me voy a quedar con su puesto.

    De un momento a otro empezó a llorar y a decirle desesperadamente:

    ¡Estoy alucinando!, ¡Perdóneme, perdóneme por favor! no sé qué me pasa, pero yo no soy así. (4)

    Ante esta situación una compañera se la llevó para donde una psiquiatra. (5) Cuando llegaron al consultorio su mente estaba trastornada y empezó a hablar con la doctora con tal elocuencia como si estuviese presentando una entrevista laboral ante una funcionaria de la DIAN, fue tan clara y concisa que la doctora dijo:

    — ¡Todo está bien!, sólo necesita reposo por hoy—, esta muchacha tiene unas capacidades increíbles. (6)

    Al día siguiente llegó a laborar “sin mayores inconvenientes aparentes” pero sí mostrando comportamientos de los cuales murmuraban y se burlaban sus compañeras, al momento de realizar la pausa activa por ejemplo, empezaba a bailar sin control y unos minutos después reaccionaba con un silencio rotundo, hasta que no pudo más con sus cargas y llegó lo que sería su mayor prueba en la vida.

    Esa tarde llegó directo a dormir al apartamento, donde estaba viviendo sola desde había algunos días, porque sentía que tenía que recuperarse, el agotamiento mental era mucho. Sin embargo, sólo pudo conciliar el sueño durante tres horas y como se sentía mal fue casi que volando a la casa de clarita yal llegar la encontró en un mar de lágrimas y demasiado angustiada, pero pensó que eran los problemas propios de la soledad que ella vivía, lejos de imaginarse las verdaderas razones de su desesperación. Un silencio frio (frío)como de funeral, se sintió en toda la casa, hasta que Clarita le pidió el favor que se llevara para su casa un paquete, ella, sin vacilar, accedió a hacerlo.

    Iba subiendo rápidamente para su casa con el paquete pesado en la mano, cuando vio 6 hombres con audífonos y en actitud sospechosa, sintió que la estaban vigilando pero no le prestó importancia.

    Al llegar al apartamento tuvo curiosidad sobre el contenido del paquete y lo destapó. Al descubrir el contenido se desesperó tanto que salió como una loca para el terminal (7)de transportes con la intención de viajar a la casa de su madre en busca de ayuda, pero no pudo hacerlo al ver el despliegue de policías y ejército que estaban buscando a los responsables del secuestro y asesinato de una mujer importantísima de la ciudad. A pesar de estar tan desconectada, en ese momento su chip funcionó perfectamente y pudo devolverse a casa sin complicaciones. Esta fue una de las manifestaciones de la Misericordia de Dios en Aileen, después de semejante abuso de confianza y las consecuencias que pude (8) tener si la policía la hubiese requisado aprendió a desconfiar rotundamente de las personas.

    Una vez más esa noche no pudo controlar sus emociones y estalló. Se transformó completamente, era como si otra persona habitara en su cuerpo. Llamó ciento de veces al 123 de la policía porque según ella querían asesinarla y sentía que la estaban vigilando. Los insultaba y después los felicitaba por su labor. ¡Qué locura la cantidad de estupideces que dijo e hizo!, todo en medio de ese descontrol mental por el cual estaba pasando. Hasta que sintió un fuerte dolor en el pecho, mucha más angustia, desesperación, y vio hojas escritas regaladas (9) en el suelo con todas las “revelaciones del más allá” y apareció como un muro de contención a la realidad en forma de llanto desmedido y por eso tomó un taxi sin rumbo.

    Durante el recorrido su pensamiento fluctuó sin sentido por eso le hablaba y hablaba al conductor de mil cosas sin una continuidad coherente. ¡Hasta la noción del tiempo perdió! fue cuando soltó en llanto por la muerte del Papa Juan Pablo II, que había ocurrido el año anterior. Pobre taxista no tuvo de otra que llevarla a un hospital. Cuando llegaron al hospital se dio cuenta que (10)no tenía dinero con qué pagarle y en un acto de desprendimiento para ella normal entregó la tarjeta de crédito y una chaqueta. En ese momento, su mente ya estaba absolutamente perdida… — ¡Se Enloqueció!— (11)

    Varias horas después llegaron dos de sus hermanos, porque su madre estaba en los Estados Unidos. Pero la escena que encontraron fue triste, ¡Muy triste! Aileen estaba sentada con la mirada perdida, como un zombi, hablando y hablando sin descanso, temerosa y pasaba del llanto a la risa con mucha facilidad. Por momentos parecía lúcida, pero definitivamente algo no estaba bien en ella. Se veía muy distinta, era otra persona, hasta su voz cambió. De repente empezaba saludar a las personas como si las conociera y les preguntaba por sus familiares. Es que su mente desfiguraba los rostros y las hacía ver como amistades que realmente existían en su vida.

    Después de varios exámenes el médico informó a sus hermanos que era una crisis nerviosa; por lo tanto debía ser hospitalizada y así ocurrió. Fue hospitalizada en una clínica de reposo a las 11:00 de la mañana del 6 de mayo y despertó al día siguiente a la 1:00 de la tarde. Al despertar se encontró con la presencia de su padre y hermano quienes fueron a visitarla. Después de un sueño tan reparador su memoria demostró estar intacta y empezó a contarles detalladamentelo ocurrido, con tal naturalidad que se sorprendieron y pensaron que ya todo estaba superado.

    Estuvo hospitalizada durante 12 días, en los cuales compartió con personas que tenían diferentes patologías. Conoció esquizofrénicos, adictos a las drogas que habían intentado suicidarse, personas depresivas, compulsivas, le robaron su ropa porque las habitaciones no podían cerrarse en ningún momento. Vivió situaciones desesperantes, asfixiantes y dolorosas, que por poco y se enloquece de verdad.

    Una de las consecuencias de su primera crisis fue ser despedida del trabajo. Aunque recibió la indemnización correspondiente sería el inicio de varias pérdidas que marcarían su vida.

    Fue necesario regresar a vivir a la casa de sus padres, puesto que el estrés sería el detonante de una enfermedad silenciosa, de la que se enteraron un mes después. Aileen cambió rotundamente, dejó de ser aquella mujer alegre, sociable y emprendedora que todos conocían.

    Permaneció encerrada en su habitación durante varios días, la depresión se convirtió en una constante. ¡Se volvió impenetrable!, desatando turbulencias en su interior.

    Sentirse rechazada, inclusive por su familia la consumía cada día más. Una noche se despertó sobresaltada y salió corriente escapando de un ave negra que la atacaba y que tenía el rostro de su padre. Todos en la casa se despertaron asustados con su comportamiento, mientras ella repetía con insistencia.

    ¡Déjame, déjame en paz, Déjame papá! , ¿Nunca me quisiste y ahora te preocupas por mí? (12)

    Allí comprendieron que debían ser sanadas heridas provocadas en su niñez. Logró controlarse cuando su padre salió de la casa.

    A pesar de los fármacos que consumía por prescripción del psiquiatra aparecieron nuevamente los picos de “locura” inexplicables. Al día siguiente repentinamente comenzó a decir que tenía que “contar cositas, cositas, muchas cositas”, Inés, su hermana mayor, — y quien más paciencia le tenía—, le dijo (13)

    — ¡Tranquila!, cuénteme con confianza. Dime que te pasapero (14)al instante Aileen perdió conexión con la realidad y se quedó tendida en la cama mirando fijamente al techo. Finalmente se quedó dormida y cuando Inés regresó encontró un cuaderno en el cual ella había escrito situaciones desconocidas hasta el momento sobre su infancia y de una empresa en particular en la cual había laborado.

    En tal estado, todos sus sentidos se alteraban: escuchaba voces que otros no, confundía personas extrañas con algunos conocidos suyos, se enojaba cuando le daban su bebida favorita — que era la coca cola—, porque para ella era otra bebida. Ni hablar de los personajes que asumía, todos existían en la realidad pero los interiorizaba que hasta la voz le cambiaba. Un día amanecía diciendo que tenía “poderes divinos” y que todos debían obedecerla. Otro que era una famosísima vidente asumiendo “posturas psíquicas” rarísimas. Otro, asumiendo el comportamiento de una niña y así muchos otros comportamientos salidos de la realidad pues fueron diez y seis días de nuevas locuras, que están intactas en sus recuerdos, todas asociadas a hechos reales pero desvirtuados por ella totalmente.

    Fueron muchas noches de insomnio que nadie conoció para evitar ser internada nuevamente. Ella decía: ¡Jamás estaré de nuevo en una clínica de reposo!. (15)Una de esas noches se realizó una “auto regresión”, fue algo así como devolverse año tras año y cuando decidía “volver” llegaba a su mente una nueva vivencia que no quería dejar por fuera, hasta llegar al momento del nacimiento de su hija y allí despertó en una posición fetal, cantando y gritando goooooool, ¡Ganamos! ¡Ganamos! ¡Quiso devorar todo a su paso!, pero por fortuna Inés logró calmarla.

    Sin lugar a dudas el tiempo se convirtió en su mejor aliado. Después de tratamiento médico, espiritual y sicológico pudo estabilizarse y volver a laborar. Sin embargo, tuvo varias subidas y bajadas… —su vida era algo así como una montaña rusa emocional que le impedía volver a ser igual que antes

    Superada la crisis empezó un proceso de catarsis a través de la escritura. Como desde niña parecía una lora hablando, tomó la decisión de silenciarse y a la vez como una forma de evitar aquella frase que tanto le molestaba “¿cómo está?, ¿Está tranquilita?” (4), pues ser elocuente era sinónimo de locura para algunas personas y esto ya la tenía cansada.

    "Dios te habla en el silencio

    Dedica un instante a la oración en silencio

    Y descubrirás las maravillas que hace el Señor"


    Durante esos días de silencio estuvo reflexionando sobre la importancia de un amor honesto, transparente, incondicional y sobre todo sin perder la individualidad, que le ayudara a salir adelante y poner el freno cuando fuese necesario, ese «¡Muro de contención!» (16), para no volver a decir: ¡Me equivoqué en la elección! La unión familiar fue la que inyectó esa dosis de solidaridad que tanto necesitaba y convirtió la canción “Amor y Control” de Rubén Blades en su himno.

