ser agua y ser piedra

Allí sentada, en un banco de piedra frente al río, repasaba mi vida.

Me preguntaba qué es lo que había hecho además de cagarla, de haberla cagado mucho tiempo, demasiado.

Dos hijos, uno buscándose la vida, y a la otra todavía hay que ayudarla a caminar.

Qué pronto se escapa la vida, igual que la corriente se lleva esas hojas de la orilla.

La vida es un río con corriente. En algunos puntos hay remolinos que te pueden atrapar, en otras zonas el río esta tranquilo, manso. Pero no puedes fiarte, hay que tenerle respeto.

La vida es un río.

Necesito tiempo, quiero más tiempo, y poder seguir cagándola.

Hay dos patos nadando frente a mi. Son como una perfecta pareja de natación sincronizada. Serán felices? No sonríen, no gritan, no tienen los ojos tristes.

Yo creo que son felices. Guardan todo el tiempo la misma distancia, nadan y al llegar al otro extremo se dan la vuelta al mismo tiempo, y van de nuevo a la otra orilla, guardando la misma distancia.

Que pasaría si me quedase para siempre en este banco de piedra?

Podría convertirme en piedra, mimetizarme con este banco. Dejar que cualquiera se sentase aquí. Escuchar historias.

Escuchar historias de parejas, de parejas felices, y ver como se besan sentados en el banco.

Escuchar historias de dos viejetes que repasan su vida y cómo extrañan a sus mujeres que acaban de fallecer y lo solos que se sienten.

O dejar que algún niño venga a patalear sobre el banco con la típica rabieta mientras su pesada madre le obliga a comerse la merienda.

Leer la mente de algún alma solitaria que se sienta lo domingos por la mañana sobre un banco de piedra, mientras observa como otras personas corren por el paseo de las ninfas, o van en bicicleta, o algunas familias: la mamá, el papá y los hijos dan un paseo matutino comiéndose un helado.

Y si me convirtiese en pato?

Ser agua. Seria genial ser agua por un tiempo, un día, unas horas...y arrastrar esas hojas de la orilla como los malos momentos.

Ser agua, y dejarme mecer por el viento, como si moviera mi pelo. Me encanta esa sensación, es de las más placenteras y de mayor libertad, vaya tontería verdad?

Estar sentada sobre una colina y mirar el paisaje un día de calor, o de frío, y de pronto viene él: el viento,
y te echa el pelo hacia atrás y lo aparta de la cara y lo mueve y lo hace volar despacio.

Y cierras los ojos y lo sientes, como una caricia, como esa caricia que no recuerdas de ningún hombre.

ser agua
ser piedra
ser viento

No habría pasado nada. Nunca pasa nada.


Antonia Mauro del Blanco

 

Bueno bueno, Doña Elena, me alegra llegar el primero para felicitarte por tan maravillosa prosa. Te has puesto sensiblera, amiga, y tus letras trasmiten esa sensibilidad tan especial. Te felicito, te aplaudo y te envío un abrazo, querida amiga poetisa.

 

Quizás lo bueno del ser humano es que su imaginación le puede transformar en casi de todo (aunque muchos la tienen en el culo ), y sí, nunca pasa nada y continuamente pasa todo, ...pero lo nuestro es pasar (y muy deprisa...)
Una prosa preciosa y muy bien desarrollada, señorita Toñi. ...Que inspirarse con este calorazo tiene su mérito, vaya que sí... jeje. One besito.

 

Lo cierto, compañera,es que no siempre "la cagamos"
a veces somos portadores de amor, otras de apoyo
y otras de vida.Nacemos y somos como el río
limpios al nacer y a medida que avanzamos
arrastramos con nosotros, queramos o no,lo menos bueno
del recorrido.El río sería menos río sin esas corrientes
que para bien o para mal lo despiertan, apasionadamente,
de su remanso.
Es muy bello tu pensamiento, compi,mucho...
Un beso

 

Ser algo que no tiene más objetivos ni peleas que el simple hecho de ser. Ser agua, piedra, viento, es sólo ser, sin letra pequeña. Me ha parecido magnífico. Un saludo

 

Yo se que los ríos tropicales y los ríos gallegos son diferentes. Pero hay algo detrás, un trasfondo de realismo mágico, que los une.

