De las luces cegadoras (Soneto)

La luz que es cegadora en la ciudad
revuela entre cristales y cemento,
tras juegos de color y claridad
se esconde el estrellado firmamento.

De nuevo se llenó de vanidad
el aire, disfrazándose de invento,
y un rito que da culto a la deidad
de todo lo que es caro y opulento.

Al tiempo que el bullicio del mercado
embriaga de perfumes el sentido,
un niño habrá nacido en otro lado.

Su llanto se apagó con tanto ruido,
con tanto escaparate iluminado
y tanto aturdimiento y tanto olvido.
​

 

Excelente este soneto, Salvador, que nos da un buen toque de atención sobre estas fiestas y en lo que se han convertido: un culto descomunal al dios "consumo", o por usar un término bíblico "al becerro de oro", contradicción flagrante para los que crean en ese Jesús cuyo 2016 aniversario se celebra este año y que como ejemplo de lo que sería su vida, se presentó a este mundo naciendo en unas cuadras siendo su primer colchón las pajas de un pesebre.
Hoy sus herederos están en un palacio entre mármoles y oropeles y con signos externos de riquezas que ofenden hasta el buen gusto.

Es probable que si volviese a andar por el mundo tuviese que tomar en sus manas el látigo como ya hizo en su día en el templo de Jerusalén contra lo mercaderes, aunque esta vez me temo que sería contra "sus mercaderes", o sea, su contra propio séquito purpurado.

Gracias por tan buena poesía, amigo.

 

Esto es, querido Juan Ramón. Las ciudades enteras cegadas por tanta luz que incita al consumo más descomunal y, bien dices, comenzando por los que debían de dar ejemplo. Estoy seguro que las mercaderías no son solo las de los grandes almacenes y muchos de los que creemos en ese mensaje nos sentimos perplejos ante lo que bien has descrito. Pero no son los mármoles lo más importante ya que al fin y al cabo esos se han de conservar como patrimonio no solo de los que los habitan, sino de la humanidad. El humo del mal está más escondido.
Muchas gracias por acercarte de nuevo a mis letras con tu mirada atenta y amable.
Recibe mi abrazo que te va desde la admiración y amistad.
Salvador.

 

Excelente soneto, Lesmo. Esas luces que tanto brillan, que tanto convocan al consumo innecesario, están cegando la vista y el latido del corazón a un mundo que cada vez anda mas perdido.

Un buen toque de atención nos dejas en tus versos.

Un abrazo

 

Muchas gracias, amigo Rafael, por esta mirada amable con que llegas a mis letras dejando este valioso comentario.
Recibe mi abrazo fuerte.
Salvador.

 

¡Bravo! Los escaparates saturados de lucecitas navideñas me recuerdan a esos dispositivos que parecen estufas de barras azules que sirven para atraer y electrocutar a los insectos voladores en las carnicerías y mataderos. El contraste entre la realidad y la originalidad de la Navidad queda magistralmente marcado en tu poema:

Su llanto se apagó con tanto ruido,
con tanto escaparate iluminado

En lo formal veo que has combinado serventesios con tercetos de rima "a la española", lo que produce una distribución continuamente alternada de las rimas:

A B A B A B A B C D C D C D

 

Lesmo: La estrella iluminó el modesto portal y ellas son las que iluminan el mundo en armonía universal.
Pero la sociedad prefiere los disfraces, los artificios y derrocha energía que a otros les falta como dicen tus versos, muy lejos del sentido humilde y sencillo del nacimiento de Jesús. Real y elocuente poema que es un llamado de atención a la vida superficial que enmascara el verdadero significado de esta fiesta.

 

Me ha llamado la atención, por lo ingenioso. la comparación que has hecho de los escaparates con esos artilugios para electrocutar insectos. No lo había visto así nunca pero es como lo dices.
Alguien me dijo alguna vez que la distribución de las rimas así era como hacerlo a la francesa (creo que se refería a los serventesios), no sé si interpreto bien aquella observación. He visto también cuartetos de rimas independientes y otras variantes que me han parecido armónicas. De todas maneras en el Diccionario de Métrica Española de Domínguez Caparrós se contempla esta posibilidad en los cuartetos ABABABAB. Si tienes alguna sugerencia al respecto estaré encantado de tenerla en cuenta. Aún vuelvo de vez en cuando a tu Via Crucis, obra que me impactó.
Recibe mi abrazo muy fuerte, poeta.
Salvador.

 

Cuántos, cuántos no podrán celebrar, como siempre, como siempre, esta Navidad. Son estas fechas, las fiestas en general, las que marcan aún más las diferencias. Te confieso que para mí nunca han sido fechas de algarabía. Me queda en la memoria una Nochebuena en la que vi a un indigente durmiendo en un cajero de un banco, una máquina repleta de dinero. Hemos desvirtuado el sentido de la Navidad, eso es claro. La imagen del Niño en el pesebre parecía mostrar desde entonces lo que pasaría.
Muchas gracias por acercarte con tu mirada amable a mis letras. Yo también te deseo todo lo mejor para estos días, que estés tú también rodeada de todo el calor de los tuyos.
Con mi abrazo muy fuerte.
Salva.

