Ayer me enfade profundamente

Ayer me enfadé propundamente.

Tanto, que mis puños se entreabieron,

esperando un arma,

pero la pared no me dijo nada,

solo esperaba otra capa de pintura.

Salí a la calle,

y culpé a los coches,

culpé al mar,

al puente cercano,

y a la veloz autopista.

Rabia en el rostro.

Alguien tiene que morir,

mejor si es un pájaro,

o un niño.

Muerte o llanto.

Visité nuestro lugar preferido,

andé hasta la playa,

para mojar mi corbata.

Luego en la orilla me senté.

El futuro vino a consolarme.

Me perdonó todo,

y me habló de sus milagros.

Parecía uno de esos personajes secundarios,

cuya falta de atractivo,

les impide follarse a la protagonista,

pero que acercan su sonrisa,

y alejan el suicidio.

Suavemente,

como un caracol recorriendo kilómetros,

mi rostro miró hacia delante,

quise ser piedra,

y tú fuiste la ciudad lejana,

fuiste el cielo con o sin nubes,

las montañas verdes,

las olas y las horas.

Sucumbiendo al tópico,

tú lo eres todo.

Soy el molde de un molde,

que te persigue

desde que lo inerte,

dio paso al primer segundo de vida. ,

 

bellas letras amigo,
desde el ayer me enfadé hasta el primer segundo de vida,
Saludos cordiales.

 

Me ha gustado, original en su idea y certero en su desarrollo, a veces a mí dan esos puntos en los que me liaría a puñetazos con el planeta, luego como por arte de magia poco a poco me voy calmando hasta la próxima tormenta. Muy buenas imágenes, sugerentes, originales y adecuadas para el objetivo de tu poema, a mi me lo parecen. Un abrazo amigo algebet. Paco.