Crecí junto a un río. Un río poderoso que define el carácter de la ciudad de donde soy. Las noches de huracán mi abuelo tapaba las entradas de la casa con sacos de arena y todos se iban a la segunda planta. En medio de la noche y de la tempestad, se ponía sus botas de hule, su sombrero y su chumpa: y salía a observar el río.

Salía a observar el río porque el río crece y se desborda arrasándolo todo cuando la tormenta es lo suficientemente poderosa.

Pero dado el caso que lo sea: ¿nosotros observamos al río o el río nos observa a nosotros? Me he hecho esa pregunta parado al borde del barranco que guarda la orilla, viendo como fluye.

El miño también es un río antiguo y poderoso. Un río celta. Un río romano. Un río visigodo.

Sus aguas saben más de lo que su superficie muestra.

Y eso a mí , me parece muy hermoso. Tan hermoso como este relato.

Un besito elenita.

 

Vaya prosa que te tenías guardada en la manga, Anto. Ser agua, ser piedra, ser viento... y fuego en ocasiones.
De tantas veces que lo he pensado, creo que algo he conseguido. En ocasiones, sentado bajo un pino, me ausento y creo que veo las cosas desde otra dimensión y que casi ni existo.
Es toda una caricia tu poema... Lo de cagarla ya sería otro tema, je je. Pero estoy seguro que nuestra máxima cagada llegará el día que dejemos de tener la opción de volverla a cagarla.
Me encantó la entrega... La del otro día también, pero esta más.
Besote, Toña, y a seguir discurriendo por este río que es la vida.

 

Muchas gracias don Adolfo. Es que soy sensible jajaha.

Hay días, unos más sensibles, otros mas cachondos, y el día da para mucho. Pero si, ese día lo estaba especialmente.

Un abrazo

 

Bueno, yo de imaginación no ando mal, así paso el día, imaginando, aunque sean burradas, pero imaginando el día es mas ameno.

Así es, nunca pasa nada y pasa todo, y todo pasa o no todo, casi todo.

Así la escribí, en ese banco, hace unos 15 dias, y en unos cuantos folios con letra ilegible. No me gusta ponerme escribir así, porque casi siempre esos folios acaban en la basura. Ayer se me dio por sacar esos folios arrugados del bolso y escribirlos aquí.

Gracias y one besito jaja.

 

No siempre, no siempre. Por eso nombro a mis dos glorias benditas jaja.

La verdad que hay ríos bien jodidos, te atrapas continuamente con esas ramas que hay bajo el agua y parece que te ahogan, hasta el siguiente remanso. Sigamos la corriente, que nos lleve donde quiera.

Muchas gracias, un besito.

 

Justo así. Has captado bien uno de mis pensamientos. Ser, solo ser, lo que sea, pero ser. No sufrir. No llorar. No dolor.
Ese rincón hacia donde miraba, era paz, sólo paz y armonía.
Animales, agua moviéndose despacio, plantas, viento, árboles grandes, piedras.

No había humanos en ese rincón.

Muchas gracias.

 

Por leer comentarios así, ya merece la pena haber publicado este cuento o lo que sea, y que no acabase en la basura como tanta otras veces acabaron mis palabras u otros cuentos que algún día me contaron.

Tu comentario sí es hermoso, es esa caricia.

Tu abuelo iba a vigilar ese río para proteger a su familia. Para cuidarla. No siempre en las familias las personas se cuidan unas a otras. Algunas no ponen sacos de arena en la puerta y entra ese agua feroz y salvaje y te arrastra, y cuando vuelve a su camino, se ha llevado parte de ti y de tu vida, y ya nada vuelve a ser igual.

El Miño tiene zonas salvajes y peligrosas, indomables.

Algunas vidas están allí, bajo ese agua. El Miño es testigo de muchas vidas, de muchas historias, de muchas leyendas. Tan testigo como la luna.

Pero tiene otras zonas hermosas y tranquilas, como un mar en calma.

Muchas gracias Fores, desde unos días, ya sabes, un poco sensibles, raros.

Sigamos ese cauce del río, y esperemos llegar al mar.