    Nuevamente llegó una nueva oportunidad laboral, esta vez en la ciudad de Mitú, la cual aceptó sin dudarlo, porque sus proyectos eran muy claros y sabía que tenía las capacidades intelectuales para ejercer. Pero algo pasó, era como si la estuviesen alumbrando, como si las malas energías inundaran su espíritu hasta que seis meses después se presentó una nueva crisis, pero ahora depresiva obligándola a renunciar. ¡Sintió ese fracaso como una patada en el estómago!.

    Ahora no sabía que (qué) era peor, si aquellos episodios de euforia donde a pesar de todo se apropiaba de la irrealidad de las cosas con firmeza y su genialidad se despertaba, o estos momentos depresivos devastadores que la hacían enmudecer por largo tiempo y nada, nada, nada absolutamente lograba motivarla, y como consecuencia llegó una nueva hospitalización.

    A pesar de todo esto se negaba a dejar de lado sus metas profesionales, fue muy perseverante y, una vez más, obtuvo empleo como contadora cerca de su familia, con la expectativa de aportar su conocimiento a la empresa, la cual requería urgentemente actualización contable y financiera. Pero las cosas no funcionaron como supuso. La universidad le enseñó valores, ética y, claro, la formación académica requerida, pero la vida laboral era distinta donde en muchos casos la ética no tenía cabida, ocasionándole dilemas y frustraciones.

    "Si las cosas no salen como quieres. No importa.
    Insiste, ¡Persevera! Lo mejor está por llegar" (4)


    Laborando para ésta compañía tuvo varias alteraciones de su estado de ánimo provocadas en ocasiones por las diferencias con el gerente, aunque siempre recibió de él un gran apoyo en esos momentos.

    Aileen se resistía a dejar de trabajar, fueron muchas sus luchas internas para conservar el empleo y empezó a generar ingresos adicionales como la comercialización de waipes y distribución de recargas, con el fin de lograr su independencia económica. Con todo y dificultades, fueron cuatro años los que trabajó para esa empresa.

    Empezó a buscar su equilibrio emocional como madre, como hija, como persona y como mujer asumiendo compromisos que le permitieron mejorar cada rol. Inclusive, conoció un hombre atractivo físicamente con quien tuvo una relación de pareja y alcanzó a convivir con El (él) durante tres años. La relación no funcionó por las diferencias en la personalidad y los proyectos de vida que cada uno tenía definidos. La formación académica influyó de manera marcada en la convivencia. Esta fue su última relación sentimental.

    Cuatro años más tarde “ocurrió algo dramático en su vida”, era viernes trece cuando su hija aún menor de edad y con un niño recién nacido salió de su casa sin decir para dónde ni con quién. Al anochecer la llamó a su celular pero lo tenía apagado, pasaron un par de horas y la preocupación aumentaba porque el niño estaba enfermo y lo estaba exponiendo al frio (frío)de la noche. En vista de que no aparecía ni se reportaba, decidió ir a la casa de Laura, su mejor amiga, pero — ¡Vaya sorpresa! — Ese (17) día no había ido a su casa, como se suponía. Entonces, al regresar a la casa, revisó su habitación y encontró una carta en la cual manifestaba “su necesidad de alejarse para ser feliz”. El “baldado de piedras” que recibió fue contundente. Tanto que causó una crisis maniaco-depresiva teniendo cuadros psicóticos agudos y la peor vivida hasta el momento. Tuvo una desconexión total de la realidad, su mente quedó en blanco, nunca recordó nada de esa crisis, de no ser por la ayuda de su madre “había quedado en el limbo”, como lo recalcó el psiquiatra.

    Según le contó su madre, la obsesión por saber dónde estaba su hija la llevó a extremos inimaginables. Fue con ella al hospital pero el médico sugirió tratamiento en casa, no quiso remitirla al especialista y, como los fármacos no tenían los resultados esperados, su madre decidió acudir donde “Una bruja” y —vaya que sí lo era (18)quien lo único que hizo fue sacarle dinero con el cuento que estaba poseída por un mal espíritu que la llevaría a la muerte si no actuaban con prontitud. ¿Saben dónde le sacaron el espíritu?...en la clínica de reposo donde estuvo internada, esta vez durante 15 días. Ese dicho de que: “la ignorancia es atrevida” es muy cierto, por eso: ¡Cuidado! Mucho cuidado a dónde se acude en los momentos de dificultad, puede ser peor el remedio que la enfermedad.

    Al Regresar a casa su estado era lamentable, perdió el brillo de sus ojos, dejó de sonreír, mantenía cara de limón como una barrera hacia las personas que querían saber sobre su salud y detalles sobre su hija, sabía que más allá de interesarles su salud lo que pretendían era chismosear. Cuando alguien le preguntada: ¿Cómo estás? Respondía: “Aquí, penando y sin morir” porque así se sentía y no quería dar ninguna explicación… ¿Para qué? Hacerlo no cambiaría las cosas. Esta crisis prendió sus alarmas, pues no recordaba hasta qué punto había llegado en ésta ocasión.

    Tomar conciencia de que la enfermedad no tenía cura, que las crisis eran cíclicas y podían repetirse progresivamente sin conocer límites la impactó demasiado y demoró mucho, mucho tiempo en aceptarlo. Pero la Misericordia de Dios fue tan grande y precisamente cuando pensó que todo estaba perdido y deseaba morirse, recibió el mejor de sus regalos: Un encuentro personal con Jesús (19) y con éste la posibilidad de empezar su sanación interior.

    Para obtener la sanación interior tuvo que desnudar su alma y revelar cosas ocultas que nunca se había atrevido a afrontar, pero con la ayuda de un sacerdote comenzó el proceso.

    Ahora la vida estaba presentándole posibilidades de crecimiento espiritual y personal. Por lo tanto, decidió ser parte de un grupo religioso donde pudiera practicar la caridad y la misericordia, pero nunca imaginó que le haría tanto daño emocional su decisión.

    Durante más de un año tuvo una vida normal, sin excesos y como parte de su proceso de sanación asistió al Foro para la Reconciliación, organizado por el espectador. Escuchar el testimonio de Immaculee Ilibagiza autora de "Sobrevivir para contarlo: descubriendo a Dios en medio del holocausto de Ruanda", le permitió comprender la grandeza de perdonar y perdonarse. Ese día se tocaron muchas fibras, pero ¡valió la pena!, valió la pena asistir al evento.


    <<<<>>>>

    Hola, Luz, señalé ya los detalles con color. Por la noche agrego la explicación detallada de los mismos como hice en la primera parte de tu obra.

    Hasta lueguito.


    1) Recuerda que no corresponde espacio entre la raya y la intervención del hablante:
    —¿Hablo con la señora Luz Estela? —preguntó una voz femenina.

    2) No es correcta la raya de cierre

    3) Si hay una coma que indica la continuidad del enunciado no corresponde comenzar con mayúscula tras signo de exclamación/interrogación:

    ¡lloró de la felicidad!, ¡qué felicidad tan grande!

    4) En este caso quitaría la coma y respetaría la mayúcula. Tras cierre de admiración si no se coloca otro signo que indique continuidad del enunciado o concretamente este no continúa, corresponde usar mayúscula.
    —¡Estoy alucinando! ¡Perdóneme, perdóneme por favor! No sé qué me pasa, pero yo no soy así.

    5) Esa expresión a mi me suena rara, aunque supongo que ha de ser habitual en el habla cotidiana de tu lugar de procedencia, siendo así no puedo considerarla incorrecta y hasta resultaría atractiva por el tono coloquial con que redactas tu prosa, pero yo diría "la llevó a ver un psiquiatra"

    6) Cuando no estamos generando un diálogo concreto entre dos o más intervinientes y solo citamos lo que dice un hablante lo más adecuado es usar comillas que abarquen la totalidad de la cita, en lugar de raya:

    la doctora dijo: «Todo está bien!, sólo necesita reposo por hoy. Esta muchacha tiene unas capacidades increíbles».

    7) Creo que corresponde «la terminal»

    8) «las consecuencias que pudo tener»

    9) Creo que corresponde « vio hojas regadas»

    10) «Se dio cuenta de que no tenía dinero»

    11) En este caso el uso de rayas resulta innecesario.

    12) No corresponde mayúscula después de coma. Evitaría el uso de la coma señalada en rojo o no iniciaría con mayúsculas la pregunta.

    ¡Déjame, déjame en paz, déjame papá! , ¿Nunca me quisiste y ahora te preocupas por mí?

    13) Se usan rayas o comas para señalar el inciso, usar ambas resulta incorrecto:

    su hermana mayor quien más paciencia le tenía— le dijo: / su hermana mayor, quien más paciencia le tenía, le dijo:

    14) Hay un fallo de concordancia y nuevamente corresponde uso de comillas en lugar de raya:

    «¡Tranquila!, cuénteme con confianza. Dígame que le pasa» o «¡Tranquila!, cuéntame con confianza. Dime que te pasa»

    15) No es correcto el uso de punto después de cierre de signos de exclamación/interrogación.

    16) Creo innecesesario el uso de signos de exclamación.

    17) Las rayas van pegadas a la exclamación, continúa con minúscula:

    «pero —¡Vaya sorpresa!— ese día no había ido a su casa»

    18) La «y» es parte del inciso por lo cual correspone incluirla tras la raya:

    «“una bruja” —y vaya que sí lo era—...»

    19) Evitaría el uso de negrita, es suficiente con las comillas para remarcar la expresión.



    Vuelvo con la tercera y última parte de la corrección de tu relato.

    Un abrazo, Luz.




     
    #6
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  7. lluvia de enero

    lluvia de enero Simplemente mujer

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    “¡Perdónate!

    ¡Reconcíliate con Dios!

    Recibe ese regalo maravilloso de Dios

    Que es El PERDON (PERDÓN) para que sanes tu alma y tu corazón”



    Cada día se concientizaba de la importancia de sacar “aquellos demonios” de su vida y alivianarla, pero para obtenerlo, tenía que superar muchas más pruebas, si ya conocía el sufrimientoahora tenía que superarlo verdaderamente y hacer de su enfermedad un estilo de vida.

    Sin una razón aparente, empezaron a presentarse situaciones que alertaban sobre la posibilidad de una nueva crisis, pero fue tan difícil identificarlas a tiempo, porque eran muy diferentes a las anteriores.

    Sus días transcurrían entre el trabajo y los compromisos adquiridos en el grupo religioso, participando en actividades para recoger fondos y contribuir con una población marginada socialmente. Económicamente estaba solvente, lo que le permitía hacer aportes voluntarios y compartir con los que consideró sus nuevos amigos.

