Adulterio macabro

ahora sé que soy cornudo, que manera de engañarme,
que era un pendón de cuidado ya me lo advertía mi madre.

sé que se los sube a pares, que hay mas trajín que en el metro
mas no consigo entender esa manía de esconderlos,

como es tan despistada no se acuerda de sacarlos,
se le asfixian esperando y como huele el armario,

las chaquetas pa'tirarlas y las camisas al sol
¿por qué no usará su armario?, ¿por qué siempre pierdo yo?

bajo la cama hay ya tres, ahora si no tiene excusas
a ver si al barrer los muertos barre también las pelusas.

la chimenea está atascada, la casa huele a torrada,
bañarme tampoco puedo pues hay uno que allí nada.

lo peor es la nevera, no puedo meter cerveza
pues lo ocupa casi todo el gordito sin cabeza,

menos mal que en la terraza me ha dejado un rinconcito
ahora lucho con las moscas en vez de con los mosquitos.

al final hemos hablado, no aguanta las tentaciones
pero luego se arrepiente y acaban en los cajones.

dejaremos la ciudad, te alejaré del pecado,
iremos donde no chingues, una casita en el prado.

ya llevamos dos semanas de aire puro y limoneros
todo sería perfecto si encontraran al lechero.

 

¡Qué pasada!
Un mate de risa, espero sólo se haya usado la imaginación, y no una experiencia, en ello. Sino, lo siento.
Un cordial saludo y mi bienvenida.

 

Super divertido y ocurrente!! Me encantó!

 

¡Madre mía, qué descalabro!
Me quedé "haciendo cruces"
Saludos.