Olvidando recuerdos...

Miro hacia el horizonte tras los cristales lluviosos, que se ahúman por el vapor de mi té caliente, y sonrío recordando aquellas risas de los días rosas. De los días de inocencia, cuando no existía a penas mañana pero sin embargo, estaba aun repleta de primaveras por llegar…

El día gris también cubre mi sonrojo cuando pienso en aquellos instantes irresponsables, dónde a penas quiero reconocerme, pero que al fin, también son parte de mi libro, al fin, también han dejado estas marcas que impresas están en mi piel…

Y cuando una gotita de lluvia juega a despistarme y corre extraviada por el cristal, y la sigo con mi dedo , me trae recuerdos de mis lágrimas en los días tristes. Gotitas más ligeras por la sal que ellas y entonces le gano la carrera…A ella y a la tristeza. Aun quedan días lluviosos, vamos con calma...

Dibujo en el cristal, algo parecido a mi vida, con un conjunto de historias escritas.
La comparo con un puñado de hojas de calendario
Siete jornadas seguidas
Cuatro cambios de luna, al igual que ella, yo, a veces del todo iluminada, otras en total oscuridad, otras, mostrando mi mejor cara, en fin, según el día.

Y otra vuelta al sol y yo cuento mis años según los pasos que doy en cada estación. Y sin darme cuenta han pasado ¿cuántas estaciones…?

En una sola jornada, en unos pocos metros de vida, te gozas con unos novios, con brillos y cánticos de boda.
Te llenas de ternura con el llanto de un recién nacido, que a gritos pide alimento para comenzar la carrera. ,
Y se te parte en dos la alegría al abrirse una porción de tierra para tragarse un ataúd lleno de una vida muerta.

En fin..

Termino mi té, me encojo de hombros, olvido los recuerdos, y con una leve sonrisa, comienzo a coleccionar otros…

SHA.

 

Ay! Sandra, la cosa es que en la tarea de olvidar se matizan aún más los recuerdos. Y es de humanos, que pase así, es natural, normal!!, La otra cosa es que en el cuadro de la vida de uno le daremos más o menos espacio a qué? Mientras más avanzamos cada recuerdo permanece o se reduce y queda con el exacto tamaño o ninguno. Lo que sí debe ser el más grande, es el de uno mismo..
Me encantó esta prosa personal existencialista !!!!
También terminé mi café leyéndote con buen gusto.
Un abrazo hasta tu orilla
Camelia

 

Mi querida Camelia...¡Ah si volviera a nacer ,me llamaría Camelia! ¡Como me gusta tu nombre, cachis!
En eso estoy la mayor parte de mi vida, ubicando y desubicando espacios...Quedándome con lo bueno, desechando lo malo...
Gracias por pasar por esta orilla, que también es la tuya...
Besos...

 

Me alegra saberlo, pues quedarse con lo malo no da utilidad en la vida..
Y si volvieras a nacer tu nombre será el perfecto para ti. No te imagino con otro nombre así como yo sin el mío...Pero podemos compartir jejeje...
Un abrazo
Camelia

 

Muchas gracias, Camelia...siempre me sacas una gran sonrisa de alegría...

 

Me alegra Sandra
Y te extiendo una invitación, no es mi estilo, pero como te siento animada con los acrósticos. Estoy publicando una saga jejeje (idea de una persona muuuuuy especial) Enero, Febrero...apenas comienzo, pero haré los doce...
Y de antemano bienvenida a estos intentos de mi pluma..

Feliz tarde!!!

 

Quizá no sea tu estilo invitar pero, te sobra en lo que he leído...Me han encantado y espero los demás...Estaré pendiente...
Gracias, Camelia...

 

Podemos olvidar los recuerdos, Sandra pero, sepas que ellos, cada uno de esos recuerdos, no se olvidan de nosotros...
Magistral tu composición...Besos