    Ahora sí estaba entregada totalmente a la oración, asistía sin falta a las novenas del Señor de las Misericordias los lunes, y a la Eucaristía diariamente. Pero, en su afán por demostrar a los demás y a ella misma que estaba perfectamente bien, aparecieron los excesos. Según ella todo lo tenía bajo control y formaba parte de la recuperación de su autoestima.

    Sus capacidades creativas se despertaron dando rienda a potenciar sus aptitudes. A través de la escritura encontró una alternativa de descarga impresionante y aprovechó la oportunidad de participar en un Encuentro Nacional de Poetas, donde tuvo sus primeros pinos en la poesía. De poeta a lo mejor no tuvo nada, pero se dejó llevar de su sensibilidad al momento de escribir. Hizo de la escritura su mejor aliado, aunque intermitente llegó a conservar tres cuadernos con poesía y relatos cortos de sus vivencias.

    Para complementar su rutina diaria, empezó a salir en bicicleta todas las noches y en esos recorridos nocturnos tuvo la oportunidad de observar la cantidad de envases plásticos, desechos y basura que arrojaba las personas principalmente en el “barrio los tramposos”, evidentemente había mucha falta de conciencia ecológica. Por eso una mañana se despertó entusiasmada y decidió empezar la campaña “CONCIENCIA ECOLÓGICA”, con la cual logró sembrar la semilla de la importancia de generar conciencia ambiental a través de la aplicación de las 3R (Reducir, Reciclar y Reutilizar) puestos en práctica en casa. Realizaba charlas pedagógicas en las cuales entregó kits ecológicos, los cuales contenían bolsas reutilizables para hacer mercado como las que usaban las abuelas, (y un) manual con tips para reciclar y reutilizar. El lema que utilizó en la campaña fue: “Lo que es bueno para el medio ambiente, lo es también para su bolsillo, porque llegó a enseñar a fabricar artículos con botellas plásticas. Toda la campaña la documentó con registro fotográfico y, a pesar de que su propuesta no tuvo eco en la administración municipal, logró cumplir su objetivo principal con la comunidad.


    El realizar sola y con recursos propios la campaña durante un mes, fueron (fue) suficientes para que pensaran que se estaba enloqueciendo, cuando en realidad no era así. Esto le sirvió para reconocer que las “ideas no convencionales” hacían parte de su creatividad y no de momentos locos.


    “Deja volar tu imaginación, sé creativo.

    No te reprimas. ¡Aprovecha ese maravilloso don!”



    Al terminar la campaña ecológica, descubrió en el baile un estímulo a su creatividad, a la vez que le ayudaba a quemar energías y alejarse de la depresión, pero por temor a despertar “su sentir” sólo bailaba durante la noche en la privacidad de su habitación. En varias ocasiones bailaba por largas horas, y al escuchar en la emisora: ¡Oxígeno que me muero!, era cuando reaccionaba, hacía la pausa y se acostaba. El trasnocho empezó a hacer efecto hasta cobrarle factura.


    No canalizar correctamente sus ansiedades, hizo que la irritabilidad regresara a su vida con consecuencias en el trabajo,(y) en las relaciones sociales y familiares.


    Ya su mente empezaba a inquietarse y sucedieron situaciones coincidenciales que equivocadamente asoció con “dones extraordinarios”, los cuales supuestamente tenían algunos miembros que pertenecían al grupo religioso y que ella también había recibido, fruto de la oración.


    Una noche quedó profunda, iba caminando por la “calle muerta” y sintió un fuerte dolor en todo su cuerpo, ¡se paralizó!, ¡no podía caminar! Gritaba: ¿Quién es? ¿Qué quiere de mí? ¿Aléjate de mí?, pero nadie salía, sólo se escuchaba el rechinar de las ventanas. Cuando despertó supo que todo había sido un mal sueño. ¡Claro! estaba somatizando las injusticias sociales que tanto le afectaban, lo que no comprendió fueron los moretones que aparecieron en su cuerpo. En busca de las explicaciones que necesitaba le comentó todo lo sucedido a Pablo, un “falso guía espiritual”, quien le dijo que en esa calle habían muerto muchas personas y que ella se había convertido en un “imán para las alma necesitadas de oración” y que si se lo proponía podría llevar a evitar muertes porque hasta allí llegaría su poder.

    ¡Qué susto tan verraco! Pero hasta se lo creyó. Por fortuna un amigo verdadero la hizo caer en la cuenta de lo equivocados que estaban y le ayudó a manejar su fragilidad.


    Sin embargo, sucedieron hechos trágicos en aquel grupo, como la muerte violenta de Francisco, el atentado a María, los accidentes en el rancho y las enfermedades repentinas que la inquietaron mucho, y recordó lo que Pablo le había dicho:


    “Pasarán muchas tragedias entre nosotros, pero ¡cuídate!, porque todo termina con la muerte de una mujer”


    Fue tal su indignación al enterarse que ellos participaban en cadenas de oración, en las cuales presuntamente recibían revelaciones, que acudió a las “personas idóneas” para informarlo, pero no le prestaron atención. Hasta que no pudo más y “le cantó la tabla a todos” sin importar quién era. Es que estar con la mente acelerada, hacía que ella pudiese exteriorizar con facilidad actitudes no muy correctas de otros que nadie se atrevía a decir y como a nadie le gusta que le digan la verdad en la cara y mucho menos que otro le abra los ojos, recibió el rechazo colectivo incluso de personas que se suponen (suponía) estaban llamados a practicar la misericordia.




    Sentirse sin el derecho a dar explicación a sus actitudes, saber de las mentiras que inventaron, como que quería golpearlos, —cosa que jamás pasó en alguna crisis—, no recibir el apoyo espiritual que realmente necesitaba y la indiferencia generalizada ante su situación la llevaron a un estado depresivo pero silencioso que la hizo derramar lágrimas, lágrimas de sangre, y decepcionarse totalmente de ellos.


    Fueron varios meses en crisis sin asistencia médica, pues en medio de la “grandeza" que sintió días atrás" había renunciado al empleo para dedicarse a trabajar como independiente, pero tampoco lo hizo.


    Con el dinero de la liquidación empezó a comprar compulsivamente, a regalar mercados, dinero, las alhajas de oro y adquirir cosas que no necesitaba, sin pensar si podía financiarlos o no. Su generosidad superó todos los límites. Cuando llegaban las cuentas de las tarjetas de crédito y los préstamos, aparecía también la etapa depresiva pues no tenía dinero con qué pagar —siendo ella tan correcta en sus pagos—
    hundiéndose cada día más.
    Al enterarse su familia de tal situación empezaron los reproches y cuestionamientos, buscando que ella cayera en la cuenta de sus errores. Un día su hermana le dijo:


    «Mientras Usted practica la caridad con su propio dinero, aquellos que bien conoces lo hacen con el dinero de otros… ¿qué fácil es hacer caridad con la plata de otros, No?». Este comentario la llevó a cuestionamientos serios con respecto a su generosidad.



    "Ser generoso no es solamente regalar bienes materiales,

    Sino también Tiempo, escuchar y dar consejo a quien lo necesite y muchas otras cosas de un valor incalculable,

    Entregadas por un acto de amor”



    Por el rotundo silencio en el que estaba sumergida empezaron a llamarla “La muda”, a lo que ella respondía: “Tranquilos, tranquilos, el león está dormido pero pronto despertará”; cuando en realidad no sentía el más mínimo deseo frente a la vida, pero sentía que tenía que ser fuerte y que podía salir sola de toda esta situación.

    Aileen estaba joven, pero su alma oscura y arrugada por la impotencia de ver todos sus sueños estancados y su vida desmoronada. Todas las puertas se cerraban para ella. Su vida se convirtió en un infierno por las pérdidas laborales, financieras y personales que había ocasionado su enfermedad.

    ¿Sus amigos?... ¿cuáles amigos? Si con cada crisis se quedaba más sola y cada vez caía en un abismo mucho mayor y más profundo. Muchas veces su madre le había dicho, que esas no eran amistades verdaderas y le daba ánimo diciéndole:

    “Tranquila, Dios no se ha muerto ni está enfermo, confía en Él. Seguido del abrazo del oso que tanto le gustaba.

    Aileen llegó a un aislamiento total en el que los malos recuerdos no se hicieron esperar y descubrió que no todo estaba sanado y perdonado. Le pedía a Dios incansablemente Misericordia, ya su cuerpo estaba mostrando signos de deterioro, hasta que Dios escuchó sus ruegos y fue cuando su padre, una vez más sintió compasión de ella y le brindó el apoyo económico para cubrir los gastos de salud que necesitaba.

    Como ya su depresión afectaba a tantas personas y estaba desesperada por ver su “miseria”, le pidió a Inés que la acompañara donde el psiquiatra, quien después de una valoración decidió internarla en la clínica de reposo. Esta fue su séptima y última hospitalización.

    Quince días fue tratada con fármacos más fuertes porque no podía reaccionar a los utilizados tradicionalmente, y salió de allí con un relativo equilibrio, los médicos habían hecho todo lo posible durante esos días. Ya era su responsabilidad continuar el tratamiento para mejorar su calidad de vida.

    Después de “tenerlo todo", "perderlo todo” no era fácil, pero también es cierto que la vida como tal, no es fácil. La constante soledad y falta de dinero fueron transformadas por ella en oportunidades para crecer en otros aspectos y sacarle provecho a su recursividad y creatividad que le permitieron obtener algunos ingresos. Cada día fue una lucha por motivarse y encontrar el sentido de su vida.

    Se le acabaron los viajes, las salidas a cine, a cenar, las compras que tanto disfrutaba, pero alejarse de la sociedad materialista y consumista le generó cambios muy positivos. Al fin ¡Logró adaptarse al cambio sin resentimientos!

    A pesar de tantas vivencias nada gratas, tenía que enfrentar y asumir su realidad. Ser consciente de lo que ya no podía ser y tener. Gracias a Dios con mucha fuerza de voluntad y oración, pudo aceptarlo. No fue cuestión de días… ¡no!… nada de eso… fueron meses de reflexión, de compromisos, de aprender a vivir y mucha espiritualidad, hasta convertirse en una orante permanente.

