Cinco minutos

Hoy me levante con el despertador,
Gritando mi horario a la fuerza.
Bostezaron mis ojos por inercia,
Entreabiertos percibiendo el color.

De una mañana nueva y fresca,
Como los primeros saludos de un huracán,
Con un solo girando en la ruleta de su afán,
¡Pero de que sirve que amanezca!

Si tu no estas a la derecha,
De esta cama ancha
Jugando entre las avalanchas,
De sus sabanas estrechas.

Y mientras pienso muerto, en ser hombre,
Cinco minutos después, el reloj.
Vuelve a gritar mi nombre.

Autor: Angel EC Chub

 

Gracias Amigo poeta. Por la dedicación de tu tiempo a mis letras. Saludos.

 

Su ausencia marca las horas. Muy bueno amigo Ángel. Abrazote vuela. Paco.

 

Una cama ancha de sábanas estrechas y un reloj que grita tu nombre, ¡vaya! mejor levantarse, jajajaja.
Muy buenas letras, poeta!!.

 

Hahahaha, y vaya que tienes humor amigo Dialmar. Saludos. Gracias por sonreirle a mis letras.

 

Las ausencias que duelen tanto pero que no podemos evitar, demasiada melancolía respira su poema y una belleza agradable, grato leerle, saludos!

 

La gratitud es mía. Saludos. Pasa siempre por estas lineas.

 

Siempre es un placer darte la bienvenida. Pasa siempre.

 

Así es Paco. Esa ausencia que a veces vacía. Vacía las entrañas.