Amor que fuga

Ricardo José Lascano · 17 de Noviembre de 2015

Entré a la luz con la verdad irremediable.
Todo era cierto. No había más que cerrar los ojos.
Entender cada pieza rodada por el aire
cada origen de nuestros seres antiguos
suplicando el orden, la matriz conjugada
la herencia de los párpados, el incendio del martirio.
Percibir aquel sonido, beber de lo que calla
salir del arrebato, luego el entornado sigilo
en éxtasis hierático dilapidarlo sin clemencia
olfateando el aroma, la flor herida
lamiendo sus surcos, profundizando la fuente
hasta romper el filtro y nos queme interiormente
consumiéndolo todo y reír, reír del abandono
del testigo irresoluto de esa sangre que besamos,
como si nada existiera amor, amor que fuga
que se esconde en las vorágines insospechadas
que se agazapa dentro como una isla negra,
que se lame de escombros hundidos
y se libera de humildad amanecida
de amor de luz vertida en toda deidad
que se exime la voz o la tumba en la que soñamos
el camino o el regreso en que perdemos
nuestros seres interiores.

Henry Miller · 18 de Noviembre de 2015

Desde el título se sabe del que sabe

Paco Valiente · 18 de Noviembre de 2015

Ricardo José Lascano dijo: ↑

Entré a la luz con la verdad irremediable.
Todo era cierto. No había más que cerrar los ojos.
Entender cada pieza rodada por el aire
cada origen de nuestros seres antiguos
suplicando el orden, la matriz conjugada
la herencia de los párpados, el incendio del martirio.
Percibir aquel sonido, beber de lo que calla
salir del arrebato, luego el entornado sigilo
en éxtasis hierático dilapidarlo sin clemencia
olfateando el aroma, la flor herida
lamiendo sus surcos, profundizando la fuente
hasta romper el filtro y nos queme interiormente
consumiéndolo todo y reír, reír del abandono
del testigo irresoluto de esa sangre que besamos,
como si nada existiera amor, amor que fuga
que se esconde en las vorágines insospechadas
que se agazapa dentro como una isla negra,
que se lame de escombros hundidos
y se libera de humildad amanecida
de amor de luz vertida en toda deidad
que se exime la voz o la tumba en la que soñamos
el camino o el regreso en que perdemos
nuestros seres interiores.
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Hermoso y profundo poema de amor que me hace pensar. Muy bueno amigo Ricardo. Un abrazo. Paco.

Lourdes C · 23 de Noviembre de 2015

Es un poema muy bello y profundo. Un gusto
leerte como siempre que te leo. Saludos y Bendiciones.

nomar · 23 de Noviembre de 2015

Mucha fuerza y profundidad en esos versos. Un placer leerle. Mis saludos.

Bolìvar Alava Mayorga · 23 de Noviembre de 2015

Admirado Ricardo.
Para mì es un poema "Cibernètico Surreal", al tratar de comprender tus "circuitos mentales" sobre tu forma de amar!!!; se necesita haber conocido primero el "Limbo" ???; estarìa mejor en el Foro de Surrealistas... pero està mejor encuandrado en èste Foro, te felicito porque lo he querido "analizarlo" y me ha dolido la cabeza, te saludo. Afro - Toasa.

