Yo quiero ser un Árbol

Yo quiero ser un árbol algún día
​

de raíz firme, grande, generosa,​

que comparta la dicha amorosa​

de alcanzarte hasta el cielo, alma mía.​

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Quiero ser la Higuera más frondosa​

que comparte su alegría y alimento​

para hacer crecer en otros lo que siento​

y encender la luz de Dios maravillosa.​

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Quiero ser la fe de la Secuoya​

que se eleva majestuosa hacia el cielo​

que me sabe cual dulce caramelo,​

reflejando el Dios en que se apoya.​

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Quiero ser Quebracho colorado​

duro y firme, inviolable por tu gracia,​

sosteniendo tu amor en la distancia,​

humilde compañero agazapado.​

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Quiero ser Vid para, en el tiempo,​

prolongar mis azares y cuidados,​

para ser testigo, aún despreciado,​

sostener a tu pueblo, ser tu aliento.​

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Y aunque sea arbusto por ahora,​

en Ti espero dejar de ser Ombú​

porque sé que eso sólo lo haces Tú​

con tu gracia y amor a cada hora.​

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Yo quiero ser un árbol algún día...​

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A daniel por inspirar estos versos.
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[FONT=&quot]Entrañables esas características que destacas de los árboles. Yo llegué a ser árbol en algún poema, aunque en la realidad sea un destartalado arbusto, je je... pero aferrado siempre a la tierra.[FONT=&quot]
[FONT=&quot]Me gustó... y esa parte que espera de otras manos la mudanza también.[FONT=&quot]
[FONT=&quot]Saludos entre árboles y arbustos Luz.[FONT=&quot]

 

No se puede ser nada mejor
que un árbol.
Milenario querida amiga,
dicen que hay secuoyas que tienen más de 2000 años.
Sería maravilloso, un beso.

 

Gracias Alonso por tus palabras. Seres generosos los árboles capaces de cambiar todos nuestros desechos tóxicos en vida. Tenemos mucho que aprender de la naturaleza. Sí, entre árboles y arbustos es donde mejor se está, y lo digo sentada frente al ordenador, jajaja. Un saludo Alonso.

 

Gracias Dulcinista por tu comentario. Si, ningún árbol tan magnífico como la secuoya, aunque cada uno tiene lo suyo. Un abrazo.

 

Me encantaron los símiles que haces con los árboles, en este bello poema tan profundamente religioso.

Un abrazo.

 

Gracias Luis, uno, en su insignificancia, no puede dejar de ver lecciones fantásticas en la naturaleza que no deja de servir nunca...
Me alegra que te haya gustado esta reliquia.
Un abrazo.

 

Ya eres un árbol Luz, estás esparciendo semillas con tu mensaje ?no?. Saludos.

 

Me encantaría serlo, aunque sigo sintiéndome arbusto... Las semillas creo que son inevitables para toda planta, es parte del ciclo, nacen de lo que uno es, ¿o no? Un abrazo.

 

El árbol es la comunicación entre los tres niveles del universo: el subterráneo, por sus raíces, la superficie de la tierra, por el tronco, y el cielo, por la copa y las ramas, y es muy bello eso, es un símbolo ancestral, es una magnífica representación de la vida. Ni que hablar de la frase que dice "el árbol se conoce por sus frutos".
Así que es hermoso pensarse como árbol, y tu poema lo expresa muy bien, muy dulcemente. Muy lindo trabajo, como siempre.

 

Gracias Cecy por tus cariñosas palabras. Y sí, es una frase muy cierta nacida de las palabras de Jesús en Mateo 7... Y es que las palabras pueden ser engañosas, pero los frutos no dan lugar a la duda. Un abrazo compañera.

 

Me ha encantado este precioso poema que sacó a la luz para que luzca su grandeza.
Con cariño
Alfonso Espinosa

 

Ya eres un árbol... nos regalas de vez en cuando un fruto dulce, fresco y suave... envuelto sutílmente con palabras. Sldos. Hermoso Poema

 

Gracias Alfonso, que sería de esos viejos poemas sin un anticuario como tú que los valora y los ilumina de vez en cuando. Un saludo amigo.

 

Muchas gracias, aunque uno siempre desearía que no fuese de vez en cuando... Gracias por pasar por mi rincón, un saludo.