    La absoluta confianza en Dios fue su impulso para perseverar y no resignarse al fracaso, sino transformar las cosas de acuerdo a sus posibilidades. Por gracia de Dios sus fracasos dejaron de pesarle, su mente empezó a ocuparse de planes y metas para el futuro, logró sanar las cicatrices que tenía en su corazón por la inclemencia de una sociedad que la estigmatizó. Con el apoyo económico de su familia las cosas fueron menos traumáticas

    Dios empezó a mostrarle el camino, a poner los medios, los recursos y las personas para lograr sus nuevos planes. Muchas veces pensó que su exceso al sentir era nocivo… hasta que aprendió a manejarlo y sacarle provecho.


    Como por arte de magia fueron llegando a su vida personas que inundarían su vida de felicidad… gratitud… y a palpar el amor de Dios que siempre le ha tenido por ser la niña de sus ojos.

    Comprendió que sentirse rechazada desde su nacimiento generaba en ella la necesidad de aceptación social, pero era necesario dejarlo atrás y resolver esos conflictos internos que llegaron a actuar como un imán al fracaso. Tomó la decisión de no dejarse afectar por el que dirán y por el rechazo. Cuando vivía algo así, se decía mentalmente: “para lo que me dan y lo que les doy… nada importa”

    Poco a poco la vida empezó a sonreírle de nuevo. Con la ayuda de profesionales, empezó a materializarse lo inimaginable que le permitiría asegurar su futuro y tener la tranquilidad que tanto necesitaba. Obtuvo UNA GRAN BENDICION, gracias a la Misericordia de Dios y el apoyo incondicional de sus padres.

    Ahora los días de Aileen son de colores, disfruta al máximo de las cosas, por pequeñas que sean, reconoce el valor de la vida, y está en constante búsqueda de oportunidades pero sobre todo decidida a ser feliz... y… ¡lo es! Cuando alguna persona le hace ver que no posee nada material, a lo mejor sin intención de ofender, responde: “Se acaba uno, ¿cómo no se van a acabar las cosas?” pues para ella los bienes materiales no han representado apego en su vida.

    Después de la tormenta y oscuridad llegó la luz a su para iluminar el camino de otros que podrían estar viviendo situaciones similares a las de ella y que necesitan ayuda. ¡No se puede luchar, si no se confía plenamente en el éxito! El llamado es a seguir adelante, jamás declararse vencidos a pesar de las debilidades. ¡Con seguridad la vida será mejor! ¡Es cuestión de decisión!

    Cada experiencia vivida dejó una enseñanza para ella que indiscutiblemente le ha permitido Ser Mejor y el proceso continúa, pero ahora con la tranquilidad que le genera controlar sus emociones a partir de un trabajo diario y constante de la mano de Dios.

    ¿Pero, qué aprendió Aileen?


    APRENDIO A:

    . Ser más fuerte, amarse y valorarse como persona.
    . Poner límites.

    . Manejar correctamente sus recursos

    . Identificar los síntomas de una crisis y tomar acciones a tiempo

    . Ser más práctica y menos perfeccionista.

    . No esperar nada de nadie.

    . Perseverar por sus sueños.

    . Hacer de la soledad, su compañía y disfrutarla

    . Ser creativa en la solución de problemas

    . Sacar provecho a la genialidad cuando se potencia y frenar a tiempo.

    Sólo resta decirles a quienes pasan por momentos difíciles y sienten que no hay otra oportunidad… que Sí la hay. Que Dios está siempre dispuesto a ayudarnos, sólo falta tener FE y depositar toda la confianza en Él para ser testigos de su infinito amor. No olviden:

    Nunca dejes de soñar, porque algún día tus sueños se harán realidad”


    *********************
    Bueno, Luz, en este caso creo que no hace falta el detalle de las indicaciones ya que sería redundar con las anteriores, solo recuerda que lo señalado en rojo es concretamente incorrecto, lo señalado en azul son mis sugerencias y lo señalado en verde son expresiones que se pueden mejorar para aclarar la lectura o llevan a confusión. Es bueno que leas con atención la explicación detallada que dejo sobre lo señalado, y analices si estás de acuerdo o no con lo que indico, no apliques ningún cambio del que no estés convencida porque también yo me puedo equivocar.
    Lo dicho, tu relato me parece bien radactado, es agradable a la lectura, permite ser leído hasta el final, esto es muy bueno tratándose de un relato extenso. No encontré fallos gramaticales significativos en exceso, salvo el uso de la raya, y los fallos ortográficos son mínimos. Ojalá mis indicaciones sean claras y te sirvan de ayuda. De más
    está decir que espero leerte nuevamente a la brevedad.

    Un abrazo.
     
    #7
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  8. luz stella

    luz stella Poeta recién llegado

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    Bueno... esta es la obra que ya está corregida:

    LA MUDA


    Era una tarde luminosa y cálida de diciembre cuando Aileen se acercó lentamente hasta la habitación de sus padres quienes hablaban en voz baja y escuchó:

    —Usted sabe que no queríamos tener más de cuatro hijos —dijo su padre.

    —Yo no tuve la culpa de lo ocurrido —respondió entre lágrimas Sara, su madre.

    —Bueno, bueno, ya deje de llorar que va a inundar la cama, sabemos que Aileen es producto de un error médico, ¡semejante error!, pero después de todo es una estrella en nuestras vidas.

    Al escucharlos salió corriendo llorando, con un profundo dolor y miles de interrogantes en su mente, pero no fue capaz de confrontarlos; decidió llorar en silencio, un silencio que se prolongó por meses y que con los años se convertiría en pura dinamita. Esas palabras quedaron grabadas en su inconsciente.

    Aileen era la consentida de la casa, —la niña mimada—, tenía «una chispa» de alegría que contagiaba al resto de la familia, habló perfectamente desde los diez y ocho meses
    y a medida que pasaron los años empezó a sacarle provecho a cada situación haciendo visible sus capacidades; en los almuerzos familiares por ejemplo, intercambiaba la carne por monedas que guardaba en su «alcancía mágica». Le escribía cartas a Pablo el hijo “lindo” de la vecina, jugaba a darle números a su mamá para apostar en el chance hasta que un día acertó con el número 226 de la lotería del valle y con el dinero ganado le compraron una lechera que disfrutó como nunca antes.

    Desde pequeña le gustó relacionarse con personas mayores que ella, al punto que siempre estaba presente en las fiestas que organizaba su padre con amigos de trabajo. En una de las celebraciones se puso a bailar con don Manuel un señor bajito, encorvado, un tanto mal encarado pero con un baile excepcional, cuando de repente empezó a brincar como un resorte y a gritar:

    —¡Ay!¡Ay!¡Ay!, me pica, me pica, me pica —exclamó.

    Al instante quedó descalza y salió un alacrán de su zapato izquierdo, de inmediato alguien apagó la música y mató el alacrán, ¡Pobrecita! No le quedaron ganas de volver a bailar en mucho tiempo.

    Si existía alguien impulsivo y terco en la familia Pérez, esa era Aileen, en la escuela de monjas donde estudió la apodaban «fosforito»se prendía con nada

    La última vez que se «prendió» fue en la fiesta de halloween cuando caro en medio de su show como la mujer maravilla, la golpeó fuertemente en la cara entonces ella le dijo:

    «¿Por qué hiciste eso?» y Caro respondió con una carcajada: «fresca que no pasó nada»

    Ella bajó la mirada, se agachó, cogió una piedra del suelo y se la tiró con tanta rabia que de inmediato salieron chorros de sangre de la oreja derecha de caro. ¡Qué susto tan verraco se llevó!

    Por su reacción fue citada a rectoría en compañía de sus padres. Llegó asustadita, se notaba el temblor en sus manos y tartamudeaba al hablar, pero tuvo que firmar el compromiso de mejorar su comportamiento para no ser expulsada. Jamás volvió a golpear a nadie.

    «¡Contrólate! mide tus acciones

    No sea que se arrugue el alma indefinidamente»


    Al cumplir los trece años empezó a asistir a las fiestas escolares y por primera vez sintió atracción por una persona muchísimo mayor que ella, a quien admiraba por su inteligencia y percibía que en él, a pesar de mostrarse como «una piedra», había un gran ser humano y así lo pudo comprobar años más tarde cuando sostuvo una profunda relación con él.

    Seis meses después conoció a Mauro un joven 8 años mayor que ella. Con quien empezó un noviazgo sin el permiso de sus padres y con la complicidad de la prima Nancy. Por su amor recibió varios castigos físicos en público, convirtiéndose en el centro de burlas y comentarios mal intencionados, pero no le importó. Lo verdaderamente importante para ella eran sus sentimientos.

    Después de varios meses sus padres le permitieron recibir visitas en la casa con una cantidad de reglas que de nada sirvieron. Su madre le dijo:

    Mija Cuidado con un resbalón.

    —¿Mamá, como así que un resbalón?

    —¡Ay mija!, ya sabes… ¡pues lo que pasa entre las parejas!

    Esa era su forma de expresarle que no tuviera relaciones sexuales con Mauro puesto que podría quedar embarazada. Por pena de su madre, jamás tuvieron una conversación abierta sobre éste asunto, lo cual tuvo sus consecuencias rápidamente.

    Las visitas eran los viernes y sábados. Todos los sábados Mauricio llegaba perfumado, impecablemente vestido, con la gomina en el pelo sus infaltables tenis rojos, con la cajita de chicles, una credencial —alcanzó a contar cuarenta y ocho credenciales— y el bocato para la suegra

    En una de esas visitas de efervescencia y calor, Mauro le dijo a Aileen:

    —Quiero «Una prueba de tu amor».

    —¿Cómo así?, ¿Qué más prueba de amor quieres?

    —No señorita, falta algo que es muy importante en una relación y que nos unirá mucho más.

    —¿Pero, qué es? Déjate de rodeos.

    —¡Quiero hacer el amor contigo!

    —¿Qué? ¡No, ni lo creas!, no hemos cumplido el primer año de noviazgo.

    Mejor vete, relájate, toma mucha agua fría y hablamos mañana.

    No habían transcurrido dos semanas después de esa conversación cuando Aileen le dijo: ¡Sí, quiero estar contigo!

    Eran las 2:00 de la tarde del domingo siguiente cuando la recogió en un taxi con destino al triángulo de las bermudas e ingresaron a «Rebeca» —el motel—, lo que allí vivió lo guardó en lo profundo de su corazón, no quería volver a hacerlo pero estaba feliz porque su relación con Mauro sería mucho mejor. Sin embargo, ocurrió lo contrario.

