1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Jugando con Belcebú

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por mrkero, 21 de Mayo de 2016. Respuestas: 9 | Visitas: 1451

  1. mrkero

    mrkero Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    2 de Febrero de 2013
    Mensajes:
    7
    Me gusta recibidos:
    5
    Cuento del Libro Independiente: Pintando Sombras en un Mausoleo.
    Autor: Leyla Karina Espinosa Yada.
    Derechos de autor: SI.
    Publicacion: 2 de Mayo del 2015

    ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Jugando con Belcebú


    Elena se sofocaba, no respiraba, la depresión la esclavizaba, sus lágrimas caían y nadaba en ellas, insegura de su vida, se quería morir.

    Buscaba volar, quería ser feliz. Esperaba a alguien que pronto llegara a salvarla.

    Así se revolcaba en su cama cada mañana, con el café oxidado de semanas atrás, el desorden de cada parte del departamento que como era de esperarse era igual que su mente, o quizás, su mente era peor, pues giraba en un espiral lleno de ira, remordimiento, desilusión, en pocas palabras, un alma que solo se vivía soñando con ser perdonada por Dios. Era evidente que su soledad era absoluta, desde que de casa salió con una maestría en contador público tras dejar a sus padres adoptivos que le dieron todo y murieron unos años después, la que heredo todo fue su hermana que si era sangre de ellos. Elena nunca reclamo nada, no a su hermana ni a sus padres, creyó en su herencia que era la educación que le abrió, aunque sea una puerta en una modesta oficina.

    Su rutina era peor que su soledad. Pero al menos le ayudaba a consolar los recuerdos que cargaba. Lloraba en silencio desde su pequeño cubo.

    Una noche de febrero, una noche fría que reflejaba miedo, con las calles oscuras y lluvia errante. Elena tiritando buscaba apresurada su llave, quería llegar a su departamento, sentía tanto miedo y pavor que no pudo más, en una respiración profunda algo le desconcertó, algo que no estaba bien, el ambiente era pesado he inesperado.

    Ya había perdido todo ese mismo día. La corrieron de su trabajo, tras atentar con su vida en la cafetería, sus padres ya eran historia, penaba por sus amigos, y se moría en su propia alma.

    Poco a poco se alejó del portal de la fachada, sabía que algo sucedía y ciertamente sabía cuál era su destino. Corrió hacia aquel parque oscuro que le rodeaba de recuerdos sangrientos, donde cada hoja que caía le hacía recordar cada gota de sangre que vio llover, los cuervos eran recuerdo de los ojos que vio arrancados e ingeridos, todo le recordaba la muerte, pues ella ya era parte de aquella dama siniestra.

    Se sentó en una de las sillas de metal, fría, alejada del lumbral. Veía los árboles secos y amargos tras el paso del invierno, las ranas del pequeño estaque y las luciérnagas le provocaron llorar.

    Su mente viajo y recordó aquel día del mes de diciembre que vio por primera vez al que sería su amor, su ilusión prohibida y compañero.

    Aquel día escucho una voz amigable y varonil, en esa misma silla del parque, en un día soleado, amante del viento y fresco:

    -Hola, ¿Qué tal?, me llamo Paul.

    Le pareció alguien atractivo, extrovertido, esa persona que le sacaría de su soledad. Por un momento vio esos ojos negros, piel morena, delgado y de mediana estatura. Ella desconcertada pero feliz le respondió:

    -Hola, soy Elena.

    Paul sonrió y dijo:

    - ¿Cómo estás?, lo siento por mi imprudencia, pero no sé, necesitaba hablarte.

    Elena estaba toda sonrojada, no entendía, como se atrapo en su mirada.

    -Bien, ¿y tú? Dijo Elena a voz tenue.

    -Bien, aunque algo apurado, tengo que ir al trabajo, ¿me podrías dar tu numero?

    Ella accedió, burla de la inocencia, pero que esperaba si era sumisa a las órdenes, o eso le pareció, no quería ser grosera. Elena ingenua y tonta, toda idiotizada, en una hoja del cuaderno que tenía repleto de números se lo dio. El poco a poco se alejó. Pero como una sombra hostil no lo sacaba de la mente.

    Al poco tiempo él la llamo, se empezaron a frecuentar poco a poco se formó un amor. Tenían una misma pasión, la tragedia. Recordó como hablaban casi diario, las risas, las miradas que compartían al verse, su sueño dorado.

