Fuerzas almadas

Habló de fuerzas almadas
sin miedo a parecer chino.
Quiero un ejército opuesto
a la barbarie y servilismo:
que sean compañeros, quintos,
gentes que comparten cuarto,
tercios con medios que alejen
la famina del escuálido.

Esto es lo que grito yo
y españoles a millares
que no queremos guerreros
entre nuestros militares,

 

Rayos... me acordé de los escoceses guerreros poetas de William Wallace.
Grandes líneas.

 

Creo que ya inventaron algo así y los llamaron monjes... así nos va.

En cuanto a «pertenece a R», me llama la atención tu aclaración «el conjunto real». Entiendo que con R te refieres al conjunto de los números reales, que no es lo mismo. Metafóricamente, imagino que quieres decir que eres realista, no sé.
abrazo
j

 

Me gusta el poema como tal y la idea del ejército almado y no armado, he conocido muchas personas armadas, por supuesto todos militares y lo mejor es que dejen el ejército que tanto dinero nos cuesta y no hace nada para dedicarse a comprar unas hectáreas y trabajar el campo

Un abrazo

Jon

 

Los monjes, como los guerreros, están guiados por el dogma.

Completamente de acuerdo con tu segunda observación. Me habría gustado extenderme en la descripción, pero los 50 caracteres no dan ningún margen.

Gracias por tu comentario.

 

Me alegro de que te guste.

Desde luego... Otro "contra" más a añadir a la lista es la cantidad de recursos que dilapidamos en el ejército.

Muchas gracias por comentar.

 

Jajaja, yo alguna vez escribí todo un poema dedicado a Eudoxo y Dedekind... Sí, por cierto que es un tema largo.
abrazo

 

Los de Wallace me caen mejor, ellos luchaban por sus ideales, no estaban guiados por instintos bajos ni sádicos...

Me alegra que te haya gustado

 

A Eudoxo no le conocía, pero acabo de buscarle y parece interesante.

 

Dedekind mismo tuvo que explicar alguna vez, y con dificultad, qué había hecho él que no hubiera hecho Eudoxo... veintitantos siglos antes. Increíble, como tantas cosas de los griegos.

 

cuanto me gustaría ver a unos cuantos en el campo... Los militares deberían velar por la tranquilidad. Sus discursos de medallas y cuentos de balas, me aburren, y mira que he tenido que oirlos orgullosos de sus heroicas batallas que han matado como si eso fuera algo para enorgullecerse. Y por supuesto luego te dirán que ellos se merecen todo porque derramaron su sangre, vaya discurso manipulador.

 

Además lo más gracioso es que de su sangre no se derrama una gota sino de la del contrario... como aquellos militares norteamericanos a los que condecoraron por tirar bombas atómicas como si fuera un acto de valor, más bien es al revés, el valiente es el que se enfrenta a ellos sin una bala en el bolsillo. Conozco bien su dinámica: dispara primero y luego no preguntes porque ya lo mataste. Esta gente por entender si acaso su propio idioma... triste pero cierto.

Un abrazo Brise, desde Las Españas. Y otro para el poetx autor de esta poesía.

Jon

 

¡¡¡¡Tu lo que quieres son milicianos!!!

​

 

¡Pues la verdad es que sí!
No me había dado cuenta, pero es al miliciano al que va dedicado este poema.

Gracias por tu lectura y comentario.