17.72.- Déjame ir...

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Déjame ir con la mirada traicionera
puesta en el íntimo y avaro recuerdo,
para que se invente lo que pierdo
bajo la cuna de esta fría primavera.

Deja que enuncie otra lisonjera
caricia con el mismo súbito acuerdo
del olvidarte en un momento lerdo,
donde la paz se volvió aventurera.

Déjame para engañar al presente
con otros labios, con el tormento
del poema, en un halo indiferente;

donde se desnuda cada anuente
deseo que muere en el pensamiento,
en un amor fugaz casi ausente.

Marianne


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bellamente plasmado, saludos.

 

Marianne,le debo hacer una pregunta por mi extrañeza y es la siguienteor qué los versos de este soneto son de diez, once y doce sílabas mezclados al azar?.Un saludo .Bernardo de Valbuena

 

Que fuerza, que sentimiento. Me gusta como expresas el deseo de ese pedido. Déjame ir.

Saludos Cordiales

 

Antes que nada que honor tengo de que me leas de nuevo, segundo mi adaptación a clásica es aún un poco nula, pero a mi también me extraña que pueda ser exacta, así que es al azar y por último cuando haga un soneto solo lo verás en clásica fuera de ahí poco me esfuerzo por dejarlo intacto, saludos y gracias por leerme

 

Es un poema lleno de belleza. Aflora un sentimiento, que es doloroso, que se llena de melancolía, y hay un afán por romper con ello, por abrirse a otros quereres, a otras historias, a otros días. En su tristeza, rezuma hermosura, ese aire ausente, esa indiferencia, lo dotan de rara belleza. Un cordial saludo.

 

Que pasión pones en tus poemas Marianne, cada escena que compartes cautiva en su originalidad y buen curso.
Saludos, que tengas felices horas.

 

Gracias por dejar tu huella, saludos cordiales poeta