Me gusta el agua dulce, y el agua salada.

También viví muchos años muy cerquita del mar, desde la ventana de una de las casas donde viví, justo en frente estaba el mar, grande, gigante, yo lo veía mucho mas grande porque era muy pequeña.

Era tan grande que asustaba, pero era tan hermoso mirarlo. No escuchar, no ver, no mirar.

Solo el mar y su sonido.

Un besito y gracias por contarnos esta historia en forma de poema.

 

Sí, eso de las ramas es jodido,incluso para los que saben nadar.
Gracias, a ti,por todo lo recibido.Un beso.
No dejes de escribir...

 

Hay una magia especial en el fluir de un río verdad?, te imantas con el agua y su transparencia abre lo profundo de uno mismo.
Encuentros y desencuentros, reproches y sin sabores se mecen mientras se observa.

Deja que fluya, que arrastre los cantos y se acune con el viento... Todo queda atrás y comienza de nuevo, nada es igual si te fijas bien.

Un besote!

 

Hola Alonsiño, esta no estaba guardada. Bueno en el bolso metida con mala letra.

guardo todo excepto lo que escribo, está aquí.

Yo tambien me evado, pero últimamente no lo consigo mucho,.

me gustaría tener una varita mágica, y alejop, aunque fuese en rana.
No creo que se esté tan mal en el estanque cantando cro cro cro.

Un besito

 

Sí que hay magia, y en los arroyos.


Comenzar de nuevo, siempre comenzamos de nuevo, demasiadas veces, y algunas cosas no quedan atrás. Lo intentamos todos los días, volver a empezar.

Besito sitaPalmi.

 

hay un tiempo para detenernos, el agua corre, inspira la vida que a pesar de todo sigue... Abrazos hasta esa orilla donde estas.

 

Mareíta que te tengo abandonada, estoy vaguísima para comentar, ahora voy a visitarte ajajaj

un besito y un abrazo para ti, con los brazos bien estirados para que te llegue.

 

Produce agradables sensaciones este escrito.

Juan.

 

Muchas gracias, me alegro de haber causado ese sentimiento en usted.

Saludos.

 

No es ninguna tontería ser agua, un gran porcentaje de nuestro cuerpo es de agua, y del agua salada que son las lágrimas y el sudor, porque venimos del mar, no del barro... No es tontería Antonia, es memoria. Y también las piedras viven aunque no puedan trasladarse por sí mismas, y se desintegran, el agua muchas veces es su des-integradora. Y el viento, su energía cíclica, que depende de donde venga, es detenido por los muros de piedra, pero en su camino empuja a las nubes que nos tapan al sol, que siempre está, y es el que evapora al agua, que horadaba la piedra... y luego el viento que empuja a las nubes que chocan y liberan al agua que cae al río, que es dulce y a la orilla del río está la pareja de viejetes y el niño juega con los guijarros y el viento mientras deseas su ser, te mueve los cabellos. Todo eso sucede.
Abrabesos y disculpas por la digresión. Venía a FELICITARTE, por tan merecido premio.

 

Muchas gracias a todos.

Y seguiremos divagando, mientras caminamos, mientras vamos en bus orense-santiago y el trayecto de vuelta, o simplemente mientras estamos sentados en un banco mirando qué pasa a nuestro alrededor.

Un saludo.

 

Ser agua. Ser piedra. Ser viento. Ser rama al borde del agua y mecerse en el viento. Escapar, de qué, a dónde. Vivir otra vida, ser otro, ser otros, como yo, parecidos, si no iguales. Captar el momento en que otras vidas tienen risas, o llantos, o comen un helado o el pepito de crema y chocolate. Levantar la cabeza y ver el cielo. Imaginar que vuelo en alas del viento. Escuchar risas y reirme con ellas. Ser banco. Compartir el banco en cómplice silencio, para escuchar el latido que se acompasa en cada pecho. Ser beso que corre de boca en boca, siempre suave, tibio, placentero... ser tu rendido admirador por todo lo que con tus letras despiertas. Un beso. Luis.

 

Puedes ser todo lo que puedes sentir, imaginar y amar. Buenas reflexiones nos compartes.

Salud y ventura.