Miércoles de ceniza- haciendo mis mementos

"Memento, homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris"
(frase ritual que dice el sacerdote cuando tizna con una cruz la frente
de los fieles cristianos el miércoles de ceniza para recordarles :
"polvo eres y en polvo te convertirás")
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¡Tanto he vivido sin haber vivido!
¡Tanto he pensado sin haber pensado!
(Fernando Pessoa)​

Miércoles de ceniza, haciendo mis mementos

He pasado por múltiples eventos
y a estas alturas he vivido tanto
que ahora me da igual tanto que cuanto.
Permítanme que haga mis mementos:
mi vida fue una ristra de esperpentos,
después de breve risa largo llanto,
luego de la ilusión el desencanto,
corta felicidad, grandes tormentos.

Por estos días voy con pasos lentos
hollando en el camino mi quebranto;
nada me importan ya los ornamentos,
nada me afecta ni produce espanto;
ya no quiero reproches ni lamentos
cuando camino voy del camposanto.

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*hacer alguien sus mementos
1. loc. verb. p. us. Detenerse a discurrir con particular atención y estudio lo que le importa.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

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Espero amigo jmacgar que este poema sea más impostura que otra cosa y realmente no estés tan deprimido.
Un Saludo cordial

Mouse

 

Tranquilo, Miguel Ángel, ya sabes cuánto me gusta impostar y cuánto me gusta también tratar el tema de lo trágico de la vida que afortunadamente concluirá cuando nos vayamos definitivamente.
Sé que es un tema que a ti no te gusta demasiado (lo de pensar en la muerte, digo), pero para mi es uno de los motivos de inspiración mas frecuentes, y en este caso, el hecho de que mañana sea en la liturgia eclesial el "miércoles de ceniza", que es cuando se recuerda que somos polvo y al polvo volveremos, pues me lo ha puesto en bandeja, jajaja...

Gracias por pasar.

Un cordial saludo.

 

Está bien amigo, aunque no entiendo como a un ser humano no le puede importar morir.

Un cordial saludo

Mouse

 

Ese asunto de que le "importe la muerte" al ser humano puede tener una doble lectura y por eso en este tema, como en tantos otros, no se puede generalizar; seguramente a la mayoría de la gente "le importa la muerte" desde un punto de vista negativo que seguramente es al que tu aludes, o sea que la temen; pero hay otros (no pocos) que no la temen, que la ven como el último proceso natural de la vida, el que la concluye definitivamente o no, según las creencias de cada cual.
En esta vida cada uno habla de ella (de la vida) según le va y entonces debes recordar que hay gente que desea morir por diversos motivos, uno de los más frecuentes es el de que el vivir se les hace insoportablemente doloroso, de ahí que diversas formas de eutanasia se estén aceptando cada vez más en muchos países.
Piensa también en la cantidad de suicidios que se producen a diario y cuyas cifras se ocultan por temor a un "efecto contagio".
¿Comprendes ahora que haya seres humanos a los que sí les importe la muerte, pero como descanso definitivo a sus sufrimientos?

Saludos nuevamente.

 

borrado por repetido.

 

No quisiera resultar repetitivo en este tema pero la idea de dejar de existir me parece terrible teniendo en cuenta que la vida también ofrece momentos de felicidad y en el fondo debe haber algún sentido al hecho de encontrarnos aquí.

Saludos cordiales de nuevo.

Mouse

 

Te insisto, Miguel Ángel en una frase que te dije en mi contestación anterior basada en un famoso redicho popular: "cada uno habla de la feria según le va en ella". Seguramente hay mucha, muchísima gente (la mayoría) que le "encuentra sentido al hecho de estar aquí" como tú dices, pero debes aceptar también que hay otros (menos) que no le encuentran ninguno y que piensan que este mundo es un caos al que es muy difícil encontrarle lógica. A mí me puedes apuntar entre los segundos sin que ello quiera decir que no disfrute (aunque siempre me han parecido muy breves) de los pocos momentos gratos que se me presenten.

Saludos.

 

Cómete un chocolate y te sentirás mejor; cómo agnóstico que presumo que eres no debe ser cómodo saber que nos espera al final de camino, para mí igual. Nos han enseñado a temerle desde que nacemos, algo difícil de superar. Sin embargo, estoy de acuerdo que la vida puede ser una pena duradera si la impotencia es una enorme muralla que nos impide disfrutarla. Un placer leerte

Un abrazo

Andi

 

Esta mañana me dijo una simpática cajera del supermercado que circula por la red un chiste que viene muy a cuento de esta curiosa coincidencia que me señalas: "Miércoles de ceniza y San Valentin: hoy toca polvo doble", la verdad es que me hizo reir la muchacha.

