El juicio

El juicio

En el banquillo, una perdedora de manual. De todos es sabido que el mal siempre pierde ( a esta frase, para ser del todo patraña, solo le hace falta ser ingeniosa).

Antecedentes de hecho
Infiel, poco entregada, histriónica, interesada, vaga, consentida, mentirosa compulsiva, resabiada y manipuladora.
No se sabe si aprendió a manejar a las personas con el tiempo o nació con este don, pero hemos podido constatar que, aliadas armónicamente en ella maldad y gracia, lo que escuchen ahora, serán cantos de sirena.

Mi declaración
Sí, es cierto. El contenido de esa retahíla de acusaciones es tan irrefutable que estoy convencida que desde sus púlpitos pueden oler el azufre.
Complico las situaciones para librarme de los fláccidos. Doy a la mayoría de las personas una importancia igual a cero. Tres meses sería , a lo sumo, el tiempo que consiguen interesarme ( y no del todo: echo mano a infieles coqueteos).
No perdono, pero sí olvido. Me doy media vuelta con la misma facilidad que preparo canapés. Si se enfrentan a mí por este motivo, me los como. Los canapés también, porque ni siquiera pierdo el apetito.
Finiquito las historias con malas intenciones. He colgado mi letrero de no molestar, y el que me odien es el camino más rápido.
Lo peor es que no tengo la más mínima intención de cambiar. Me mantengo firme en mi trinchera, con la lencería más fina y la metralleta cargada. Sólo apunto a mis amados, los demás ni me importan.
¿ Las amigas ?
Sí, saben que pueden contar conmigo para todo lo que necesiten. Soy generosa, servicial, empática; hago que se sientan bien.
Que cuenten conmigo... pero rápido, que estoy perdiendo mi disposición.
Veo que el jurado asiente con ceño fruncido a todo lo que digo.
(En realidad, si tengo que ser insólitamente sincera, una de las mujeres que formaba parte de este jurado no participó de tan descarado gesto acusativo. La verdad es que me pareció que intentaba incluso, con ademanes mínimos, trasladarme su simpatía. Después de perder el juicio sin volverme loca, se forjó entre nosotras cierta amistad, basada en las mutuas perrerías que nos profesábamos a modo de entretenimiento. Jelen se llamaba.)

Mi abogado, el del diablo
Mi cliente ( jaja), aunque ha reconocido sus actos infames y no muestra síntomas de arrepentimiento, ha olvidado añadir en su regocijo malvado que vuestra condena...la salvaría!!! Olvidado, no, omitido; omitir es mentir, típico de ella (habréis adivinado que mi abogado es dragoniano - entiéndase seguidor de Sánchez Dragó- a más no poder).
Señores del Jurado, no sean tan estúpidos de caer en lo obvio. Recuerden que es tan retorcida que piensa del revés y actúa al contrario. Entona el yo me acuso con sarcasmo, ¿no lo ven? No se atribuye realmente nada, les está imputando a ustedes, a todos los que han soportado sus fechorías. Qué cínica...
Les está culpando de desabridos, de no ser capacaes de conseguir que les respete, de no estimularla, del fracaso en su intento por conocerles, de decepcionarla, de no llenarla.
Para ella, fallar en su contra es condenar a los perjudicados.
Se hace pasar por verdugo para ponerles a prueba, para que el mal que le desean la eximan de su comportamiento: Si le otorgan ese castigo, la habrán convertida en delirante víctima.
Verdugo, sin duda. Les parecerá poca condena...

Amada mía
Cuando quedes libre, que quedarás, porque es de buenos el perdonar y el bien siempre gana, nos iremos de vacaciones a República Dominicana.
Firmado:
Abogado de pobres y diablos.

El veredicto
Culpable, casi por unanimidad ( viva Jelen) . Consideramos sobradamente probado su cero en conducta.
Pero... es tan seductora.
Nos la llevamos a casa.

Epílogo
Esta vez he aprendido la lección: no debo aprovecharme del brillo de mi sonrisa radioactiva.
Pero es que es tan divertido...
Condenada al aburrimiento.

 

Como siempre son muy interesantes tus escritos, con tu fino humor.
Hace tiempo que no te veía.
Saludos cordiales.

 

Sublime.

 

Gracias por pasar, gracias.

Un poco perdida, lo siento. Lo intento, pero no encuentro la forma.
Gracias.

 

Inteligente e ingenioso, sarcástico y muy bien escrito. Mis felicitaciones, Finé.

 

Muy bueno, un sentido del humor exquisito y magistralmente escrito. Saludos

 

Muy bueno, muy real diría, muy sincero, ¿muy desesperado?; quizá lo que a uno o una le gustaría hacer y ser. En fin, me lié, creo.

Saludos, paisana.

 

¡Grande, Finé! ¡Me encanta! ¿Cómo se puede escribir tan bien? Felicidades, guapa

 

Simpático juicio. Cero en conducta y diez en gracia.

Salud y ventura,