    Pero también su memoria viajo a un día marcado, el día de su cumpleaños, ella ni idea tenia de su existencia, pues había olvidado tan importante fecha y no lo recordó hasta que, en el portal del edificio de departamentos, vio a sus tres grandes amigos: Robert, Julieth y Sally, tres amigos que conoció en su carrera.

    En su laguna de recuerdos toco otra vez esa sonrisa que sintió al verlos:

    -Hey, ¿qué hacen aquí?

    Sally respondió:

    -Por tu cumpleaños, ¿será?

    -Lo he olvidado- contesto Elena apenada.

    -Vamos, quiero un café. - dijo Robert sonriendo.

    La cafetería más cercana se encontraba a unas cuantas cuadras, reían y recordaban, cosas de la carrera. Al llegar Elena comenzó a hablar:

    -Conocí a alguien.

    Se quedaron en interrogante, hasta que Julieth dijo:

    - ¿Quién es? Me sorprende.

    -Se llama Paul.

    Se rompió la tensión, pues a Robert se le cayó la sal en el café, como mala suerte que le perseguía.

    Las risas le hicieron la mirada de oro, esos recuerdos de alegría le refrescaron el alma que ya se encontraba podrida.

    Regreso a ese fragmento de memoria:

    -llevo tiempo hablando con él, me hablo en el parque que está en frente de mi departamento, me gusta mucho, pero a veces tiene ideas raras. Dijo Elena con la mirada caída.

    - ¿a qué te refieres? – pregunto Robert.

    -Tiene ideas acerca del ocultismo, cree en la magia, y lo último que me conto me desconcertó algo, dijo que quería entrar en un grupo satánico.

    El silencio fue crudo y cruel. Hasta que Julieth que creía en lo paranormal quizás de una manera obsesiva, pero sin perder la razón, le dijo preocupada:

    -Aléjate de él, es mejor, tu alma vale más que un amor que quizás será temporal.

    Elena respondió:

    -veré que are con él.

    Sally algo inquietada dijo:

    -Si de verdad le quieres, y te preocupa, dale a escoger. Tu o esos grupos. Si te escoge a ti le aras bien, y si no bueno pobre de él.

    Quedo convencida de esa idea y el día que lo vio antes de cualquier palabra de amor, le puso esa protesta que Sally le sugirió. Paul la miro a los ojos y dijo:

    -Sí, entiendo, elegiré lo que de verdad me ha hecho feliz y lo que tanto quiero.

    Elena bajo la mirada y en su mente lloraba al pensar de la manera más pesimista.

    -Te escojo a ti, tú me has cambiado. -dijo Paul sonriendo y animado

    Elena sonrió y antes de que pudiera decir una palabra él la beso tiernamente, respiro ese aire hipnótico, fue feliz, sonrío para ella, él era el amor.

    Paso el tiempo, él era más dulce cada vez le demostraba el amor en dibujos y una que otra flor. Pero eso no vasto, no, no era amor; él empezó a cambiar, la luz se apagó, esa luz que duro 3 meses, tan breve pero fuerte. Ella lloraba, su melancolía la atrapaba, soñaba con ver a Paul, pero el que amo, no al indiferente y frio que se volvió.

    Un día él le dijo en una llamada, una sugerencia como carácter de amor y reconcilio:

    -Cariño, quiero que vengas conmigo iremos a un viaje corto de sábado a domingo, solo tú y yo, ya tengo todo listo.

    Como era de esperarse Elena se emocionó.

    Tonta e ingenua, creyó en él, tan estúpida y ciega.

    Al día siguiente Paul pasó por ella al departamento. En el camino ella pensó que al fin sería esa petunia, dueña de un solo dueño, ya no lloraría con su inseguridad que la atormentaba. Pero aceptaba que era tan cambiante, pues su anhelo de amarlo a entrega no coincidía con su pensamiento, soñaba con Tristán e Isolda, pero pensaba en el amor como algo repugnante. Moría por comer ese fruto prohibido, comía ansias por tocar lo repugnante según ella.

    Paul la interrumpió de sus pensamientos, tomo su mano mientras manejaba:

    -Cariño, este viaje es muy especial para mí. Cerró las puertas del carro. Te pido que confíes en mí.

    Elena dudando, pero terca dijo que si, su siguiente error.

