El día de matanza.

Levité por encima de minas
mi cabello no dejaba de ondular
como fuego el día de matanza.

Si hubiera tenido que llevaros conmigo
no os hubierais resistido al sabor del azufre.

Si estoy rota es porque no existe nada completo.
Si aún no corto estos lazos
si aún me quedan miembros,
es para poder abrazarme a mi misma
para sentir la maleza en mis pies
el tacto,
como el amor,
son irrestibles para los seres solitarios.

Regalo mi columna vertebral,
arrastrarme es la forma mas honesta de verme.
Ya me han dado caza antes,
las trompetas han anunciado mi llegada hace mucho
pero me permito hacer esperar
porque, si hay algo que aún puedo hacer
es armarme
de
libertad.

 

Un poema terrible, como Iván el Terrible.

 

Si se lee con esa cara, perfecto!

 

en este mundo nada es complejo, todo es irreal a nuestra simple vista, grato leerle, me quedo con está parte, saludos cordiales

 

Hola, mucho gusto!

Te digo que lo leo y leo y me gusta su fuerza, su forma de encarar el dolor, de abrazarse a la resignación pero a la misma vez llenarse de valentía.

 

Gracias!! Abrazos

 

Muchísimas gracias Sofía.