Ectoplasma

Ectoplasma


Es
a través de un sueño
que te veo,
como si en la niebla
pudiera adivinar que caminas
en sentido contrario,
siempre,
pero, al sentir que te acercas,
hay
un reflejo tuyo que se aleja
y hay una contradicción vital
en mí.


Es
en las finas gotas que cubren
tu rostro,
que siento tus lágrimas frías
y un levísimo aroma de tierra
en tus pasos,
y un calor incierto en el tacto
de las yemas de tus dedos blancos
que yacen como muertos
en tu regazo.


Es
que te he pensado tanto
y a diario,
de tanto imaginarte
he gastado ya todas tus facciones,
he dejado tu figura de a pocos
dispersarse
en la ráfaga constante
del tiempo,
y la duda acerca del color
de tus ojos
también se desploma
en el laberinto isósceles
que he imaginado en tu nombre.


Es
solamente a través de un sueño
que te veo,
tan volátil, frágil como la niebla,
y desapareces
casi por completo,
es entonces cuando
extiendo mis entumidas alas
y en el viento que suavemente
me empuja hacia lo alto,
me embriago
en la libertad.

 

Hay poemas que nos dejan cierto halo después de leer, sensaciones de armonía, y por eso resulta difícil dejar comentarios, porque la obra es tan rica y conmovedora, que las palabras puede que no lleguen a expresar la totalidad que transmitieron los versos.
Hacía mucho que no te leía, y fue un placer hacerlo esta mañana.
Hermoso trabajo, saludos cordiales

 

Cierto es, hace mucho que no publicaba ya en el portal, cosas muy espaciadas en el tiempo, querida Cecy... y me alegra encuentres esa armonía y el poema sea de tu agrado. Siempre es agradable recibir un comentario con esa calidez y empatía tuyas, Muchas gracias.

Un abrazo

Giovanni

 

Es
que te he pensado tanto
que de solo imaginar tus labios
me pierdo en el laberinto de mis ansias
y me sumerjo en una levedad
llamada: ¡Felicidad!


Aplaudo tu poema, corazón bello ¡Divino! Por fin por aquí Becho