    Llegaron al poco tiempo se instalaron pusieron una pequeña tienda, una fogata que prendieron y hay quedaron abrazados por un rato descansando. Ella le pregunto a su “hombre perfecto”:

    -nunca te alejaras de mi

    Paul respondió dándole un aliento:

    -no vida mía, ya eres parte de mí, dejarte es dejarme morir

    Elena se quedó en ese sueño abrazada a la persona que amaba ciegamente, pero estúpida.

    Un ruido la despertó algo así como un chillido, busco a Paul él, ya no se encontraba a su lado grito su nombre y el respondió:

    -Aquí estoy amor no te alteres

    Le tomo del brazo saliendo de las sombras, sonreía.

    Elena alcanzo a ver cinco sombras alrededor, un chillante y desgarrador lloriqueo infantil la despertó de su idiotez levanto la mirada, Paul conocía a esa gente los saludaba y le invitaban a pasar la noche con ellos, apretaba fuerte la mano de Elena la lastimaba, pero ella ya no sentía su brazo estaba aterrada.

    Poco a poco las lágrimas le comenzaron a caer. No entendía el fin de ese sacrificio, no entendía como moría una criatura inocente, tiritaba, mientras el resto reía. Bailaban las sombras, ella no podía creer tanta sangre saliendo de ese capullo ¿y su amado?, eufórico, gritando y bailando. Elena estaba en la boca del lobo, la manzana podrida de su querido Paul la veía como fiera a su presa.

    El pobre trago saliva y trato de sonreír para no ser la próxima víctima, dijo las palabras forzadamente, esas palabras que le quedaron grabadas ¡Belcebú ven a mí! entregando esa alma inocente y él bebe poco a poco se consumió. Como salvajes todos empezaron a comer pedazo a pedazo del pequeño ser, los cinco satánicos y Paul le entregaron algo viscoso, el cerebro de la cría ya muerta, paso saliva no creía lo que pasaba, pero no tenía otra opción, accedió.

    Con repugnancia Elena comió el primer trozo. Su cuerpo lo rechazaba era tanto el asco que al primer bocado el estómago con retortijones no lo acepto, al instante lo vomito.

    -Poco a poco te acostumbraras. -dijo Paul sonriendo y serio a la vez ya sin máscaras, ya sin disfraz el verdadero Paul.

    Ella solo asintió con la cabeza. - Pensando “maldito enfermo”.

    Paul comía los ojos, masticaba poco a poco se veía como ese órgano viscoso que crujía en cada mordida, otro la piel que, despellejada, algo dura pero que él tragaba, uno más los intestinos entre la sangre y así fueron dividiendo al bebe. Como una carnicería. Todos manchados de sangre pura.

    De uno del arbusto comenzaron a surgir ruidos alguien se escondía ahí, un anciano, que tenía la misma mirada que Elena aturdida, sin comprender semejantes alaridos. La mirada del anciano se cruzó con la de ella, él la miraba con horror. Elena era la única que entendía al vejestorio mientras los otros sonreían.

    Paul y un colega tomaron al anciano mientras que Harry hacia un pentaculo en el estómago del pobre, con la sangre coagulada del bebe.

    Como fieras los seis saltaron sobre el vejestorio.

    - ¡ten, abre el estómago o te mataré!

    Harry le grito a viva voz a Elena.

    - ¡Haz lo que él te ha dicho o yo mismo le ayudare a matarte!

    Grito Paul destrozando el corazón. Elena lloro, pero cumplió con el pacto, primer paso para hacerse de ellos. Clavo el cuchillo, la sangre salía como rio y los alaridos de la boca de viejo.

    - ¡corta el intestino y dámelo! Grito el gran Harry, mostró sin alma líder de aquel grupo enfermo.

    Elena lo extrajo no podía creerlo mato a aquel anciano.

    Jeison se fue subiendo a un árbol enrollo y amarro bien parte del intestino, mientras que Paul aparraba el otro extremo en el cuello del anciano. Era de lo peor, el anciano estaba colgado con su propio intestino, y así rolaba en cuerpo con el viento, caían enormes gotas de la hazaña de Elena.

    Empezó el clímax y Paul le dijo:

    -amor mío lo hiciste no quería decirte, ya estás conmigo eres parte de mí y pronto serás parte de Él.

    Kevin uno de los satánicos dijo:

    -Paul, tú ya completaste, ya es seguro, eres uno de nosotros, pero a Elena le falta algo más, lo mismo que tú, entregar a alguien más a nosotros.

