Escalera de la sed

ESCALERA DE LA SED​

"Algo cruje; ciertamente algo cruje.
Madera o mundo o muerte ya cansada."​

-Max Rojas.​

No he podido morirme de esta sed
que desbordo…
No he podido sacarme los erizos
de mi garganta; mi lengua me estorba
mis ojos me salpican larvas y trozos de ladrillo.
No he podido llorar como se debe; desenvuelto,
pues como un espejo mis aullidos se enroscan
pues me duele la boca herida de neblina…

No he podido sanarme de este hueco en mi aliento
desde que mis dedos no paran de contar semillas.
No he podido tapiarme el corazón de cuervos
de asfixiadas libélulas, de caracoles, de quetzales.

No he podido estallar como un enjambre empapado
se me obstruyen los ojos;
mi voz que ya no puede…
Se me incendian los recuerdos torcidos
o me nacen alaridos de rota voz de cristal.
De rota voz de hielo, laberíntica…

No logro morirme de esta sed que se desboca
de esta sed que acribilla mis sentidos.
Que me cruje la boca y que me muerde todo el cuerpo
hueco desde los pulmones.
Que me deja un escarbado pozo mudo:
sin eco, con desencajado auxilio.
Me lo deja en todos mis huesos, en todas mis costillas,
en todos mis labios, ya no lo soporto.

Se me viene quebrando la sed en la garganta
se me viene tropezando en la escalera de la garganta
se me viene llenando de alambres y avispas y tornillos.
Me llega toda la sed a penitas como una golpiza de plomo
de viento, y de blando hierro en las rodillas…

Es por eso que vengo con los ojos tapados
y camino, con los ojos cubiertos con manos y ataúdes
de humo, de humo seco, de humo que arde,
de manos que no son mías
de sombras de manos que son de nadie
de bocas que gritan desde su crujido profundamente desolado;
abatido, que gritan estos oleajes que me parecen cenizas
que me exprimen todo el vértigo y me parecen desiertos
cíclicos, oxidados escorpiones que aúllan
y es por eso que vengo cubierto de escolopendras
y rendijas anocheciéndose y pájaros de polvo.

(…Largos pasadizos me recorren toda el hambre
me requeman mis huesos
me desgarran toda el alma sedienta sin fin).

Gracias por sus comentarios.

Firma: David Cañedo Mesinas.​

 

Impresionante poema, David: Realmente he disfrutado mucho leyéndolo y releyéndolo, intentando desentrañar sus sombrías, desgarradoras imágenes. Impresionante.

Gracias por compartirlo.

Un cordial saludo.

 

Va cargado hasta las cartolas de sequedad y asfixia. Se cobija en las entrañas con maestría oscura precipitando verso a verso a la agonía.
Excelente!

Saludos,

Palmira

 

Impresionante poema, me he quedado sin palabras... Bienvenido espero que sigas compartiendo para el deleite de todos
un saludo

 

Te he leído. Conoces las palabras, conoces la forma de darles vida y, a veces, muerte.
Quiero aprender de ti, leyéndote.
Quizá, si el influjo es muy fuerte, imitándote. No me avergüenzo.
Toda esa sed me provocas, con palabras justas; el significado que escoge mi propia memoria deja en tu tema un rastro de agobio.
Volveré a leerlo.