invención de la sirena. poema de pablo antonio cuadra.

Una mujer en aguas dulces.
Una estrella mojada en el límite del mar.
Dejar que la sonrisa se desnude
de su traje de lágrimas.
Una mujer en el centro
de todas las navegaciones
y lo vientos. El oleaje
su poema
-versos de espuma- y alguna gaviota gira
arriba
coronándola
y alguna mariposa
que parpadea
un revuelo de sorprendidos amarillos.

No conocí el aviso clásico:
'Huye de las playas de Circe'.
Nuestros antepasados
no concibieron la sirena:
ni Chalchiuhtlicue de la falda de agua
la celeste diosa de los ríos
ni Huixtocihuatl, la diosa azul
de las aguas saladas del mar
dejaron oír al hombre sus cantos.

Nuetros antepasados
no escucharon la voz de las aguas
en el vientre de la mujer.
Pero yo inventé un reino sumergido
cuya música esculpía en agua
el silencio del pez, líquido beso,
y el embeleso de su voz, líquido canto.

En el dulce mar de Nicaragua
antes de que arribaran a vela las fábulas antiguas
yo inventé la sirena.

 

Hey, cabronazo....
GRACIAS por compartir tan hermoso poema, me quedo absolutamente con cada uno de los versos, me ha encantado conocer la obra de ese poeta, coterráneo tuyo.

Salud y saludos, coño.

 

maecita, hay pueblos que nacen con una maldición marcada en la frente. los fenicios, la de construir buenos barcos. los chinos, la de vender a su puta madre por unas cuantas monedas. los vikingos, la de saber pillar a los pardillos de europa occidental. los brasileños con el castigo de patear bien un balón (los argentinos son casi tan buenos en eso, tranqui vos).

los nicas tenemos la maldición de la literatura. somos muy buenos en esta verga. creo que hicimos un pacto hace miles de años con una diosa de mamea pa conseguir esas habilidades.

salud, buenorra.

 

Es simplemente hermoso, René...

"Nuetros antepasados
no escucharon la voz de las aguas
en el vientre de la mujer...

En el dulce mar de Nicaragua
antes de que arribaran a vela las fábulas antiguas
yo inventé la sirena."

Esos versos en particular me fascinaron.

Y no solamente la inventó, seguramente la alimentó y se alimentó de ella por mucho tiempo.

Muchas gracias por compartirlo.

¡Salud!

 

es que los hombres del mar sentimos una atracción tan inevitable e hija de puta por la sirenas, kiki: que nos las inventamos, nos las comemos, nos dejamos devorar, aunque al final nos toque yacer varados en la playa durante 19 días y 500 noches.

somos así.

¿qué tal de glaciación por ái? ¿ya regresaron las manadas de mamuts? pué yo voy por un cafezaso.

saludazo vos.

 

isa, a como el inolvidable diálogo entre el capitán willard y roxanne en apocalipsis now redux, yo a veces no se si soy del ernesto cardenal o del pac.

la literatura debe ser así.

salud.