Muerte a la reina de Versalles

Sobre empedrada vía la carreta avanza
equinos que la tiran rechinan imprudente,
va en ella una mujer de rostro alabastrino,
bata blanca, pelo rubio y de porte imponente

A lo largo del trayecto la plebe arremolina,
lanzando insultos e improperios en torno a ella,
es la reo que ajusticiara el tribunal regente
y al meridiano recibirá muerte inclemente

Segura y con soltura los peldaños asciende
al umbrío artilugio que su verdugo encilla,
se persigna, mira al cielo y coloca el cuello,
en el circular yugo de la infernal cuchilla

Una campana desdobla triste al mediodía,
en voz fúnebre la guillotina gime en su caída,
cae como rayo cercenando el cuello de su talle,
de Maria Antonieta la reina de Versalles

RRegis​

 

No sé como fue la muerte de Maria Antonieta, es decir si conservó esa serenidad en el último momento, pero si asi fue indica un espíritu enorme tan enorme como lo fue la indignación tan justificada que tenía la revolución francesa que barrio con una institució caduca como era eso de la realeza, quiza por eso Francia es de los pocos paises en Europa qu ya no tienen reyes. Por lo demás el poema me ha gustado mucho en perfectos Alejandrinos. He disfrutado la lectura.

 

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La historia nos cuenta que Maria Antonieta se mostró impávida ante su muerte. Gracias por tu visita y comentario amigo Rigel.

 

Excelentes versos amigo Regis. Qué placer encontrar poemas como este que elevan y dan lustre a épocas pasadas.
Un verdadero lujo seguir tu obra y poder disfrutar de su lectura.
Un fuerte abrazo amigo.

 

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Gracias estimado amigo y poeta. Me estimula mucho tu acertado comentario. Es importante incluir temas históricos en los poemas para abrir nuevas brechas del pensamiento