    Ella abrió los ojos, reacciono sabía que eso engañar a alguien y esclavizarlo, así como Paul lo hizo con ella, entregar el alma como Paul lo hizo. Harry le interrumpió:

    -Escúchame, si no metes a alguien más tendrás 3 días. En cada día que no atiendas a Él alguien que quieres morirá. Y si te niegas Él te matara y tu alma nos alimentara a nosotros como castigo eterno.

    Harry se acercó a Paul algo le dijo y desolado movió la cabeza, como fieras los cinco se le abalanzaron; bestias salvajes la violaron.

    Llego la madrugada. En el camino Paul le confeso algo a Elena que le hizo desquebrajar lo poco que le quedaba de ser:

    -La verdad te mentí y te traje aquí para salvar a Melani la mujer que de verdad amo. Así que has lo mismo que yo y nadie morirá.

    Elena llego a su departamento, llorando, quedo sola en su cama aturdida sin comprender ni una palabra, sugirió que solo era algo iluso, sin sentido, que quizás solo se trataba de algo psicosomático, de algo que quizás se podía resolver con solo no pensarlo, decidió ignorarlo lo más que pudo y dormir.

    Comenzó la pesadilla a erizarle la piel, podía ver en la punta del edificio una pequeña sombra, huyendo, gritando por clemencia y piedad, algo lo acosaba, se miraba el pánico en sus ojos, la sangre le goteaba ya no era pasajera de sus venas, era Robert, una sombra lo perseguía no era un hombre si no un perro fiera grande y salvaje representación de Belcebú. Fue tanto el pavor de Robert que se desplomo por los aires acariciaba el viento por unos segundos, por unos segundos, fue libre. Vio los ojos de Robert rogando a Dios la gloría del cielo, dejando su agonía injustificada.

    Elena despertó despavorida, trato de calmarse llamo a su amigo Robert en cual le respondió seco y cortante:

    -Hola

    - ¿Cómo estás? - pregunto Elena.

    -Bien, solo con algunos escalofríos, ayer me falto un medicamento y no pude conciliar el sueño.

    -Pero ¿estás bien?

    -Si necesito irme adiós.

    Sabía que Robert padecía de paranoia. Respiro de alguna manera, su amigo estaba vivo

    Siguió su rutina común tras un trabajo agotador, pero al terminar el día volvió a llamar a Robert:

    -Hola

    -Hola ¿Qué quieres? - Respondió Robert algo agresivo.

    -solo quiera saber cómo estabas- dijo Elena algo molesta.

    -Bien, estoy ocupado, tengo una cita, esa mujer es como una Diosa, mañana te cuento.

    -bien. - colgó Elena con una sonrisa, su amigo buscaba el amor.

    Esa noche soñó con Sally que acudía a un lugar creyó ver un letrero que decía: se solicita contador, buen dinero en tan poco tiempo. Sally se introdujo, pero al llegar no vio nada solo un golpe seco que la noqueo, despertó ataba con unos fajos de dinero en el bolsillo era demasiado pues casi le desbordaba del pantalón, pero eso tenía un precio, necesitaban sus corneas que arrancaron unos salvajes dejando dos huecos, la sangre chorreando. La dejaron ir, camino como pudo, pero solo llego al portal de un parque, una farola la iluminaba, se veía su cuerpo casi intacto, solo los ojos estaban estropeados, pero no pudo más, ahí regalo su último aliento a un soplo infernal. Elena vio por segunda vez a un lado de Sally a ese perro negro.

    Elena despertó exaltada, pero sin preocupación, pues su sueño pasado no se realizó. Preparo un café y encendió el televisor. Desgarradora noticia que recibió por los noticiarios:

    “un joven de aproximadamente 26 años salto del piso más alto del hotel “hogar español” terminando con su vida, la gente está impactada, la sangre salpico todo el lugar, en la cámara de video del hotel, el sujeto sale hablando solo, se conoce que el individuo tenía desórdenes mentales respondía al nombre de Robert. Estas son las noticas con Claudia Rojas”

    Cayó la taza, su piel era blanca y no respiraba, “es real”, “es real” se decía en su mente. La interrumpió el teléfono era Sally:

    - ¿Has sabido lo de Robert? - Decía llorando y acelerada

    -Sí, ¿Dónde será el entierro? – aun impactada

    -En el cementerio “alma libre”.

    -Estaré ahí. - no tiraba ni una sola lagrima

    Saco su ropa negra y acudió a tan triste lugar.