    Poco a poco se enteró de los cachos que Mauro le montaba después de hacerle la visita. Típico: ¡dio papaya y se la comieron todita!, pero ella se negaba a creerlo hasta que lo pilló.

    Mauro la había invitado a un «agua lulo» donde ojos de carro —un amigo en común— y ella le dijo que no podía ir porque no le habían dado el permiso, pero ¡mentiras! allá llegó y al primero que vio fue a Mauro bailando lambada y besándose apasionadamente con Caro.

    A pesar de lo que vio, continuó con él por un pensamiento un tanto absurdo y estúpido: «le había entregado su mayor tesoro y tenía que estar con él por el resto de su vida». Fueron muchas las humillaciones que soportó hasta que decidió poner final a la relación y la terminó pero comenzó una nueva relación con Dios, la cual fue muy importante para continuar una adolescencia bien direccionada.

    Transcurrieron algunos meses y por fin llegó el añorado día de la graduación, allí logró alcanzar una de sus metas más importantes: «Ser la mejor». Aquel día su rostro resplandecía, se maquilló por primera vez, encrespó su cabello, estaba impecable de pies a cabeza y vestía su toga con orgullo. Muchas miradas siguieron sus pasos hasta recibir la medalla como reconocimiento a la mejor bachiller académica, luego la medalla de conducta y posteriormente medalla de compañerismo.

    Como cosa rara en la gente comentaron: «esa muchachita se llevó todos los reconocimientos y regalos» ¡Claro, fue cierto! Pues además de las medallas le regalaron toallas, un lapicero y reloj finísimos, y una beca para estudiar en el único instituto de educación superior del pueblo donde vivía. Esperó hasta el último momento la beca para estudiar periodismo, pero nunca llegó.

    Unas semanas después y ante la imposibilidad de estudiar lo que deseaba en otra ciudad decidió aceptarlo nuevamente a Mauro, quien no se cansaba de buscarla. Vivieron el mejor reencuentro que pudieran imaginar, hasta que por su ignorancia en los métodos de planificación quedó embarazada y se casaron.

    La fiesta del matrimonio fue toda una verbena, ¡hubo gente hasta más no poder! y se prolongó hasta las 9:00 de la mañana del siguiente día cuando se despidieron los últimos invitados. La luna de miel no duró mucho, después de nacer la niña llegaron las infidelidades y otras situaciones desagradables que jamás contó pero que fueron la razón de su separación.

    Habló con sus padres quienes la recibieron en la casa junto con su hijahasta que llegó a su vida un amor oculto y se rebeló a las conductas que Dios le había enseñado, pero estaba decepcionada, sentía que cualquier cosa en el amor era válida porque al fin y al cabo su matrimonio había fracasado. Su amor oculto era la persona que años atrás había sido su amor platónico y quien sería su apoyo y motivación para ingresar a la Universidad. Se abrieron para ella un mar de oportunidades y experiencias que no había vivido tras terminar con la relación tormentosa de 7 años. Pero como todo lo que empieza mal, termina mal, esta relación llegó a su final no sin antes dejar huellas imborrables y convertirse en un amor inolvidable e incondicional.



    AMOR OCULTO


    Te conocí en la primavera,

    tus manos me hicieron sentir

    y volvió a vibrar mi cuerpo,

    ese cuerpo que estuvo dormido por meses.


    Tu aliento fue como la brisa del mar,


    tus labios un dulce manjar,

    y la profundidad de tu mirada

    me derritieron por completo,

    aquella noche que nuestros cuerpos desnudos

    se encontraron por primera vez.


    Después de una larga espera,


    estamos amándonos nuevamente

    entre ondas de mares

    destellos de luz

    y exóticas plantas,

    en la lejanía de ésta selva.


    Ingresó a la universidad y poco después obtuvo su primer empleo como asistente contable en una muy buena empresa y con unos excelentes ingresos que le permitieron darse algunos gustos y en el cual conoció un hombre excepcional con quien compartió cinco años de noviazgo y fue su inspiración para la poesía.


    A MI GRAN AMOR

    Anoche me paralizó tu recuerdo,

    ese cuerpo que fue mío tantas veces,

    esos labios, labios inquietos,

    generadores de placer,

    un placer desconocido por años,

    y tus manos, manos de seda

    que recorrieron montañas,

    paisajes y un mar de profundidades

    sedientas de amor.


    Quedaste tatuado en mi alma

    como el máximo amor de mi existencia

    despertando pasiones desde la distancia.


    Como era de esperarse su desempeño académico en la universidad fue muy bueno, estuvo becada durante toda la carrera. Sin embargo, era poco el tiempo que permanecía en su casa porque trabajaba en el día y estudiaba en la noche; por lo tanto, no tuvo una relación cercana con su hija. En muchas ocasiones por llamar la atención su niña inventó dolencias para que ella estuviera todo el día en casa, fue así como la llamó “pastorcita mentirosa”

    Aileen le decía a su hija:

    Cuando termine de estudiar todo será diferente… tendremos más tiempo para compartir— pero no fue así porque las decisiones que Angie, tomó serían determinantes para sus vidas.


    Por esas cosas que pasan y la búsqueda constante de su felicidad, Aileen fracasó una y otra vez sentimentalmente hablando. De hecho fueron relaciones tan pobres, insatisfechas y vacías que la conducían a alejarse cada día más de Dios, pero que en su momento no eran percibidas de esa forma. Claramente sobre esos amores no vale la pena ni siquiera escribir.

    Después de ir escalando laboralmente a través de empresas importantes y siempre con el deseo fehaciente de proyectarse como una asesora de impuestos —que era su objetivo profesional—, recibió la propuesta de una mejor oportunidad laboral en la ciudad de Medellín y la aceptó con mucha felicidad. Fue un trabajo como contadora en una cadena de supermercados, en el desempeño de sus múltiples funciones encontró debilidades de control interno que evidenciaban alteraciones financieras, generando problemas con quien era su jefe y pareja actual. Sin embargo, su ética profesional estaba por encima de cualquier situación anómala y terminó renunciando al trabajo y con su pareja.

    A pesar de renunciar continuó viviendo provisionalmente en la casa de Clarita —una conocida de su hermana—, con quien tenía una bonita relación, como de madre-hija a quien agradecía por preocuparse por sus necesidades y proporcionarle ayuda cuando lo requería. Pero necesitaba emplearse nuevamente, por eso todos los días se sentaba a leer los clasificados del periódico local en una silla vieja de guadua, cerca de la puerta que daba con un parque donde divisaba un árbol guayacán bellísimo, hasta que después de cuatro meses encontró un clasificado que decía:

    Empresa Multinacional requiere analista de cartera con experiencia

    Entonces tomó el teléfono y llamó a averiguar todos los requisitos para obtener el empleo. Le informaron que debía presentarse con hoja de vida a los tres días en las oficinas de la compañía para presentar las pruebas psicotécnicas. Con toda la actitud madrugó para ir a la empresa a presentar las pruebas, poco antes de llegar observó una fila de 38 personas, que estaban postulándose para el empleo sólo durante ese día, pero a pesar de esto se dijo mentalmente: “Este empleo es para mí”. Al llegar le entregaron una ficha para dirigirse a uno de los salones dispuesto para presentar la prueba y sin mayores contratiempos, las presentó. Ese día comprobó la importancia de saber las tablas de multiplicar y la matemática básica, puesto que eran parte de las pruebas.

    Pasaron los días y nada que la llamaban, hasta que a los 20 días recibió una llamada:

    —¿Hablo con la señora Luz Stella? —preguntó una voz femenina.

    —Sí, claro con ella habla.


    —Me complace informarle que Usted ha sido preseleccionada entre 145 personas para obtener el empleo como analista de cartera y debe presentarse mañana a las 8:00 a.m. para la entrevista con la psicóloga.

    —Muchas gracias señorita, allí estaré.

    De inmediato colgó el teléfono y lloró, ¡lloró de la felicidad!, ¡qué felicidad tan grande!, ¡Clarita, ya hago parte de Prins S.A. y lo obtuve por mérito propio!

    Efectivamente fue contratada por la multinacional Prins S.A. Desde el primer día de trabajo sintió el ambiente pesado y como no, si la mayoría de trabajadores eran mujeres, las envidias no se hicieron esperar. A varias les molestaba mucho la empatía que ella tenía con los jefes e ingenieros que llegaban de la casa matriz, pero definitivamente quien superó cualquier envidia fue Sandra, porque no soportaba que estuviese haciendo un trabajo eficiente sin dejar a un lado la simpatía y amabilidad, cosas que ella desconocía. ¡Qué mujer tan amargada esa!. Sin embargo, para ella lo más importante era su trabajo guardaba en su corazón todas esas cosas porque no quería entrar en discusión con nadie. ¡No valía la pena!

    Dedicada al trabajo exclusivamente, llevaba trabajo para su casa en la mente y resolvía los problemas en la madrugada, cuando su potencial estaba en el punto más alto. Dormía en promedio cuatro horas diarias y no se alimentaba muy bien. Su perfeccionismo y exigencia personal era cada vez más evidente. Las jornadas laborales se extendían hasta altas horas de la noche en compañía de su jefe, para quien era normal esa rutina.

    Parecía una maquinita haciendo millones de cosas a la vez y asumiendo retos que le exigían cada día mucho más y en los cuales no existía lugar para la diversión. Dos meses después empezó a exaltarse fácilmente con sus compañeras de trabajo y su estado de ánimo cambiaba súbitamente “era una alegría salida de lo normal, cuando de repente se quedaba seria sin pronunciar palabra”. Su energía se desbordó y un día con la mirada fija en su jefe, cogió un lapicero y con la mano empuñada como simulando un micrófono empezó a gritarle:

    —¡Usted me quiere matar! —¡Usted me quiere matar!

    —¿Qué?, ¿cómo así?, ¿se enloqueció o qué?, le respondió la jefe.

    Sí, sí, Usted me quiere matar porque yo me voy a quedar con su puesto.

    De un momento a otro empezó a llorar y a decirle desesperadamente:

    —¡Estoy alucinando! ¡Perdóneme, perdóneme por favor! No sé qué me pasa, pero yo no soy así.

