Niña tejedora

dulcinista · 26 de Febrero de 2016

Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016

esthergranados · 26 de Febrero de 2016

Hola Eladio!!! Ha merecido la pena la espera, me encanta el poema. Qué bonitas las imágenes que has puesto acompañando al poema y la que con tus palabras muestras. Me encanta este tipo de poesía!!! Un abrazo y gracias por compartirla

ropittella · 26 de Febrero de 2016

dulcinista dijo: ↑

Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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Otra joya de tu talento Mago Eladio,siempre disfruto de cada verso.Gracias por escribir amigo mío.Abrabesos en tu corazón ♥

Paloma PerezP. · 26 de Febrero de 2016

dulcinista dijo: ↑

Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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Muy bonito poema con muy bellas imágenes donde plasmas el encanto de una chiquilla y sus poderes para enamorar. Grato leerte. Un fuerte abrazo Eladio.

Jael Jadith · 26 de Febrero de 2016

Hermoso, un poema digno de su poeta, me encanta este estilo, disfrutado plenamente. Gracias por compartirlo. ¡Saludos!

Luis Prieto · 26 de Febrero de 2016

dulcinista dijo: ↑

Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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Cómo me alegra volver a leerte admirado amigo. Un romance en toda regla con tu excelsa maestría con unas imágenes que aún perduran mientras te escribo.
Un fuerte abrazo Maestro Eladio.

Eratalia · 26 de Febrero de 2016

Te echábamos de menos, Eladio.
Delicioso el poema que nos traes. Un placer leerlo.
Abrazos.

MARLEN RH · 26 de Febrero de 2016

Bella historia a hilado usted señor Eladio, siempre es un placer leer sus letras, muchos besos, buenas tardes.

Lourdes C · 26 de Febrero de 2016

dulcinista dijo: ↑

Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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Eladio, qué alegría volver a leerte. Este poema es muy hermoso como todo lo que tú escribes. Las imágenes son muy bellas y a la par de la musicalidad en cada verso hacen de tu poema una joya. Te felicito. Saludos y Bendiciones.

Jorge Lemoine y Bosshardt · 26 de Febrero de 2016

La calidad divina del arte excepcional, brillante.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

lomafresquita · 26 de Febrero de 2016

dulcinista dijo: ↑

Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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Ayyy Eladio, tus bellísimas letras tejen los sueños más vivos, mejor labrados por la imaginación del corazón, en consonancia con lo natural y transparente,... me han encantado, mi dulce y querido amigo, te echo de menos...muááááácksss....

Elisalle · 26 de Febrero de 2016

dulcinista dijo: ↑

Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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Fluidez. Una historia simple y hermosa. Cómo admiro esta poesía, así como rapidita, pero que se comprende
y va quedando queda verso en el pensamiento. Saludos Dulcinista.

Darkness.cl · 26 de Febrero de 2016

Una escena que vívida emerge en la expresión de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Siempre Geralda · 26 de Febrero de 2016

dulcinista dijo: ↑

Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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Amigo Eladio, que rico volver a encontrar tus bellos versos! Un gusto acercarme a disfrutarlos. Abrazos y mil bendiciones!

minoviosellamajesus · 26 de Febrero de 2016

poco te había leído, pero al ver éste ahora solo puedo decir: te admiro,marga

Daniel Borrell · 26 de Febrero de 2016

¡Magistral romance! El telar de los versos hila finamente la trama de su poema con un desenlace maravilloso a cielo negro. Un placer pasar por la inmensa y profunda belleza de su poesía, reciba mi más cordial saludo.

MARLEN RH · 27 de Febrero de 2016

dulcinista dijo: ↑

Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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liliana leoni · 28 de Febrero de 2016

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Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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Que alegría volver a leerte y con mucha admiración a tus letras, me gusto mucho amigo, un besote con todo mi cariño.

dulcinista · 1 de Marzo de 2016

esthergranados dijo: ↑

Hola Eladio!!! Ha merecido la pena la espera, me encanta el poema. Qué bonitas las imágenes que has puesto acompañando al poema y la que con tus palabras muestras. Me encanta este tipo de poesía!!! Un abrazo y gracias por compartirla
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Gracias Esther, querida amiga, llevaba tiempo sin escribir, y me ha salido esto. Un beso.

Luis Delamar · 7 de Marzo de 2016

Hola, Eladio: ves que aunque algo ligero de equipaje, ando de vuelta por esta querida casa, y además, hoy con la suerte se hallar este tremendo romance, que me dejo sinceramente maravillado.
Un lujo de reencuentro, mi amigo, todo un lujo.
Abrazo.

Alma Soñadora ! · 27 de Abril de 2016

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Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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Y así se valabrando el destino de las personas cada una con su propia historia, un cálido saludo y mucha luz para ti Dulcinista. Muchas Bendiciones.

Alonso Vicent · 28 de Abril de 2016

Pues tejiste un soberbio romance, Eladio. Se aprecia hasta el colorido que la niña hilvana, entre sol y luna... pero al acecho sigue la vida, sin importar edades.
Tiempo sin verte, compañero, pero allá va un abrazo entre canciones.

Luis Adolfo · 28 de Abril de 2016

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Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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He disfrutado de este musical poema tan bien elaborado.
Felicidades, Eladio
Abrazo

Sofía Valera · 28 de Abril de 2016

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Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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Lovestory · 6 de Mayo de 2016

Hola Eladio,muy musical tu poema.Me gustan las imágenes que evoca,un abrazo.María.

Valen_Tina · 7 de Mayo de 2016

¡¡Fantástico romance Eladio!! para esa niña y su telar y los peligros que acechan. Siempre consigues esa cercanía con el lector en todos tus versos.
Un gran placer leerte de nuevo
Abrazos Poeta

poetaroja · 7 de Mayo de 2016

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y al espadachín de negro
con su mirada vigila.
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Me gusto mucho sobre todo la rima.

Saludos

Amartemisa · 18 de Mayo de 2016

Un placer volver a leerte. Siempre admiré tu pluma.

Mac. López · 25 de Mayo de 2016

Tejes bonito tus versos mi estimado poeta, saludos.

Maldonado · 9 de Junio de 2016

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Enfrente de una ventana
hila que te hila la niña,
los pájaros son azules
y las flores amarillas.
Sobre cada hilo que teje
nace un pedazo de vida;
aquí su hermano pequeño
y allá su madre querida.
Su padre labra la tierra
desde que amanece el día
con el arado y la mula,
con el sudor que le brilla
perlado sobre la frente
como un agua cristalina.
Los colores resplandecen,
desde la tela la miran
y desde el hilo trenzado
la luna y el sol titilan.
Cielito, si el mismo viento
parece desde la orilla
del río, que se detiene
a mirar a la chiquilla.
Cielito y cielo, las nubes
se acercan como a escondidas
desde el norte tormentoso
con su viento y su neblina.
En la esquina de la tela,
la derecha, en esa esquina
un hombre con una espada
el brillante filo afila.
Y en la otra parte, la izquierda,
hay un león que la mira
y al espadachín de negro
con su mirada vigila.

Eladio Parreño Elías

21-Febrero-2016
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Tiempo que no te leía Eladio, lamento el tiempo perdido, bellos tus versos. Saludos cordiales.

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