    En el entierro se veía a la madre de él llorando, las almas desgarradas, tenía una gran capacidad de socializar, por consecuencia fue un entierro muy motivados con mucha gente. Después de despedirse de Robert las tres amigas de la carrera del difunto se fueron al departamento de Elena. Ella estaba casi muerta.

    Estando las tres en la sala Elena empezó a hablar aturdida, pero confesando la verdad:

    -Perdón, todo es mi culpa

    - ¡Qué dices no sabías que se iba a lanzar! - dijo Julieth con gritos

    -Es mi culpa no debí a ver salido con Paul, el me metió en esto.

    Las dos se quedaron impactadas no entendías la explicación de Elena.

    Ella empezó a decir lo que había visto, la sangre, el anciano, él bebe, todo lo que sus ojos vieron hasta los sueños

    Julieth se levantó enfurecida con disgusto y un coraje inmutable:

    - ¿Qué dices? ¿Por qué no dejas a Robert? ¡El murió!

    Elena se quedó en blanco, no comprendía el carácter de Julieth que escupía fuego en cada palabra, haciendo añicos el alma de Elena, pero la comprendía es el miedo a la muerte, a lo desconocido, lo que acosaba su alma. Julieth interrumpió los pensamientos de Elena:

    -Me largo.

    Sally con duda y nervios ante la pelea salió casi corriendo con miedo y desolación.

    Tocaba las estrellas del horror, bailaba con la muerte, tragaba el aire del dolor puro, el corazón acelerado y las lágrimas negras de desolación. Se sentó en un escritorio tomo una pluma negra y escribió estas palabras:

    Mi mano tiembla ante la ansiedad perpetua, entre la seguridad y la oscuridad, no sé qué me pasa tengo esa ilusión que tomes mi mano frenética. La agonía, me abraza como dama única, dueña de mi corazón. La descripción es peor que la muerte, lloro. Nada cesa solo el silencio de la voz que adoraba. Tu recuerdo está tentándome al dolor a ese dolor más fuerte que la agonía.

    Eres parte de lo que ya no quiero, te regalo mi alma, ya no quiero más, ni el soplo del viento me da vida, ya la tomaste y estrujaste ya está más que podrida.

    Por qué te fuiste así, porque dijiste esas palabras, si no las hubieras dicho, los dos estaríamos buscando un cielo en la vida y después de la muerte.

    Por qué te mofas de mí, extraño la brisa de ayer, de antes de conocerte, infierno vivo eso eres.

    Se quedó con esas palabras; la pluma dejo de hacer su poesía negra y melancólica; lloraba desgarradoramente hasta que se quedó dormida.

    Esta noche no tubo pesadillas, no tenía idea solo un sueño profundo, que la llevo a tocar los mares. Despertó a la una de la tarde con una llamada, Julieth estaba al otro lado de la línea:

    -quiero que me acompañes a tomar un café

    -si. - dijo Elena creyendo que ya respiraba

    Salió, se encontró con Julieth en el parque de enfrente, fueron a un café distinto, pues el que estaba cerca tenia sombras de recuerdos dolorosos.

    Encontraron un café cerca de una clínica. Julieth algo nerviosa comenzó a hablar:

    -Te hice una cita con el médico, me preocupas

    -Con qué clase de medico. - pregunto Elena

    -Un psiquiatra, no estoy insinuando nada, no estás loca, solo necesitas mejorar tu salud mental yo ya he ido con esa doctora, es buena.

    A Elena no le parecía la idea pero que más hacia, vivía en su mundo de complacencias ajenas así que sonrió y dijo:

    -Si es buena idea

    -Genial será a las cuatro de la tarde, tienen su consultorio privado en la clínica de aquí alado. Por eso te invite y se me ocurrió este café

    Elena sonrió, y al poco tiempo fue con la doctora su nombre era Liza Vidal. En la sección Elena empezó a hablar:

    -Mi amiga, me saco una cita con usted, pensó que me podía ayudar

    Elena le conto toda su historia con detalle, explicando cada suceso hasta los sueños. La Doctora Liza Vidal la miro a los ojos y le resto un medicamento para controlar sus ansiedades era un medicamento que la dormía alrededor de 12 horas. Y le pidió que viniera al siguiente día.

