Coincidencias.

En un agradable departamento había
dos dormitorios raramente coincidentes.
En uno de ellos la pareja que hacían -
reiteradas veces el amor cada día solían
gritar sus momentos pasionales de una
manera para ellos muy satisfactorio.
Pero para los vecinos, que eran de
hábitos
regulares, el bochinche no los dejaba
casi dormir.
Por supuesto, a esta pareja nunca se les
ocurrió hacer llamados de atención o
algún tipo de denuncias, pues temían
ser tomados por tontos o algo peor...
También puede afirmarsae que no tenían
les agradaba armar escándalos
pues eran razonables y armónicos.
Otra cosa que les llamaba la atención
era que cada vez que se cruzaban
accidentalmente con los desaforados amantes
les asombraba su gran energía y contento.
Es decir: los notaban contentos de sus días
y con un estado atlético poco envidiable.
No cabía otra cosa que deliberar para encontrar
una solución expeditiva.
Fue así que se concentraron en la búsqueda de un
departamento bien alejado del anterior
y tuvieron la suerte de hallarlo
El departamento prometía paz y tranquilidad.
La mujer respiró aliviada, incluso abrazó con pasión
al esposo quien se sentía en la misma forma.
Pero , como muchas veces en la vida, ocurrió lo inesperado.
Esa misma tarde y esa misma noche,
volvieron a escuchar los tremendos gritos apasionados
de aquella pareja vecina quienes, por mera casualidad
habían coincidido en mudarse al departamento vecino
pero con la habitación exactamente colindante....

 

juassssssssss que fiasco resulta el alquiler de la ¡tranquilidad!

 

Puede suceder a cualquiera en esta o en otra forma. Saludo afectuoso poeta.

 

¿A qué tanto ir y venir?
El contraataque es la mejor defensa,
ponerse ellos también a la faena:
competición de erótico vodevil.

 

¡Tal vez tengas razón, poeta, Valeria! Pero bien sabes que hay personas que tienen escalas muy propias o subjetivas y ven las cosas de un modo distinto. Por eso no se trata aquí de juzgar ninguna de las dos posiciones extremas sino de explorarlas y dejarlas al criterio de los que leen. Te envío mi saludo afectuoso y agradecido por tus palabras. Julius 1200

 

Por supuesto, el onceavo pecado capital debería ser: no juzgarás en vano... jaja!

 

Algunos lo pasan por alto o lo ignoran, otros lo consideran pasado de moda...e,t,c. Además por "culpa" de ese pecado se arman ciertos entuertos.

 

Bien dices. ¿Quien no ha metido la pata, creyéndose en posesión de la razón, cuando esta es relativa?
Nunca una frase reflejó más certeramente la futilidad de la soberbia que domina al ser humano: "Solo sé que no sé nada".

 

Así es estimada poeta. Gracias por tu valiosos comentarios. Saludo fraterno y afectivo. Julius 1200

 

un interesante poema, para reflexionar, grato leerle

 

Es agradable que le haya gustado este poemita. Reenvio Saludos anteriores y agrego que soy afectivo pero en el mejor sentido. Julius.