    Ante esta situación una compañera se la llevó para donde una psiquiatra. Cuando llegaron al consultorio su mente estaba trastornada y empezó a hablar con la doctora con tal elocuencia como si estuviese presentando una entrevista laboral ante una funcionaria de la DIAN, fue tan clara y concisa que la doctora dijo: «Todo está bien!, sólo necesita reposo por hoy. Esta muchacha tiene unas capacidades increíbles».

    Al día siguiente llegó a laborar «sin mayores inconvenientes aparentes» pero sí mostrando comportamientos de los cuales murmuraban y se burlaban sus compañeras, al momento de realizar la pausa activa por ejemplo, empezaba a bailar sin control y unos minutos después reaccionaba con un silencio rotundo, hasta que no pudo más con sus cargas y llegó lo que sería su mayor prueba en la vida.

    Esa tarde llegó directo a dormir al apartamento donde estaba viviendo sola desde había algunos días, porque sentía que tenía que recuperarse, el agotamiento mental era mucho. Sin embargo, sólo pudo conciliar el sueño durante tres horas y como se sentía mal fue casi que volando a la casa de clarita yal llegar la encontró en un mar de lágrimas y demasiado angustiada, pero pensó que eran los problemas propios de la soledad que ella vivía, lejos de imaginarse las verdaderas razones de su desesperación. Un silencio frío como de funeral se sintió en toda la casa, hasta que Clarita le pidió el favor que se llevara para su casa un paquete, ella sin vacilar accedió a hacerlo.

    Iba subiendo rápidamente para su casa con el paquete pesado en la mano, cuando vio seis hombres con audífonos y en actitud sospechosa, sintió que la estaban vigilando pero no le prestó importancia.

    Al llegar al apartamento tuvo curiosidad sobre el contenido del paquete y lo destapó. Al descubrir el contenido se desesperó tanto que salió como una loca para la terminal de transportes con la intención de viajar a la casa de su madre en busca de ayuda, pero no pudo hacerlo al ver el despliegue de policías y ejército que estaban buscando a los responsables del secuestro y asesinato de una mujer importantísima de la ciudad. A pesar de estar tan desconectada, en ese momento su chip funcionó perfectamente y pudo devolverse a casa sin complicaciones. Esta fue una de las manifestaciones de la Misericordia de Dios en Aileen, después de semejante abuso de confianza y las consecuencias que pudo tener si la policía la hubiese requisado aprendió a desconfiar rotundamente de las personas.

    Una vez más esa noche no pudo controlar sus emociones y estalló. Se transformó completamente, era como si otra persona habitara en su cuerpo. Llamó ciento de veces al 123 de la policía porque según ella querían asesinarla y sentía que la estaban vigilando. Los insultaba y después los felicitaba por su labor. ¡Qué locura la cantidad de estupideces que dijo e hizo!, todo en medio de ese descontrol mental por el cual estaba pasando. Hasta que sintió un fuerte dolor en el pecho, mucha más angustia, desesperación y vio hojas escritas regadas en el suelo con todas las “revelaciones del más allá» y apareció como un muro de contención a la realidad en forma de llanto desmedido y por eso tomó un taxi sin rumbo.

    Durante el recorrido su pensamiento fluctuó sin sentido por eso le hablaba y hablaba al conductor de mil cosas sin una continuidad coherente. ¡Hasta la noción del tiempo perdió! fue cuando soltó en llanto por la muerte del Papa Juan Pablo II, que había ocurrido el año anterior. Pobre taxista no tuvo de otra que llevarla a un hospital. Cuando llegaron al hospital se dio cuenta de que no tenía dinero con qué pagarle y en un acto de desprendimiento para ella normal entregó la tarjeta de crédito y una chaqueta. En ese momento, su mente ya estaba absolutamente perdida… ¡Se Enloqueció!.

    Varias horas después llegaron dos de sus hermanos, porque su madre estaba en los Estados Unidos. Pero la escena que encontraron fue triste, ¡Muy triste! Aileen estaba sentada con la mirada perdida, como un zombi, hablando y hablando sin descanso, temerosa y pasaba del llanto a la risa con mucha facilidad. Por momentos parecía lúcida, pero definitivamente algo no estaba bien en ella. Se veía muy distinta, era otra persona, hasta su voz cambió. De repente empezaba saludar a las personas como si las conociera y les preguntaba por sus familiares. Es que su mente desfiguraba los rostros y las hacía ver como amistades que realmente existían en su vida.

    Después de varios exámenes el médico informó a sus hermanos que era una crisis nerviosa; por lo tanto debía ser hospitalizada y así ocurrió. Fue hospitalizada en una clínica de reposo a las 11:00 de la mañana del 6 de mayo y despertó al día siguiente a la 1:00 de la tarde. Al despertar se encontró con la presencia de su padre y hermano quienes fueron a visitarla. Después de un sueño tan reparador su memoria demostró estar intacta y empezó a contarles detalladamentelo ocurrido, con tal naturalidad que se sorprendieron y pensaron que ya todo estaba superado.

    Estuvo hospitalizada durante 12 días, en los cuales compartió con personas que tenían diferentes patologías. Conoció esquizofrénicos, adictos a las drogas que habían intentado suicidarse, personas depresivas, compulsivas, le robaron su ropa porque las habitaciones no podían cerrarse en ningún momento. Vivió situaciones desesperantes, asfixiantes y dolorosas, que por poco y se enloquece de verdad.

    Una de las consecuencias de su primera crisis fue ser despedida del trabajo. Aunque recibió la indemnización correspondiente sería el inicio de varias pérdidas que marcarían su vida.

    Fue necesario regresar a vivir a la casa de sus padres, puesto que el estrés sería el detonante de una enfermedad silenciosa, de la que se enteraron un mes después. Aileen cambió rotundamente dejó de ser aquella mujer alegre, sociable y emprendedora que todos conocían.

    Permaneció encerrada en su habitación durante varios días, la depresión se convirtió en una constante. ¡Se volvió impenetrable!, desatando turbulencias en su interior.

    Sentirse rechazada, inclusive por su familia la consumía cada día más. Una noche se despertó sobresaltada y salió corriente escapando de un ave negra que la atacaba y que tenía el rostro de su padre. Todos en la casa se despertaron asustados con su comportamiento, mientras ella repetía con insistencia.

    ¡Déjame, déjame en paz, déjame papá! ¿Nunca me quisiste y ahora te preocupas por mí?

    Allí comprendieron que debían ser sanadas heridas provocadas en su niñez. Logró controlarse cuando su padre salió de la casa.

    A pesar de los fármacos que consumía por prescripción del psiquiatra aparecieron nuevamente los picos de «locura» inexplicables. Al día siguiente repentinamente comenzó a decir que tenía que “contar cositas, cositas, muchas cositas”, Inés su hermana mayor, quien más paciencia le tenía le dijo

    «¡Tranquila!, cuéntame con confianza. Dime que te pasa» pero al instante Aileen perdió conexión con la realidad y se quedó tendida en la cama mirando fijamente al techo. Finalmente se quedó dormida y cuando Inés regresó encontró un cuaderno en el cual ella había escrito situaciones desconocidas hasta el momento sobre su infancia y de una empresa en particular en la cual había laborado.

    En tal estado, todos sus sentidos se alteraban: escuchaba voces que otros no, confundía personas extrañas con algunos conocidos suyos, se enojaba cuando le daban su bebida favorita —que era la coca cola—, porque para ella era otra bebida. Ni hablar de los personajes que asumía, todos existían en la realidad pero los interiorizaba que hasta la voz le cambiaba. Un día amanecía diciendo que tenía “poderes divinos” y que todos debían obedecerla. Otro que era una famosísima vidente asumiendo «posturas psíquicas» rarísimas. Otro, asumiendo el comportamiento de una niña y así muchos otros comportamientos salidos de la realidad pues fueron diez y seis días de nuevas locuras, que están intactas en sus recuerdos, todas asociadas a hechos reales pero desvirtuados por ella totalmente.

    Fueron muchas noches de insomnio que nadie conoció para evitar ser internada nuevamente. Ella decía: ¡Jamás estaré de nuevo en una clínica de reposo! Una de esas noches se realizó una “auto regresión”, fue algo así como devolverse año tras año y cuando decidía «volver» llegaba a su mente una nueva vivencia que no quería dejar por fuera, hasta llegar al momento del nacimiento de su hija y allí despertó en una posición fetal, cantando y gritando goooooool, ¡Ganamos! ¡Ganamos! ¡Quiso devorar todo a su paso!, pero por fortuna Inés logró calmarla.

    Sin lugar a dudas el tiempo se convirtió en su mejor aliado. Después de tratamiento médico, espiritual y sicológico pudo estabilizarse y volver a laborar. Sin embargo, tuvo varias subidas y bajadas… —su vida era algo así como una montaña rusa emocional que le impedía volver a ser igual que antes

    Superada la crisis empezó un proceso de catarsis a través de la escritura. Como desde niña parecía una lora hablando, tomó la decisión de silenciarse y a la vez como una forma de evitar aquella frase que tanto le molestaba «¿cómo está? ¿Está tranquilita? », pues ser elocuente era sinónimo de locura para algunas personas y esto ya la tenía cansada.

    «Dios te habla en el silencio

    Dedica un instante a la oración en silencio

    Y descubrirás las maravillas que hace el Señor»


    Durante esos días de silencio estuvo reflexionando sobre la importancia de un amor honesto, transparente, incondicional y sobre todo sin perder la individualidad, que le ayudara a salir adelante y poner el freno cuando fuese necesario, ese «Muro de contención», para no volver a decir: ¡Me equivoqué en la elección! La unión familiar fue la que inyectó esa dosis de solidaridad que tanto necesitaba y convirtió la canción «Amor y Control» de Rubén Blades en su himno.

    Nuevamente llegó una nueva oportunidad laboral, esta vez en la ciudad de Mitú la cual aceptó sin dudarlo, porque sus proyectos eran muy claros y sabía que tenía las capacidades intelectuales para ejercer. Pero algo pasó, era como si la estuviesen alumbrando, como si las malas energías inundaran su espíritu hasta que seis meses después se presentó una nueva crisis, pero ahora depresiva obligándola a renunciar. ¡Sintió ese fracaso como una patada en el estómago!

    Ahora no sabía qué era peor si aquellos episodios de euforia donde a pesar de todo se apropiaba de la irrealidad de las cosas con firmeza y su genialidad se despertaba, o estos momentos depresivos devastadores que la hacían enmudecer por largo tiempo y nada, nada, nada absolutamente lograba motivarla y como consecuencia llegó una nueva hospitalización.