    Elena recordaba y analizaba y se dio su mente a explicar los hechos:

    Esa noche murió Sally al fin la pesadilla de Elena se hizo real, pero no exactamente caminaba por la vereda oscura y amarga, con lluvia fuerte, de repente resbalo se había lastimado el tobillo, un anciano le ayudo a levantarse, se paró apenada y el señor siguió su camino. Sally también hizo lo mismo hasta que llego al edificio donde vivía Elena Se quedó viendo al departamento no sabía si era conveniente hablar con ella, más bien no sabía si quería, se quedó meditando un momento hasta que en voz baja dijo “estúpida”. Siguió su vereda hasta que salió una sombra que le dio ese golpe seco y arrastrándola la llevaron ahí donde se le quitaron las corneas y dejaron los fajos de dinero. Tal como el sueño se quedó en el portal del parque de enfrente del edificio donde vivía la “estúpida”. Sally yacía muerta en ese lumbral ya no podía ver ni sentir, su alma ya estaba fuera de ella belcebú no posee esas almas a menos de que Dios las juzgue mal y eso paso con Sally su historial de asesinatos su segunda vida, su vida de asesina. La policía aún no daba siquiera con su nombre, mantenía muy bien esa doble vida. Sally recordaba cada suceso antes de entregarse a Belcebú, pero el más impactante fue el último cuando mato al hijo de una amiga suya, su amiga Anais borracha y prostituta que un día dejo a Sally al cuidado de ella en su casa, llego con tanto alcohol que ni se acordó de ello solo despertó con el cadáver asfixiado de su hija.

    Las noticias le sentaron otra vez a Elena otro funeral al que tenía que ir, lloraba sin control, pero no se sentía inútil veía todo como acuerdo del destino. Era tan egoísta que ni un pésame le dio a la madre de Sally solo lloraba, y de ahí se fue con su nueva amiga la doctora, le explico lo que sucedió como vio a Sally en sus sueños y como la encontraron y de más.

    La doctora ya le recorría el miedo en las venas pensando que quizás Elena era la perpetuadora de los homicidios pidió un momento a su paciente y salió del consultorio para llamar a la policía.

    En la jefatura pidieron sus huellas, su ADN y de más, pero nada, no le encontraron nada, se quedó el ultimo día en la cárcel estaba nerviosa, regreso a casa y pensando que todo era agua pasada volvió a su trabajo, pero esa sombra la acosaba llego a la cafetería donde tomo un cuchillo su jefe se lo quito y de un empujón la corrió pues desde hace tiempo ya no era esa trabajadora de oro desde que Paul llego a su vida. No sabía qué pasaría con su amiga Julieth ya no le importaba.

    Pero sin embargo ella ya algo sospechaba y había acordado ir con una curandera esa misma noche, la curandera le escucho y nada más. Pues dicha mujer era de ese grupo de satánicos que Elena nunca vio por ser dueña de otro papel.

    Pobre Julieth su cuerpo era digno de un desaliento, sus brazos cercenados he introducidos en la boca, la ausencia de los dedos índices que se encontraban en los orificios de los ojos, la clásica cruz invertida hecha con cenizas en el estómago, o eso es lo que la policía encontró de ella. La curandera huyo al igual que el grupo del que ya pertenecía Paul.

    Todo le había llegado a Elena como noticias de tragedia ella ya no soportaba por eso ese mismo día atento con su vida en la oficina, sabía que ya estaba lista, ya sus recuerdos le habían sofocado, ya era hora del adiós de entregarse a Belcebú, pero lloraba sin parar no quería ser parte de Él quería ser de Dios, pero ya era tarde había tomado su decisión, rezaba y rogaba por su alma mientras que caminaba de regreso a su departamento.

    En el portal volvió a sentir esa sombra andante ya era hora, seguía rezando mientras lloraba y se moría por dentro. Belcebú llego a ella y solo cerro los ojos recordó la mirada de Paul, su amor, que se pudrió y que nunca volvió.

    Despertó en un cuarto blanco, acojinado, viendo a Belcebú por todos lados Dios intervino por ella, pero no pudo recuperar su alma que ya tenía la marca solo la pudo dejar vivir en su miseria en un hospital psiquiátrico viendo a su nuevo dueño por todos lados, Belcebú.

    ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    P.D: cualquier sugerencia u
    opinion sera muy bien recibida.

    ---------------------------------------------------------------------------------
    Muchas gracias por su atencion

    atte: Leyla Karina Espinosa Yada.
     
