Decisiones (el libre albedrío, última herida de Narciso)

Decisiones
( El libre albedrío, la última herida de Narciso)

De múltiples opciones divergentes
está lleno el trayecto de mis días,
de encrucijadas varias, de dilemas,
de andar por un sendero y no por otros.

Si fueron o no fueron pertinentes
las elecciones fueron solo mías
y si lo expreso ahora en mis poemas
es un “yo” quien lo dice, no un “nosotros”,

aunque lo dicho en ese octavo verso
no es del todo cierto: mis neuronas ,
millones como estrellas de universo,

tan ágiles cual raudas amazonas,
antes que yo eligiese mi camino
marcaban ya la ruta a mi destino.

Tendré que hilar muy fino
cuando diga, de asuntos que elegí,
que con libre albedrío decidí

pues me parece a mí
que fueron las neuronas previamente
las que hicieron la opción del subconsciente.
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Nota de la red:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-decisiones-son-inconscientes/1016325/
¿Somos libres cuando decidimos? ¿Qué margen tiene el libre albedrío ahora que la neurociencia desvela cada vez más el gran poder del inconsciente? Ya hay máquinas para ver cómo decide el cerebro y los primeros resultados muestran que, antes de entrar en la consciencia, muchas decisiones ya están tomadas por complejas redes cerebrales. John-Dylan Haynes nos habla de sus experimentos para descifrar la actividad cerebral que se esconde detrás de nuestros estado mentales.

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La verdad es que me cuesta apreciar, más allá de tu bien estructurado poema acerca de la crisis del libre albedrío que entrañan los descubrimienntso de Freud, si te refieres a esta tercera herida de Narciso según Freud, el descubrimiento del inconciente (las otras son las de Copérnico y la de Darwin), o encuentras nuevos asideros neurológicos que implican otras cosas. Parecería que identificas libre albedrío con racionalidad de las decisiones, o conciencia de ellas. La realización del deseo es, sin embargo, muchas veces el motor de las decisiones, y el deseo arraiga en el inconciente, yo creo. La verdad es que me pierdo un poco en los aspectos neurológicos del asunto, de un positivismo un poco alejado de Freud quizás (aunque este era neurólogo, al fin y al cabo).

Tres versos antes del final corresponde «a mí» con tilde.

abrazo

 

Acaso no acerté del todo al exponer el asunto, Jorge; mi idea era expresar un aspecto que me llama mucho la atención en las últimos descubrimientos del comportamiento cerebral en la toma de decisiones; según ellas y tal como se apunta en la nota al pie del poema, antes de tomar una decisión, en alguna parte de nuestra materia gris ya se ha producido esa decisión sin que seamos conscientes de ello, de ahí que se diga que, de alguna manera, las decisiones se toman en el inconsciente. La relación de este descubrimiento sobre el que aun se está indagando con el asunto del libre albedrío y sus consecuencias, no deja de ser una tremenda sacudida sobre lo que el hombre piensa de sí mismo y de sus actos.

Gracias por tu visita y por el apunte de la tilde que corregido queda.

 

es complejo el sistema cerebral,también pueden variar las decisiones del inconsciente, ya tomadas antes de realizarlas,según el estado en que se encuentren las neuronas, si están descansadas con el sueño ,o el sosiego, y las tomadas al momento...preciosas como siempre tus letras, no me he sabido explicar en el tema del inconsciente, no así tan de repente,quizás sí, más lentamente, o es que hoy estoy ausente,marga

 

Hola Jmacgar: Bello poema introducido en un berenjenal neuronal, yo con retraso, siempre pienso que somos un juez impotente
de esos actos que produce nuestra química y que unos segundos u horas mas tarde según reflejos, detectamos y aprobamos o rechazamos
de acuerdo con nuestra química; fuera de esto esta la química imaginativa, que es mucho imaginar, jajaja. Un abrazo. Amadeo.

 

Gracias Juan Ramón por compartir el interesante tema del destino y la estructura mística del cerebro humano.

Sobre el destino tuve el gusto de escribir pero en versos libres.

Y mis criterios son estos:

Como yo creo en el mundo espiritual por las pruebas que he tenido. Los rumbos del destino son dos:

1) Aquel que nace con el destino marcado porque desde el vientre de su madre recibió la señal que lo predestina.

