Cuéntame un cuento de sueños rotos

Cuéntame cuento

de sueños rotos,

la cerillera

sin sus cerillas

¡que escalofrío!

Que el pato feo,

nunca fue cisne

¡qué desencanto!

Pierde Pinocho a

Pepito grillo

y mientras tanto,

no va a la escuela

y vaga errante

con los muchachos,

y por ganarlos

roba a un anillo

¡pobre Pinocho!

dicen que es carne

de cruel presidio.

Yo soy la bella,

él es la bestia

y cada noche

duermo a su lado,

yo lo amé un día

mas luego supe,

¡quién lo diría!

que era un extraño;

busque su alma

por los almarios

no encontré nada,

perdí la calma

y aquella noche

hallé una caja

en un altillo

con cien poemas

y un duendecillo.​

 

¡Hola!, qué fortuna para mi poema que seas la primera en visitarme, todo un honor, gracias por tu generosa opinión estimada ropittella.
Abrabesos, también, para ti.
Isabel.

 

Gracias, Ramiro, qué suerte tener tu comentario compañero, así de amable, así de generoso, el placer es mio , te lo aseguro.
Un abrazo
Isabel.

 

Querida Lourdes, sabes que para mi es un enorme placer saber que te llevo de la mano a la infancia, querida poeta, y que te traigo el recuerdo entrañable de tu abuela. Gracias, es hermoso lo que dices.
Un abrazo grande.
Isabel

 

Ay, querido Paco, ya sabes que alegría me da siempre encontrarme con tus comentarios. Bueno lo que cuento aquí, es quizás mas de adultos...¿verdad?la parte trágica que encerraban los cuentos infantiles.
Un abrazo querido Paco, encontrarme contigo es siempre tan alentador.Gracias querido poeta.
Isabel

 

Si, no es cuento para niños, es la parte del cuento que me lleva por otros senderos, mi querida cucharita roja, tú si que pareces escapada de un cuento, pero aún no se como definirte jajaja
Un abrazo y un besazo.
Isabel.

 

Mi querida Luz, si, es cierto, por nada de mundo lo pondría para niños...ellos merecen siempre finales llenos de esperanza y si no lo hay es obliga do inventarlo...yo de niña inventaba finales felices para mi día a día, mi madre decía que mis caídas, esas en la que algunas veces hubo que dar punto de sutura en las cejas, no eran por andar corriendo, no, sino según ella por andar "mirando los celajes".
Gracia por encender mi profundidad, Luz, por no quedarte en la superficie. eso te hace grande a mis ojos, amiga.
Besos.

 

Al leer tu poema me he visto sentada en mi pupitre escolar frente al pizarrón donde se ubicaba la niña de primer grado a contarnos un cuento y luego me obsequiaba los libros que leía y releía en mi casa, tuve una gran colección de cuentos y confieso que los disfruté como disfruto ahora tu poema en verso corto con un excelente ritmo e imágenes.
Me ha dado mucho gusto volver por tu espacio y regresarme, por unos instantes a mi infancia, esa época la mejor de mis años escolares, luego no fueron tan buenos, cambié de escuela y no fui muy bien recibida por las otras niñas, no te diré por qué, pero fue triste. Quizá algo parecido a tu cuento-poema.
Abrazo y mi cariño de siempre bella Isabel,

ligiA

 

Estimado Jorge, siempre le estaré agradecida, porque como quiera que sea, usted dice cosas hermosas en sus visitas y eso siempre es un aliento para un poeta, para un escritor.Gracias D, Jorge.
Saludos cordiales.
Isabel

 

Querida Ligia: Para mi encontrarme tu huella en mis poemas, es siempre motivo de alegría, gracias. Los cuentos clásicos acompañaron también mi infancia y los guardo en mi memoria, esas horas de lectura en que lo demás no existía, solo el cuento y su paisaje, eran un jardín mágico del que no quería salir. Si, creo que todos tenemos recuerdos de colegio donde, a veces no lo pasamos tan bien como merece cualquier niño de esa edad.
Gracia por tu mirada que da importancia a estos humildes versos.
Un abrazo con todo cariño Ligía.
Isabel

 

Estimado Fernando, la verdad es que me siento muy feliz de sentir que con esto te he hecho en cierta manera recordar esos hermosos tiempos de infancia; si, los cuentos tienen un poder evocador extraordinario estimado poeta. Gracia por tu generosas palabras.
Un afectuoso saludo.
Isabel