Hacia mis ojos amantes.

No he dejado de amarte;
ni un Sol instante,
ni una Luna completa,
ni en una embriaguez repleta
de una estación delirante.

Casi no siento enlace
con lo que sucede
fuera de mi cabeza.
Sigo la pauta constante
de hablarte desde mis constantes,
y así te siento cerca.


Vincular mis yemas
a otra piel, que no las quema,
es oír una voz distante
murmurante, que me ruega,
y no comprender ese lenguaje,
donde se conjugan los verbos, de amar,
desde la garganta hacia el vacío externo
sin recalar en los sagrados internos,
que permanecen resecos
desde que ella se fuera,
y se llevara consigo
aquel "ungüento amarillo"
que espantaba todos los males,
con tan sólo, una mirada de ella,
hacia mis ojos amantes.

 

y se llevara consigo
aquel "ungüento amarillo"
que espantaba todos los males,
con tan sólo, una mirada de ella,
hacia mis ojos amantes.

Hermoso y romántico poema de un gran amor que has vivido y que continúas amando y teniendo presente en tu corazón. Me ha gustado mucho ese sentimiento- Un saludo.

 

muchisimas gracias, despertando, por tu comentario.
Saludos y abrazos cordiales.