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Calderón de la Barca

Tema en 'Biblioteca de Poética Clásica (Poetas famosos)' comenzado por VicenteMoret, 13 de Mayo de 2013. Respuestas: 6 | Visitas: 2505

  1. VicenteMoret

    VicenteMoret Moder. Biblioteca P. Clásica.Cronista del Tamboura Miembro del Equipo Moderadores

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    Don Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid en 1601. Era su padre, don Diego, descendiente de noble casa, y parece que su nombre de familia viene de que uno de sus antepasados parecía haber nacido muerto, y le metieron en seguida en un caldero de agua caliente, según costumbre de la época, para verificar si era cierto que no vivía, en cuyo momento, al entrar en contacto con el agua de elevada temperatura, prorrumpió en sus primeros gritos.​


    En 1625 se alistó bajo las banderas de duque de Alba, y estuvo en Flandes e Italia, país el primero en que debió serle grata la estancia, pues muchísimos son los personajes flamencos de sus dramas: o acaso porque la nobleza de su madre, doña María Ana Henao, era de origen flamenco.


    Pero sus campañas no debieron darle mucha gloria, pues no se le cita en parte alguna.


    En cambio, su vida de letras fue más brillante: su padre, que era ministro de hacienda de los dos Felipes, II y III, le puso a los nueve años en el colegio de los jesuitas, y luego pasó a Salamanca, donde brilló en el estudio de las matemáticas y la filosofía.


    A los 13 años estrenó su primera comedia, El Carro del Cielo, fantasía que se desarrolla entre el cielo y la tierra, y a los diez y nueve contaba ya tres o cuatro éxitos teatrales.


    Su vida fue tranquila, y parece ser que contaba como suceso de ella, de los que hacen época, una cuchillada recibida en un tumulto habido en el estreno de sus obras; y en aquellos tiempos, una cuchillada no era tan grave cosa. Murió en 1681.


    Es el primer dramaturgo del teatro español, el que ha hecho obras de más trascendencia y mayor alcance. Por otra parte, sus sonetos con tendencia filosófica, pero muy poéticos, son harto famosos.


    --..--


    A continuación transcribimos parte de la obra de Pedro Calderón de la Barca.


    --..--


    -Soneto a las flores


    Éstas que fueron pompa y alegría
    despertando al albor de la mañana,
    a la tarde serán lástima vana
    durmiendo en brazos de la noche fría.


    Este matiz que al cielo desafía,
    Iris listado de oro, nieve y grana,
    será escarmiento de la vida humana:
    ¡tanto se emprende en término de un día!


    A florecer las rosas madrugaron,
    y para envejecerse florecieron:
    cuna y sepulcro en un botón hallaron.


    Tales los hombres sus fortunas vieron:
    en un día nacieron y espiraron;
    que pasados los siglos, horas fueron.


    --..--


    -Décimas a la muerte


    ¡Oh tú, que estás sepultado
    en el sueño del olvido,
    si para tu bien dormido,
    pata tu mal desvelado!
    Deja el letargo pesado,
    despierta un poco, y advierte
    que no es bien que desa suerte
    duerma, y haga lo que hace
    quien está desde que nace
    en los brazos de la muerte.


    Da lugar al pensamiento
    para que discurra, y veas
    y que lo más que tú deseas
    no es más que soplo de viento.
    No labres sin fundamento
    máquinas de vanidad,
    pues la mayor majestad
    en un sepulcro se encierra,
    donde dice, siendo tierra:
    «Aquí vive la verdad…».


    Mira cómo pasó ayer,
    veloz como tantos años:
    evidentes desengaños
    del limitado poder.
    Lo que fue dejó de ser,
    y no quedó dello más
    del ha sido: tú, que vas
    por este mundo inconstante,
    mira que el que va adelante
    avisa al que va detrás.


    La corona y la tiara
    que tanto el mundo estimó
    ¿qué se hizo?, ¿en qué paró
    sino en lo que todo para?
    ¡Oh mano del mundo avara!
    Si tanto bien nos limitas,
    ¿para qué, di, nos incitas
    a aspirar a más y más,
    si lo que despacio das
    tan de prisa nos lo quitas?


    Si te engaña el propio amor
    para que no veas el daño,
    la muerte, que es desengaño,
    sirva de despertador.
    Hoy nace la tierna flor
    y hoy su curso se termina;
    todo a la muerte camina:
    la estatua del más bizarro,
    como está fundada en barro,
    la deshace cualquier china.