LUZYABSENTA · 24 de Noviembre de 2015

Ricardo José Lascano dijo: ↑

Entré a la luz con la verdad irremediable.
Todo era cierto. No había más que cerrar los ojos.
Entender cada pieza rodada por el aire
cada origen de nuestros seres antiguos
suplicando el orden, la matriz conjugada
la herencia de los párpados, el incendio del martirio.
Percibir aquel sonido, beber de lo que calla
salir del arrebato, luego el entornado sigilo
en éxtasis hierático dilapidarlo sin clemencia
olfateando el aroma, la flor herida
lamiendo sus surcos, profundizando la fuente
hasta romper el filtro y nos queme interiormente
consumiéndolo todo y reír, reír del abandono
del testigo irresoluto de esa sangre que besamos,
como si nada existiera amor, amor que fuga
que se esconde en las vorágines insospechadas
que se agazapa dentro como una isla negra,
que se lame de escombros hundidos
y se libera de humildad amanecida
de amor de luz vertida en toda deidad
que se exime la voz o la tumba en la que soñamos
el camino o el regreso en que perdemos
nuestros seres interiores.
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Espacios y formas de amar, pensamientos cuarteados que son
auinmolacion de un pensamiento que abarca impresiones
emanadas del interior, poema especial y muy disfrutable.
como siempre magnifico. felicidades. luzyabsenta

Abrahám Emilio · 24 de Noviembre de 2015

Ricardo José Lascano dijo: ↑

Entré a la luz con la verdad irremediable.
Todo era cierto. No había más que cerrar los ojos.
Entender cada pieza rodada por el aire
cada origen de nuestros seres antiguos
suplicando el orden, la matriz conjugada
la herencia de los párpados, el incendio del martirio.
Percibir aquel sonido, beber de lo que calla
salir del arrebato, luego el entornado sigilo
en éxtasis hierático dilapidarlo sin clemencia
olfateando el aroma, la flor herida
lamiendo sus surcos, profundizando la fuente
hasta romper el filtro y nos queme interiormente
consumiéndolo todo y reír, reír del abandono
del testigo irresoluto de esa sangre que besamos,
como si nada existiera amor, amor que fuga
que se esconde en las vorágines insospechadas
que se agazapa dentro como una isla negra,
que se lame de escombros hundidos
y se libera de humildad amanecida
de amor de luz vertida en toda deidad
que se exime la voz o la tumba en la que soñamos
el camino o el regreso en que perdemos
nuestros seres interiores.
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bellas palabras...

cristian160800 · 24 de Noviembre de 2015

muy buen escrito gracias por compartir , saludos

Darkness.cl · 24 de Noviembre de 2015

Profundidad que emociona querido amigo... un recorrido interior que se desnuda en la hermosura de tus versos... intensísimas imágenes...
Un gusto leerte siempre...te abrazo con todo mi cariño...

Uqbar · 2 de Diciembre de 2015

Ricardo José Lascano dijo: ↑

Entré a la luz con la verdad irremediable.
Todo era cierto. No había más que cerrar los ojos.
Entender cada pieza rodada por el aire
cada origen de nuestros seres antiguos
suplicando el orden, la matriz conjugada
la herencia de los párpados, el incendio del martirio.
Percibir aquel sonido, beber de lo que calla
salir del arrebato, luego el entornado sigilo
en éxtasis hierático dilapidarlo sin clemencia
olfateando el aroma, la flor herida
lamiendo sus surcos, profundizando la fuente
hasta romper el filtro y nos queme interiormente
consumiéndolo todo y reír, reír del abandono
del testigo irresoluto de esa sangre que besamos,
como si nada existiera amor, amor que fuga
que se esconde en las vorágines insospechadas
que se agazapa dentro como una isla negra,
que se lame de escombros hundidos
y se libera de humildad amanecida
de amor de luz vertida en toda deidad
que se exime la voz o la tumba en la que soñamos
el camino o el regreso en que perdemos
nuestros seres interiores.
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Un bellezón de poema Ricardo. Felicidades!!

Jorge Lemoine y Bosshardt · 28 de Diciembre de 2015

Hermosura preciosa de magnífica obra de inspiración y calidad emocionante.

Ricardo José Lascano · 8 de Abril de 2022

Jorge Lemoine y Bosshardt dijo: ↑

Hermosura preciosa de magnífica obra de inspiración y calidad emocionante.
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Hola, hermano querido

Ricardo José Lascano · 7 de Septiembre de 2023

Jorge Lemoine y Bosshardt dijo: ↑

Hermosura preciosa de magnífica obra de inspiración y calidad emocionante.
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Hola hermano

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