De Claudia, para mi...

Es extraña la conexión que existe entre Claudia y yo. Ayer, caminaba por un lugar por el que ella me dijo haber vivido una de esas “escapadas” a las que su alma la invita. Lo mas curioso es que, mientras observaba el paisaje e imaginaba lo que allí ella había vivido, pude ver como el ambiente tomaba el color que ella siempre me narra, el de un gris desolador que vomita nubes a trocitos, el de un sol moribundo que sin fuerzas perece ahogado en el mar. Colores de desesperanza, sin consistencia para vivir...

También pude sentir ese aroma a humedad, a llanto, a flores marchitas como si en cada esquina hubiera una tumba, una muerte que llorar…
Me sorprendió tanto, que sacudí mi cabeza para echar de mi aquella sensación, aquellas imágenes que me invadieron por dentro.
Mas, mi sorpresa creció cuando Claudia me escribió contándome que en su última salida, yo estaba a su lado, que me palpaba como niebla, pero que me podía sentir como si mi piel latiera a su lado…

Siempre dejo que sea ella quien lo cuente, pues aunque según ella yo estuve allí, y algo en mi interior me dice que es así, no conozco los detalles, ni sus motivos para escapar siempre que puede, ni siento sus emociones cuando halla lo que quiere, o cuando pierde lo que ama, o cuando la tragedia le roza la piel…
Con sus letras os dejo...con su corazón maltrecho, con sus labios rotos, con sus dedos gélidos…


“Mi querida amiga, que ganas tengo de poder salir de esta casa gris, y poder pasar contigo algún tiempo. Quisiera estar unida a ti, para poder vivir en plenitud todas estas cosas que me parece vivo a la mitad...A veces pienso que no termina de amanecer porque no estamos unidas...Pero al mismo tiempo me pregunto ¿A cuál de los dos mundos iríamos, cuál es el verdadero, cuál es el que nos pertenece? Supongo que , por estas preguntas estoy aquí encerrada. Y mientras, Doyle, mi carcelero doctor, me mira con recelo por no hallar la cura para mis , según él, descalabros mentales….Y cada vez ratifica mas mi cadena perpetua…
En fin, al menos no logra atrapar a mi alma cuando esta se alza en fuga. Cuando hago de mi mundo, una creación enteramente mía…

Te cuento mi última, ¿creación? O ¿realidad? Sólo tú y yo sabemos hasta donde llega lo real y hasta donde lo impalpable.

Despierto en un bosque oscuro, mi vestido está lleno de lodo, como si hubiera dormido sobre él. La oscuridad es tan intensa, que siento que son sombras lo que respiro. Por eso el cansancio, por el aire denso que a trompicones entra en mis pulmones.
Escucho música de gargantas de lobos y comprendo que son las notas del concierto que preparan para mi requiem…
Mas no temo, se que Él, esta a mi lado, y que ha empapado toda la tierra para que mis pies no dejen huellas...¡Por eso el lodo Claudia, no temas y corre!
Aunque esta vez no puedo verle y eso me turba, siento que parte de él está también en peligro.

A lo lejos veo una casa con sus luces encendidas, toda ella es amarilla. Parece que alguien me espera allí, es una mujer, a la que no puedo verle la cara, me abre la puerta de espaldas, y se retira hasta una habitación lejana. No se porqué, pero le temo...Mas procuro hacer allí lo que tenia que hacer, esperar, parece que nada más, pero añado el temer , pues me doy cuenta que me aterran sus ventanales abiertos, parece que alguien me observa desde fuera y como una demente comienzo a cerrar con desesperación todas las ventanas y las cortinas, que no haya visión desde fuera es lo que necesito, pero el temor sigue, es tan fuerte el miedo Sandra, que es en ese momento donde te veo a mi lado, porque él no esta...Y mi alma se turba más por ese hecho, que por el mismo terror que en esos momentos siento del exterior… La mujer extraña, me dice desde lejos que debo salir de la casa, que ella me llevará a otra estación en su coche, desde una fisura de la puerta, miro hacia fuera, los metros que me separan del coche y no se si me desvaneceré antes de llegar…Estoy temblando, sudando, mi palidez es calaverica.