    ¿En qué piensas o a qué aspiras
    cuando tras tu gusto vas,
    pues dél no te queda más
    que enemigos que conspiras?
    Si es que adelante no miras,
    mira la vida pasada,
    que si en tan corta jornada
    lo más pasa desa suerte,
    hasta llegar a la muerte,
    ¿qué te queda? Poco o nada.


    Desde el nacer al morir
    casi se puede dudar
    si el partir es el parar,
    o el parar es el partir.
    Tu carrera has de seguir:
    y pues con tal brevedad
    pasa la más larga edad,
    ¿cómo duermes y no ves
    que lo que aquí un soplo es
    es allá una eternidad?


    Mira el tiempo volador
    cómo pasa, y considera
    cómo va tras la carrera
    desde el menor al mayor.
    El esclavo y el señor
    corren parejas iguales,
    que como nacen mortales,
    iguales van a la hoya,
    de cuya deshecha Troya
    aún no quedan la señales.


    La juventud más lozana
    ¿en qué paró?, ¿qué se hizo?
    Todo el tiempo lo deshizo
    y anocheció su mañana,
    la muerte siempre es temprana
    y no perdona a ninguno:
    goza del tiempo oportuno,
    granjea con tu talento,
    que aquí dan uno por ciento
    y allí dan ciento por uno.


    ¿Qué eternidades te ofrece
    la más dilatada vida,
    pues que apenas es venida
    cuando se desaparece?
    Hoy piensas que te amanece
    y es el día de tu ocaso.
    ¡Término breve y escaso!
    Mas ¿qué mucho, si volando
    te va la muerte buscando
    cuando tú vas paso a paso?


    La dama más celebrada,
    lazo en que todos cayeron,
    ella y ellos, di, ¿qué fueron
    sino tierra, polvo y nada?
    ¡Oh limitada jornada,
    oh frágil naturaleza!
    La humildad y la grandeza
    todo en nada se resuelve:
    es de tierra y a ella vuelve,
    y así, acaba en lo que empieza.


    ¿De qué te sirve anhelar,
    por tener y más tener,
    si eso en tu muerte ha de ser
    fiscal que te ha de acusar?
    Todo acá se ha de quedar;
    y pues no hay más que adquirir
    en la vida que el morir,
    la tuya rige de modo,
    pues está en tu mano todo,
    que mueras para vivir.


    --..--


    -Soliloquios de Segismundo


    Apurar, cielos, pretendo,
    ya que me tratáis así,
    qué delito cometí
    contra vosotros naciendo;
    aunque si nací, ya entiendo
    qué delito he cometido;
    bastante causa ha tenido
    vuestra justicia y rigor,
    pues el delito mayor
    del hombre es haber nacido.


    Sólo quisiera saber,
    para apurar mis desvelos
    (dejando a una parte, cielos,
    el delito de nacer),
    ¿qué más os pude ofender
    para castigarme más?
    ¿No nacieron los demás?
    Pues si los demás nacieron
    ¿qué privilegios tuvieron
    que yo no gocé jamás?


    Nace el ave, y con las galas
    que le dan belleza suma,
    apenas es flor de pluma
    o ramillete con alas,
    cuando las etéreas salas
    corta con velocidad,
    negándose a la piedad
    del nido que deja en calma;
    y teniendo yo más alma
    ¿tengo menos libertad?


    Nace el bruto, y con la piel
    que dibujan manchas bellas,
    apenas signo es de estrellas
    -gracias al docto pincel-,
    cuando atrevido y cruel,
    la humana necesidad
    le enseña a tener crueldad,
    monstruo de su laberinto:
    ¿y yo, con mejor instinto,
    tengo menos libertad?


    Nace el pez, que no respira,
    aborto de ovas y lamas,
    y apenas bajel de escamas
    sobre las ondas se mira,
    cuando a todas partes gira,
    midiendo la inmensidad
    de tanta capacidad
    como le da el centro frío;
    ¿y yo, con más albedrío,
    tengo menos libertad?


    Nace el arroyo, culebra
    que entre flores se desata,
    y apenas, sierpe de plata,
    entre las flores se quiebra,
    cuando músico celebra
    de las flores la piedad
    que le da la majestad
    del campo abierto a su huida;
    ¿y teniendo yo más vida,
    tengo menos libertad?


