Cataclismo

CATACLISMO

Abril dieciséis
de similar año en el siglo veintiuno.
Hora dieciocho,
minuto cincuenta y ocho.
Hora artera y siniestra
que a la calma asesta
y la tierra manabita
como acusada por un monstruo
en inusual sábado tiembla.

Aquí y allá se abre, se derrumba,
la lumbre artificial se trunca.
Las edificaciones
ora por el furor, ora por la indefensión
ceden y ciegos
contra su voluntad se desmoronan,
muchos sobre sus dueños,
sus pajes y vecinos,
otros sobre sus fieles y visitantes amigos.

Mis hermanos,
unos quietos,
otros en pertinaz huida,
perecieron.
La tierra abrió a su paso
cuanta obra antropogénica,
y aniquiló en el acto
a humanos y a bestias,
como un león hambriento,
como un cañón en guerra.

Y la verde Esmeraldas también tiembla,
también sufre, también llora a sus muertos,
como tiembla, como sufre, como llora
el Ecuador entero.

La viandante luna
¿hacer qué desde su altar podía?
Presenció la tragedia,
alumbró hasta donde pudo,
y sin remedio
se escondió entre las nubes
que aturdidas escuchan
mil lejanos lamentos.

El mar de Pedernales
como por premonición
o por cuidado,
retiró sus caudales,
y puso a salvo sus menajes,
sus laboriosas barcas,
sus redes rotas y pescadores también,
y en las horas y en los días siguientes
aquellos al volver,
cuánta destrucción divisaron,
cuánto dolor estampado en la intemperie distinguieron,
cuántas vidas palpitando entre las ruinas encontraron,
cuántas voces implorándole a su Dios,
cuánto miedo rondando por las calles,
cuántos nervios replicándose en su ser.

A tal descomunal tragedia,
no faltaron las manos solidarias
de verdaderos hermanos
levantando a los caídos,
apoyando al que todo lo ha perdido,
y aunque sea esta vez de gran dolor,
por su ancestro valeroso, en su memoria,
tomo de otros sus palabras
y unidos escribamos otra vez
la nueva historia,
de Muisne, Pedernales y Canoa,
Bahía, Portoviejo y San Vicente,
y al unísono con gritos de hermandad
digamos
¡Ecuador, Esmeraldas, Manabí
a levantarnos!,
¡Ecuador, Esmeraldas, Manabí
unidos siempre!

Sábado 16 de abril del 2016


AUTOR: DARÍO ÁLVAREZ CH.
PAÍS DE ORIGEN: ECUADOR

 

Que lindo poema, dedicado a los caídos en desgracia, a los caídos que se levantaron para seguir su camino.

 

"Luis c Torrico,
Que lindo poema, dedicado a los caídos en desgracia, a los caídos que se levantaron para seguir su camino."

Hola Estimado Luis

Gracias por dejar tu opinión en mi portal. Sí para los hermanos caídos en desgracia, los escribí con mucho respeto y admiración.

Saludos


Darío Alvarez