2) Otros que no reciben la señal del más allá. Estos tienen el albedrío de ir marcando su propio destino.

¿Cómo saber a qué grupo pertenece?

En el poema yo doy más explicación sobre cada caso.

Un abrazo amigo

 

Pues muy interesante esto que nos dice Marah...
Y lo del libre o no tan libre albedrío da para hablar y dejar dicho... Antes se creía que era el Fatum el que nos trazaba el inexorable camino. ahora resulta que las neuronas van de por libre y mandando, y al final ¿qué nos queda a nosotros, pobrecitos cuerpos sin voluntad propia sujetos a los caprichos de los hados, de los unos o de las otras?
Pues que los susodichos te sean propicios, estimado Jmacgar.

 

Pues sí, Marga; apuntas un interesante aspecto cual es el de que las neuronas "deciden" también según su estado. Te mando un afectuoso saludo.

Gracias por tu comentario.

 

Gracias Amadeo. Muy interesante reflexión la que dejas. En cuanto a lo de química imaginativa pues no te creas que es un concepto tan improbable.

Un salduo muy cordial.

 

Te puedo decir, querida amiga poeta, que en caso de estar de acuerdo con alguno de esos puntos sería con el número uno pero no por que reciban una señal "del más allá" sino porque desde el vientre de su madre ya se está constituyendo un nuevo ser que por sus caractrísticas genéticas tendrá un caracter y una personalidad que le condicionarán en la vida.

Gracias por tu interesante comentario.

Un abrazo.

 

Juan Ramón, recibe mis felicitaciones sinceras
Tienes una capacidad asombrosa para transformar en poesía los temas más diversos, desde los complejos como este a los más sencillos y cotidianos como el de tu paseo con el perro que no recuerdo el nombre ahora pero que tanta gracia me causo.
En este espacio neuronal, en este universo de pensamientos, hechos y por haceres, es poco lo que puedo opinar y mucho lo que puedo aprender. Resulta didáctico por demás tu trabajo hermano.
Gracias por compartir tu poesía y tus conocimientos
Saludos
MANUEL

 

En medio de diluvios e inundaciones como seguramente estarás, Eratalia, y esperando que estés sana y salva, espero que tengas un ratito para ver esta cita que te hago respondiendo a tu comentario... ¡del 22 de febrero! (que falta de vergüenza tengo ¿no? pues como nunca es tarde si la dicha es buena y aunque no sea muy buena por esas tierras tan anegadas que hasta vidas se ha llevado por delante, quiero agradecerte este comentario que me dejaste y que es muy enjundioso a la par que lleno del humor que te caracteriza.

Yo, por mi parte, te deseo igualmente que te sean propicios los susodichos.

Un abrazo solidario para esa tierra tan castigada que hasta creo que la van a declarar zona catastrófica.

 

Tu poema me deja con un dedo en el labio, Juan Ramón.
Yo creo en la genética y en el entorno como únicos inductores ante la toma de decisiones. La primera porque predispone a la acción en base a determinantes bioquímicos derivados de la herencia. La segunda, por la información previa que condiciona y preestablece el criterio y los principios que lo conforman, en definitiva, por el grado de educación.
Nadie es libre del todo nunca pero particularmente me niego a caer en el sofisma filosófico del determinismo de Laplace, por poner un ejemplo notorio.
Conozco personalmente a Punset (la cita que expones es suya), con el que he mantenido charletas de corto recorrido sobre temas diversos copa en mano (ya no bebe ni agua). Es un divulgador científico que invita a la reflexión al socaire de consideraciones meramente especulativas no siempre confirmadas por la ciencia.
Sobre este interesante asunto que abordas habría mucho que hablar pero, claro, no es éste lugar para extenderse en tan delicado asunto.
Por lo demás, ya sabes que me declaro devoto incondicional de cuanto escribes.

¡Feliz Navidad!

 

Disculpas he de pedir, pues cité la respuesta del compañero Musador y no sé desfacer el entuerto, será que mis neuronas habían decidido ya esta acción.
Magnífico soneto, estimado Juan Ramón, es este. Pienso que, en última instancia, la libertad del ser humano es la que lleva a la elección de las opciones que no queremos, las que resultan más aborrecibles, las que nos sacan del estado de comodidad, incluso la de la propia muerte pasando por encima del instinto de supervivencia.
Lo dicho, querido amigo, un poema sensacional que he disfrutado.
Con mi abrazo.
Salvador.

