Atardecer - II

Un atardecer lluvioso

El atardecer lluvioso, hoy espera
a la lenta oscura noche entre nubes.
Y el fuerte viento cual cometa sube
a una bolsa de plástico rastrera.

Y muriendo el atardecer mojado
la noche viste con rayos el cielo
rompiendo sus rugidos sobre suelo
el llanto de la lluvia acongojado

Y en los confusos charcos de la acera
dibuja una farola sus reflejos,
el brillo de su luz, es un espejo
donde la lluvia inquieta corretea.

Un perro alza su pata en la farola
rompiéndole su sueño más arcano
y escarba con sus patas, muy ufano,
alterando en el charco la aureola.

En el viejo paraguas desgastado
el metal de la lluvia lo golpean
que inquietas y alocadas me chorrean
mientras corro con paso apresurado.



(Por aquí llevamos muchos atardeceres lluvioso, así que las musas vinieron mojadas)
​

 

Una fiel y poética descripción. Por aquí amenaza lluvia, truenos y relámpagos, pero no importa; el atardecer llegará puntual, con más o menos luz pero dibujando un paisaje único.
Somos lo que somos capaces de observar, y de tu poema surgió una muy bella mirada.
Un abrazote Carmen… antes de que llueva.

 

Hola Amiga Carmen, qué bien te quedó, ese verso de la bolsa de plástico y el del perro me han gustado sobremenera, me gustan esos detalles que pasan desapercibidos para todo mundo, pero no para los poetas. Muy bueno.

 

Lluvioso y urbano, me recordaste alguna de las mejores pelis del cine negro, donde el poli bueno se refugia de la lluvia en un tugurio lleno de humo y encuentra a la vampi, malísima pero irresistible, sobre todo en tardes de lluvia donde poca otra cosa hay para hacer...

abrazo, Carmencilla
Jorge