La muerte

... ...

No la invoques
Porque te acecha
No la inventes ... a la muerte
Porque te acosa

No la nombres
Porque viene
No la llames... a la muerte...
Porque nada la detiene...

Esta es la vida...
Gótica y milagrosa...
Rodeada de muerte

Esta es la vida...
Vertiginosa
Vigilada por la muerte

La paciencia, por suerte,...aun nos respira el aire...
Y el destino nos envuelve ... con su presencia postergable

... ...

 

No hay muerte,hay vida detenida. En el umbral se detendrá,tal vez al otro lado,quizá...quizá continuará.

 

Me gusta su opinión, Antonio Cuello.

 

No hay que mencionarla, si de todos modos existe. No hay que dar entidad a quien llegará algún día.
Obsesionarse con ella es darle un lugar que ensombrece, como concederle un "turno" de atención que no le corresponde.
Tu poema está bien planteado, fue un gusto conocer tus versos.
Saludos, poeta

 

Muchas Gracias, Cecy B (-Hechicera de palabras-)