Pero aun me sigo preguntando , dónde está él, mi amado amigo de los caballos, mi ángel vestido de negro, dónde están hoy sus brazos protectores, o al menos su sonrisa que me da aliento…
En ese momento veo que en el pasillo hay una puerta cerrada que antes no vi, y que de ella sale luz, voy hasta allí y abro con recelo...No daba crédito a mis ojos, ¡de veras! por eso enjugue mis lágrimas vez tras vez, allí estaba él, amarrado a una silla con cadenas, y delante de un gran ventanal abierto de para en par, por donde entraban lo que a mi me aterraba, y no eran las tinieblas, ni los lobos. Era una persona sin cuerpo, un ser, no se....Intente llegar hasta mi amado, pero no podía, mis pies estaban clavados en el suelo, y yo lloraba y gemía sin parar. Extendía mis brazos y gritaba, mas no llegaba hasta él , ni al ventanal que nos hacia tanto mal…Había sellado toda la casa amiga, pero aquel ventanal abierto, se abría como una boca tenebrosa, tétrica, que amenazaba con devorarnos. Sólo una cosa me consoló en aquel lúgubre momento y fue que él por fin giro su cabeza hacia mi y pude ver su rostro, tan claro como el medio día...Una vez mas, no puedo ni quiero narrarlo...Y menos a ti, que le conoces mejor que yo...¿verdad? En los peores momentos me demuestra cuanto y como me ama, esta vez, fue mostrándome su rostro...¡Soy yo, estate segura! Me dijo sin palabras...

En este desespero por ayudarle me desperté, mis llantos eran tan fuertes que despertaron a Doyle quien vino en mi ayuda, le pedí lo que nunca había hecho, duermeme, por favor, devuélveme al sueño, y esta vez tuvo compasión y yo pude sentir como la Zoplicona corría por mis venas y llegaba hasta mi sistema y yo, volvía a mi mundo...Pero aquel sueño había huido, había cambiado el escenario, y busque y busque, con ansias el bosque oscuro y aquella casa aterradora como la luciérnaga busca la luz...Subí y baje ciudades, corrí por túneles oscuros, salte barrancos y no le hallé…
Mis ojos ya no distinguían la realidad, estaban desorbitados buscándole...fue en ese momento cuando le vi a ella, a Lucia, una niña que me pidió ayuda, le dije que no podía ayudarla, ¡ahora no!, Pero su ¡Por favor! ¡Llévame contigo!, trajeron a mi memoria el recuerdo de mi amado y a lo que él hizo conmigo un día hace mucho, mucho , mucho tiempo, cuando le pedí en uno de mis terrores que se quedará conmigo...Y como él corto sus alas, su tesoro más preciado y me las regaló. Me dijo ese día, “siempre estaré a tu lado, en cualquier versión, aprende a distinguirme, siempre estaré…”
Abracé a Lucia y la lleve conmigo...Aunque te confieso que mis ojos siguieron buscando su imagen, su bella imagen, la imagen de mi amado, por todos lados…

De Claudia, para mi…

SHA.

 

Se rompe el sueño o la pesadilla. Se rompen los terrores, pero sigue en el alma el deseo de volver, de llegar de nuevo a su presencia, que es huidiza, esquiva, que llega cuando quiere y cuando lo desea se va. Quedan los terrores, el miedo,ese que a veces paraliza y otras ocasiones nos impele a correr, a volar. Paisajes grises y casa amarilla. Luz y nieblas. Presencia de Sandra que se intuye y se desea, pero que se evade en una sombra imprecisa. Sueños para soñar con Claudia, en su mundo propio, en el que habitan sus fantasmas y sus deseos.
Cuando te escriba de nuevo y le envíes tu respuesta, pídele por favor una sonrisa.
Gracias por trasmitirnos sus noticias.
Un abrazo.