Mi gato siamés

Mi gato siamés está inquieto, salta a la mesa, zigzaguea entre los vasos y la botella de agua, se detiene y juega con un lápiz, lo atrapa, lo suelta, da una vuelta por el borde del tablón que se ha convertido en su universo.

Huele el lápiz, lo muerde, lo tira por el aire y lo vuelve a empujar con la pata hasta arrojarlo al suelo, lo hace correr por el espacio que, ahora, le ha extendido los límites hasta convertirlo en toda la sala.

El lápiz sigue por el aire y luego es detenido con un violento zarpazo contra el piso. No sé qué le pasa a mi gato, ¿Quizás me esté enseñando a escribir historias….?.

 

Muy bueno... de hecho te empujó a escribir este relato. Así son los gatos y sus juegos; lo sé por experiencia.
Un saludo.

 

Ya el gato te abrió la inspiración. A darle rienda suelta al grafito. Un placer leer y dejar mis cordiales saludos.

 

mmm... no es un relato, es una crónica y una reflexión. Está muy bueno, pero no es un cuento.

 

Graciosos y bellos animalitos son los gatos... y mucho me temo que por momentos sienten compasión de nosotros, jejejeje... un bello relato, interesante pregunta. Gracias por compartir. Besos.