Lo de acicalarse (chapa y pintura) está muy bien, no hay que abandonarse; yo en cambio soy un poco más dejado: me afeito cada tres días y no uso sino el imprescindible gel "ad hoc", dejo que las canas salgan a su aire (y mira que me han dicho que me dé un tinte) y dejo también a las arrugas que aparezcan por donde mejor les parezca; de momento no son muchas...

Gracias Luis.

 

Presumes bien, Andi, soy agnóstico; el chocolate no hace falta que me lo recomiendes, es uno de mis vicios que debo controlar para no pasarme, y en verdad que ayuda a ver la vida de distinto color; sobre todo a mí me hace falta, la verdad, porque tengo tendencia natural a verlo todo de color gris oscuro.
En cualquier caso te diré que ese agnosticismo no me hace sentir incómodo, como dices, por lo que sucederá al final del camino; más bien te diré que lo que me haría sentir realmente incómodo es saber que voy a tener otra vida (y para colmo "eterna") después de esta. ¡Uf!, no soporto esa idea; yo creo que con una vida (esta) ya tenemos bastante, por eso es importante saber aprovecharla y disfrutarla: ¡a vivir que son dos días.

Gracias y un saludo cordial.

 

Muy buenas reflexiones, aunque siempre creo que la poesía tiende a exagerar también opino que algo de verdad queda en lo que se escribe. Y, en este caso si la impostura está en el tono irremediable estaría bien que la conformidad ante lo hecho sea real.

Me ha gustado el ritmo del soneto, en todos los versos encuentro un recitado cómodo y natural.

Saludos, Oncina.

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Como seguramente sabrás no edito ya en el foro, lo que no quiere decir que de vez en cuando y siempre que puedo entro por ver y seguir aprendiendo de los que verdaderamente sabéis de estas cosas del verso.

Se que este poema tiene parte de impostura y parte de pensamiento y sentimiento real, pero al margen de todas esas circunstancias es de gran profundidad y muy a la medida de lo que a mí me gusta escribir, aunque lo haga con menos talento. Porque me ha gustado, he entrado.

De todas las maneras, leídos los comentarios, entiendo que los juicios a priori no tienen que ver nada con lo que significa encontrarte de frente y muy próximo al desenlace final. Se es valiente cuando se está con plenas facultades físicas y psíquicas, pero cuando lo tenemos enfrente y próximo nos rila el alma y las piernas.

Mis felicitaciones.



Madrid, 15 de Febrero del 2018

 

Me alegra muchísimo Epimeteo verte de nuevo comentando por aquí, de veras que sí. Para colmar la alegría solo falta que te animes a editar algún nuevo poema. Estaré pendiente.

En cuanto a tu comentario yo creo que todo depende cómo y cuándo llegue la huesuda señora de ojos vacíos y guadaña en mano; las piernas y el alma rilan cuando llega a deshora porque si viene cuando se ha vivido ya bastante y los años ya nos pesan demasiado, cuando la vejez nos va diciendo interiormente ¡hasta aquí hemos llegado!, yo creo que nada nos tiene que rielar, lo aceptamos con tranquilidad; he visto muertes así, cuando la persona se va apagando como una vela sin que muestre en su rostro señal de pánico alguno, cuando el moribundo se despide de su familia con serenidad de ánimo; esa aceptación me gustaría que fuera la que a mí me toque en suerte si no es que muero durante el sueño, que sería otra forma muy agradable de morir.
El terror, Epimeteo, no está en verla llegar, sino en cómo llega, porque si llega haciéndonos pasar por un sufrimiento espantoso, eso sí que es terrorífico; se le debe tener temor a que la forma de morir sea terrible, no a la muerte en sí misma; una persona que viva 110 o 12o años (que alguno habrá) yo creo que ya ha interiorizado mentalmente que se tiene que ir ya...y lo acepta. Lo contrario sería antinatural, porque debemos aceptar que la muerte es algo tan natural como la vida. Nos han educado mal. Hay otras culturas donde se acepta esto bastante mejor.

Saludos reiterando mi satisfacción por leerte de nuevo.

 

Me identifico con el poema y comparto tus comentarios al respecto. Por cierto, no sé si has oído hablar de "el café de la muerte", una tertulia donde la gente se reúne para hablar sobre la muerte en plan serio y creo que hasta liberador. Ah, el comentario de la cajera tal vez fuera una indirecta...

Saludos.

