Al oído...

susúrrame
al oído
el sonido
del viento
melodías nocturnas
sin parar...

la ausencia que me canta
el tiempo mi cárcel eterna...
las estrellas nos miran
y nadie sabe, nadie se imagina...

el fuego fugaz
de las almas...
de pensamiento audaz
y mente inquieta
que no conoce la paz...

háblame al oído
la fragancia de los bosques
en abril
la lluvia
en el desierto
de mi existir...

un caminar sin fin
en melancolía...

esta agonía
terminará con la voz
de un mar lejano
donde soy
una isla solitaria
sin destino...

al oído
quiero escuchar
el dulce olvido
una vez más...

como si
no existiera la muerte...



(24/04/2017)

 

¡ Estás recuperándote, amiga ! Vuelves a la vida.
Así me gusta, con tesón.
Tus poemas son interesantes, porque rozas el oro negro.
Ese petróleo que te pringa y se pega a tu piel.


Indagando en todos esos sentimientos pesarosos.


Al fin y al cabo, somos libres.
Y como son, serán. Como son de pequeños, serán de mayores.
Yo estoy descubriendo la cara oculta de la Luna.
O sea, mi parte más célebre y escondida.


Que ya, muchos la conocen. Cada uno sale por las suyas, para que albergue mérito, dentro de su Libre Albedrío. ¿ Cómo es el Yo, inverso ? ¿ Cómo quererte a ti mismo ? Si eres el malo de la película. Puff... Es difícil aprender a ser un santo varón.


Ése es mi dilema.

 

Melancolía que desahoga y encuentra la ruta adecuada...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Gracias.

 

Cuánta dulzura se puede oír en tus versos. Me encantó saludo cordial

 

Que te hablen en el tono que deseas, Poeta, la fragancia de los bosques, las lluvias en todo abril, las madrugadas, el tálamo, las inocencias plenas, los cristales que nos miran desde el cosmos.

Que te hablen, que te iluminen la mirada.

Un abrazo.