No insistan en hablar de amor.

Miró el niño a su alrededor, sintió el niño el viento fuerte y frío congelarle las orejas, escuchó el niño las maldiciones de sus viejos, gritó el niño el sinsentido de la guerra, sintió el niño el impacto de la metralla, lloró el niño el dolor de la muerte, susurró el niño "No insistan en hablar de amor", calló el niño su sufrimiento, escapó la cosa de la humanidad.

 

Alberto, sin lugar a dudas, nuevamente, buen trabajo. El niño y el adulto en conjunto, han dejado evidencia de habalr de amor y de sufrimiento.

Saludos.

 

Una dura historia para un pequeño Ser. Inmenso el drama que viven esos niños... sin palabras.

Un abrazo,

Palmira

 

Es que cuando niños sabemos a lo que hemos venido, pero también el odio tiene sus misiones que cumplir... Tal vez algún día se quede tan solo que no le quede más remedio que convertirse en niño nuevamente
Excelente prosa
Gracias por compartirla. Abrabesos

 

Me gustó mucho, aunque encuentro que tu escrito se hubiese visto mejor narrado en verso, por sus anáforas y frases cortadas. Un relato corto debe fluir, como cuando conversas con alguien, con naturalidad y tu relato es muy bello, además de ser muy poético, pero no tiene un remate como historia.
Apelas al sentimiento, y consigues tocar esa cuerda, cuando es leído.
Mis felicitaciones y espero que mi comentario no sea tomado a mal.
Rodrigo del Río

 

Gracias a todos, en verdad me alegra mucho que les haya gustado.

Saludos.

 

Rodrigo del Río, gracias, es bien aceptado tu comentario.
Quizá su potencial redactado de otra forma fuese mayor, pero fue una de esas veces (que creo a todos les pasa) que escribes casi presa de los trazos de la tinta sobre el papel. Bueno, fue un pequeño lapsus de escritura "involuntaria", cuando sólo puedes escribir; sin sentimientos, sin motivo, sólo haces lo que debes.

 

Muchas gracias.

 

Los niños: víctimas de las guerras sin sentido. Un placer leer y dejar mis saludos cordiales.