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Decisiones

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por ivoralgor, 18 de Septiembre de 2014. Respuestas: 6 | Visitas: 872

  1. ivoralgor

    ivoralgor Poeta asiduo al portal

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    Por fin entendí las razones de Paola. No era el desamor, ni siquiera mi obstinación de soñador, ni la vez que nos agredimos verbalmente. Había tomado una decisión y la respetaría a capa y espada, aunque le doliera el alma. Tuvieron que pasar varios años, y dos relaciones fallidas, para que me diera cuenta. Le reclamé nuestra ruptura por todos los medios: teléfono, correo, mensajes de texto, redes sociales, cara a cara. Y en todos los estados: borracho, sobrio, melancólico, deprimido, alegre, incluso excitado (la imaginaba mordisqueándose los labios).

    Nuestra relación fue in crescendo. Al principio eran saludos amistosos, luego mensajes de texto, hasta llegar a citas clandestinas. Era soltero en ese entonces, había terminado la carrera de Contador Público. La conocí en el despacho “Lizalde Erosa” en mi primer día de trabajo, era la secretaría del director. La recepcionista me avisó para que fuera a la oficina del director. La oficina del Contador Lizalde está a su derecha, me indicó. Me dirigí a la oficina temeroso. Nuestras miradas se cruzaron. Paola tenía el cabello negro y largo y mirada triste. Busco al Contador Lizalde, dije. Espere un momento, respondió Paola alzando el teléfono. Se levantó y abrió la puerta. El uniforme no le favorecía en nada. Bienvenido, dijo Lizalde levantándose de su silla. Me estrechó la mano y me platicó la historia del despacho. Por el momento, se apresuró a decir, repórtate con Pereira, él te dirá qué hacer. Le estreché la mano y salí. Con un “Hasta luego” me despedí de Paola que me dio una sonrisa como respuesta.

    A las pocas semanas me percaté que comía sola. Carlos, mi compañero, me dijo que era muy reservada. No te metas con ella, yo la vi primero. No le hice caso. Busqué una oportunidad para hacerle plática a la hora de la comida. Al principio fue muy cortante. Hola, dije, soy Mauro. Hola, dijo sin levantar la mirada. Insistí pero fue en vano. Terminó su comida en silencio y antes de marcharse dijo: se me hace tarde. Carlos se carcajeaba desde su mesa. Pronto se volvió en una obsesión. Después de seis meses cedió. Empezamos a comer juntos y platicábamos de nuestros problemas familiares. Era casada desde hacía cinco años y tenía un hijo de tres. Su esposo era posesivo y celoso. A veces me mostraba los moretones de sus brazos, que ocultaba con sus blusas de mangas largas. Tanta violencia la había hecho solitaria y temerosa. De pronto empezó a cambiar su mirada, cuidaba más su aspecto personal. Se veía más radiante. Debo confesar que dejé de buscar aventuras con otras mujeres, me enamoré. Carlos dejó de hablarme y me miraba con rencor. Envidia, pensé.

    Nuestra primera noche estuvo llena de nostalgia y pasión. Despacio, por favor, repetía con voz tenue. Cerraba los ojos y gemía casi en silencio. No te haré daño, le decía mordiéndole ora los labios, ora los pezones. Envolvió mi cuello con sus brazos antes de que su cuerpo vibrara compulsivamente. Instantes después lloraba. Qué te pasa. No debo estar haciendo esto contigo. La culpabilidad la estaba matando. Tuve que convencerla de que no estábamos haciendo nada malo, sino que era algo límpido, una entrega sin perjuicios, ni cadenas, que decidimos vivir lo nuestro libremente.