    #1
    Última modificación: 7 de Julio de 2016
    A Martes_13 le gusta esto.
  2. Botón de Apagado 4233

    Botón de Apagado 4233 El botón de apagado

    Se incorporó:
    21 de Mayo de 2016
    Mensajes:
    19
    Me gusta recibidos:
    7
    Género:
    Hombre
    Vaya... Es... ¡es muy bueno! Has conseguido que en un principio me sintiera tranquilo, en plácido sosiego con tu descripción del parque, del hombre, primero desde una perspectiva tan inocente... Y, finalmente, has conseguido que las tripas se me revolvieran con extremada virulencia (imagino que no he de eludir a ninguna parte en especial para hacerme comprender xD) Realmente siniestro, asqueroso, pero muy poético. Has superado todas mis expectativas tratándose de un foro de aficionados y, cuyo caso es el mío, de adolescentes tonteando con un teclado y falta de capacidad de cohesión textual xD.
    Enserio, muy muy bueno, realmente delicioso (no la comida de los satánicos, por supuesto jejeje). Una objeción si he de prestarte: cuidado con la ortografía. Yo, personalmente, considero de especial importancia hallarme frente a un texto gramaticalmente correcto al completo para que la lectura sea ininterrumpida. Conviene siempre revisar dos veces antes de publicar.
    De nuevo, ¡Bravo!
     
    #2
    A mrkero le gusta esto.
  3. Botón de Apagado 4233

    Botón de Apagado 4233 El botón de apagado

    Se incorporó:
    21 de Mayo de 2016
    Mensajes:
    19
    Me gusta recibidos:
    7
    Género:
    Hombre
    Por cierto, releyendo el relato he caído en esto: es un pentáculo, un pentagrama son las líneas en que se escriben partituras musicales jejeje
     
    #3
    A mrkero le gusta esto.
  4. mrkero

    mrkero Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    2 de Febrero de 2013
    Mensajes:
    7
    Me gusta recibidos:
    5
    Jajajajjaj tushe jajjajajajaja XD mis errores de dedo a veces están bárbaros ... Mil gracias por tu opinión la aprecio mucho , iré mejorando en eso mas en el segundo libro. Amo este genero, y estoy entregada a él. Y es muy difícil encontrar critica fuera de: "que asco" o de frases como: ¿por qué no escribes mejor de amor? Por lo menos aquí en mi ciudad.
     
    #4
    A Botón de Apagado 4233 le gusta esto.
  5. Botón de Apagado 4233

    Botón de Apagado 4233 El botón de apagado

    Se incorporó:
    21 de Mayo de 2016
    Mensajes:
    19
    Me gusta recibidos:
    7
    Género:
    Hombre
    ¡Que no te preocupen los "qué asco"! Debe preocuparte la entonación con que éstos son dichos. Por mi parte, me han dado bastante asco algunas partes del relato, no te diré que no xD, pero no un asco mundano y banal, no. Es un asco muy bien conseguido, es un asco que yo no sabría provocar, y eso debería enorgullecerte, pues no es más que el resultado de una fina colección de recursos retóricos y juegos de sensaciones repleta de armonía y labor. Luego, sabido es, está el "qué asco" del lector de best-sellers con los párpados cerrados al buen gusto. Hay más de un profano en la literatura de misterio, terror y "gore", en este caso.

    Por otro lado, debes escribir lo que más te plazca. Si te place escribir de amor, lánzate a ello. Pero si lo que deseas es escribir literatura escalofriante, capaz de erizar algún vello solitario en la piel del antebrazo, ¡que no te detengan las críticas inexpertas, o poco elaboradas y más que frívolas!

    PD: Es gran mérito tuyo que este relato haya despertado mi atención, pues el "gore" en exceso suele revolverme las tripas (soy algo más Romántico en el sentido histórico de la palabra: castillos hechizados, mansiones malditas y bosques solitarios xD), mas éste ha recabado interpolarse con sensaciones más llevaderas y plácidas, y eso es fruto de largos oficios!

    Enhorabuena de nuevo. Atentamente, Botón de Apagado 4,233
     
    #5
  6. Botón de Apagado 4233

    Botón de Apagado 4233 El botón de apagado

    Se incorporó:
    21 de Mayo de 2016
    Mensajes:
    19
    Me gusta recibidos:
    7
    Género:
    Hombre
    Por cierto, si me das el nombre o el ISBN de tu libro quizás vague trémulo hasta alguna librería solitaria y triste uno de estos días grises y lo encomiende para mí a su infausto dependiente. Perdón por el lenguaje Romántico xD.
     