    A pesar de todo esto se negaba a dejar de lado sus metas profesionales fue muy perseverante y una vez más, obtuvo empleo como contadora cerca de su familia, con la expectativa de aportar su conocimiento a la empresa, la cual requería urgentemente actualización contable y financiera. Pero las cosas no funcionaron como supuso. La universidad le enseñó valores, ética y claro la formación académica requerida, pero la vida laboral era distinta donde en muchos casos la ética no tenía cabida, ocasionándole dilemas y frustraciones.

    «Si las cosas no salen como quieres. No importa.
    Insiste ¡Persevera! Lo mejor está por llegar
    »

    Laborando para ésta compañía tuvo varias alteraciones de su estado de ánimo provocadas en ocasiones por las diferencias con el gerente, aunque siempre recibió de él un gran apoyo en esos momentos.

    Aileen se resistía a dejar de trabajar, fueron muchas sus luchas internas para conservar el empleo y empezó a generar ingresos adicionales como la comercialización de waipes y distribución de recargas, con el fin de lograr su independencia económica. Con todo y dificultades fueron cuatro años los que trabajó para esa empresa.

    Empezó a buscar su equilibrio emocional como madre, como hija, como persona y como mujer asumiendo compromisos que le permitieron mejorar cada rol. Inclusive, conoció un hombre atractivo físicamente con quien tuvo una relación de pareja y alcanzó a convivir con él durante tres años. La relación no funcionó por las diferencias en la personalidad y los proyectos de vida que cada uno tenía definidos. La formación académica influyó de manera marcada en la convivencia. Esta fue su última relación sentimental.

    Cuatro años más tarde «ocurrió algo dramático en su vida», era viernes trece cuando su hija aún menor de edad y con un niño recién nacido salió de su casa sin decir para dónde ni con quién. Al anochecer la llamó a su celular pero lo tenía apagado, pasaron un par de horas y la preocupación aumentaba porque el niño estaba enfermo y lo estaba exponiendo al frío de la noche. En vista de que no aparecía ni se reportaba, decidió ir a la casa de Laura, su mejor amiga, pero —¡Vaya sorpresa!— ese día no había ido a su casa, como se suponía. Entonces al regresar a la casa, revisó su habitación y encontró una carta en la cual manifestaba “su necesidad de alejarse para ser feliz”. El «baldado de piedras» que recibió fue contundente. Tanto que causó una crisis maniaco-depresiva teniendo cuadros psicóticos agudos y la peor vivida hasta el momento. Tuvo una desconexión total de la realidad, su mente quedó en blanco, nunca recordó nada de esa crisis, de no ser por la ayuda de su madre «había quedado en el limbo», como lo recalcó el psiquiatra.

    Según le contó su madre, la obsesión por saber dónde estaba su hija la llevó a extremos inimaginables. Fue con ella al hospital pero el médico sugirió tratamiento en casa, no quiso remitirla al especialista y, como los fármacos no tenían los resultados esperados, su madre decidió acudir donde «una bruja» —y vaya que sí lo era— quien lo único que hizo fue sacarle dinero con el cuento que estaba poseída por un mal espíritu que la llevaría a la muerte si no actuaban con prontitud. ¿Saben dónde le sacaron el espíritu?...en la clínica de reposo donde estuvo internada, esta vez durante 15 días. Ese dicho de que: «la ignorancia es atrevida» es muy cierto, por eso ¡Cuidado! Mucho cuidado a dónde se acude en los momentos de dificultad, puede ser peor el remedio que la enfermedad.

    Al Regresar a casa su estado era lamentable, perdió el brillo de sus ojos, dejó de sonreír, mantenía cara de limón como una barrera hacia las personas que querían saber sobre su salud y detalles sobre su hija, sabía que más allá de interesarles su salud lo que pretendían era chismosear. Cuando alguien le preguntada: ¿Cómo estás? Respondía: «Aquí penando y sin morir» porque así se sentía y no quería dar ninguna explicación… ¿Para qué? Hacerlo no cambiaría las cosas. Esta crisis prendió sus alarmas, pues no recordaba hasta qué punto había llegado en ésta ocasión.

    Tomar conciencia de que la enfermedad no tenía cura, que las crisis eran cíclicas y podían repetirse progresivamente sin conocer límites la impactó demasiado y demoró mucho, mucho tiempo en aceptarlo. Pero la Misericordia de Dios fue tan grande y precisamente cuando pensó que todo estaba perdido y deseaba morirse, recibió el mejor e sus regalos: «Un encuentro personal con Jesús» y con éste la posibilidad de empezar su sanación interior.

    Para obtener la sanación interior tuvo que desnudar su alma y revelar cosas ocultas que nunca se había atrevido a afrontar, pero con la ayuda de un sacerdote comenzó el proceso.

    Ahora la vida estaba presentándole posibilidades de crecimiento espiritual y personal. Por lo tanto, decidió ser parte de un grupo religioso donde pudiera practicar la caridad y la misericordia pero nunca imaginó que le haría tanto daño emocional su decisión.

    Durante más de un año tuvo una vida normal, sin excesos y como parte de su proceso de sanación asistió al Foro para la Reconciliación, organizado por el espectador. Escuchar el testimonio de Immaculee Ilibagiza autora de «Sobrevivir para contarlo: descubriendo a Dios en medio del holocausto de Ruanda», le permitió comprender la grandeza de perdonar y perdonarse. Ese día se tocaron muchas fibras, pero ¡valió la pena!, valió la pena asistir al evento.


    «¡Perdónate!

    ¡Reconcíliate con Dios!

    Recibe ese regalo maravilloso de Dios

    Que es El PERDÓN para que sanes tu alma y tu corazón»



    Cada día se concientizaba de la importancia de sacar «aquellos demonios» de su vida y alivianarla, pero para obtenerlo, tenía que superar muchas más pruebas, si ya conocía el sufrimiento ahora tenía que superarlo verdaderamente y hacer de su enfermedad un estilo de vida.

    Sin una razón aparente, empezaron a presentarse situaciones que alertaban sobre la posibilidad de una nueva crisis, pero qué difícil fue identificarlas, porque eran muy diferentes a las anteriores.

    Sus días transcurrían entre el trabajo y los compromisos adquiridos en el grupo religioso, participando en actividades para recoger fondos y contribuir con una población marginada socialmente. Económicamente estaba solvente, lo que le permitía hacer aportes voluntarios y compartir con los que consideró sus nuevos amigos.

    Ahora sí estaba entregada totalmente a la oración, asistía sin falta a las novenas del Señor de las Misericordias los lunes, y a la Eucaristía diariamente. Pero en su afán por demostrar a los demás y a ella misma que estaba perfectamente bien aparecieron los excesos. Según ella todo lo tenía bajo control y formaba parte de la recuperación de su autoestima.

    Sus capacidades creativas se despertaron dando rienda a potenciar sus aptitudes. A través de la escritura encontró una alternativa de descarga impresionante y aprovechó la oportunidad de participar en un Encuentro Nacional de Poetas, donde tuvo sus primeros pinos en la poesía. De poeta a lo mejor no tuvo nada, pero se dejó llevar de su sensibilidad al momento de escribir. Hizo de la escritura su mejor aliado, aunque intermitente llegó a conservar tres cuadernos con poesía y relatos cortos de sus vivencias.

    Para complementar su rutina diaria, empezó a salir en bicicleta todas las noches y en esos recorridos nocturnos tuvo la oportunidad de observar la cantidad de envases plásticos, desechos y basura que arrojaba las personas principalmente en el «barrio los tramposos», evidentemente había mucha falta de conciencia ecológica. Por eso una mañana se despertó entusiasmada y decidió empezar la campaña «CONCIENCIA ECOLÓGICA», con la cual logró sembrar la semilla de la importancia de generar conciencia ambiental a través de la aplicación de las 3R (Reducir, Reciclar y Reutilizar) puestos en práctica en casa. Realizaba charlas pedagógicas en las cuales entregó kits ecológicos los cuales contenían bolsas reutilizables para hacer mercado como las que usaban las abuelas, y un manual con tips para reciclar y reutilizar. El lema que utilizó en la campaña fue: «Lo que es bueno para el medio ambiente, lo es también para su bolsillo» porque llegó a enseñar a fabricar artículos con botellas plásticas. Toda la campaña la documentó con registro fotográfico y a pesar de que su propuesta no tuvo eco en la administración municipal logró cumplir su objetivo principal con la comunidad.


    El realizar sola y con recursos propios la campaña durante un mes, fue suficiente para que pensaran que se estaba enloqueciendo, cuando en realidad no era así. Esto le sirvió para reconocer que las «ideas no convencionales» hacían parte de su creatividad y no de momentos locos.


    «Deja volar tu imaginación, sé creativo

    No te reprimas. ¡Aprovecha ese maravilloso don! »



    Al terminar la campaña ecológica, descubrió en el baile un estímulo a su creatividad, a la vez que le ayudaba a quemar energías y alejarse de la depresión, pero por temor a despertar «su sentir» sólo bailaba durante la noche en la privacidad de su habitación. En varias ocasiones bailaba por largas horas, y al escuchar en la emisora: ¡Oxígeno que me muero!, era cuando reaccionaba, hacía la pausa y se acostaba. El trasnocho empezó a hacer efecto hasta cobrarle factura.


    No canalizar correctamente sus ansiedades hizo que la irritabilidad regresara a su vida con consecuencias en el trabajo y en las relaciones sociales y familiares.


    Ya su mente empezaba a inquietarse y sucedieron situaciones coincidenciales que equivocadamente asoció con «dones extraordinarios», los cuales supuestamente tenían algunos miembros que pertenecían al grupo religioso y que ella también había recibido, fruto de la oración.


    Una noche iba caminando por la «calle muerta» y sintió un fuerte dolor en todo su cuerpo, ¡se paralizó!, ¡no podía caminar! Gritaba ¿Quién es? ¿Qué quiere de mí? ¿Aléjate de mí?, pero nadie salía, sólo se escuchaba el rechinar de las ventanas. Cuando despertó supo que todo había sido un mal sueño. ¡Claro! estaba somatizando las injusticias sociales que tanto le afectaban, lo que no comprendió fueron los moretones que aparecieron en su cuerpo. En busca de las explicaciones que necesitaba le comentó todo lo sucedido a Pablo un «falso guía espiritual», quien le dijo que en esa calle habían muerto muchas personas y que ella se había convertido en un «imán para las alma necesitadas de oración» y que si se lo proponía podría llevar a evitar muertes porque hasta allí llegaría su poder.