    Después de tres años, la duda de seguir con lo nuestro la tenía en capilla. Se embarazó de su segundo hijo, su esposo quería darle un hermanito a Jorge, su primer hijo. Mi mamá puso el grito en el cielo cuando se enteró, por mí, que andaba con una mujer casada, y con hijos. No tienes nada que hacer Mauro, me recriminaba, estás joven para andar involucrado con una mujer casada. Hay muchas jovencitas allá afuera. Es mi vida, respondí molesto. Una tarde, antes de salir de la oficina, Paola me dijo que quería hablar conmigo seriamente. Por dentro sabía que lo nuestro había llegado a su final. Su mirada se tornó triste de nuevo. Nos fuimos a un parque a platicar. No quiso que la besara, ni la tomara de la mano. Nos sentamos en un rincón solitario. Bajó la mirada de pronto. Su voz se escuchaba aletargada, insomne. No te podré olvidar jamás. Ya no puedo vivir así. No digas más, alcancé a decir antes de romper en llanto. Le levanté el rostro y sus ojos estaba anegados, sus labios temblaban. La abracé contra mi pecho. Voy a respetar tu decisión, dije al fin. Nos dimos un largo beso de despedida. Se levantó y desapareció por un sendero del parque. Desee morir en esos momentos, la maldije. Nos evitábamos siempre. Regresé a las borracheras y las mujeres. Isela y Romina fueron las dos siguientes relaciones que no acabaron bien. A la primera la engañé con la segunda, y a la segunda la descubrí besándose con Carlos. Casi mato a Carlos a golpes. Me desahogué con él. Luego le pedí una disculpa, que desde luego no aceptó. Para vengarse le contó a Lizalde que tuve una aventura con Paola. Me despidió por hostigamiento sexual. Tomé la decisión de empezar de nuevo, en otra parte. Casi lo logro. Una mañana de domingo salí a pasear al perro de mi mamá. A unos metros de la casa un tipo se me paró enfrente. ¿Mauro Castellón?, preguntó ansioso. Solté la correa del perro. Esto es para que me recuerdes siempre. Sacó de la bolsa del pantalón una navaja. La incrustó en mi estomago varias veces. El perro se le abalanzó en la pierna. Alcancé a ver a Carlos al otro lado de la calle. Luego caí en vilo. El tipo le dio un navajazo al perro y huyó cojeado. Se acercó Carlos lentamente y se puso de cuclillas frente a mí. Era el marido de Paola, dijo quedamente. Apreté los ojos de dolor y me enrosqué. Te dije que no te metieras con ella, yo la vi primero. Se reincorporó y cruzó la calle. Somos las decisiones que tomamos, pensé antes de ver el rostro de mi mamá anegado en lágrimas.
     
    #1
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  2. Eratalia

    Eratalia Con rimas y a lo loco

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    ¡¡Fantástico relato y ni un comentario en dos años!! Está muy bien escrito y es interesante... no me lo explico.
    Bueno, yo al menos lo descubrí y lo disfruté.
    Gracias.
    Saludos cordiales.
     
    #2
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  3. ivoralgor

    ivoralgor Poeta asiduo al portal

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    Me alegra que haya sido de tu agrado y que lo descubrieras. ;)

    Saludos.
     
    #3
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  4. LUZYABSENTA

    LUZYABSENTA Moder Surrealistas, Microprosas.Miembro del Jurado Miembro del Equipo Moderadores

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    Bello escrito en un palpitante recorrido literario que crea espacios
    donde la concavidad de los sentimientos se prenda en
    ese vuelo irremediable y palpitante. prosa moldeada que
    se ancla en esas decisiones finales quehacen que el olvido
    ondule entre claridad. felicidades. disfrute de tu estructura
    y bella narracion. luzyabsenta
     
    #4
  5. Wendy Herrera

    Wendy Herrera Poeta recién llegado

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    Que interesante redacción.
     
    #5
  6. ivoralgor

    ivoralgor Poeta asiduo al portal

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    Agradecido de que hayas disfrutado de la lectura.

    Saludos.
     
    #6
  7. ivoralgor

    ivoralgor Poeta asiduo al portal

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    Me alegra que te haya sido, para tí, interesante.

    Saludos.
     
    #7

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