    #6
  7. mrkero

    mrkero Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    2 de Febrero de 2013
    Mensajes:
    7
    Me gusta recibidos:
    5
    Muchisimas gracias n.n

    El truco del buen terror es juntarlo con la realidad y mas aparte emociones agradables del ser humano (amor, felicidad, entusiasmo, esperanza).

    Mil disculpas por la tardanza. Me dedique aun cuento para una convocatoría, esta padre es la de la revista electronica Penumbria, aun hay tiempo cierra el 5 de junio.

    El nombre de mi libro es: Pintando Sombras en un Mausoleo, solo yo y una libreria que brinda mucho apoyo a escritores independientes lo estamos distrubuyendo en mi ciudad. Tengo pag. en facebook para mi libro nada mas buscalo con el mismo nombre y sale la misma foto de perfil que tengo aqui en mundopoesia.
     
    #7
  8. Botón de Apagado 4233

    Botón de Apagado 4233 El botón de apagado

    Se incorporó:
    21 de Mayo de 2016
    Mensajes:
    19
    Me gusta recibidos:
    7
    Género:
    Hombre
    Creo que voy a presentarme con mi relato "Has sido un perro malo, Chispa" :), gracias por la información, seguramente te veré en Facebook buscando info sobre tu libro
     
    #8
  9. Botón de Apagado 4233

    Botón de Apagado 4233 El botón de apagado

    Se incorporó:
    21 de Mayo de 2016
    Mensajes:
    19
    Me gusta recibidos:
    7
    Género:
    Hombre
    Por cierto, si quieres leer el relato que voy a presentar a la convocatoria pásate por mi perfil, lo tengo ahí
     
    #9
  10. Martes_13

    Martes_13 Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    25 de Marzo de 2016
    Mensajes:
    15
    Me gusta recibidos:
    18
    Género:
    Hombre
    Felicitaciones. El amor, ese arma de doble filo. El miedo, ese arma que unos utilizan tan bien y otros no pueden con su peso.

    Elena merece una segunda parte o más bien una continuidad. Su cuerpo y su recuerdo le empujaron a una soledad que le gritaba en sus sueños, su inocencia manchada por macabros sucesos y crueles destinos, le empujaron a un paraiso siniestro en el que es dificil acomodarse. Fue utilizada, humillada y constantemente ordenada, su palabra era el silencio y su respuesta era siempre la misma, con y sin miedo. Un alma debil, sumisa y desterrada de esa minima esperanza de que las cosas cambiaran. Esa inocencia murio, pero ella continua viva, no importa que este encerrada en una habitación acolchada, no importa lo que vea en esos repetitivos rincones donde se acurruca temblando cuando su mente le hace ver lo que su pensamiento tanto le hace temer, de echo, cuanto más tiempo pase, menos tembrara y más se acostumbrará.

    Estoy seguro que si logro sobrevivir a su debilidad, se hace más fuerte, no creo en una salvación de Dios, pues él (tirando de mi imaginación para nombrarlo), no es de condenar a una de sus creacciones dejandola con vida en el peor de sus tormentos, porque supestamente, Dios representa ''el bien''.

    Dejando pasar el tiempo de esta historia, veo una Elena sin lagrimas, con dureza en su mirada y acostumbrada a una rutina donde trata de vencer las batallas que tiene dentro de su cabeza, los recuerdos, pero que recupera de alguna manera el control...veo a una Elena resurgiendo, recuperando una minima luz en esa oscuridad que inundo su alma, una Elena distinta, capaz de combatir contra los que casi la vencen. La imagino con rostro palido, ojeras, pelo largo y desatendido, su imagen ya es lo que menos le importa, pero estara con un interior reforzado y con ganas de venganza. No se trata de fabricar un final feliz, porque Elena después de lo vivido ya no puede ser ''buena'' y sus acciones para combatir con los seres que secaron sus lagrimas y apagaron su alma, deben ser despiadadas y llenos de odio. Esa chica sumina, sin voz ni voto, llevada por el viento como hoja caida de un arbol...la H es una letra ''muda'' que tiene mucha importancia pese a todo, la ''resurreción de Helena'' debería mostrar su poder interior y reforzar la maravillosa fuerza que puede tener una persona, cuando vence a su mayor temor y puede enfrentarse a él, CARA A CARA.

    Un Saludo y de nuevo, felicitaciones por la creacción
     
    #10

Comparte esta página