    ¡Qué susto tan verraco! Pero hasta se lo creyó. Por fortuna un amigo verdadero la hizo caer en la cuenta de lo equivocados que estaban y le ayudó a manejar su fragilidad.


    Sin embargo, sucedieron hechos trágicos en aquel grupo, como la muerte violenta de Francisco, el atentado a María, los accidentes en el rancho y las enfermedades repentinas que la inquietaron mucho, y recordó lo que Pablo le había dicho: «Pasarán muchas tragedias entre nosotros, pero ¡cuídate! Porque todo termina con la muerte de una mujer».


    Fue tal su indignación al enterarse que ellos participaban en cadenas de oración, en las cuales presuntamente recibían revelaciones, que acudió a las «personas idóneas» para informarlo, pero no le prestaron atención. Hasta que no pudo más y «le cantó la tabla a todos» sin importar quién era. Es que estar con la mente acelerada, hacía que ella pudiese exteriorizar con facilidad actitudes no muy correctas de otros que nadie se atrevía a decir y como a nadie le gusta que le digan la verdad en la cara y mucho menos que otro le abra los ojos, recibió el rechazo colectivo incluso de personas que se suponía estaban llamados a practicar la misericordia.




    Sentirse sin el derecho a dar explicación a sus actitudes, saber de las mentiras que inventaron, como que quería golpearlos, —cosa que jamás pasó en alguna crisis—, no recibir el apoyo espiritual que realmente necesitaba y la indiferencia generalizada ante su situación la llevaron a un estado depresivo pero silencioso que la hizo derramar lágrimas, lágrimas de sangre y decepcionarse totalmente de ellos.


    Fueron varios meses en crisis sin asistencia médica, pues en medio de la «grandeza» que sintió días atrás había renunciado al empleo para dedicarse a trabajar como independiente, pero tampoco lo hizo.


    Con el dinero de la liquidación empezó a comprar compulsivamente, a regalar mercados, dinero, las alhajas de oro y adquirir cosas que no necesitaba, sin pensar si podía financiarlos o no. Su generosidad superó todos los límites. Cuando llegaban las cuentas de las tarjetas de crédito y los préstamos, aparecía también la etapa depresiva pues no tenía dinero con qué pagar —siendo ella tan correcta en sus pagos—

    hundiéndose cada día más. Al enterarse su familia de tal situación empezaron los reproches y cuestionamientos, buscando que ella cayera en la cuenta de sus errores. Un día su hermana le dijo: «Mientras Usted practica la caridad con su propio dinero, aquellos que bien conoces lo hacen con el dinero de otros… ¿qué fácil es hacer caridad con la plata de otros, No? ». Este comentario la llevó a cuestionamientos serios con respecto a su generosidad.



    «Ser generoso no es solamente regalar bienes materiales,

    Sino también Tiempo, escuchar y dar consejo a quien lo necesite y muchas otras cosas de un valor incalculable,

    Entregadas por un acto de amor».



    Por el rotundo silencio en el que estaba sumergida empezaron a llamarla «La muda», a lo que ella respondía: «Tranquilos, tranquilos el león está dormido pero pronto despertará»; cuando en realidad no sentía el más mínimo deseo frente a la vida, pero sentía que tenía que ser fuerte y que podía salir sola de toda esta situación.

    Aileen estaba joven, pero su alma oscura y arrugada por la impotencia de ver todos sus sueños estancados y su vida desmoronada. Todas las puertas se cerraban para ella. Su vida se convirtió en un infierno por las pérdidas laborales, financieras y personales que había ocasionado su enfermedad.

    ¿Sus amigos?... ¿cuáles amigos? Si con cada crisis se quedaba más sola y cada vez caía en un abismo mucho mayor y más profundo. Muchas veces su madre le había dicho que esas no eran amistades verdaderas y le daba ánimo diciéndole:

    «Tranquila, Dios no se ha muerto ni está enfermo», confía en Él. Seguido del abrazo del oso que tanto le gustaba.

    Aileen llegó a un aislamiento total en el que los malos recuerdos no se hicieron esperar y descubrió que no todo estaba sanado y perdonado. Le pedía a Dios incansablemente Misericordia, ya su cuerpo estaba mostrando signos de deterioro, hasta que Dios escuchó sus ruegos y fue cuando su padre una vez más sintió compasión de ella y le brindó el apoyo económico para cubrir los gastos de salud que necesitaba.

    Como ya su depresión afectaba a tantas personas y estaba desesperada por ver su «miseria», le pidió a Inés que la acompañara donde el psiquiatra, quien después de una valoración decidió internarla en la clínica de reposo. Esta fue su séptima y última hospitalización.

    Quince días fue tratada con fármacos más fuertes porque no podía reaccionar a los utilizados tradicionalmente y salió de allí con un relativo equilibrio, los médicos habían hecho todo lo posible durante esos días. Ya era su responsabilidad continuar el tratamiento para mejorar su calidad de vida.

    Después de «tenerlo todo», «perderlo todo» no era fácil, pero también es cierto que la vida como tal, no es fácil. La constante soledad y falta de dinero fueron transformadas por ella en oportunidades para crecer en otros aspectos y sacarle provecho a su recursividad y creatividad que le permitieron obtener algunos ingresos. Cada día fue una lucha por motivarse y encontrar el sentido de su vida.

    Se le acabaron los viajes, las salidas a cine, a cenar, las compras que tanto disfrutaba, pero alejarse de la sociedad materialista y consumista le generó cambios muy positivos. Al fin ¡Logró adaptarse al cambio sin resentimientos!

    A pesar de tantas vivencias nada gratas, tenía que enfrentar y asumir su realidad. Ser consciente de lo que ya no podía ser y tener. Gracias a Dios con mucha fuerza de voluntad y oración, pudo aceptarlo. No fue cuestión de días… ¡no!… nada de eso… fueron meses de reflexión, de compromisos, de aprender a vivir y mucha espiritualidad, hasta convertirse en una orante permanente.

    La absoluta confianza en Dios fue su impulso para perseverar y no resignarse al fracaso, sino transformar las cosas de acuerdo a sus posibilidades. Por gracia de Dios sus fracasos dejaron de pesarle, su mente empezó a ocuparse de planes y metas para el futuro, logró sanar las cicatrices que tenía en su corazón por la inclemencia de una sociedad que la estigmatizó. Con el apoyo económico de su familia las cosas fueron menos traumáticas

    Dios empezó a mostrarle el camino, a poner los medios, los recursos y las personas para lograr sus nuevos planes. Muchas veces pensó que su exceso al sentir era nocivo… hasta que aprendió a manejarlo y sacarle provecho.


    Como por arte de magia fueron llegando a su vida personas que inundarían su vida de felicidad… gratitud… y a palpar el amor de Dios que siempre le ha tenido por ser la niña de sus ojos.

    Comprendió que sentirse rechazada desde su nacimiento generaba en ella la necesidad de aceptación social, pero era necesario dejarlo atrás y resolver esos conflictos internos que llegaron a actuar como un imán al fracaso. Tomó la decisión de no dejarse afectar por el que dirán y por el rechazo. Cuando vivía algo así, se decía mentalmente: «para lo que me dan y lo que les doy… nada importa».

    Poco a poco la vida empezó a sonreírle de nuevo. Con la ayuda de profesionales, empezó a materializarse lo inimaginable que le permitiría asegurar su futuro y tener la tranquilidad que tanto necesitaba. Obtuvo UNA GRAN BENDICION, gracias a la Misericordia de Dios y el apoyo incondicional de sus padres.

    Ahora los días de Aileen son de colores, disfruta al máximo de las cosas, por pequeñas que sean, reconoce el valor de la vida, y está en constante búsqueda de oportunidades pero sobre todo decidida a ser feliz... y… ¡lo es! Cuando alguna persona le hace ver que no posee nada material, a lo mejor sin intención de ofender, responde: «Se acaba uno, ¿cómo no se van a acabar las cosas? » pues para ella los bienes materiales no han representado apego en su vida.

    Después de la tormenta y oscuridad llegó la luz a su para iluminar el camino de otros que podrían estar viviendo situaciones similares a las de ella y que necesitan ayuda. ¡No se puede luchar, si no se confía plenamente en el éxito! El llamado es a seguir adelante, jamás declararse vencidos a pesar de las debilidades. ¡Con seguridad la vida será mejor! ¡Es cuestión de decisión!

    Cada experiencia vivida dejó una enseñanza para ella que indiscutiblemente le ha permitido Ser Mejor y el proceso continúa, pero ahora con la tranquilidad que le genera controlar sus emociones a partir de un trabajo diario y constante de la mano de Dios.

    ¿Pero, qué aprendió Aileen?


    APRENDIO A:

    v Ser más fuerte, amarse y valorarse como persona.

    v Poner límites.

    v Manejar correctamente sus recursos

    v Identificar los síntomas de una crisis y tomar acciones a tiempo

    v Ser más práctica y menos perfeccionista.

    v No esperar nada de nadie.

    v Perseverar por sus sueños.

    v Hacer de la soledad, su compañía y disfrutarla

    v Ser creativa en la solución de problemas

    v Sacar provecho a la genialidad cuando se potencia y frenar a tiempo.

    Sólo resta decirles a quienes pasan por momentos difíciles y sienten que no hay otra oportunidad… que Sí la hay. Que Dios está siempre dispuesto a ayudarnos, sólo falta tener FE y depositar toda la confianza en El para ser testigos de su infinito amor. No olviden:

    «Nunca dejes de soñar, porque algún día tus sueños se harán realidad»
     
    #8
  9. luz stella

    luz stella Poeta recién llegado

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    3 de Febrero de 2014
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    Hola, Lluvia de enero. Ya dejé el texto corregido.

    Me despido con mucha gratitud hacia Usted, lo que he aprendido con éstas correcciones ha sido excepcional
    Para mí es un reto que en el próximo texto no existan tantos errores (como las rayas) ¡Imposible! después de semejantes explicaciones de parte suya, sería el colmo.

    Muchísimas gracias por todo.

    Luz
     
    #9

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