 

Me he reído un poco de ti causa de esto, estimado Salvador. Una cita es un texto como cualquier otro, solo que precedido por QUOTE entre corchetes:

: puedes borrarla, como borras cualquier otro texto en tu comentario. Lo que me causa gracia es que, siguiendo con el hilo de tu razonamiento donde atribuyes el hecho a una decisión inconciente de tus neuronas, el borrarla sería duplicar el argumento: lo borrado, la negación, es característico del inconciente, ¿no? En ese sentido el entuerto es imposible de «desfacer»: los borrones son, en el inconciente, subrayados.

abrazo

 

Pues si ha servido mi error para sacarte unas risas lo doy por bien empleado, sé que te has reído conmigo, no de mí. Si el error puede ser inconsciente el intentar enmendarlo pienso que podría ser un acto voluntario y libre. Sin embargo también, en ocasiones, es un acto reflejo como ocurre cuando fortuitamente ponemos la mano en algo caliente al retirarla de inmediato. Te confieso que para mí este tema es como vestir una camisa de "once varas" pero, efectivamente, es como dices, intentar enmendar un error es reafirmarlo al reconocerlo como tal sea de forma refleja o no.
Recibe mi abrazo fuerte.
Salvador.

 

Somos conscientes de esa porcion inconsiciente que condiciona la trayectoria y evolucion de nuestras decisiones en funcion de nuestros pensamientos. En realidad cuestionar el tema del inconsciente que es mas aplicado a bases teoricas de la psicologia, buscando orientarlo a bases biologicas de la conducta en fisiologia neuronal, si bien es cierto que los fundamentos de la psicologia estan intrinsecamente relacionados con las bases de la neuroquimica, nos sigue quedando un abismo espeluznante de conceptos complejos que el hombre sigue buscando develar con arduas investigaciones.

Las neuronas son complejas por la maquinaria que forman conjuntamente con un sin fin de tipos celulares del sistema nervioso central. Asumir que las decisiones que tomamos están condicionadas por simple fisiología que no llega a conscientizarse o simplemente producida por circunstancias externas que repercutieron en las porciones mas intrinsecas de nuestro ser, es ofender la grandeza de la funcionalidad neuronal que nos permite ser capaces de la creacion del gran cambio en procesamientos neurales que estas pueden tener con el origen de un simple pensamiento.

Quizas crea que las neuronas determinan totalmente ciertos procesos neurales, pero es sorprendente la maliabilidad que estas tienen al momento de evocar un pensamiento, llevandonos a la cuestion ¿en verdad es un pensamiento inconsciente predeterminado?, ¿o quizas mi cerebro tiene la capacidad de modificar estos constantemente haciendo de mis pensamientos una esencia nueva fuera de aquella porcion que llamamos subconsciente?

Un fuerte abrazo, un placer leer sus buenos versos.

 

Buen poema para reflexionar.

Pienso que nuestra conducta está determinada por los genes, el ambiente y las leyes físicas. No existe el libre albedrío, desde el punto de vista personal, porque no podemos elegir a nuestros padres, ni el lugar donde nacemos, ni tampoco podemos alterar las leyes físicas.

Todo lo que sucede está determinado por una serie interminable de causas y consecuencias. Sólo la primera causa no está determinada. En cierto modo, la primara causa si puede actuar libremente en todas las personas, pero no tiene su origen en cada individuo.

Desde el punto de vista jurídico, sí somos responsables de nuestros actos cuando conocemos las consecuencias. Tenemos que cumplir las leyes para evitar el caos, aunque nuestra conducta esté determinada.

Ya sé que estos planteamientos resultan repulsivos a muchas personas, pero tenemos que aceptar que la conducta humana sólo es comprensible, y se puede mejorar, si aceptamos el determinismo.

Para terminar bien, te mando un poema que escribí sobre este tema.

ANOCHE SOÑÉ QUE VOLABA

Anoche me sentí libre
cuando soñé que volaba.
Ascendía sin esfuerzo,
como las nubes flotaba.
Ni la fuerza de la Tierra
mi libertad limitaba.
Me desperté entendiendo
que mi cuerpo no volaba…
Pero la primera fuerza
¡en mi vida se encontraba!
Descubrí que, en el fondo…
¡es verdad lo que soñaba!



Saludos desde Madrid.