    En llegando a esta pasión,
    un volcán, un Etna hecho,
    quisiera arrancar del pecho
    pedazos del corazón:
    ¿qué ley, justicia o razón
    negar a los hombres sabe
    privilegio tan suave,
    exención tan principal,
    que Dios le ha dado a un cristal,
    a un pez, a un bruto y a un ave?


    --..--


    Fuentes:


    http://www.los-poetas.com/h/biocalde.htm
    (Antología de los mejores poetas castellanos, Rafael Mesa y López. Londres: T. Nelson, 1912.)
    http://www.los-poetas.com/h/calde1.htm

    --..--
     
    #1
  2. virtus

    virtus Poeta que no puede vivir sin el portal

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    Me encanta ese toque que le has dado a la biografía, con expresiones en aromas de siglo XVI y XVII, por los giros, y la colocación específica en el orden de sustantivos y adjetivos, jajaja. Pues sí señor. Hablar de un grande del siglo de oro requiere honrarlo introduciendo formas de expresión de su época.

    A lo que se ve, era propio de poetas el esgrimir la espada además de la pluma, Calderón, Lope, Cervantes, Quevedo, Garcilaso, lo hicieron, y quizás algunos más que ignoro. Imagino que habían de ganar honra o gloria, o ambas cosas, y el ejercicio de las armas sería algo común en la clase de los hidalgos.

    Me ha sido provechoso la lectura de su soneto, de sus décimas a la muerte, y de las décimas con las que compuso los soliloquios. Estas últimas son las más conocidas, las primeras de ellas nunca se me fueron de la memoria.

    Gracias de nuevo, amigo Chu. Tu labor es maravillosa, y yo, cuando quiero relajarme y pasar un rato de lo más agradable solo tengo que pasearme por esta Biblioteca.

    Un enorme abrazo.
     
    #2
  3. VicenteMoret

    VicenteMoret Moder. Biblioteca P. Clásica.Cronista del Tamboura Miembro del Equipo Moderadores

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    Gracias, Virtus, pero tengo que aclarar que la biografía procede directamente de las fuentes que se citan. Un abrazo. V.
     
    #3
  4. JFelipe

    JFelipe Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Muy bueno Churrete, mira que me entretengo repasando a los grandes.
    ¡Qué bueno es Calderón! me encanta.
    Un abrazo y saludos para todos
     
    #4
    Última modificación: 14 de Mayo de 2013
  5. lobo111

    lobo111 Poeta que considera el portal su segunda casa

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    LA VIDA ES SUEÑO

    Es verdad, pues: reprimamos
    esta fiera condición,
    esta furia, esta ambición,
    por si alguna vez soñamos.
    Y sí haremos, pues estamos
    en mundo tan singular,
    que el vivir sólo es soñar;
    y la experiencia me enseña,
    que el hombre que vive, sueña
    lo que es, hasta despertar.
    Sueña el rey que es rey, y vive
    con este engaño mandando,
    disponiendo y gobernando;
    y este aplauso, que recibe
    prestado, en el viento escribe
    y en cenizas le convierte
    la muerte (¡desdicha fuerte!):
    ¡que hay quien intente reinar
    viendo que ha de despertar
    en el sueño de la muerte!
    Sueña el rico en su riqueza,
    que más cuidados le ofrece;
    sueña el pobre que padece
    su miseria y su pobreza;
    sueña el que a medrar empieza,
    sueña el que afana y pretende,
    sueña el que agravia y ofende,
    y en el mundo, en conclusión,
    todos sueñan lo que son,
    aunque ninguno lo entiende.
    Yo sueño que estoy aquí,
    destas prisiones cargado;
    y soñé que en otro estado
    más lisonjero me vi.
    ¿Qué es la vida? Un frenesí.
    ¿Qué es la vida? Una ilusión,
    una sombra, una ficción,
    y el mayor bien es pequeño;
    que toda la vida es sueño,
    y los sueños, sueños son.

    Pedro Calderón de la Barca, 1636-1673
    http://www.calderondelabarca.es/
     
    #5
    Última modificación: 16 de Mayo de 2013
    A Andrea Ira le gusta esto.
  6. Andrea Ira

    Andrea Ira Poeta asiduo al portal

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    Bien ahí Lobo, estaba por ponerlo hasta que vi tu comentario, me encanta ese monologo :)
     
    #6
  7. CriMa

    CriMa ----

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    Muy bella selección !

    Saludos cordiales !
     
    #7

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