Quién

Ya sabes Ligia. Todos tenemos momentos, en los que una mirada introspectiva, despierta un montón de preguntas. Cuando te planteas para qué y para quiénes escribes, lo que llega de lo que haces a las personas que te rodean. Si acaso conseguirás una mínima trascendencia de tus ideas, de tus palabras...Y en este mundo que vivimos, esas preguntas te llevan a la desolación. Te miras en el espejo, es decir hablas a solas con tu conciencia y te encuentras con tu propia realidad y muchas veces eso te aboca a la tristeza y a la sensación de derrota.
Por suerte, uno muchas veces, no sé si por coraje o por cabezonería, se empeña en seguir adelante, aunque ya no haya esa confianza ilimitada en nuestros semejantes. Gracias por tu comprensión, por tus palabras, que son un bálsamo. Un fuerte abrazo, desde el cariño y desde la compenetración que sienten quienes comparten sentimientos.

 

Profundidad con elocuente contenido, mi estimado Luis A, y es que justamente
siempre sucede esos vacíos en nuestras vidas, y quizás por esos escribimos tanto,
buscando la compañia de nuestras humildes letras. Pero lo cierto es que hay de todo.
y estamos para servir. Afectuosamente, lo saluda un amigo:

 

Gracias por tus palabras Iván. La soledad del poeta sale en ocasiones y se asoma a los versos. Agradezco mucho tu lectura. Un cordial abrazo.