El error de Cupido

Sólo para comenzar
esto es el tipo de final
en el que no quiero irme
en el que duele despedirme
y en el que me tengo que marchar.

Y yo te tengo que olvidar
porque no puedo estar cerca de ti,
si tan sólo supieras cuánto me cuesta,
pero es mejor que yo deba partir.​

No debo enamorarme más,
ni desear el calor de tu abrazo,
no puedo pensar en tus besos
porque tu duermes en otros brazos.​

Espero haber cumplido en ti mi misión
fue tan bonito haberte conocido,
pero me retiro con dolor en mi corazón
porque sólo a mí me flechó Cupido.​

Yo sé que serás feliz,
aunque no te agrade mi decisión,
verás que pronto te olvidarás de mí,
porque tú si estarás al lado de tu amor.​

Y aunque esto nos cause dolor
Por hoy, sólo esto te digo:
tú sólo dirás adiós a un amigo
y yo me despediré de mi amor.

​

 

Un hondo pesar respira esa despedida, no podemos obligar a alguien a que corresponda a nuestro amor y continuar una amistad sería injusto, correcto y sano el adiós, aún cuando duela. Emotivos versos, placer leerle. Saludos!

 

Algunas veces toca despedirse, decir basta, decir adiós. El amor y los sentimientos en general, son tan sencillos y a la vez tan complejos, cada decisión es difícil de tomar y más de aceptar. Pero la vida sigue y continuar es necesario, avanzar sin cargar rencores o decepciones es lo mejor, más sano para uno mismo, si no es correspondido el amor.

Ha sido agradable leer sus sentidos versos.

Un cordial saludo.

 

ya sabes que yo lo detesto, grato leerte, un beso amigo

 

Hola Brisa:

Muchas gracias por leer estos humildes versos.

Y si, una despedida forzada y dolorosa a una ilusión.

Ni modo, así pasa cuando sucede...

 

Estimado Joel:

Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer y regalar un buen comentario a este poema.

La verdad es que si, a veces, simple y sencillamente toca despedirse. Y creo que lo peor es seguri postergando, dejando crecer sentimientos...luego, las cosas se ponen peor.

Es mejor cargar transitoriamente una tristeza o decepción a un rencor.

Saludos.

 

Hola Marianne:

A veces es un mal necesario el hecho de despedirse y dejar que las cosas crezcan y después se conviertan en algo más dificil de controlar y superar.

Es mejor perder la ilusión, que perder fuerzas en una lucha infructuosa y dolorosa.

A veces, los seres humanos hacemos las cosas correctas en la dirección equivocada...

Siempre es grato tener a tu persona al pendiente de estas humildísimas letras.

Un abrazo.