La poesía es también una lima.

El mundo es una cárcel.

¿Y la ciudad? Es otra cárcel.
Una cárcel dentro de una cárcel.

¿Este hospital? Es una cárcel.
Una cárcel dentro de una cárcel dentro de una cárcel.

¿Y mi cuerpo? Es una cárcel.
Una cárcel dentro de una cárcel dentro de una cárcel dentro de una cárcel.

¿Mi mente? Definitivamente, otra gran cárcel.
Una cárcel dentro de una cárcel dentro de una cárcel dentro de una cárcel dentro de una cárcel.

¿Y dentro de mi mente?

Al fondo y sentada
con un cuaderno y un boli en la mano
estoy yo.

Y soy

/irreductible,
inevitablemente/

libre.

 

Enhorabuena

 

Entre sustantivos afilados, articulos dentados, adverbios rugosos, verbos templados y participios aserrados... tendremos mucho para limar los barrotes.

 

Con todo respeto, me permito acercarme a ésta pequeña manifestación de sinceramiento
a cerca de todas las cárceles, que nos circundan día a día, en nuestro diario existir; y porque lo
hermoso del mensaje es la connotación sobre lo que significa la poesía en nuestras vidas; y
que ciertamente es la "lima", con la que podemos escapar de semejantes realidades, a veces
tan injustas y onerosas. Mis falicitaciones y saludos Ad Libitum... por proponer y mostrar
un trabajo poco común, diferente... pero genial...

Su amigo; El Gitano​

 

Gracias, Troto

 

Tus palabras ya han empezado a hacerse hueco entre tanto hierro <3 <3 regracias, dragon_ecu

 

Qué grandes palabras, El Gitano Muchísimas gracias por limar también/tan-bien en tus palabras <3 . Un abrazo

 

Todo depende del cristal con que se mire.
La carcel puede tener paredes de cemento frías y llenas de humedad y egoísmos, o pueden ser de amor y de darse a los demás con entusiasmo. Entre entre estos dos extremos hay una gama infinita de colores.
Aquí te dejo una reflexión versada sobre la vida.

Un abrazo

Alfonso Espinosa