A Eliana

A Eliana


¡Gira,
rueda de fuego, gira!
¡baila, muñequita de madera, baila!*,
con el siniestro corpiño,
la enagua levantada
hasta los muslos
pintados,
el corsé victoriano
sobre la simulada respiración,
el rostro de cera,
la peluca rubia muerta…
¡Gira,
rueda de fuego, gira!
¡baila, muñequita de madera, baila!,


Falsa altiva dama,
la del rostro de escayola
que presume una belleza singular,
de su altura de tacones exagerados,
del gris abrigo de pieles,
de hombros cuadrados perfectos,
de esas manos frías
y las cuencas vacías de los ojos,
de su ausente corazón.


¡Gira,
rueda de fuego, gira!
¡baila, muñequita de madera, baila!,
tendrás
pálidos admiradores,
ciegos
de tu mecanismo de relojería,
de poleas y cuerdas ocultas,
enamorados
de tu perfil perfecto de diosa,
artificiales pómulos,
nariz recta y pulida
sobre un falso cráneo de metal,
engañados por los tules
de la ventana
a la media luz…
¡Sí! ¡bello oco, bello oco!*
​

*Tomado de “El hombre de arena” E.T.A Hoffman​

 

Estimado Omar, muchas gracias por el amable comentario y la lectura atenta de este poema de fantasía.

un abrazo fraterno

Giovanni

 

Y no solo en las ferias, estimado Maramin, amigo!

Me alegra te haya gustado y divertido el poema, se lo he dedicado a esa muñeca robótica, Deus ex machina!!

Abrazos

 

Mientras describías a tu muñequita de madera, yo recordaba una de carne y hueso que conozco con casi los mismos rasgos, y lo que son las cosas Giovanni, esa munequita de carne y hueso que yo conozco lleva el mismo nombre, en fin, será simple casualidad supongo. Saludos poeta.

 

Así son las cosas Luis, el poema está inspirado en una alta muñeca de carne y hueso, la del nombre mentado, que de ser tan vacua a simple vista me ha recordado a aquella muñeca del cuento de Hoffman, mecanismo de relojería y óptica que Copelius hace pasar por hija y que pierde a un hombre en la locura...

Saludos cordiales, colega.

 

Epa!!! Cuidado con esas atracciones, son brutales, grato leerte

 

Ciertamente, si uno se mete por esos lares, ha de pagarla cara, querida Marián.

un abrazo!

 

De lo que estoy seguro es que tu muñeca de carne y hueso no es la que conozco,... ¿O si? Saludos compañero.

 

Los versos se van enroscando con hebras de realidad y fantasía para tejer un bellísimo y original poema. Felicitaciones, amigo poeta!! Un abrazo.

 

Sospecho que la similitud acaba ahí, no creo conocer a la mencionada señorita que tú conoces, mi estimado colega.

 

Miguel, muchas gracias, la fantasía y la realidad son hermanas y cómplices pára muchas cosas, ciertamente, como en este poema.

Abrazos, poeta