 

Sí, es cierto que todos tendemos a exagerar un poco cuando hacemos poesía: si la hacemos de amor será el amor más puro (y si fuera impuro sería el más impuro), si hablamos de tristezas sería un poema cargado (incluso sobrecargado) de amargura y melancolía, y si fuera de tono tétrico nos pondríamos a hablar de la muerte y le daríamos un tono bastante sombrío, con paseos bajo cipreses de camposantos: a mí estos últimos tonos me inspiran mayormente y suelo exagerar bastante cuando escribo sobre la proximidad de la Parca.

No alcanzo a entender mucho lo que quieres decir con esta frase:

"Y, en este caso si la impostura está en el tono irremediable estaría bien que la conformidad ante lo hecho sea real."

no sé bien a qué te refieres, sinceramente, especialmente con la parte subrayada.

En cualquier caso te agradezco tu paso y comentario.

saludos cordiales, poeta.

 

Nada importante Juan, creo que me interrumpieron mientras escribía y no conecté correctamente el discurso.

Quería decir que a mí me gustaría que al llegar el momento del fin pudiéramos estar conformes con lo hecho en nuestra vida, me da la impresión que siempre se quiere más de lo que se tiene, iba al caso de la frase "me da igual tanto que cuanto".
Si no es una impostura me parece que es para estar muy satisfecho poder llegar a esa reflexión.

Prometo releer antes de darle a enviar y no volver a mandar galimatías.

Un abrazo.

 

Realmente lo que quería decir con esa frase que citas es que yo creo que llegados a cierta edad (en la que aun no me encuentro) yo creo que nos dará lo mismo ocho que ochenta, y que cosas que nos importaron mucho en su momento, con el paso de los muchos años, y a la vista inminente del final, nos parecerán banalidades, hojarasca arrastrada por el vendaval del tiempo.

Gracias por aclarar, Oncina. La verdad es que la frase tal cual estaba no me resultaba muy comprensible.

Un abrazo.

 

Te has metido buenas presiones con eso de trabajarlo a dos rimas. Un inventario Borgiano, si se quiere, como empieza a atraer al lector, y luego vira a un tono un tanto tradicional y vehemente. Tus influencias se ven desde lejos, y las explotas con destreza. Un gran saludo cordial.
Gus

 

Será que es así; que una vez teniendo el vale firmado todo lo que hemos sido ya no importa y se derrumban los significados. Gracias por la aclaración en "mementos" ya que casi incurro en una falta. Saludos cordiales para ti, jmacgar.

 

Me gusta el concepto de la muerte porque lleva a reflexiones profundas, a trascender más allá del dolor, del "aquí y ahora" y sobre todo, al fin y al cabo, al concepto de vida. Pienso que el uso de contrarios es una buena herramienta para proyectar a través del uno la perspectiva que tenemos del otro. De este modo escribir sobre la muerte, además de naturalizarla, lleva al lector hacia la otra cara de la moneda, y aquello que podría ser tétrico y cerrado en sí mismo se convierte en un paisaje de mil caminos.
Vida o Muerte...¿Qué va primero?.

Me ha encantado la ligereza de tu pluma y cómo te va conduciendo con gran destreza poética a ese final rotundo que te hace pensar:

"ya no quiero reproches ni lamentos
cuando camino voy del camposanto.".

Gracias por compartir tu poesía, amigo, no siempre la belleza tiene que ser rosa, muchas veces acostumbra a vestir de otros colores.
Mi sincera enhorabuena,
cuenta con que te seguiré leyendo.

Un cordial saludo,

El Regreso de Alfonsina

 

El que se ha quedado encantado con las reflexiones que te han suscitado estos versos he sido yo, Alfosina. Me han gustado mucho tus argumentos y estoy completamente de acuerdo con lo que dices.

Te mando un afectuoso saludo junto a mi gratitud por esta visita y comentario.

 

Te pones como acabado, amigo Juan, no creo que estés en ese termino .
Cada día tus poesías son mejores. Yo diría que superiores por no decir sublime y tienes la virtud de abarcar todos los temas.
Mis felicitaciones para tu extenso trabajo.
Castro.

 

Te gusta la tragedia más que a un tonto un lápiz, hay que ver lo que disfrutas camino del camposanto, haciendo tus mementos (que no tus memeces, que eso no, no, no).
La vida sigue igual, la, la la laaaa.
Un abrazo.

 

No te sorprendas SorEratalia; ya sabes cuánto me gusta ir por la vida cabizmundo y meditabajo...

Gracias por pasar y por alegrar este tétrico soneto con esa cancioncilla.

 

Un placer leerte. Gracias por compartir.
Abrazo.