 

En apenas cuatro renglones, estimada compañera, has descrito y reflexionado con toda certeza sobre qué es lo que ocurre. Efectivamente tantos kilowatios para cegar de lo que realmente importa, esa estrella que señala el lugar central de todo lo que se celebra estos días. El nacimiento de Jesús que marcaría un antes y un después en la historia de la humanidad.
Te agradezco mucho que te hayas acercado con tu mirada amable a estas letras y este comentario generoso.
Con mi saludo muy cordial van mis deseos de felicidad para ti y los tuyos.
Salvador.

 

Las bulliciosas ciudades que tantas veces nos ahogan y son como droga necesaria, en esta sociedad antinatural que nos ha tocado vivir. Y todo esto encerrado en este precioso soneto, pleno de reflejos tan acertadamente descritos.

Gran abrazo.
Que placer leerte.

Alfonso

 

Es curioso: vengo a leer tu soneto justamente cuando estaba pensando en escribir uno acerca de esta sensación de ahogo que me produce, en una gran ciudad como es Buenos Aires, la navidad compulsiva de los comercios. Se suman a esto los hipócritas mensajes de «paz, concordia y amor» que inundan los medios masivos de comunicación, templos de la trivialidad y la mentira si los hay. En mi caso además soy profunda y militantemente ateo, así que ni siquiera me alienta el espíritu del perdón, por el motivo, para tolerar estas agresiones al buen gusto (por decirlo suavemente).

En cuanto a las rimas ABAB ABAB de los cuartetos del soneto, te diré que fue la dominante en los orígenes de esta forma, allá por el 1230. En la segunda mitad del siglo XIII floreció el soneto, en la pluma de Dante y sus amigos, conservando esta dominancia. Recién a principios del siglo XIV Petrarca optó decididamente por la rima abrazada ABBA ABBA, aunque en toda la historia del soneto siguen conviviendo ambas formas de rima, dominando a partir de Petrarca la abrazada. En los sonetos alejandrinos (invento del modernismo), por otra parte, y quizás por motivos de distancia entre las rimas, domina la rima cruzada.

un abrazo y... buen año.

Jorge

 

Sí, es cierto. Estas fiestas están desvirtuadas y son un escaparate perfecto para los negocios, intentando encasillar en el concepto felicidad el consumismo desenfrenado. Excelente soneto, tanto en la forma como en el fondo.
Abrazos, Salva y un aplauso bien fuerte para ti.

 

Así es, amigo Alfonso, son estas una fechas de un bullicio que llega a aturdir a quienes preferimos un lugar algo más apartado para celebrar la Navidad, pero algo siempre se nos contagia Está todo muy bien estudiado para que en cierta medida ese torrente nos arrastre.
Te agradezco mucho que te hayas asomado a estas letras mías.
Recibe mi abrazo junto con mis mejores deseos.
Salva.

 

Tienes razón, querido Jorge, es algo que llega a aturdir. El constante bombardeo que no tiene otro objeto que incitar al consumo desmesurado es asfixiante. Tengo arraigado el sentido trascendente de la Navidad y estos movimientos convulsos parecen justo lo contrario de lo que, a mi juicio, ha de ser. Y cada vez son más refinados los reclamos. En fin, esto nos ha tocado vivir. Recuerdo en mi niñez pasar estas fechas en un pequeño pueblo de Granada y lo tengo como algo mucho más auténtico, sin excesos y en confraternidad con los vecinos. Nada que ver con lo que se vive ahora, en especial en las ciudades.
Tu explicación de la historia de la disposición de las rimas viene, de nuevo, a aclararme conceptos que no sabía, por lo que te estoy muy agradecido. A base de tus explicaciones me voy haciendo con esa información de manera ya elaborada. Me consta que tu buen trabajo te costó hacerte con esos conocimientos y llegas aquí generosamente a regalarlos, no solo a mí sino a todos los que se acerquen al espacio este.
Junto con mi abrazo van mis mejores deseos para estos días y el año entrante. Y por supuesto, muchas gracias de nuevo.
Salvador.

 

Totalmente. Le decía al compañero Musador que cada vez son más refinadas las técnicas que hay para atrapar a todo aquel que pueda, claro está, en esa tela se araña que es el consumismo desenfrenado, como muy bien lo has llamado.
Te agradezco muchísimo, amigo Luis, esta visita a mis letras y este comentario con el que dejas tu huella.
Recibe mi abrazo fuerte, amigo.
Salva.

