¿Cómo es...? (Para siempre)

¿Cómo es
que tu amor me da la vida,
si no me toca, si no me pertenece?
¿Cómo es
que amarte me hace sentir viva
si no eres para mí? Mi razón fenece...

¿Será acaso que la maldad
anidó en mi corazón?
¿Será acaso que mi alma
se llenó de corrupción?

¿Cómo es que aceptar la dualidad
trae a mi alma y a mi ser
la más grande felicidad?

¿Cómo es que acoger esta realidad
trae a mi alma, a mi día y a mi ser
la más completa tranquilidad?

No importa
si la respuesta no alcanzo,
lo único que importa
es que esta verdad yo abrazo:
yo te amaré cerca y lejos,
para siempre,
en persona o en reflejos.

Yo te amaré para siempre...
¡Recibe en la distancia
mi beso más ardiente!​

 

María, estás en lo cierto.
A veces, debemos poner tierra de por medio.
Tomar las de Villadiego, y poner los pies en polvorosa.
Pies, ¿ Para qué os quiero ? Echamos a correr en una carrera evolutiva.
Para ver quién llega antes, al Olimpo de los dioses.

 

Y eso es lo más importante, dejar de lado cuestionamientos para seguir los impulsos primarios. Saludos cordiales para ti María.

 

Muchas gracias Luis, mi gentil y noble Hidalgo, a quien extraño leer con todo mi corazón, pero aunque sea de a poquito me lleno de tus letras. No, el corazón no entiende, ¡es un necio, jijiji! Historias vivo, propias o ajenas que dejan esta inspiración. Te dejo mi cariño desde mi México lindo y querido, abrazos y besos, muchos...

 

Puede que sea lo mejor para la protagonista de esta historia, mas al hacer eso puede que siempre quede un rastro de amargura en su corazón... mi agradecimiento más profundo por el hecho de pasearte entre mis versos y dejar tu amable comentario. Saludos cariñosos.

 

Dicen por ahí que el corazón nunca se equivoca... ¿será? En la experiencia de la vida puede que esto sea de gran valor, dejarse guiar de vez en vez (¿o mejor siempre?) por el corazón. Un abrazo cariñoso y saludos afectuosos desde mi México lindo y querido.