el paraíso de los sicarios (VII)

todos los días tiran a la plaza, frente a las oficinas del ayuntamiento
la cabeza de un decapitado

"no descartamos ninguna línea de investigación"
asegura en el transcurso de su conferencia del mediodía
el comandante de la fuerza conjunta anti crímen, roger manzanares,
como si pensara que detrás de los asesinatos pudiera estar ya fuese: 1- frankestein resucitado
2- un psicópata demente disfrazado de monja
3- la misteriosa mujer araña
4- el espía que llegó del frío
5- la sombra que bajó del espacio
6- blanca nieves en complicidad con gruñón o con tontín etc etc;
y mientras las teorías respecto a la identidad de los criminales siguen proliferando
las cabezas se acumulan en la hielera para cerveza que los de la tienda de la esquina
le prestaron a la comandancia para proteger la evidencia encontrada

"estos hijos de puta no tienen llenadera, pinche villa:
primero me pedían 500 pesos por semana y luego le fueron subiendo
100 pesos cada tanto hasta que ahora ni siquiera con 2000 pesos se conforman;
lo único que me queda es cerrar la puta cantina y largarme a la chingada"

la primera cabeza que tiraron a la plaza fue motivo de una enorme movilización
de tropas del ejército, cuerpos policíacos, vecinos metiches, perros moviendo la cola,
borrachos trasnochados que apenas regresaban a casa luego de toda una noche de
alcoholizarse, colegiales que madrugaban a clases, dos turistas japoneses que
buscaban la tumba de moctezuma y subieron fotos de la cabeza al facebook rompiendo con ello
sus récords personales de más "me gusta" jamás recibidos etc

"cuando ese hijo de puta de manzanares
llegó a guajolotlán hace seis meses, surgido quién sabe de qué jodido rancho refundido en la sierra
el pendejo no tenía ni en qué caerse muerto;
yo le tenía que fiar los putos huevos y las tortillas, pinche villa
porque los 600 pesos del sueldo no le duraban ni tres días;
luego lo nombraron comandante y apenas una semana después
empezó a llegar a la oficina a bordo de un bmw deportivo del año importado de alemania"

recuerdo cuando hace cincuenta años
mi abuela recorría cada dos o tres días los doscientos metros del terregoso yermo
que separaba su casa de la orilla del río guajolotlán
llevando en equilibrio sobre la cabeza una tinaja llena de ropa sucia
que en el transcurso de la mañana habría de lavar, exprimir y tender a secar al sol
entre las piedras donde se encharcaba el agua transparente del río

la voz de guajolotlán publicó un artículo
difundiendo las declaraciones hechas por el comandante manzanares
donde aseguraba que los peritos criminólogos forenses a sus órdenes
tienen ya en su poder varias piezas de evidencia clave
cuyo exhaustivo análisis científico-molecular-biogenético
empieza a hacer parecer cada día más factible y lógica
la hipótesis de que una extraña criatura conocida como "el chupacabras"
es la probable autora de los múltiples casos de secuestro denunciados en la región
cuerpos desmembrados hallados a la orilla del río guajolotlán y
de la continua aparición de cabezas decapitadas en la plaza del pueblo

no lejos del recodo junto al río donde antaño
mi abuela acostumbrara ir a vaciarse un litro de tequila ella sola arrodillarse a lavar sus calzones
la gente amontonó algunas piedras de tamaño mediano y construyó con ellas
una especie de altar donde por la noche
algunos acuden a depositar comida:
latas de atún, rebanadas de pan, botes de mayonesa
cebollas, limones, galletas sin gluten, yogurt light, chocolate
botellas de tequila, latas de leche en polvo y lo que se te ocurra

ahora no es raro ver cómo, cada mañana
algunos de los niños que atraviesan la plaza de camino a la escuela
se detienen e improvisan un partido de futbol en la explanada frente al kiosco
donde colocan mochilas para señalizar las porterías y
utilizan la cabeza del último decapitado
a manera de balón de juego:
el partido dura hasta que alguno mete gol o
el balón se termina deshaciendo en sanguinolientos fragmentos de carne deshebrada:
cuando los niños cogen sus mochilas y se van corriendo
los perros salen de entre los arbustos moviendo la cola


"de todo lo que vamos y le ponemos al puto chupacabras
lo único que el pendejo se lleva es el tequila"

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Es ud impresionante maestro. Es toda una novela, aplausos!