 

Bueno, en cuanto al tema de la distribución de rimas, yo no llamaba la atención sobre el empleo de serventesios (como rima ABAB ABAB, llamada efectivamente a veces "a la francesa"); eso es algo que tenemos bastante asumido, aunque yo no sabía toda esa historia que nos ha contado Jorge, a quien también doy las gracias.

Me refería a la combinación de serventesios con una rima idénticamente alternada en los tercetos, hecho que produce que todo el soneto esté "alternado". Si se combinasen los serventesios con tercetos, por ejemplo, CDE CDE, o con tercetos CCD EED, ya perderíamos esta alternancia continua. Pero vamos, que no digo que esté mal o que sea inapropiada, sólo que me ha llamado la atención. Estilísticamente puede conectar, por su monotonía, con el hastío que pueden llegar a producir los reclamos publicitarios de estas fechas; en este sentido fondo y forma combinan muy bien en este soneto.

 

Tienes que disculparme, querido compañero, por no haber entendido correctamente tu primer mensaje. La vista me falló. Ahora con tu nuevo comentario lo comprendo en toda su dimensión. Estoy de acuerdo contigo aunque realmente no estuvo en mi intención el mantener la alternancia de rimas en todo el soneto cuando comencé a escribirlo, sin embargo, después de tu observación y al releer veo que tienes razón en lo que dices.
Quedo muy agradecido por esta atención que has prestado a mis letras volviendo sobre ellas con un nuevo amable comentario.
Con mis mejores deseos, recibe mi abrazo.
Salvador.

 

el aire disfrazándose de inventos, precioso, y si que habrá nacido ese niño aturdido de tanta luz,pero aunque sabes que soy admiradora de tus letras,creo que esa luz, esas luces y gritos son necesarias pues es una fiesta,

una gran fiesta que conmemoramos al recuerdo del nacimiento de Dios,marga

 

No me refería a los sonidos que produce la alegría de la celebración sino a esos otros que la desvirtúan, estimada amiga.
Muchas gracias por acercarte y dejar tu amable huella.
Con todo mi afecto.

 

no doy una, lo que me pasa es que me embeleso con la belleza de tus versos y su sonido y esa melancólica esencia que dejan en la atmósfera de mi entorno cuando leo esos poemas tuyos siempre tan sensibles y poéticos,tu eterna admiradora marga

 

Siempre es un placer recibir tus comentarios, estimada Marga. Eres muy generosa con mis letras,
Con mi saludo muy cordial.
Salvador.

 

Muy hermoso soneto donde plasmas con belleza y calidad tus impresiones navideñas por el nacimiento de Cristo. Me ha encantado leerte. Un abrazo amigo.

 

Te agradezco, querida Paloma, tu compañía, siempre amable y tus comentarios que me llenan de satisfacción.
Con mi abrazo siempre desde la amistad.
Salva.

 

Muy agradecido, querido Manuel, por esta nueva visita a mis letras y por dejar tu huella en ellas.
Te mando mi abrazo muy fuerte.
Salvador.

 

Todavía hay padres que son capaces de venderle el alma al diablo por comprarle a sus hijos el juguete de moda en Navidad. Nos bombardean tanto con publicidad, nos inyectan en las venas su macabro plan de mercadeo, maquillan la ciudad para esconder sus miserias... ¡Qué bueno que a mí estas cosas solo me sirvan para reflexionar aún más acerca de lo que es realmente importante en la vida!
Tu correctísimo y hermoso soneto me parece una denuncia con mucha calidez humana y mucha calidad poética. El polisíndeton presente en el verso final, por ejemplo, me parece estupendo, lo mismo que la sobriedad del lenguaje y los elegantes encabalgamientos del segundo serventesio y el primer terceto. La métrica refinada y la pulcritud en las rimas son otros elementos que suman a las cualidades del texto.
Un abrazo infinito, querido Salvador, y gracias por el instante de grata poesía.

 

Querido Elhi, lo he expresado ya, recuerdo las navidades de mi infancia y adolescencia en un pequeño pueblo de Granada y las recuerdo con la confraternidad de los vecinos, sin esas luces cegadoras. Al salir a la calle se podía ver el firmamento tan solo oculto parcialmente por el humo de las chimeneas de las casas que hacía que en aquel lugar oliese a madera quemada. Mi padre al hogar de la lumbre recitando "El Piyayo" y otros poemas. Y luego los regalos, discretos siempre.
Celebro mucho que estas letras hayan sido de tu agrado y te agradezco muy mucho todo lo que expresas en tu amabilísimo comentario.
Te mando un abrazo enorme anclado en la amistad.
Salvador.

 

Excelente soneto que recuerda como la magia de la vida es apagada y dejada en segundo por el bullicio y la opulencia de la ciudad, en nombre de la policromia y la "civilización" urbana que se trata la esencia de lo humano, toma entonces en su lugar fuerza todo lo banal, muy grata la lectura de este poema, saludos.