El abuelo

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El abuelo

Después de tres días, el abuelo, logró finalmente conciliar el sueño. No entendía del porqué de su situación; estaba profundamente triste y se evidenciaba en la mirada. Lloraba amargamente en silencio, en su mundo, en su espacio, jamás esperó lidiar con aquella suerte: Los hijos por los que tanto luchó, tomaron la más injusta de las decisiones y el viejo, quien siempre tenía una sonrisa ancha en el rostro, lejos de su casa, muy lejos, vivía ahora en un asilo para ancianos...


*Imagen tomada de la red

 

Después de darles todo, para que no estorbe busca donde encerrar al pobre viejo.
YO LO LLAMO INJUSTICIA SOCIAL, OTROS (COMODIDAD)

 

Uff, has recreado una triste, cruda y dolorosa realidad de tantos abuelxs que viven sus últimos años o días de vida, encerrados y olvidados por quienes se ha desvivido a brindarle amor. Cuanta injusticia son los que padecen a llegar a esa edad, pero la mayor injusticia la reciben de sus propias familias... Me ha dolido leer esta microprosa.
Un abrazo, Darío.

 

Sin lugar a dudas, mi estimado Ramiro. Muy atinado su comentario.
Éste pequeño escrito trata de sublevar con su voz una situación que se ha visto mucho, bueno al menos en mi país, y que afecta a muchos adultos mayores, quienes son desplazados hasta por sus propios hijos. Realmente injusto.
Un abrazo grande.
Darío.

 

Es atroz y se queda esa sensación. Esa sabiduría de la vejez se ve en cada paso.
Ya me hiciste pensar mucho...me ha gustado tu micro, en pocas palabras me has dejado toda una historia.
Saludos.

 

Muy triste llegar a viejo y solo...Hay un dicho de vida que reza así;Lo que tu eres yo fui, lo que yo soy tu serás!...Sería bueno decirlo para todas aquellas personas que abandona a sus viejos.Oh Dios no tienen perdón.

 

Esa no es una de la leyes de la vida, sino más bien, una adecuación acorde con los tiempos en que vivimos. Saludos cordiales para ti Darío.

 

Un problema sin soluciones fáciles el de los viejos, estimado. Conozco casos así, pero también casos de algún hijo que, por cuidar de su madre anciana, posterga toda su vida, se mantiene soltero y sin hijos: cuando ese hijo llegue a su propia ancianidad, estará totalmente solo...

Te señalo un par de detalles ortográficos en la cita.

abrazo
J.

 

Espléndido micro!!! Por desgracia hasta demasiado real, ya que en la continua carrera que llevan nuestras vidas nos olvidamos de quienes nos dieron todo por amor y le pagamos con una patada. ¡Excelentes y profundas letras! Un placer disfrutar de su magnífica prosa, Darío Nervo, reciba la más cordial felicitación y saludo.