Una lágrima

Una lágrima más que no se desliza,
que se queda incrustada entre mi piel
y mi sangre

Convertida en un rubí al tomar
el rojo cuerpo de mis venas.

¡Quiero que fluyas como una corriente
marina en medio del Pacífico!

Anhelo el día en que aprendas a
desligarte de mi ser, lágrima
usurpadora de mi equilibrio emocional.

Procuro que no se deje llevar por
mis pensamientos, para que no brote
como un río sangriento de batalla.

Extraña sensación sería la de olvidarla,
la de querer quemarla para extinguir
su fortaleza.

La siento tan cercana,
tan amada, tan mimada por mí, que
no me hago a la idea de permitirle
que se vaya, por miedo a que la soledad
me traicione y me cambie por ella.

El saber me anula la conciencia.
La realidad me golpea cada vez
que me hace ver que mi amargura
es real, que mi llanto es mi esencia.

 

Siempre me identifican tus temas profundos. Creo que hay un tiempo para llorar, y otro para el sosiego, y que ambos conviven en el alma, sabiamente.
Hermoso trabajo, saludos.

 

Esa lágrima es similar al aire, puesto que sin ella sería difícil cargar con el peso de la vida, aún cuando no deja de ser tristeza acumulada en el fondo de mi ser.
Agradezco su comentario.
Un saludo

 

Hay veces que esos dos sentimientos se fusionan, y es imposible distinguir cuál nos domina.
Me alegra mucho recibir tu comentario y que te identifique mi poesía.
Un saludo y un abrazo.

 

Sentidos versos.De es lágrima que ahoga hay que desprenderse.Un saludo afectuoso y un placer recorrer tu ingeniosa pluma.

 

Poema con mucha profundidad melancólica que abriga el alma. Saludos cordiales.

 

Las lágrimas es mejor no retenerlas, que fluyan libres en su labor liberadora. Me ha gustado mucho tu poema amiga dark maiden. Abrazote vuela. Paco.

 

Hermosura de letras que afirman esa lágrima con la fuerza de un río que no extingue su transcurso. Me ha encantado la bella lectura. Saludos cordiales.

 

Muchísmas gracias por leer mi poema.
Esa lágrima es la materialización del amor no alcanzado, y si bien es cierto que hay que dejarla convertirse en río o mar, es parte de una tristeza que se agita en el transcurso de los latidos.
Un saludo y un abrazo.

 

Ciertamente, ellas ansían su libertad y aunque somos concientes de ello, a veces somos incapaces de darles rienda suelta por miedo a perder los vestigios de un amor.
Muchas gracias por leer mi poema.
Un saludo.